Dih Uoshan 3 Pigs - Los cerdos oceánicos y otros relatos raizales
011 foro 2010 padentro como el cangrejo
1. INSTITUCIÓN EDUCATIVA <br />PLAYA MENDOZA<br />“PA’DENTRO COMO EL CANGREJO”<br />EXPERIENCIA PEDAGÓGICA EN EL ECOSISTEMA DE MANGLAR DE LAS PLAYAS DE PUERTO CAIMÁN Y PLAYA MENDOZA.<br />JUAN MAURICIO JACQUIN MORALES<br />RECTOR<br />FORO EDUCATIVO DEPARTAMENTAL<br />BARRANQUILLA, 27 DE MAYO DE 2010<br />FORO EDUCATIVO DEPARTAMENTAL<br /> <br />20 DE MAYO DE 2010<br />ADVERTENCIA: Salvo 9 excepciones que aparecen con un recuadro negro, las imágenes aquí presentadas fueron obtenidas por el equipo de la Institución Educativa Playa Mendoza en sus inmediaciones en las playas de Tubará, Atlántico<br />FORO EDUCATIVO 2010<br />INSTITUCIÓN EDUCATIVA PLAYA MENDOZA<br />PRESENTA<br />“PA’DENTRO COMO EL CANGREJO”<br />EXPERIENCIA PEDAGÓGICA EN EL ECOSISTEMA DE MANGLAR DE LAS PLAYAS DE PUERTO CAIMÁN Y PLAYA MENDOZA.<br />En el Caribe colombiano es muy popular la expresión “Pa’tras como el cangrejo”, que aduce a la forma de caminar de este animalito. <br />Aquí se parafrasea la expresión para significar la Institución que pretende adentrarse en el ecosistema como el cangrejo violinista cava sus cuevas en las entrañas del manglar.<br />Ha sido mucho el tiempo que ha transcurrido desde que los gestores de la Independencia nacional recorrieron nuestros campos tras su cometido. Mucho ha cambiado la Patria desde entonces. <br />Han sido 200 años de los cuales sólo durante 20 de ellos la Institución Educativa Playa Mendoza ha estado presente viviendo su propio proceso de transformación y colaborando con ello a la construcción de una nueva Nación. <br />A continuación se quiere presentar una experiencia que muestra algo de cómo se ha transformado la enseñanza y el aprendizaje desde entonces, cómo se han transformado las instituciones educativas y cómo se relaciona la educación con la transformación de la familia y la sociedad. <br />Desde el año 2006, la comunidad educativa ha venido madurando esta experiencia, la cual nació desde el propio contexto geográfico, pues se encuentra ubicada en el sector turístico del Departamento del Atlántico, en las playas del municipio de Tubará en las costas del Mar Caribe.<br />Inmersa en una geografía llena de encantos, la comunidad vive en un estado de pobreza y retraso generalizado. La mayoría de sus habitantes, no han podido acceder a un nivel de educación superior y aun el analfabetismo entre adultos no es extraño. <br />De ahí surgió la inquietud entre los educadores de la necesidad de conocer y tomar conciencia de la riqueza de la zona, tanto en el campo del ecosistema, como el potencial turístico que conlleva. <br />En este acercamiento al entorno, toda la comunidad educativa ha experimentando un proceso que ha venido enriqueciendo su práctica pedagógica con aportes muy significativos.<br />Si bien es cierto que se comparte con el tiempo de los Padres de la Patria la existencia del analfabetismo, los hijos de estos hombres de hoy cuentan con la oportunidad de proyectarse hacia un futuro menos ajeno, sintiéndose protagonistas de transformaciones de su propia historia.<br />El ecosistema de manglar de las playas era un gigante desconocido para muchos de estos muchachos. Esta ignorancia es la principal causa de la indiferencia ante su riqueza y aprovechamiento.<br />Como en aquella Expedición Botánica que Mutis inició en el Nuevo Reino de Granada en 1783, los docentes se dieron a la tarea de llevar a sus estudiantes a aprehender la riqueza de la naturaleza a través de su estudio y comprensión en el propio campo. <br />Pero no se quiso conducir esta aprehensión bajo una óptica didáctica verticalista, donde el maestro enseñaba con autoridad exclusiva y el alumno asimilaba pasivamente sin mayores cuestionamientos ni aportes: el “magister dicit” tan común en los tiempos de los próceres.<br />Se trata de una caminata ecológica a través del ecosistema de manglar costero que se encuentra a corta distancia de la sede de la Institución. Es una jornada de trabajo intenso, pero muy reconfortante por sus resultados.<br />Se escogió el grupo de 10º como grupo líder para realizar la caminata. Ellos invitan a otro grado, desde preescolar hasta el 5º grado de primaria, para que los acompañe hacia el ecosistema de manglar, aunque la experiencia también se ha vivido con grupos del bachillerato.<br />Muchas veces, al pasar por el manglar, habían notado la presencia del pequeño cangrejo violinista que se les atravesaba presuroso en el camino. <br />Llamaba la atención cómo decenas de ellos corrían a refugiarse entre en las profundidades del suelo del ecosistema, donde habían construido sus cuevas.