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Las enseñanzas de "El arte de la guerra para aplicar al futbol"
1. LAS ENSEÑANZAS DE
“EL ARTE DE LA GUERRA
PARA APLICAR EN EL
FUTBOL”
Para Sun Tzu la guerra no es un fin en sí,
sólo la practica cuando no existe otra
alternativa.
Esto nos lleva a pronunciar que: "El
experto en el arte de la guerra es aquel
que no entra en guerra. Es quien obtiene
la victoria sin entrar en batalla.”.
2. “El arte de la guerra” se basa en el
engaño. Por lo tanto, cuando hagas
algo, aparenta lo opuesto.
Muchas veces en el fútbol se le pide al jugador
viveza, esto significa que él debe encubrir más sus
acciones, no ser tan simple, no dar a conocer tan
transparentemente sus intenciones. En otra
palabras, debe aparentar algo para hacer lo
contrario; por ejemplo: ir hacia la izquierda, pero
pensando en que dará el pase al compañero que
pica por el lado derecho.
Bien Sun Tzu tu hubieras sido un gran técnico de
fútbol.
3. “Cuando proyectes un ataque cercano, da la
apariencia de ir lejos y cuando proyectes un
ataque lejano, aparenta ir muy cerca”.
Juega con los tiempos, cambia los ritmos del
juego, no te hagas predecible, por ejemplo, toca
lento para lanzar -cuando tú lo decides- un
ataque fulminante. La sorpresa es un arma letal.
La sorpresa te permitirá ganarles a equipos más
poderosos que el tuyo.
4. “Desanima al enemigo, ofrécele cebos,
finge desinterés y entonces atácalo.
Sorpréndeles en la confusión”.
Hazle pensar a tu adversario que estás débil para
que te ataque y en ese momento presiónalo, quítale
el balón y contraataca cuando ellos se encuentran
más abiertos y desorganizados. Todo adversario
tiene puntos débiles, descúbrelos y atácalo por ahí.
Hazle saber que tú conoces cuales son sus
debilidades y que las vas a aprovechar.
5. “Cuando estén más débiles atácalos,
cuando estén más fuertes evítalos”.
Cuando el equipo que tienes enfrente es fuerte
desgástalo, somételo a presión, oblígalo a
cometer errores y en el momento en que
claudiquen atácalos por el lado que consideres
más débil.
6. “Trata de provocar su ira para
confundirlos”.
La aplicación de este concepto no significa ignorar
el fair play sino irritar al adversario con tu presencia
pegajosa, con tu insistencia, con tu voluntad
denodada, con tu manejo del balón y el movimiento
constante del equipo. No permitas que tu marcador
disfrute del espectáculo del fútbol para ello crúzate,
corre a su espalda, acércate a otro marcador,
muévete a las puntas para picar luego hacia el
centro, no le des reposo físico ni cognoscitivo,
preocúpalo, irrítalo y estarás más cerca de lograr tu
objetivo.
7. “Las estrategias para la guerra deben ser
secretas y no ser conocidas por el
enemigo”.
Tus planes deben ser secretos ya que eso
aumentará tus posibilidades de actuar repentina
y sorpresivamente. Los partidos no se ganan en
los papeles pero la existencia de una planeación
organizada y balanceada del encuentro
aumentará tus posibilidades de éxito.
8. “Cuando tus tropas estén cansadas, tus oficiales
desanimados y tus arcas vacías, vendrá la
sublevación. Entonces ni los consejeros más sabios
podrán evitar la derrota”.
Una alta frecuencia de juegos, constantes viajes, pequeñas
lesiones, días de poco o ningún entrenamiento, alimentación
inadecuada o errores de planeación, así como
entrenamientos muy repetitivos y aburridos, pueden llevar a
los equipos a alcanzar niveles de fatiga crónica y a un
descenso significativo de su nivel de juego. Generalmente
estos fenómenos coinciden con pérdida de partidos, regaños
de directivos y entrenadores, recriminaciones entre los
mismos jugadores etc. todo lo cual contribuirá a crear un
clima de inestabilidad, enojo y desconfianza
9. “La riqueza tomada al enemigo es objeto de
premio para las tropas. En una batalla de
carros recompensa al primero que tome diez”
Cada partido que se gana implica una
expropiación de recursos al adversario que en el
fútbol se recompensa con las primas por partido.
