Este poema celebra la naturaleza contradictoria y compleja de la mujer, quien piensa con el corazón, actúa por la emoción y vence por el amor. Describe cómo las mujeres albergan otras almas en sus vientres, dan a luz y crían a sus hijos aunque les duela verlos partir, y cómo transforman sus propios dolores en sonrisas para consolar a los demás. Concluye felicitando a aquellos hombres que se esfuerzan por comprender el alma de la mujer.