2. Un día, Mamá Gallina llamó a sus pollitos
y les dijo:
Clóc! Clóc! Clóc!
Hoy necesito que me ayuden.
Tengo que ir a la huerta y sacar los
bichitos de las plantas para
el bondadoso señor que nos alimenta.
Quien puede limpiar nuestra casita, mientras
esté ausente?
3. Pio, pío, pío... dijo el mayor de los pollitos.
Yo no! Yo no! Tengo que pasear.
Pio, pío, pío... dijo el pollito gordo.
Yo no! Aún tengo muchos granos que comer.
Pio, pío, pío... dijo el pollito perezoso.
Yo también no!
Quiero jugar al sol y al aire libre.
4. Pio, pío, pío... repitió el pollito glotón.
Yo tampoco! Voy a comer al jardín.
Allá hay muchas cosas buenas!
Pio, pío, pío... habló el pollito Vanidoso.
Yo no! Hay mariposas para ver y grillos para atrapar.
No hay tiempo para trabajar.
5. La Mamá Gallina quedó triste.
Sus pollitos no quería ayudarla!
Entonces, miró al más amarillito, de su nido.
Que le diría él?
Pero, el pollito Amarillo no puso cara fea, no!
Se acercó a la Mamá Gallina y le dijo:
Puede ir mamita! Yo cuidaré de la casa,
mientras estés fuera.
7. Entonces el pollito Mayor se fue a pasear,
el Pollito Gordo siguió engullendo granitos;
el Pollito Perezoso fue a jugar al sol;
el Pollito Glotón se fue a comer al jardín; el
Pollito Vanidoso fue a ver mariposas y atrapar
grillos.
Pero el Pollito Amarillo se quedó trabajando:
limpiando y arreglando la casa.
8. Cuando la Mamá Gallina retornó de la
huerta, quedo muy contenta y feliz, estaba
todo listo!
Trabajaste bastante, Amarillito dijo,
acariciando las plumas del hijo menor.
9. Después, abriendo las alas para abrigar mejor a
sus hijos y así pasar la noche, continuó
dirigiéndose a Amarillo:
Mañana puedes ir conmigo al bosque a pasear.
Tendrás un refrigerio de bichitos gordos.
10. Pío, pío, pío... hablo el Pollito Mayor.
Yo voy también soy el mayor tengo derechos.
Pío, pío, pío... Yo también voy!
dijo el Pollito Gordo. Bichitos son mi plato preferido!
Pio, pío, pío... gritó el Pollito Glotón. Yo también
quiero comer bichitos a montones!
Pio, pío, pío... yo también! repitió el Pollito Vanidoso
Voy a correr y jugar un poco.
11. Y todos gritaban dando vueltas alrededor de su madre,
felices de ir de paseo al bosque.
Pero, Mamá Gallina se puso seria y dijo con firmeza:
_ No! Sólo uno merece pasear conmigo!
12. Los pollitos callaron y miraron a Amarillito que
se engreía, feliz, junto a su madre. Entonces,
el Pollito Mayor dijo con voz débil:
13. Tienes razón mamá! Amarillo es el que merece...
Todos nosotros te queremos....
Pero sólo el lo demostró....
Y los pollitos, avergonzados y tristes, se
escondieron bajo las alas maternas.
Mamá Gallina nada contestó, pero sonrió,
satisfecha. Ahora sus hijitos
sabrían amarla de verdad!