Sin embargo, no debemos olvidar la importancia
que tiene el efecto inmediato de la prima sobre
la motivación competitiva del jugador.
10. Si tus fuerzas son iguales en número, toma la
iniciativa y lucha si es posible. Si tus
fuerzas son inferiores en número, mantente
apartado y elúdelo, si puedes. Si eres
inferior huye, si puedes”.
En el fútbol es prácticamente imposible la huida
porque los límites del campo son también los límites
del juego. Sin embargo, cuando las fuerzas son
parejas toma la iniciativa y ataca; cuando se es mas
débil trata de desgastar al enemigo sin presentar
una batalla frontal. Estos son elementos prácticos
que todo Técnico debe sopesar a la hora de
aleccionar a sus pupilos.
11. Cuando Sun Tzu se refiere a ejércitos vencedores
nos aconseja desde el fondo de la historia:
12. “Vencerá quien tenga generales
competentes y no tenga ingerencia
del soberano en el gobierno
militar”.
A menudo, los directivos de los clubes, sobre todo cuando
son los dueños, porque se trata de su dinero y porque el
fútbol es su pasión, llegan a pensar que ellos deben
participar en la selección de jugadores y en la conformación
del equipo. Estas intervenciones por lo regular terminan en
desastres deportivos y con “generales” destituidos. De aquí
la importancia de que cada quien ejecute de la mejor manera
su función: los directivos se dedicarán a administrar los
recursos económicos asignados a su Club, a ver los partidos
de su equipo y a brindar al equipo las condiciones óptimas de
trabajo; los entrenadores a planificar y enseñar y los
jugadores a entrenar, a tener un estilo de vida congruente
con las exigencias del deporte y a competir con el máximo de
entrega.
13. “Vencerá quien sepa cuándo
luchar y cuándo no”.
El oportunismo bien entendido es el arte en la
consecución de los objetivos individuales y
colectivos. La pelea en el campo de juego se
debe dar en el lugar y en el momento que
nosotros escojamos ya que, de esta forma,
aumentarán nuestras posibilidades de éxito.
14. “Vencerá el que sepa cuándo y
cómo usar las pequeñas y las
grandes fuerzas”
En un equipo es muy difícil tener jugadores de igual
nivel en todas las posiciones. Sin embargo, un
equipo para ser competitivo debe tener once
voluntades dirigidas a un objetivo común que es el
triunfo. Para ello es necesario que muchos trabajen
para que unos pocos delanteros tengan la dicha de
meter el balón en la portería adversaria. En todos
los hombres subyace la pequeñez y la grandeza, la
debilidad y la fortaleza, usarlas con sabiduría es una
gran condición.
15. “Vencerá quien mantenga una
unidad de propósitos con la
tropa”
Todo entrenador que pretenda tener éxito en la
competencia debe estar profundamente
comprometido con sus jugadores y los jugadores
con él, a fin de lograr los propósitos trazados al
inicio del torneo de liga. Sin esa unidad, sin esa
cohesión, sin esa comunión de objetivos los
hombres caen en planteamientos individuales, en
egocentrismos e irresponsabilidad siendo un
verdadero veneno para el grupo humano.
16. “Vencerá quien se enfrente
preparado a un enemigo
desprevenido”.
A igual talento motriz y capacidad cognoscitiva ganará el
equipo que se encuentre mejor preparado. La preparación,
entendida como repetición de diversas tareas, lleva a un
perfeccionamiento, a ciertos automatismos, que facilitan la
solución de dichas tareas cuando aparecen en el marco de la
competencia. Un equipo preparado es un equipo que puede
ganar o perder debido a distintas circunstancias del juego y a
las capacidades del adversario. Sin embargo, una buena
preparación pondrá a su disposición un amplio acervo de
elementos técnicos y tácticos para enfrentar el juego aunado
a todas las posibilidades que le brinde su imaginación.
17. “Conoce a tu enemigo y
conócete a tí mismo”.
