16. ABORDAJE EN ETAPA INFANTIL Los niños aprenden lo que ven Los niños aprenden lo que ven Es el momento de adquirir costumbres
17. “ Estableced rutinas saludables en vuestra infancia. Es una inversión en salud para toda la vida” SIEMBRA HOY PARA RECOGER MAÑANA GRACIAS
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22. La Pirámide de vida Saludable ADEMÁS DE UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA , EN CANTIDAD, CALIDAD Y REGULARIDAD, NUESTROS HIJOS E HIJAS NECESITAN REALIZAR ACTIVIDAD FÍSICA PARA MEJORAR Y MANTENER LA SALUD.
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24. La parte intermedia de la pirámide En el siguiente escalón se encuentran los alimentos proteicos magros como: PESCADOS, CARNE, HUEVOS Y LEGUMBRES . Estos alimentos son de consumo diario pero en menores cantidades . 2 raciones/día de alimentos proteicos a escoger entre: pollo, pavo, pescado, huevos y legumbres
25. El vértice de la pirámide En el vértice de la pirámide están las CARNES GRASAS , las GRASAS y los AZÚCARES . Son de consumo limitado al ser ricos en grasas, azúcares y ser hipercalóricos. OCASIONALMENTE: mantequilla, margarina, bollería, paté, carne con grasas, embutidos y chucherías.
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37. RECOMENDACIONES ESPECÍFICAS GRASAS Tipo de grasa Alimentos que la contienen El consumo deberá… Máximo recomendado Saturadas Carnes grasas Aves (la piel y las de carne oscura) Embutidos Leche entera y sus derivados Nata, mantequilla Helados Aceites de coco y palma Manteca ↓ 7% Monoinsaturadas Oliva ↑ 10% Poiinsaturadas Aceite oliva Pescados grasos ↑ 13% Trans Margarinas Cereales de desayuno chocolateados Galletas Snacks Bollería Platos preparados Fritos envasados Salsas ↓ <1% * Colesterol Yema de huevo Carnes grasas Lácteos ↓ ≤ 300 mg/día
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39. 10% zumo = + = H 2 O ¿Sólo? 0% Grasas 0-0,3% Proteínas 12 grs % de azúcares O sea = 24 grs = 4 cuch x 6 gr H 2 O 200 ml
40. 10% zumo = = H 2 O + 330 ml 10% leche 14,9 grs % de azúcares O sea = 49,6 grs = H 2 O ¿Sólo? 0% Grasas 0-0,3% Proteínas
Este es un taller eminentemente práctico dirigido a apoyar a las familias para hacer una compra de alimentos saludables.
En las ultimas décadas se ha pasado de la alimentación tradicional (abundantes legumbres, hortalizas y pan; escasa cantidad de carne y de grasas de origen animal), a otra, en la que hay una amplísima disponibilidad de alimentos y bebidas, en general manufacturados. Son predominantemente alimentos con “alta densidad energética” que tienen en su composición muchas grasas de origen animal o bien grasas vegetales de mala calidad (aceites de coco, palma y palmiste o grasas hidrogenadas o trans), azúcar añadido y mucha sal y que se caracterizan por aportar muchas calorías y tener baja calidad nutricional. Estos alimentos se presentan en raciones cada vez más grandes, altamente palatables, poco saciantes, de fácil preparación y consumo y relativamente económicos. La palatabilidad (cualidad de ser grato al paladar un alimento) de los alimentos facilita su consumo, correspondiendo la mayor a las grasas, después a los hidratos de carbono y la menor a las proteínas. La capacidad de saciedad de los alimentos influye también en su ingesta. Esta capacidad es mínima con las grasas, media con los hidratos de carbono y máxima con las proteínas. En muchas dietas habituales, la “comida rápida”, de bajo valor nutritivo y las “bebidas blandas” (refrescos azucarados y zumos envasados) están sobredimensionadas. Hay que tener también en cuenta que en la alimentación actual hay menos carbohidratos complejos y menos fibra. Nutrición, actividad física y prevención de la obesidad: (Estrategia NAOS). Coordinadores, B. Moreno Esteban, A. Charro Salgado. Buenos Aires; Madrid: Médica Panamericana 2006. Ejemplos de alimentos de alta densidad energética: galletas de chocolate rellenas de crema, patatas fritas con “aceites vegetales” Ejemplos de alimentos de baja densidad energética: una ensalada simple, una sopa de verduras sin grasa.
