1. violencia de
género en el mundo
del cómic
La
José Joaquín Rodríguez Moreno
Cuando pensamos en violencia de género solemos imaginar, en la mayoría de los
casos, un problema doméstico, privado, entre un hombre y una mujer concretos. Sin
embargo, la violencia de género nos envuelve y está presente en muchos aspectos de
nuestra vida cotidiana.
Los cómic estadounidenses, tan tremendamente populares a lo largo de todo el
siglo XX, son un buen ejemplo de cómo la violencia puede plasmarse, reproducirse e
incluso combatirse a través de las viñetas.
Organiza: Unidad de Igualdad entre mujeres y hombres
2. Portada de Mystic Comics número 9 (1942).
Artistas: Al Gabriele y Syd Shores.
Portada de Mystery Men número 12 (1940).
Artista: Joe Simon
Hasta bien entrados los años 40, no era extraño encontrar portadas de cómics
mostrando a mujeres sometidas y torturadas en manos de desagradables villanos (la
Segunda Guerra Mundial haría que muchos de estos villanos fuesen nazis y japoneses).
Tales ocasiones eran ideales para jugar con una estética de sumisión, o para desgarrar
levemente las ropas de las chicas, atrayendo a unos lectores que contemplaban ávidos la
insinuación de unas caderas o de unos senos.
Incluso cuando las portadas dejaron de mostrar a mujeres indefensas, el interior
de los cómics siguieron mostrando un mundo de ficción en el que los lectores se
identificaban fácilmente con el héroe, un auténtico príncipe azul, que rescataba a la
débil e indefensa muchacha.
3. Los años 40 también mostraron a numerosas
mujeres poderosas e indomables. Sin embargo,
muchas serían mujeres fatales, auténticas agentes
del mal que atraían a los hombres a su perdición con
insidiosas artimañas.
Así, mientras las mujeres independientes se
mostraban como arquetipos negativos (mentirosas,
sexuales y frías), las muchachas sumisas eran un
ejemplo a seguir (sinceras, amorosas, cuidadoras).
Mientras las mujeres independientes acababan solas
e infelices, aquellas que se sometían a un hombre
encontraban la felicidad y la realización personal.
Página de Pep Comics número 18 (1941).
Artista: Harry Lucey.
4. Los cómics mostraron en ocasiones muy
puntuales la violencia doméstica, aunque sus
soluciones no dejaban de ser peculiares. Picture
News, un periódico juvenil donde se publicaban
noticias curiosas a modo de cómic, explicaba en
esta página como un marido maltratador fue
condenado a diez latigazos. Tras el castigo, nunca
más maltrató a su mujer; por supuesto, su esposa
nunca dejó de amarle.
La creencia de que los castigos violentos
podían acabar con la violencia (“el fuego combate
al fuego”) era algo habitual en aquellos años y,
aunque menos, aún hoy día. La venganza sustituye
así a la reinserción.
Página de Picture News número 3 (1946).
Artista: Desconocido/a.
5. Viñetas de Love
Confessions número1
(1949).
Artista: Desconocido/a.
La violencia no sólo es física.
De las mujeres se exigen
sacrificios que a los hombres no
se les requieren. En Love
Confessions un novio pide a su
chica que olvide “sus locas
ambiciones” profesionales y se
casen.
En
Young Love, la
enfermera debe elegir entre el
hombre que ama o su carrera,
pues “Ser mi esposa es un trabajo
a tiempo completo”.
Portada de Young Love
número 41 (1964).
Artista: John Romita.
Las mujeres podrán realizarse
a través de las carreras de sus
maridos, pero mantener una
carrera propia es una invitación a
la soledad. Incluso aquellas que
mantengan su empleo dentro de
las viñetas jamás soñarán con
tener un empleo o una reputación
mejores que las de sus esposos.
6. Viñetas de Fantastic
Four número 12
(1963).
Artistas: Jack Kirby
y Dick Ayers.
