Esta Presentacion Nos Permite Conocer Mas Acerca De Lo Que NoS Apasiona, En Este Caso Vivir Siempre A La Moda. Podremos Conocer Su Significado Y Algunos Transcursos Que Ha Tenido La Moda...
2. La moda indica en su significado más amplio una elección o, mejor dicho, un
mecanismo regulador de elecciones, realizadas en función de criterios
subjetivos asociados al gusto colectivo.
La moda son tendencias repetitivas, ya sea de ropa, accesorios, estilos de
vida y maneras de comportarse, que marcan o modifican la conducta de una
persona.
La moda en términos de ropa, se define como aquellas tendencias y géneros
en masa que la gente adopta.
La moda se refiere a las costumbres que marcan alguna época o lugar
específico, en especial, aquellas relacionadas con el vestir.
La moda como tal es todo lo que nos rodea y que llamamos de alguna forma
“Globalización”, estamos rodeados de moda, ya sea únicamente hablando de
ropa o todo lo que implica desde costumbres hasta actitudes.
Unos de los ejemplos simples y minimizados pueden
ser: costumbre, hábito, conducta, repetitivo, ordinario, actualidad y dualidad.
3. La moda como tal surgió en el siglo XIV, y ha ido evolucionando hasta nuestros
días. Durante cientos de años fueron los monarcas y los nobles los que
marcaron las pautas de la moda. En el siglo XVII, Luis XIII, rey de Francia,
decidió ocultar su calvicie con una peluca. Al poco tiempo, los nobles europeos
comenzaron a afeitarse la cabeza y seguir su ejemplo, imponiendo un estilo que
duró más de una década. En el siglo XIX, las revistas femeninas comenzaron a
promocionar las nuevas tendencias e incluso a ofrecer patrones económicos
para que las mujeres pudieran confeccionarse su propia ropa. Con la llegada del
siglo XX y la popularidad del cine y la televisión, las estrellas de la pantalla se
convirtieron en ídolos internacionales y empezaron a imponer la moda. Lo mismo
sucedió con los músicos famosos, los cuales pusieron en boga estilos radicales
que la juventud no tardó en imitar. Hoy en día, la situación apenas ha cambiado.
Los anunciantes se valen eficazmente de desfiles de modelos, atractivas revistas
de papel satinado, carteleras, escaparates y anuncios televisivos para crear una
demanda de prendas nuevas.
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7. Vestimenta del siglo XVIII en un cuadro de Goya. En el siglo XVIII se destacan
como prendas masculinas las casacas francesas y las chupas (casacas de
inferior clase y algo estrechas), las chaquetillas, los calzones ajustados hasta la
rodilla, las corbatas en vez de las golillas, las pelucas y los grandes sombreros.
Mientras tanto, en las vestiduras femeninas continúa el mismo estilo que en el
siglo anterior y se adopta el uso de las mantillas para la cabeza. Se llevaban
también vestidos largos, grandes sombreros y sobre todo, la mujer se caracteriza
en las altas sociedad por llevar sobre su cuerpo un corsé, el cual era una forma
de demostrar su altura, entre otras cosas de esa época se usaban anillos, y
algunas veces guantes largos, collares y demás.
8. Durante este siglo fueron propios el frac, la levita y
el pantalón para los caballeros, y la mantilla de
seda y las peinetas para las señoras españolas.
Además fue el apogeo de los grandes faldones que
llegaron a utilizar hasta 14 metros de tela
durante 1860, causando que las mujeres no
pudieran caminar del brazo con un hombre.
9. 1. Aire folk: pellizas, chalecos de pelo, cazadoras de ante con flecos, faldas
largas, mantas a modo de ponchos y sombreros se convierten en
imprescindibles. Olvídate del menos es más y atrévete a mezclar como si
acabaras de salir del Festival de Woodstock. Recupera tu espíritu bohemio.
2. Abrigos largos: si el pasado invierno fueron los de silueta cocoon y
pastelosos colores los que nos resguardaron del frío, éste son los eternos camel
y gris los que se presentan en tamaño XXL cubriéndonos hasta el tobillo.
3. Après sky: la estética alpina se adueña del asfalto gracias a gruesos jerséis
de dibujos invernales, plumas acolchados, gafas y botas que te harán sentir la
reina de la pista sin ni siquiera pisar la nieve.
4. Pantalones "culotte": su largo (por encima del tobillo pero sin llegar a ser
bermuda) hace que resulte una de las tendencias más complicadas de lucir. A
pesar de ello, Armani, Viktor&Rolf, Barbara Bui y Acne han apostado firmemente
por los modelos de pinzas y con un ligero volumen para dejar atrás el reinado de
los "skinny". ¿Te atreverás?
5. Rojo: dijo Christian Dior que era el color de la vida, y este otoño vuelve a
quedar patente. Nuestro armario se tiñe del carmesí más vibrante, pasional y
poderoso dando lugar a estilismos que imprimen confianza y seguridad.
10. 6. Minifaldas: que el frío no te impida lucir pierna. La década de los 60 sufre un
'revival' y la estética de Twiggy recupera su esplendor gracias a colecciones
como las de Gucci o Dsquared2 que acortan las faldas muy por encima de las
rodillas.
7. Terciopelo: el tejido más señorial viste las noches otoñales con trajes sastres
que vuelven a reinventarse y elegantes vestidos
8. Capas y ponchos: Valentino nos propone convertirnos en hadas, Cavalli les
da un aire desenfadado, Saint Laurent juega con un toque british y DelPozo
apuesta por un aire señorial. La cruzada contra el frío se emprende ahora
escondiendo los brazos.
9. Escote barco: enseñar hombros pasa a ser de obligado cumplimiento. Los
palabra de honor y cortes en uve abren paso a la sensualidad extrema de este
escote que había quedado relegado a los vestidos de novia. Céline, Dior y Zac
Posen lo recuperan con elegancia.
10. Acolchado: de los clásicos plumíferos a vestidos que destacan por su
grosor. Prendas que cobran otra dimensión llenando nuestros looks de un
volumen radical.