Los cambios en los medios de transporte, el ocio sedentario, el uso excesivo de TV, ordenadores personales, videojuegos, etc, la falta de juego espontaneo en calles o parques y los curriculum escolares con escaso tiempo dedicado al ejercicio físico en la infancia y en la adolescencia, favorecen la falta de actividad física. Lo mismo puede aplicarse a las personas adultas de la familia que, en general, además también tienen trabajos bastante sedentarios. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud 2006 (población de 0 A 15 años): El porcentaje de población infantil que no hace ejercicio o sólo hace actividad física o deportiva ocasional es del 58.61%, destacando el hecho de que las niñas hacen menos actividad que los niños (67.58% vs 54.05%). El porcentaje de población que ve 2 ó más horas la TV entre semana es del 47.56%, sin diferencias entre niños y niñas. El porcentaje de población que utiliza los videojuegos, ordenador o internet 2 ó más horas entre semana es del 20.28%, más en el caso de los niños (22.64%) que en el de las niñas (16.79%)
Las recomendaciones sobre alimentación saludable deben ir siempre de la mano de las recomendaciones para hacer actividad física. En personas adultas: Realizar al menos 30 minutos de actividad regular de intensidad moderada y frecuencia casi diaria reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de diabetes, así como de los cánceres de colon y de mama en las personas adultas. En la infancia y la adolescencia se deben hacer 60 minutos o más de actividad física diaria teniendo en cuenta que debe ser en base a: -Actividad aeróbica (movimiento rítmico de grandes grupos musculares), muchos de los 60 o más minutos al día deben ser de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa, y hay que incluir actividad física de intensidad vigorosa al menos 3 días a la semana. Ejemplos: correr, saltar, montar en bici, nadar, bailar…. -Fortalecimiento muscular (“sobrecarga” de grupos musculares), al menos 3 días a la semana. Por ejemplo, trepar a los árboles, trepar por una cuerda, jugar a soga-tira, levantar pesos o trabajar con bandas de resistencia. -Fortalecimiento óseo (ejercer fuerza sobre los huesos, habitualmente por impacto en el suelo), al menos 3 días a la semana. Ejemplos: correr, saltar, jugar a la cuerda, baloncesto, tenis, jugar a rayuela o al tejo. Tomado de: Physical Activity Guidelines for Americans. U.S. Department of Health and Human Services 2008. Washinton, DC
El aumento de la actividad física debe hacerse tanto en las tareas y actividades de la vida cotidiana como en el tiempo libre. En la vida cotidiana puede aumentarse la actividad física con diversas estrategias: usar las escaleras en vez de el ascensor en casa y en el centro educativo, ir andando o en bici al colegio o instituto o a hacer los recados siempre que se pueda. Si se usa el transporte público, bajarse alguna parada antes o cogerlo alguna parada después, sacar a pasear al perro, ayudar en las tareas domésticas y de jardinería… En el tiempo libre, destinar tiempo al juego libre en la calle o en el patio, caminar rápido,hacer actividades extraescolares deportivas, hacer senderismo, montar en bici, ir al gimnasio, bailar….. Cada chico o chica según sus preferencias, sola o mejor acompañada.
La principal consecuencia de la alimentación desequilibrada y del sedentarismo en la infancia es el sobrepeso y la obesidad infantojuvenil. El estudio EnKid realizado en una muestra representativa de la población española de 2 a 24 años en 1998-2000 arroja los siguientes datos: Población con obesidad 13.9% (15.6% en chicos y 12% en chicas) Población con sobrepeso: 12.4% % (14.3%% en chicos y 10.5% en chicas) Criterios de sobrepeso: IMC >=p85-<p97 de las tablas de Hernández el al, 1988 Criterios de obesidad: IMC>=p97 Serra Majem L, Ribas Barba L, Aranceta Bartrina J et al. Obesidad infantil y juvenil en España. Resultados del Estudio enKid (1998-2000). Med Clin (Barc) 2003; 121(19): 725-32 CRITERIO DE SOBREPESO: IMC entre 25 y 29.9 CRITERIO DE OBESIDAD: IMC igual o mayor de 30
El sedentarismo y la alimentación poco saludable no sólo producen sobrepeso y/o obesidad, también influyen en producir y/o agravar otros factores de riesgo o enfermedades por lo que su contribución a enfermar y morir es muy importante. La obesidad en la infancia aumenta la probabilidad de padecer: hipertensión arterial, dislipemias, diabetes tipo II, síndrome metabólico, síndrome de apnea del sueño, esteatosis hepática no grasa, colelitiasis, epifisiolisis de la cabeza femoral, enfermedad de Blount, acantosis nigricans, síndrome del ovario poliquístico y seudotumores cerebrales.