Aquel jugador que sabe de lo que es capaz estará en
condiciones de exigirse en el entrenamiento y la
competencia para alcanzar mejores rendimientos y
si a esto le agrega su interés por conocer a su
adversario enfrentará los avatares de la
competencia desde una posición de gran seguridad
y contundencia.
18. “Antiguamente, los guerreros expertos,
primero se hacían a sí mismos
invencibles y después esperaban a
descubrir la vulnerabilidad del
enemigo”.
Prepárate a conciencia, con alegre seriedad, vale decir
disfrutando a cada instante el duro esfuerzo que lleva
a la perfección. Sin esa cuota de entrega personal no
se llega a ninguna parte. Los límites, si eres exigente
contigo mismo, tú mismo los inventarás sin
preocuparte de que hacen otros. En la competencia
sólo utilizas destrezas automatizadas. Los aciertos en
el juego se alcanzan con muchos errores y
correcciones en los entrenamientos.
19. “Una victoria puede ser
percibida pero no por eso
conseguida”.
Ninguna victoria es tal hasta que el árbitro pita
el final del encuentro. Las estadísticas están
llenas de números que reflejan la pérdida de
partidos en los últimos segundos de juego.
20. “La victoria en la batalla no se produce por
azar, sino por haberse colocado previamente
en situación de ventaja, para obtener la
seguridad de la victoria, ganando de
antemano a quienes se enfrentaban”.
Los grandes estrategas confían en la capacidad
que tienen sus hombres para resolver
problemas, pero eso no los lleva a aflojar las
riendas del partido y creer que se ganan
espontáneamente, ellos no descansan hasta que
todos sus jugadores son conscientes de qué y
cómo deben moverse en la cancha.
21. “Para avanzar sin encontrar
resistencia, ataca sus puntos débiles.
Para retirarte sin peligro, sé tan
rápido que no pueda alcanzarte”.
Todos los equipos tienen puntos débiles, búscalos
con denuedo utilizando todos los medios
disponibles para descubrirlos y luego centra el
ataque por allí. El ataque debe ser veloz y finalizar
con tanta rapidez como se inicio. Tus propios puntos
débiles escóndelos y fortalécelos brindándoles
mayor apoyo y gran atención.
22. “Tener pocos soldados obliga a estar a
la defensiva; cuando se tienen muchos
soldados, se puede obligar al enemigo
a defenderse”.
Si no puedes atacar por falta de capacidad o
porque te encuentras en desventaja numérica
defiéndete bien y espera el momento apropiado
para atacar en forma centelleante y regresar de
igual modo a tus posiciones de defensa.
23. “Cuando se gana una batalla mediante
una estrategia, esta nunca se repite,
va adaptando su forma a cada
circunstancia particular”.
Cuando repites una estrategia esta pierde sorpresa
y exhibe sus puntos débiles haciéndote más
susceptible a los ataques inteligentes de tus
adversarios. Cuantos jugadores observamos que
recién llegados a un fútbol causan una gran
impresión para luego ir opacándose a medida que
pasa el tiempo y sus rivales lo conocen.
24. “El experto en el arte de la guerra, cambia
constantemente la formación de su ejército;
como el agua cambia de forma
constantemente”.
La posibilidad de adaptación y cambio del
equipo a las distintas exigencias del torneo es
uno de los grandes dones que debe tener un
técnico de fútbol.
Cada partido es diferente y el jugador debe
desarrollar una gran capacidad para leer rápida e
inteligentemente la orientación del juego del
adversario.
25. “Lo primero para hacer la guerra es
organizarse. La guerra no es una tarea
fácil, requiere de organización y
disciplina”.
“Un equipo esta constituido por un puñado de
gente que para poder jalar en una misma dirección
común debe alcanzar un cierto nivel de
coordinación para lo cual es necesaria una
organización del mismo basado en principios de
igualdad y en la aceptación y realización
responsable de las tareas y su ejecución por todos
los miembros del grupo.
26. Reflexión Final
"El experto en el arte de la guerra es aquel
que no entra en guerra. Es quien obtiene la
victoria sin entrar en batalla.”
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