La paloma invitó a la hormiga a volar con ella para ver el paisaje, pero la hormiga advirtió que parecía que iba a llover. Cuando comenzó a llover fuertemente, la hormiga cayó del plumaje de la paloma y luego un rayo hizo caer también a la paloma. Después de una semana, Dios las encontró y, viendo su gran amistad a pesar de sus diferencias, las convirtió en un solo ser.