El documento compara las opiniones, estilos de vida, reacciones emocionales, hábitos sociales y culturales de los españoles y los chinos. Señala algunas diferencias clave, como que los españoles suelen expresar opiniones directamente mientras que los chinos no, y que los chinos tienden a estar en grupos pero también siempre contentos, a diferencia de los españoles que a veces se enfadan. Sin embargo, concluye que los chinos y españoles no son tan diferentes después de todo.