El documento trata sobre el abuso sexual infantil. Explica que históricamente las acusaciones de abuso sexual en niños no se tomaban en serio, pero que ahora se reconoce más la realidad del problema. Define el abuso sexual como cualquier actividad sexual involuntaria con un menor. Discute las dificultades para definir y medir la frecuencia del abuso, aunque estima que entre el 20-50% de niñas sufren abuso. Concluye que el abuso tiene profundas raíces sociales y efectos duraderos en las víctimas.