El documento trata sobre la crisis de autoridad en la escuela como consecuencia de los cambios sociales y las políticas neoliberales. Se ha producido una pérdida de la autoridad paternal y estatal, así como una violación de las leyes laborales que han precarizado el trabajo. Para recuperar la autoridad docente, es necesario refundar el diálogo con la cultura juvenil y que la tarea de enseñar sea vista como una labor intelectual y de transmisión cultural con alto contenido político.