Dios decide destruir la humanidad en 24 horas debido a los pecados. Convoca a los líderes mundiales para notificarles. Bush, Fidel Castro y Cristina Fernández de Kirchner transmiten el mensaje a sus pueblos: Dios existe y destruirá el mundo en 24 horas, excepto Kirchner, quien afirma que gracias a él todos los problemas de Argentina se resolverán en ese plazo.