1. VOLCANES
El ascenso ocurre generalmente en episodios de actividad violenta denominados
erupciones, los que pueden variar en intensidad, duración y frecuencia, desde suaves
corrientes de lava hasta explosiones extremadamente destructivas. En algunas ocasiones
los volcanes adquieren una característica de forma cónica por la presión del magma
subterráneo y la acumulación de material de erupciones anteriores. En la cumbre se
encuentra su cráter o caldera.
Los volcanes existen tanto en la Tierra como en otros planetas y satélites, algunos de los
cuales están formados de materiales que consideramos "fríos"; los criovolcanes. En ellos
el hielo actúa como roca mientras que la fría agua líquida interna actúa como el magma;
esto ocurre -por ejemplo- en la luna de Júpiter llamada Europa.
Por lo general los volcanes se forman en los límites de placas tectónicas, aunque existen
llamados puntos calientes, los que no se atienen a los contactos entre placas. Un ejemplo
clásico son las islas Hawái.
Los volcanes pueden tener muchas formas y despedir variados productos. Algunas formas
comunes son las de estratovolcán, cono de escoria, caldera volcánica y volcán en escudo.
Existen volcanes submarinos, así como otros que alcanzan alturas sobre los 6000 metros
sobre el nivel del mar. Los volcanes submarinos son particularmente numerosos al
ubicarse una gran cantidad de ellos a lo largo de las dorsales oceánicas.
El volcán más alto del mundo es el Nevado Ojos del Salado, en Argentina y Chile, siendo
además la segunda cumbre más alta de los hemisferios sur y Occidental (sólo superado
por el también argentino Cerro Aconcagua
Tipos de volcanes
Sección transversal de un estratovolcán (la escala vertical se ha exagerado):
1. Cámara magmática
2. Lecho de roca
3. Chimenea
4. Base
5. Lámina
6. Fisura
2. 7. Capas de ceniza emitida por el volcán
8. Flanco
9. Capas de lava emitidas por el volcán
10. Garganta
11. Cono secundario
12. Flujo de lava (colada)
13. Ventiladero
14. Cráter
15. Columna eruptiva
La salida de productos gaseosos, líquidos y sólidos lanzados por las explosiones constituye
los paroxismos o erupciones del volcán. Los volcanes se pueden clasificar de diferentes
maneras. Con respecto a la frecuencia de su actividad eruptiva los volcanes pueden ser:
activos, durmientes o extintos.
Volcanes activos
Son aquellos que pueden entrar en actividad eruptiva. La mayoría de los volcanes
ocasionalmente entran en actividad y permanecen en reposo la mayor parte del tiempo.
Solamente unos pocos están en erupción continua. El período de actividad eruptiva puede
durar desde una hora hasta varios años. Este ha sido el caso del volcán de Pacaya, o el
Irazú. No se ha descubierto aún un método seguro para predecir las erupciones.
Volcanes durmientes
Los volcanes durmientes son aquellos que mantienen ciertos signos de actividad como lo
son las aguas termales y han entrado en actividad esporádicamente. Dentro de esta
categoría suelen incluirse las fumarolas y los volcanes con largos períodos de inactividad
entre erupción. Un volcán se considera durmiente si hace siglos no ha hecho una
erupción.
3. Volcanes extintos
Los volcanes extintos son aquellos cuya última erupción fue en los últimos 25 000 años,
aunque pueden despertar y liberar una erupción más fuerte que la erupción de un volcán
que está despierto.
Formas volcánicas relacionadas
Calderas
Caldera La mayoría de los volcanes presentan en su cima un cráter de paredes empinadas,
por el interior. Cuando el cráter supera 1 km de diámetro se denomina caldera volcánica.
Las calderas son estructuras de forma circular y la mayoría se forma cuando la estructura
volcánica se hunde sobre la cámara magmática parcialmente vacía que se sitúa por
debajo. Si bien la mayoría de las calderas se crea por el hundimiento producido después
de una erupción explosiva, esto no es así en todos los casos.
En el caso de los enormes volcanes en escudo de Hawái, las calderas se crearon por la
continua subsidencia a medida que el magma se drenaba desde la cámara magmática
durante las erupciones laterales. También las calderas de las islas Galápagos se han ido
hundiendo por derrames laterales.
Las calderas de gran tamaño se forman cuando un cuerpo lavático granítico (félsico) se
ubica cerca de la superficie curvando de esta manera las rocas superiores.