MIA: http://www.slideshare.net/zaidahuaringaclemente/conceptos-basicos-de-la-alimentacion-2442751 VARIEDAD Cuanto mayor sea la variedad de alimentos, menor será el riego de enfermar por carencia o por exceso de un nutriente; además, la variedad hace que el comer sea placentero, ahuyenta el tedio de &quot;siempre lo mismo&quot; e impide descuidarse en cuanto a alimentación. Si la alimentación es variada y equilibrada, bastará para obtener todos los nutrientes necesarios. Los alimentos pueden clasificarse según los tipos y cantidades que contienen. Los siguientes datos, permiten equilibrar la ingestión diaria de proteínas, minerales, y fibra vegetal y limitar la de grasas, carbohidratos y sodio cuyo exceso perjudica la salud. EQUILIBRIO. Para mantener el peso corporal optimo es muy importante equilibrar la ingestión de alimentos en proporción a la energía del organismo produce. También debe de existir un equilibrio entre los nutrientes energéticos que se ingieren, es decir, las grasas, los carbohidratos y las proteínas; lo mejor es comer pocas grasas, sobre todo si son saturadas, y en cambio comer muchos carbohidratos complejos y mucha fibra vegetal MODERACIÓN. No siempre es cierto que si un poco es bueno, mucho es mejor; en realidad la moderación en el comer debe ser un hábito. Los especialistas han señalado que la mayoría de las personas les haría reducir la ingestión de calorías, grasas, colesterol azúcar y sal. Por otra parte, se ha demostrado que no existe ninguna ventaja en comer más proteínas que las necesarias: ni se desarrollaran por ello músculos mas grandes ni mejorara el desempeño atlético de una persona. Y que la demasía de proteínas no parece tener efectos perjudiciales, el exceso de ciertos minerales y vitaminas si puede llegar a ser dañino para el organismo. LA FIBRA. Antes se decía que era &quot;puro bagazo&quot;, pero lo cierto es que la fibra vegetal es necesaria para lograr el equilibrio alimentario. Beneficia al aparato digestivo, ayuda a prevenir el estreñimiento y reduce el riesgo de sufrir hemorroides; además, tal vez la fibra ayude a prevenir ciertos cánceres y otras enfermedades del aparato digestivo. La fibra es parte de los alimentos de origen vegetal que el estomago del hombre no puede digerir, y cuya digestión se realiza solo parcialmente en el intestino. Existen varios tipos de fibra, y para aprovecharlos todos hay que comer muy diversos alimentos; en general, casi toda la fibra que comemos produce de los cereales enteros, las frutas y las verduras (sobre todo, la piel de estas). Muchos especialistas aconsejan comer todos los días de 25 a 35 gramos de fibra. Dependiendo de la complexión de la persona: la mejor forma de conseguirlo consiste en comer varias veces al día alimentos que la contengan en abundancia. Los complementos de fibra sola no reportan ninguna ventaja y es preferible evitarlos, a menos que el médico los haya prescrito. Todos los expertos concuerdan en que la mayoría de las personas necesitan comer menos grasas, menos sodio y menos azúcar. MENOS AZÚCAR. Es muy común el comer azúcar en exceso; en su mayor parte, se trata de la sacarosa, es decir, del azúcar que en todos los hogares llena los azucareras y cuya ingestión es fácil medir. Pero también se ingiere una buena cantidad de endulcorantes &quot;ocultos&quot; en muy diversos alimentos; los fabricantes de comestibles no pierden de vista que a casi todo el mundo le gustan los sabores dulces, y por eso los alimentos procesados tienden a contener mucha azúcar, no solo se trata de los productos más obvios, tales como las mermeladas, cajetas, galletas, pasteles, helados, jarabes, refrescos y cereales, sino también de las frutas y verduras en conserva y de las sopas, salsas y jugos