2. La Colombia rural, cuya economía estaba basada exclusivamente en el sector agropecuario, se ha transformado gradualmente, pero no por ello ha dejado de ocupar un lugar importante en el desarrollo del país y de su economía; espacio rural que a su vez es el escenario de un agudo conflicto social y armado. A pesar de ello, para la economía colombiana la producción agrícola dedicada a las exportaciones y al mercado interno representa aún gran importancia, considerando los volúmenes totales de producción y exportación, la generación de divisas y sus efectos sobre el bienestar o malestar social y distribución del ingreso; así mismo, en su participación en términos del PIB.
3. Cuadro 1. Composición del PIB en Colombia Fuente: Portafolio, 2008. 5,2 Otros 5,2 Construcción 10,7 Comercio 14,O Agricultura 14,1 Industria 17,2 Financiero 20,4 Servicios PIB % Sector económico
4. La producción agropecuaria se hace sobre la base de recursos naturales: agua y suelo; recursos genéticos, recursos forestales e hidrobiológicos y recursos energéticos. El agua y el suelo son los recursos más valiosos y fundamentales en la producción agropecuaria-forestal y garantía de cualquier actividad humana. Pero, a pesar de la enorme oferta existente en el país, ellos han sido subvalorados, sobreexplotados, derrochados y desperdiciados.
5. Cuadro 2. Uso de los suelos en Colombia Fuente: Portafolio, IGAC- Corpoica, 2008 Total de tierra: 114 millones de ha. 3,6 Otras coberturas 2,7 Cuerpos de agua 1,1 Matorrales 10,0 Vegetación de sabana 26,0 Pastos 50,7 Bosques 3,6 Agricultura % Aprovechamiento
6. Cuadro3. Relación entre área predial rural nacional y propietarios (según tamaño de predios). 1,7 Menores de 3 22,5 Entre 3-100 14,6 Entre 100 - 500 61,2 Mayores de 500 % Tamaño de predios (has.)
7. En el actual escenario global el paradigma de la productividad y la competitividad ha incentivado estos conflictos, ante la evidencia de que el crecimiento económico de un país no corre paralelo con la disminución de la pobreza y el mejoramiento de la calidad de vida. En resumen, este proceso no es equitativo, sustentado, ni sostenible. Un desarrollo sostenible deberá conciliar productividad, competitividad, rentabilidad con la equidad, es decir, un equilibrio entre el crecimiento económico, la equidad en oportunidades y en el uso eficiente y amigable del medio ambiente.
8. Es entonces justo el reconocimiento de que la problemática de la producción ha evolucionado de una dimensión únicamente técnico-económica, a una dimensión social, cultural y ambiental, que infortunadamente a la formación universitaria le cuesta apropiar e integrar.
9. Para el credo globalizante el acceso a la tierra no es la determinante principal para generar riqueza y cambio social, invocando que " hoy la fertilidad de la mente de los agricultores tiene más importancia que la fertilidad natural de la tierra ". Parecen olvidar que no sólo es necesario el capital, la ciencia y la mano de obra para la producción y dar oportunidades a las economías de pequeña escala, distribuidoras precarias de beneficios sociales y mitigadores de procesos migratorios, sino también acceso a la tierra.
10. En esas circunstancias no podemos seguir sacudiéndonos al vaivén de las coyunturas: La integración andina (CAN), Mercosur, preferencias arancelarias ante los Estados Unidos y la Comunidad Europea, el ALCA, TLC a y la crisis sanitaria como mecanismos y estrategias para salir de la encrucijada. Pero, esta dependencia de las angustias de otros y de la posibilidad que los países desarrollados se sensibilicen y entiendan que su suerte esta unida a la nuestra, es un camino nada autónomo para definir nuestro destino.
13. Modelo aperturista que se caracteriza por tendencia continua o cíclica al descenso de los precios agrícolas en el mercado mundial. Lo cual trae como consecuencia la incapacidad de competir en los mercados internacionales y por ende alto riesgo y baja rentabilidad económica . El mercado dejó de ser el encuentro o desencuentro entre la oferta y demanda. Se establecieron relaciones de dominación, con sus respectivos centros de poder: ALCA, TLC, G7, OMC. Sumadas al oligopolio y transnacionalidad de empresas y capitales.
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15. Como resumen, de manera rápida se podría listar la agenda legislativa y regulatoria que durante décadas fijó políticas y directrices en materia fiscal, monetaria, comercial, financiera y de fomento: Precios mínimos de garantías, franjas de precios, crédito agrícola, seguros para los agricultores, comercio exterior; convenios de absorción de cosechas, precios y aranceles; transferencia de tecnología, certificado de reintegro tributario (CERT), IVA, cuotas de fomento, subsidios, adecuación de tierras, Bolsa Nacional Agropecuaria, competitividad, Sistema Nacional de tecnología Agropecuaria, privatizaciones, fusión y liquidación de instituciones, etc.
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17. Empujados y desplazados por esa violencia, miles de colombianos, que como Moisés sueñan todavía con la tierra prometida, indiscriminadamente fueron incorporando nuevas tierras (reservas de flora y fauna e indígenas) a la producción. Se amplió la frontera agrícola vía ganaderización y colonización espontánea, lo cual se tradujo en un catalizador de la degradación de suelos y cuencas, con su máxima expresión en los cultivos ilícitos. Por tanto, una política de clarificación de la propiedad de la tierra, que a su vez evite la pérdida de la misma por manejos ambientales degradantes, contribuirá al desarrollo de sistemas de producción sostenibles.
