2. Ayer me dijo mi hijo: “papá quiero que me tomes una foto junto al rosal que planté. Acaba de abrirse una rosa increíble”, yo le respondí: “ Sí hijo, mañana tomaremos esa foto”.
3. Al día siguiente, la rosa ya no existía. El viento de la noche la deshojó en silencio. Cuando abrí la puerta del jardín, con la cámara en la mano, dispuesto a tomar la foto, ya era demasiado tarde. La mirada de mi hijo se me clavo en el alma.
4. Cuántas veces en la vida dejamos para mañana lo que se puede hacer hoy, los resultados son tristes, bastan horas, minutos, segundos para que todo sea distinto...
5. Era una rosa bella, sus pétalos amarillos lucían la mañana de ayer en forma espléndida, en verdad impresionante, pero ya no existe.
6. En la vida de todo ser humano puede repetirse lo que me sucedió ese día. Bien dice el proverbio:”No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”.
7. Del ayer, no rescatamos nada. Si acaso, aquel recuerdo, aquella melodía, aquel deseo perdido, aquella ilusión despedazada.
8. Del ayer, no queda nada. Sólo un mundo imposible que nace y muere en un suspiro.
9. Piénsalo bien: haz hoy lo que tengas que hacer, olvídate del mañana, vive hoy.
10. No te vaya a suceder que Dios te pida un día algo y te halles en la misma angustia que yo pasé...
11. De querer fotografiar la rosa que ya no existe. C.M.Pérez 23/9/08 FIN http://www.slideshare.net/CMP