enlatados. Para estar sano no se necesita comer azúcar, pues la glucosa que el organismo requiere la obtiene de muchos otros carbohidratos. Además, la mayoría de los comestibles hechos a base de azúcar tienen muchísimas calorías pero, si a caso, muy pocas vitaminas y minerales mientras que los alimentos naturales ricos en azúcar suelen contener otros nutrientes. Por último, hay que recordar que los dulces, chocolates y chiclosos impregnan la boca durante mucho tiempo y provocan caries. MENOS SODIO. Se considera que la indigestión de sodio debe restringirse de un margen de 1100 a 3300 mg diarios, aunque los organismos no necesitan más de 200 mg al día; no obstante, muchas personas ingieren hasta 7000 mg, lo cual no les reporta ningún beneficio y, en cambio, las expone a los riesgos de la hipertensión, lo más sensato es que todo mundo pudiera reducir la ingestión de sodio. No es lo mismo la sal que el sodio; la sal de mesa es cloruro de sodio y, por eso, se compone de 40% de sodio. Esta forma parte de muchos alimentos naturales y es añadido a muchos comestibles y bebidas procesados; algunos medicamentos son muy comunes, como ciertos analgésicos, antiácidos y laxantes, lo contienen en gran cantidad alrededor de un tercio de sodio que cada persona ingiere proviene de la sal que se añade a los alimentos en la cocina y en la mesa; hasta 50% proviene de los alimentos procesados, y el resto, de los alimentos naturales. La forma más sencilla de reducir la ingestión de sodio consiste en poner menos sal la comida y el comer menos alimentos procesados. Como en gustos no hay nada escrito, lo que para una persona es salado resulta insípido para otra, pero en el fondo se trata de una cuestión de costumbre y, por fortuna, sobre todo si al cocinar se utilizan hierbas aromáticas, toma muy poco tiempo habituarse a comer menos sal. Como en gustos no hay nada escrito, lo que para una persona es salado resulta insípido para otra, pero en el fondo se trata de una cuestión de costumbre y, por fortuna, sobre todo si al cocinar se utilizan hierbas aromáticas, toma muy poco tiempo habituarse a comer menos sal. MENOS GRASA. Son muchos los cardiólogos y cancerólogos que aconsejan que las calorías proporcionadas por las grasas no excedan del 30% del total que se obtiene en los alimentos. Por ejemplo, si una persona ingiere 2500 calorías diarias, lo optimo es que coma unos 83 gr. de grasas, o el equivalente a siete cucharadas de mantequilla; si ingiere 2000 calorías diarias; no debe de comer más de 67 gr. de grasa, y si solo ingiere 1500 calorías, su ingestión de grasa debe reducirse a unos 55 gr. de mantequilla. Para lograrlo no se necesita dejar de comer ciertos alimentos que, por cierto, pueden ser precisamente los más apetitosos, sino comerlos con menos frecuencia y con menos cantidad. Pero al reducir la ingestión de grasas, deberá aumentar proporcionalmente la cantidad de calorías que se obtiene de los carbohidratos complejos, como los contenidos en comestibles de harinas integrales y en los cereales, verduras u frutas, que además de energías aportan diversos nutrientes y fibra vegetal. La obesidad aqueja a un número considerable de personas, y muchas otras reconocen estar algo más que robustas, lo anterior se refriere a hombres y mujeres pero, pese a todas las dietas imaginables y a todo lo que se dice en contra de la obesidad, esta no parece ceder.
Estas recomendaciones sobre alimentación saludable deben orientar, por lo tanto, las compras, los alimentos almacenados en la despensa, el contenido del frigorífico y la preparación de las comidas en el hogar para facilitar las opciones más saludables a toda la familia. NOTA: En otra diapositiva, más adelante, se comentan las cuestiones relacionadas con las grasas.