Aunque existían heroínas y
superheroínas, cuando éstas se
juntaban con héroes y superhéroes
perdían todo su arrojo y su valor. En
estas viñetas de Fantastic Four
vemos a la Chica Invisible como una
muchacha asustadiza e insegura, a la
que uno de sus compañeros no duda
en decirle: “Una señorita guapa
siempre
es
de
utilidad...
¡simplemente por mantener alta la
moral de los hombres!”.
Portada de The
Avengers número 83
(1970).
Artistas: John
Buscema y Tom
Palmer.
No obstante, según avanzaron
los años 60, el rol que las mujeres
jugaban en los cómics fue variando.
Cada vez más capacitadas y
poderosas, ya no temían competir
con los hombres, a los que en
multitud de ocasiones igualaban e
incluso superaban, tal y como
muestra la portada de The
Avengers.
7. Portada de Tomb of Dracula número 1 (1972).
Artistas: Neal Adams y Marie Severin.
Portada de House of Mystery número 204 (1972).
Artistas: Bernie Wrightson
Las mujeres fueron las víctimas predilectas de los monstruos que poblaban las
páginas de los libros y las pantallas de cine. Los cómics volvieron a mostrar una vez más
a las mujeres como eternas víctimas que requerían de un héroe que las librase de la
criatura de turno.
8. Viñetas de Action Comics
número 1 (1938)
Artista: Joe Shuster.
Viñetas de The Avengers
número 213 (1981).
Artistas: Bob Hall y Dan
Green.
A lo largo de los años 60 y 70 los personajes femeninos comenzaron a variar, pero
también los masculinos. Los héroes pasaron de aparecer como los eternos protectores
de las damiselas en apuros a ser, en ocasiones, maltratadores.
Frente a la imagen de Superman deteniendo a un maltratador y castigándole a
golpes, el superhéroe Chaqueta Amarilla golpea a su esposa, La Avista, desmitificando la
idea de que el maltrato se produce sólo en ciertas clases sociales y económicas.
9. Aunque la violencia contra las mujeres se había
mostrado de diferentes maneras, el terror y la indefensión
de la víctima, la violencia de la agresión, nunca antes fueron
mostradas de una forma tan explícita como en esta escena
de Watchmen. La dominación física del agresor y la
insistencia de que es ella la que estaba provocándole
acercaría a cientos de miles de lectores a una realidad y a un
tipo de violencia que hasta entonces les había resultado
invisible.
Página de Watchmen número 2 (1986).
Artista: Dave Gibbons.
10. Página de Green Lantern número 54 (1994).
Artistas: Darryl Banks y Romeo Tanghal
Portada de Daredevil número 5 (1999).
Artistas: Joe Quesada y Jimmy Palmiotti
A finales de los años 80 y durante buena parte de los 90 los héroes y superhéroes
comenzaron a ser llevados al límite. Para ello, los villanos solían matar a sus seres
queridos, sumergiéndoles en una espiral de violencia y venganza.
La mayoría de las veces las víctimas de estos asesinatos despiadados eran las
novias de los héroes, volviéndose una vez más al estereotipo de mujer débil e indefensa.
Miles de lectoras abandonaron los cómics estadounidenses en aquellos años, buscando
otras lecturas donde los personajes femeninos con los que se identificaban no fuesen
sádicamente asesinados.
11. Portada de Glory número 15 (1996).
Artista: Ed Benes
Página de Avengelyne número 3 (1995).
Artista: John Stinsman
La violencia no sólo se mostraba en el maltrato físico o en la minusvaloración de las
mujeres, también en su excesiva sexualización. Las superheroínas pasaron de llevar
uniformes a lucir bikinis ceñidos donde apenas cabían unos cuerpos tan voluptuosos como
irreales. Los dibujos mostraban perspectivas imposibles donde enormes pechos y nalgas
atraían la atención de los lectores. Las lectoras hacía ya algún tiempo que habían dejado
de interesarse por los cómics superheroicos.
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