La hepatitis es la inflamación del hígado causada principalmente por virus. Los tres tipos más comunes son la hepatitis A, B y C. La hepatitis se transmite de persona a persona a través de la sangre y otros fluidos corporales o el consumo de alimentos contaminados. No presenta síntomas en todos los casos, pero cuando los hay incluyen fatiga, náuseas y dolor abdominal. No tiene cura pero se puede prevenir a través de la vacunación.
2. La hepatitis es la inflamación del hígado provocada
por infección de un virus, y más raramente por
intoxicación. Como consecuencia de la inflamación,
se bloquea el paso de la bilis que produce el hígado al
descomponer la grasa, y se altera la función del
hígado. Cuando una persona contrae hepatitis, el
hígado se inflama y deja de funcionar correctamente.
Los virus responsables, por su parte, son gérmenes y
hacen que la enfermedad, en sus tres tipos más
habituales, A, B y C, se contagie de una persona a
otra.
3. hepatitis epidémica, cuando se contrae de forma directa:
ingestión de un alimento en malas condiciones (leche,
mantequilla, mariscos, etc.)
hepatitis de inoculación, cuando se contrae durante un
acto terapéutico que comporte inyección de sangre u otros
productos que la contengan, o por utilización de material
contaminado (agujas, jeringas, etc...).. Es importante darse
cuenta de que una persona portadora, aunque no tenga
síntomas, puede contagiar la enfermedad.
4. Los síntomas de la enfermedad son comunes a las formas de
hepatitis A, B y C. La persona que contrae cualquiera de las
formas de hepatitis, A, B o C, acostumbra a sentirse como si
tuviera la gripe. Hay síntomas que aparecen siempre, y otros que
sólo los presentan algunas personas. Otras, incluso no
presentan ninguno. De cualquier forma, si se presentan algunos
de los trastornos que siguen a continuación, lo aconsejable es
acudir al médico:
5. Síntomas habituales
Cansancio
Náuseas
Fiebre
Pérdida del apetito
Dolor de estómago
diarrea
Síntomas que sólo presentan algunas
personas
Oscurecimiento de la orina
Excrementos de color claro
Color amarillento de ojos y piel (ictericia)
6. Para comprobar si alguien padece o no hepatitis el médico puede realizar
dos tipos de pruebas:
Análisis de sangre, o hematológico (se extrae sangre con una
jeringuilla)
Biopsia, una prueba sencilla que consiste en extraer un pequeño
pedazo de hígado, para analizar los tejidos al microscopio y comprobar
si están o no dañados. Las alteraciones más constantes son el
aumento de la bilirrubina en sangre y el aumento de la actividad de las
transaminasas (enzimas hepáticos, conocidos por sus iniciales ALT o
GPT y AST o GOT). Se hallan entre 20 y 40 veces más elevadas de los
valores normales. Estas pruebas no sólo explican si se tiene hepatitis,
sino que también determinan de qué tipo, A, B o C y la gravedad de la
enfermedad. El diagnóstico se confirma por la demostración de
anticuerpos contra el virus de la hepatitis en el suero de los pacientes
con la forma aguda o que en fecha reciente estuvieron enfermos.
7. Administración de un medicamento, interferón, que
se ha de aplicar mediante infecciones. La mayoría de
pacientes ha de tratarse a lo largo de cuatro meses.
Trasplante de hígado mediante operación de cirugía
(es necesario en ciertos casos en que el hígado deja
de funcionar correctamente a causa de este tipo de
hepatitis).
8. La enfermedad aguda generalmente desaparece después de 2 o 3
semanas y el hígado vuelve a la normalidad al cabo de 4 a 6 meses en
casi todos los pacientes infectados.
Algunas personas desarrollan hepatitis crónica.
La mayoría de los recién nacidos y alrededor del 50% de los niños que
resultan infectados con hepatitis B desarrollan hepatitis crónica. Sólo
unos pocos adultos infectados con VHB desarrollan dicha afección
crónica.
La infección por hepatitis B crónica aumenta el riesgo de daño
hepático, incluyendo cirrosis y cáncer del hígado.
Las personas que tienen hepatitis B crónica pueden transmitir la
infección y se consideran portadoras de la enfermedad, incluso si no
tienen ningún síntoma.
La hepatitis B es mortal en aproximadamente el 1% de los casos.
9. La hepatitis B se ha convertido rápidamente en uno de los principales
problemas de salud publica en el mundo. Cálculos conservadores
muestran que: Más de mil millones de personas han sido afectadas por el
virus. Más de 200 millones de personas son portadores crónicos del virus.
Cada año se registran 50 millones de casos nuevos.
Más de dos millones de personas mueren, anualmente debido al virus. En
regiones de endemia intermedia, como Europa oriental, la región
mediterránea, Unión Soviética, Oriente Medio y Latinoamérica, entre 20 y
55% de la población adulta ha estado expuesta a la enfermedad y de 0.5 a
7% son portadores. La infección en niños es más común en regiones de
endemia intermedia que en las de endemia reducida, pero los ataques son
leves y con menos frecuencia causa las molestias que presenta el paciente
adulto.
Sin embargo, los niños afectados con hepatitis B tienen más probabilidad
de convertirse en portadores y corren mayor riesgo de presentar, más
adelante, cirrosis o cáncer hepático.
Hay otros grupos en riesgo que muestran, por su estilo de vida, una
frecuencia elevada de infección. Es el caso de los recién nacidos con
madre portadora y los familiares de pacientes que sufren o son portadores
de hepatitis B.
10. Vacunación en bebés . Todos los bebés tienen que ponérsela. La primera inyección se administra en cualquier
momento entre la 4ª u 8ª semanas de vida, pero si la madre es portadora se administra a las 12 horas del
nacimiento.
Vacunación en niños mayores y adultos . También pueden vacunarse los niños y los adultos que lo hayan
hecho antes. La vacunación se realiza a lo largo de seis meses, durante los que hay que ponerse tres inyecciones
en el plazo de seis meses. Los niños que no se han vacunado deben hacerlo. Pero además, este método
preventivo, que se conoce como vacuna combinada, está especialmente indicado en:
Usar preservativo cada vez que se mantengan relaciones sexuales.
No compartir con nadie agujas para inyectarse drogas.
Usar guantes si tiene que tocar la sangre de otra persona.
No usar el cepillo de dientes o la máquina de afeitar de una persona infectada, o cualquier otra cosa que pudiera
tener restos de su sangre.
Asegurarse de que los instrumentos estén limpios, en caso de hacerse un tatuaje o perforación en alguna parte
del cuerpo
11. La diferencia es la forma de contraerla:
Hepatitis A usualmente transmitido por compartir elementos de
uso personal; también este virus se disemina por el consumo de
comidas o bebidas contaminadas con Hepatitis A.
Hepatitis B. EL HBV es encontrado en la sangre y en los fluidos
corporales. El virus se disemina cuando la sangre o fluidos
corporales de una persona infectada entran en el cuerpo de una
persona no inmune.
El HCV se encuentra en la sangre y los fluidos corporales de
personas infectadas. Se disgrega especialmente por el uso
compartido de jeringas, elementos para uso de narcóticos,
objetos de cuidado personal como cepillos de dientes, cortaúñas,
etc.