Las frutas y las verduras son componentes esenciales de una dieta saludable, y un consumo diario suficiente podría contribuir a la prevención de enfermedades importantes como las cardiovasculares y algunos cánceres. La OMS y la FAO recomiendan una ingesta mínima diaria de 400 gramos de frutas y verduras (excluidas las patatas y otros tubérculos con féculas). Una estrategia útil en este campo es “5 al día” que persigue la ingesta diaria de 5 piezas de fruta y/o raciones de verdura al día. Desde el punto de vista nutricional hay que considerar que poseen un contenido energético bajo ya que la mayor parte de su composición es agua. Suelen tener hidratos de carbono simples y son ricos en vitaminas, minerales y fibras. Se pueden considera, por lo tanto, alimentos reguladores. Cereales integrales, se pueden consumir en forma de pastas, harinas, galletas, pan y cereales para el desayuno. Son una fuente importante de hidratos de carbono complejo (almidón) y, por lo tanto, son muy energéticos. Se recomienda que sean la base de nuestra alimentación por lo que deben tomarse 4-6 raciones al día. Pescado, se recomienda el consumo de pescado (preferentemente azul) dos veces a la semana ya que sus ácidos grasos (tipo omega 3) son potencialmente protectores frente a las enfermedades cardiovasculares. El pescado, además, es fuente de proteínas, sales minerales y vitaminas. Se desaconseja el consumo habitual de platos preparados debido a su alto contenido en grasas saturadas y sal, suelen ser alimentos de alta densidad energética y bajo valor nutritivo. Los refrescos azucarados nunca deben sustituir al agua –que también está en la base de la alimentación- ya que tienen un alto contenido calórico porque los azúcares forman parte de su composición.
La importancia de los antioxidantes. La capacidad antioxidante de diferentes componentes de los alimentos, en el contexto de un modelo mediterráneo de alimentación, se ha puesto de manifiesto en diversos estudios y da pie a pensar que los alimentos ricos en antioxidantes pueden jugar un papel destacado en la prevención de enfermedades tales como el cáncer o los problemas cardiovasculares.
Tomado de: Actividad física y salud. Guía para familias. Ministerio de Sanidad y Consumo / AESAN / Ministerio de Educación y Ciencia / Centro de Investigación y Documentación Educativa Pirámide de vida saludable. Consejería de Salud. 2007
Aunque las verduras y las frutas se pueden comer sin restricciones hay que tener en cuenta la forma de prepararlos, por ejemplo una verdura cocinada con mucha grasa o en combinación con alimentos más calóricos (lasaña de verduras con bechamel, fresas con nata…) se puede convertir en una comida hipercalórica. En el caso del arroz y de la pasta también hay que tener muy presente la manera de cocinarlos. No es lo mismo el arroz hervido que el arroz en paella. En niños con sobrepeso y/o obesidad se recomienda que los lácteos sean desnatados. Tomado de Niños en movimiento. Manual práctico. Guía para padres. N.I Garcia Reyna, S. Gussinyer Canabal, M. Gussinyer Canadell, A. Carrascosa Lezcano. 2009
Tomado de Niños en movimiento. Manual práctico. Guía para padres. N.I Garcia Reyna, S. Gussinyer Canabal, M. Gussinyer Canadell, A. Carrascosa Lezcano. 2009
Tomado de Niños en movimiento. Manual práctico. Guía para padres. N.I Garcia Reyna, S. Gussinyer Canabal, M. Gussinyer Canadell, A. Carrascosa Lezcano. 2009
PRINCIPALES OBSTACULOS LA FALTA DE TIEMPO: está claro que en esta época todo el mundo se queja de falta de tiempo. Para todo. Para cocinar y para hacer la compra también. Si en épocas anteriores las amas de casa solían tener organizado un menú semanal, hoy, al llegar a casa se abre la nevera y cada persona se sirve lo que allí encuentra. Se va el fin de semana de compras y se adquieren productos que puedan ser almacenados y consumidos varios días o semanas más tarde. Los alimentos perecederos como frutas y verduras frescas, van siendo sustituidos por productos envasados que se conservan más tiempo. LOS ALIMENTOS PREPARADOS: con el reclamo de que facilitan la vida, especialmente a las madres que trabajan fuera de casa o las personas con horarios laborales amplios, cada vez hay mayor oferta. El problema es que en su elaboración en ocasiones se producen cambios que repercuten de forma negativa en su calidad nutricional. Para que se conserven más tiempo es necesario recurrir a aditivos. Los potenciadores del sabor (entre los cuales se encuentran las grasas) los hacen más apetecibles. Y las grasas, para conservarse mejor deben ser transformadas en sus versiones “trans”, que resultan nocivas para el aparato cardiovascular. En comparación con sus equivalentes hechos a la manera tradicional, en casi todos los casos se comprueba mayor concentración de sal y de azúcares. De este modo, además de incrementar su valor calórico, se convierten en menos sanos desde el punto de vista cardiovascular. Solamente los congelados sin manipulación previa son totalmente equivalentes a los productos frescos y por tanto igual de saludables. LAS RACIONES: los alimentos preparados suelen indicar para cuántas personas está diseñados, pero siempre se trata de porciones que son bastante mayores que la correspondería en el caso de realizarse el palto en casa. Además la visión de la porción aislada invita a terminarla, aunque ya se haya comido suficiente.