<br />Así, se pensó que el ejemplo de este animalito gregario era digno de imitar: hace uso de los recursos del ecosistema, se beneficia de ellos, pero simultáneamente le aporta un servicio, pues estos crustáceos se alimentan de detritus, materia orgánica en descomposición o animales muertos. <br />Valdría la pena adentrarse en la profundidad del ecosistema para aprovechar sus beneficios, como el cangrejo violinista.<br />Como la horda de cangrejos brinda un beneficio, los estudiantes también han de hacer su aporte a la existencia y equilibrio del ecosistema y los misterios de su delicado equilibrio. <br />Por ello, la Institución escogió como eje de esta actividad el protagonismo de los estudiantes en la enseñanza: comparten lo aprendido con su comunidad. Ese será el aporte al ecosistema: enseñar su belleza.<br />Así, lo aprendido no tiene un beneficio exclusivamente individual, sino que se muestra como la posibilitación del progreso de la comunidad toda. El muchacho aprende, pero el fin de este aprendizaje es enriquecer a los demás: enseñar lo aprendido.<br />Enseñando lo aprendido a otros, el estudiante adquiere un compromiso más firme, pues se siente protagonista de un proceso en su comunidad, a quien no desea quedarle mal. Es decir, enseñando aprende mejor.<br />Enseñando lo aprendido a otros, el estudiante nota que su aprendizaje crece, pues las inquietudes de quienes lo escuchan lo empujan en la búsqueda de nuevas respuestas. Es decir, enseñando, aprende más.<br />Esta enseñanza es personal. Cada quien apadrinará un compañerito menor para enseñarle y orientarlo durante toda la actividad.<br />Lejos de aquella educación elitista para unos cuantos privilegiados tan común en la Colombia del s.XIX, se pretende de alguna manera, acercar la ciencia al común de la gente, popularizar cierta “alfabetización científica”.<br />Por ello, se involucran no sólo el propio estudiante y sus compañeros, sino también sus padres y vecinos del sector.<br />Al contemplar resultados obtenidos, el muchacho descubre un regocijo interior debido a que se reconoce como promotor de una visión distinta del ecosistema.<br />Este liderazgo se ve reforzado peculiarmente al evidenciar que sus propios docentes también aprenden con él. <br />No son extraños los casos en que jóvenes que se caracterizan por su temperamento tímido o algo retraído asuman el liderazgo con naturalidad. <br />En este punto es muy importante el apoyo que se ofrecen unos a otros, el estímulo a través del aplauso que se brindan.<br />Las cosas fuera del aula son distintas. Al entrar en contacto con el ecosistema, se nota una mejoría evidente en los casos de estudiantes por lo regular indisciplinados. <br />No es exagerado añadir que incluso algunos de los niños más problemáticos resultan hacer trabajos dignos de destacar.<br />Las causas pueden ser varias: la confianza que los docentes depositan en él desde el inicio de la salida, el protagonismo en la planeación y desarrollo, la responsabilidad ante su comunidad, las obligaciones ante un compañerito a quien apadrina…<br />En este punto es pertinente destacar esto último: el estudiante ha tomado con mucha seriedad la tarea de acompañar, cuidar, orientar a uno de los niños del grupo invitado. <br />El esquema de trabajo seguido en cada caminata ecológica contiene los siguientes pasos:<br />1º. Socialización del Proyecto con los estudiantes de 10º a cargo de su coordinadora, la docente ESPERANZA ISABEL BLANCO.<br />2º. Conformación de grupos líderes<br />3º. Visita a docentes de preescolar y primaria<br />4º. Visita de motivación a los niños de preescolar y primaria<br />5º. Elaboración de la guía de trabajo<br />6º. Invitación a la caminata ecológica<br />7º. Asignación de padrinos:<br />: Pa’ dentro como el cangrejo: Caminata ecológica propiamente dicha<br />Análisis y estudio del ecosistema<br />Compartir la merienda<br />Desarrollo de la guía de trabajo<br />Socialización de lo aprendido<br />Regreso al colegio, enriquecidos y como enriquecedores<br />Entre los momentos que más llaman la atención y agradan a los docentes se encuentra el hecho de constatar que muchos niños usualmente tímidos pierden el temor de hablar. <br />Nadie había planeado esto; ha sido una bella sorpresa que la actividad le regaló a la comunidad.<br />Al compartir la merienda, aflora la formación en valores. La solidaridad, la generosidad, la honestidad, el agradecimiento, llenan el espacio.