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19. Todas estos instrumentos forman un laberinto disperso, que compite con los ya existentes: Finagro, Proagro, FAG, etc., y se constituyen en el eje de la acción estatal, dejando de lado el conflicto por la tenencia de la tierra, donde evitar la contrarreforma agraria, la función social de la propiedad, la extinción de dominio y expropiación ni se mencionan; igualmente, figuras novedosas como las Zonas de Desarrollo Empresarial, Empresas Básicas Agropecuarias y cooperativas de beneficiarios son sustituidas por las Zonas de Reconversión Productiva, cuando el modelo de producción fundamentado sobre la base de los recursos naturales, los agoten.
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23. En síntesis, para una agricultura segura, duradera y competitiva se requiere mejorar y adaptar técnicas, involucrar y generar sistemas, para reducir los impactos sobre los agro-ecosistemas, adoptar o crear nuevos sistemas de producción y realizar más investigación. La diversidad natural, cultura, socioeconómica no permite que exista una forma única de hacer agricultura. Ello exige la generación de opciones productivas específicas para cada estrato de productores, para cada sistema de producción, para cada zona agro ecológica y agro económica.
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30. Pero, independientemente de los avances del proceso de negociación con la insurgencia, es necesario discernir las aproximaciones y diferencias del modelo de desarrollo económico (estructura económico-social), el cual redimensionará lo rural en términos de política agraria y aprovechamiento y conservación de los recursos naturales, entre otros; considerando, obviamente, la intervención estatal a través de políticas y planes de sustitución de importaciones y la continuidad del modelo vigente del libre mercado. La sustitución de cultivos ilícitos (coca, amapola, marihuana) demandará, reubicaciones de productores y desarrollo social, rural y tecnológico, para facilitar la incorporación de miles de colombianos a una producción sostenible.
32. Como puede verse, son muchos los factores que tienen injerencia en el proceso de desarrollo de la agricultura y del espacio rural, y diferentes condicionamientos del mundo externo que hasta el presente han frenado su desarrollo, por lo que se precisa identificar las causas y búsqueda de las posibles soluciones. Ante estas realidades, Colombia enfrenta tres grandes retos con el desarrollo rural: Aumentar la competitividad agropecuaria-agroindustrial, mejorar las condiciones de vida de la población rural y reducir las presiones migratorias y ambientales y, para ello necesita del concurso de un sistema de formación universitaria en ciencias agrarias sintonizado, comprometido y coordinando con toda la institucionalidad de ciencia y tecnología.
33. En esta perspectiva, igualmente, resulta importante definir el papel de la política de redistribución de la propiedad de la tierra -dentro del concepto de integralidad de la reforma agraria- como condición para el logro de la equidad y del desarrollo económico y social, sobre todo en el medio de rural. Esta visión de reforma agraria (reparto) es vista como un anacronismo, por muchos propietarios y algunos estudiosos, a pesar de que en la agenda de negociación con la insurgencia es uno de los referentes a concretar.
34. Es innegable, que la estructura actual de la tenencia de la tierra es un factor que tiene gran responsabilidad en el conflicto que enfrenta Colombia. La gran mayoría de los estudios realizados y el mismo enfoque del Plan Nacional de Desarrollo, sobre la estructura de la tenencia del recurso tierra, evidencian que no habrá mayores modificaciones de la propiedad rural a partir de las libres fuerzas del mercado.
35. Se precisa, igualmente de un cambio de enfoque sobre el desarrollo rural, el cual debe ser dimensionado de manera que desborde el tradicional enfoque productivista de lo agropecuario (agroalimentario) y forestal, y lo incluya como el espacio para recrear servicios ambientales, conservación y ordenamiento; y, lo más importante, para hacer posible la justicia, el bienestar y legitimar la institucionalidad y la autoridad. Ello implica redimensionar los aportes de una agricultura empresarial, la cual no sólo puede estar orientada a mejorar indicadores macroeconómicos, a exportar para generar de divisas, sino que debe contribuir a una mejor distribución del ingreso, empleo y a hacer cercana la equidad.
36. Hay, entonces, ausencia y carencia de políticas estatales que permitan nuevas alternativas para hacer viable el sector. Reducción de la problemática rural, exclusivamente en términos agrícolas-pecuarios y pobreza, lo que no permite aproximarse a una visión más integral desde la cual se pueda interpretar el conjunto de dimensiones, interdependencias y articulaciones que dan a lo rural alternativas y condiciones para reposicionarse como factor clave del desarrollo social y económico del país.
37. La nueva orientación de la política agropecuaria sólo quiere insertar más rápidamente a algunos sectores y productos, capaces de competir en el mercado internacional y de reducir costos del sector agroindustrial e industrial que demandan materias primas de origen agropecuario. A pesar de ésta política, algunos sectores organizados de la producción agropecuaria apelan por una política agraria que considere: Aplicación de aranceles que desestimulen las importaciones, precios internos de sustentación que garanticen rentabilidad a los productores, créditos suficientes, oportunos y baratos, solución efectiva a los problemas de las deudas, control a los precios de los insumos, mecanismos claros de comercialización y que el Estado responda por programas efectivos de adecuación de tierras, rehabilitación de los distritos existentes y por la investigación y el desarrollo científico para la producción nacional agropecuaria.