Se trata de un requisito exigido por la legislación española y europea. Sin embargo no es fácil de interpretar si no se tienen unos conocimientos mínimos. No fiarse de lo que los fabricantes incluyen en la cara principal de los productos, cosas como CASERO, SALUDABLE, CON ACEITE DE OLIVA…, no deben confundirnos ya que son mera propaganda. Hay que leer la lista de ingredientes para ver exactamente la composición del producto. Por ejemplo, un producto puede poner “con aceite de oliva” y en la composición podemos ver que tiene “una pequeña cantidad de aceite de oliva y otras cantidades de “aceites vegetales” que es la manera de llamar a aceites nada saludables como las de coco, palma y palmiste. No dejarse guiar por las marcas: todas las marcas tienen productos con buena o con mala composición por eso hay que leerla y analizarla siempre.
Para tomar decisiones sobre la compra de un producto no es necesario valorar, habitualmente, todo el listado de componentes. Hay que prestar especial atención al tipo de grasas que lleva el producto (grasas saturadas de origen animal como la mantequilla o la manteca y/o grasas saturadas de origen vegetal que aparecerán como “aceites vegetales” y que se corresponden con aceites de mala calidad nutritiva provenientes de palma, coco o palmiste). Si el producto que estamos valorando tiene aceite, debemos optar por uno que tenga aceite de oliva o girasol alto oleico que son los más saludables.
Por ejemplo, al analizar este cacao debemos ser conscientes de que el ingrediente más abundante del mismo es el azúcar y también de que tiene aceite vegetal. Es decir, hay dos aspectos preocupantes en él: mucho azúcar y presencia de grasas perjudiciales. Podemos seguir buscando y encontrar otro cacao con una composición más saludable.
Los aceites de oliva virgen extra y virgen tienen ácidos grasos moninsaturados que no aumentan el colesterol plasmático, además contienen sustancias con funciones vitamínicas y antioxidantes. Son los ideales también para freir porque su temperatura crítica (a la que el aceite empieza a dañarse y deteriorarse) es de 210º, muy alejada de la temperatura ideal de fritura (180º). En otros aceites de semillas estas dos temperaturas son muy cercanas por lo que el deterioro del aceite es más frecuente. El aceite de la variedad girasol alto oleico se situaría entre los aceites buenísimos y los que no están mal. JM Panisello Royo. Las 100 preguntas que siempre quiso hacer: mitos y verdades en torno a la alimentación. Ed. Glosa. Barcelona, 2004
Panisello Royo J. La cesta de la compra. Consejos para una compra saludable. APAPA. XIV Jornadas de APAP-Andalucia. Málaga, 2010. Acudir a la compra habiendo comido previamente y nunca con la sensación de hambre. Esta demostrado que se adquiere mucha más cantidad de alimentos de los necesarios si no se hace así. Aprovechar la compra para enseñar a los hijos a hacerla siguiendo parámetros nutricionales y económicos. Acudir siempre con una lista de la compra hecha. Comprar productos frescos; verduras, hortalizas y fruta del tiempo. Comprar pocos alimentos preparados y en casod e hacerlo revisar siempre sus ingredientes.
Panisello Royo J. La cesta de la compra. Consejos para una compra saludable. APAPA. XIV Jornadas de APAP-Andalucia. Málaga, 2010. Comprobar al finalizar el grado de cumplimiento de la lista elaborada. Carro lleno de verduras , frutas y hortalizas del tiempo cong ran variedad de colores; abundantes legumbres y pescados; lácteos bajos en grasa, poca carne, poco alimento preparado, conservas al natural o en aceite de oliva y con cestas en lugar de bolsas.
Es el momento de pedir a los/as participantes que busquen la composición o ingredientes en los envases de los productos que tenemos preparados. Según el número de participantes haremos grupos de dos o tres personas para cada pareja de envases de productos diferentes.