<br />Es importante destacar que la caminata se realiza en compañía de varios docentes, pues ellos mismos se convierten en objetivo del programa. <br />Entonces, el grupo experimenta que lo acompaña un equipo de docentes. No existe la limitación de un solo maestro a cargo del grupo. <br />Esta situación ni siquiera era soñada en los primeros años de la Patria. A duras penas un maestro atendía unos cuantos niños privilegiados; poco después, con la aparición de las escuelas, un solo maestro podía atender a un mayor número de niños, tal vez todos los que asistían a la escuela; <br />mucho después se logró atender un grado por maestro. Hoy vemos en esta práctica que varios docentes pueden atender simultáneamente a un mismo grupo.<br />Se aprovecha la clase de una manera transversal, en donde el estudiante integra saberes y relaciona conceptos de diversas áreas.<br />A su vez, el docente tiene la oportunidad de compartir con el alumno en otra perspectiva. Ahora es él quien debe prestarle atención al muchacho, seguir sus recomendaciones, realizar las preguntas… <br />Si el manglar fuera un salón de clases, se podría decir que allí el docente abandona su lugar al lado del tablero y se sienta en uno de los pupitres.<br />Con esto, en lugar de perderse la autoridad, resulta que se establece un clima de respeto mutuo y se crean lazos de consideración que fomentan la armonía en el grupo.<br />Toda la Institución comienza a dibujar sueños: qué bueno sería poder mostrar estas riquezas a los demás a través del ecoturismo. <br />Se abren, entonces, nuevos horizontes. Eran muy escasos los estudiantes que consideraban que el ecosistema podría ser una fuente laboral. <br />La Zona Costera del Departamento del Atlántico es poseedora de grandes riquezas paisajísticas y ambientales. Desafortunadamente, el Departamento ha vivido de espaldas a eso. <br />Como consecuencia de ello, la actividad turística es muy rudimentaria. <br />Debido a la falta de una infraestructura adecuada, con frecuencia esta actividad no es manejada técnicamente, sobre todo en lo atinente al cuidado y aseo del ecosistema. <br />Así, tristemente, a la vez que se lucha por el reconocimiento del potencial turístico de la zona, también se evidencia un desprecio sobre su cuidado y el control de aun las propias fuerzas de la naturaleza que actúan en su contra.<br />Hace 200 años, la problemática ambiental no era tan preocupante. Por ello, en aquellas épocas el cuidado del medioambiente no hacía parte de la escuela. Lastimosamente, en nuestros días esta temática es cada vez más álgida.<br />En estas caminatas los estudiantes y docentes se chocan con la cruda realidad del desprecio con que el ser humano trata al ecosistema, lo violenta y lo altera.<br /> Así, se enfrenta a situaciones como el apoderamiento de las zonas de bajamar. Los moradores talan el monte para cercar terrenos del Estado, llegando las cercas hasta las mismas olas marinas.<br />Otra práctica común en la zona es la tala del bosque de mangle para realizar sembradíos de otras especies. <br />En otros casos, acuden a la quema para “limpiar” el terreno, sin importarles la gran mortandad de animales que esta práctica conlleva.<br />Ni qué hablar de la utilización de la zona como botadero de basura de todo tipo. Son múltiples los desechos con los que se encuentran los estudiantes y docentes en su caminata: <br />vidrio, <br />plástico, <br />escombros, <br />troncos y demás desechos orgánicos…<br />Esta situación afecta al estudiante como miembro de un grupo. Surgen comentarios que denotan que se enfrentan a un desafío. <br />Cuestionados, tanto estudiantes como docentes se preguntan: “¿qué podremos hacer nosotros para que estas situaciones no se sigan presentando?”<br />En un principio fueron más los lamentos que las ideas. Pero, poco a poco, en la Institución la inquietud fuer generando discusiones y propuestas…<br />Un buen día alguien tuvo una idea: como en aquel año la Institución había logrado el reconocimiento de la educación media, esto implicaba el servicio social obligatorio. ¿Por qué no servir a la comunidad contribuyendo con la limpieza de las playas?<br />Así surgió el “Proyecto gallinazo”, el proyecto de servicio social de la Institución. La idea es simple: así como el gallinazo libera la naturaleza de tantos residuos, los estudiantes harían lo propio con los elementos contaminantes que afectan el manglar.<br />Este nuevo proyecto, surgido del primero, lo complementa. Y toda la Institución experimenta que como los próceres, también contribuye a la transformación de la historia.<br />