Posteriormente, una fractura en el techo permite al magma rico en gases y muy viscoso
ascender hasta la superficie, donde expulsa de manera explosiva, enormes volúmenes de
material piroclástico, fundamentalmente cenizas y fragmentos de pumita. Estos
materiales se denominan coladas piroclásticas y pueden alcanzar velocidades de 100
km/h. Cuando estos materiales se detienen, los fragmentos calientes se fusionan para
formar una toba soldada que se asemeja a una colada de lava solidificada. Finalmente, el
techo se derrumba dando lugar a una caldera. Este procedimiento puede repetirse varias
veces en el mismo lugar.
Se conocen al menos 138 calderas que superan los 5 km de diámetro. Muchas de estas
calderas son difíciles de ubicar, por lo que han sido identificadas con imágenes de
satélites. Entre las más importantes se encuentra La Garita con unos 32 km de diámetro y
una longitud de 80 que está ubicada en las montañas de San Juan al sur del estado de
Colorado.
4. Erupciones fisurales y llanuras de lava
A pesar de que las erupciones volcánicas están relacionadas con estructuras en forma de
cono, la mayor parte del material volcánico es extruido por fracturas en la corteza
denominadas fisuras. Estas fisuras permiten la salida de lavas de baja viscosidad que
recubren grandes áreas. La llanura de Columbia en el noroeste de los Estados Unidos se
formó de esta manera. Las erupciones fisurales expulsaron lava basáltica muy líquida. Las
coladas siguientes cubrieron el relieve y formaron una llanura de lava (plateau) que en
algunos lugares tiene casi 1,5 km de grosor. La fluidez se evidencia en la superficie
recorrida por la lava: unos 150 km desde su origen. A estas coladas se las denomina
basaltos de inundación (flood basalts).
Este tipo de coladas sucede principalmente en el suelo oceánico y no puede verse. A lo
largo de las dorsales oceánicas, donde la expansión del suelo oceánico es activa, las
erupciones fisurales generan nuevo suelo oceánico. Islandia está ubicada encima de la
dorsal centroatlántica y ha experimentado numerosas erupciones fisurales. Las erupciones
fisurales más grandes de Islandia ocurrieron en 1783 y se denominaron erupciones de
Laki. Laki es una fisura o volcán fisural de 25 km de largo que generó más de 20 chimeneas
separadas que expulsaron corrientes de lava basáltica muy fluida. El volumen total de lava
expulsada por las erupciones de Laki fue superior a los 12 km³. Los gases arruinaron las
praderas y mataron al ganado islandés. La hambruna
subsiguiente mató cerca de 10 000 personas. La caldera está situada muy por debajo de la
boca del volcán.
Domo de lava
La lava rica en sílice es viscosa y por lo tanto, apenas fluye; cuando es extruida fuera de la
chimenea puede producir una masa bulbosa de lava solidificada que se denomina domo
de lava. Debido a su viscosidad, la mayoría está compuesto por riolitas y otros por
obsidianas. La mayoría de los domos volcánicos se desarrollan a partir de una erupción
explosiva de un magma rico en gases.
Aunque la mayoría de los domos volcánicos están asociados a conos compuestos, algunos
se forman de manera independiente. Tal es el caso de la línea de domos riolíticos y de
obsidiana en los cráteres Mono en California
Chimeneas y pitones volcánicos
Los volcanes se alimentan del magma a través de conductos denominados chimeneas.
Estas tuberías pueden extenderse hasta unos 200 km de profundidad. En este caso, las
5. estructuras proveen de muestras del manto que han experimentado muy pocas
alteraciones durante su ascenso.
Las chimeneas volcánicas mejor conocidas son las sudafricanas que están cargadas de
diamantes. Las rocas que rellenan estas chimeneas se originaron a profundidades de 150
km, donde la presión es lo bastante elevada como para generar diamantes y otros
minerales de alta presión.
Debido a que los volcanes están siendo rebajados constantemente por la erosión y la
meteorización, los conos de cenizas son desgastados con el tiempo, pero no sucede lo
mismo con otros volcanes. Conforme la erosión progresa, la roca que ocupa la chimenea y
que es más resistente, puede permanecer de pie sobre el terreno circundante mucho
después de que haya desaparecido el cono que la contiene. A estas estructuras de las
denomina pitón volcánico. Shiprock, en Nuevo México, es un claro ejemplo de este tipo de
estructuras.