BASILICA DE SAN IGNACIO DE LOYOLA. Los jesuitas encargaron el proyecto de todo el conjunto del edificio, con la iglesia incluida al arquitecto italiano Carlo Fontana, discípulo de Bernini. Se inauguró en 1738. Actualmente el conjunto de edificios son propiedad de la Diputación Foral de Guipúzcoa.Esta Basílica, construida junto a la casa en la que nació Iñigo de Loyola (1491) y la Iglesia de Gesú, en Roma, construida junto a las habitaciones en las que vivió y murió (1556), constituyen las iglesias más importantes de la compañía de Jesús en el mundo. Al contemplar esta Basílica, la mirada descubre pronto estatua de San Ignacio en el nicho central del retablo principal. Es una obra de estilo barroco que presenta al personaje en movimiento y de esta forma expresa acertadamente una de las características principales de su vida y de la vida de los jesuitas: aunar el dinamismo con la mística, representada por la vestimenta sacerdotal de la imagen. La grandiosa cúpula que cubre el templo es digna de admiración. Tiene una altura total de 63 m. y un diámetro interior de 20 m. Múltiples símbolos la adornan de arriba abajo. Por ejemplo, en cada uno de los rosetones de los cuatro arcos grandes leemos una letra: A M D G. Son las iniciales de la frase, en latín, “A Mayor Gloria de Dios”. Un slogan muy ignaciano. El monograma IHS es la abreviatura del nombre de Jesús en griego. Se concentran por doquier en esta Basílica y en casi todas las iglesias de los jesuitas. Por ejemplo, lo encontramos en el vértice superior del que pende la lámpara central, en la parte superior del retablo, etc. Visualiza el lugar preferente que ocupa Jesús en la familia ignaciana.