El documento describe la contribución de ENCE a la selvicultura del eucalipto en España durante los últimos 50 años. ENCE trajo el género Eucalyptus a Huelva en los años 1960 para extraer celulosa de la madera cultivada. Desde entonces, ENCE ha liderado importantes avances en la investigación y desarrollo de la selvicultura del eucalipto a través de su Dirección de Investigación Forestal, logrando hitos como la clonación comercial del E. globulus. El documento reproduce un capítulo sobre la selvicult
2. L A C O N T R I B U C I Ó N F O R E S TA L D E E N C E
Ha pasado casi medio siglo. La que fuera Empresa Nacional de Celulosas, hoy Con el inicio de la actividad forestal asociada a la obtención de materia prima
ENCE, llegó a Huelva como consecuencia de los trabajos ya desarrollados por para la extracción de la celulosa a principios de los años sesenta, arrancó una
Patrimonio Forestal del Estado con el género Eucalyptus en la provincia. nueva etapa en el desarrollo de la selvicultura del eucalipto, orientada ya bási-
camente hacia el E. globulus. Las inquietudes de los profesionales forestales de
El inicio de la construcción de una presa en 1962 en Gibraleón ponía la primera ENCE por la mejora y desarrollo de la selvicultura del eucalipto han quedado
piedra al proyecto ENCE para la extracción de la celulosa de la madera cultivada de manifiesto desde sus inicios con la publicación de numerosos trabajos cien-
de eucalipto. La actividad industrial comenzó en 1964 y desde el principio se re- tíficos y técnicos, muchos llevados a cabo con prestigiosos centros de investiga-
veló como la de mayor impacto social de la provincia en generación de empleo ción en el ámbito forestal internacional. Un hito importante que simboliza este
directo e indirecto, de forma diseminada además por toda la geografía onuben- compromiso fue la creación de la Dirección de Investigación Forestal de ENCE
se. La razón fundamental de este claro beneficio siempre ha sido el eucalipto y en 1981, hoy referencia internacional del sector.
todas las labores forestales e industriales asociadas a él.
Desde ese momento hasta la fecha, la actividad investigadora de la empresa en
Sin embargo, los antecedentes de este género de origen australiano no están rela- el ámbito forestal ha estado enmarcada en una estrategia de mejora continua
cionados con la pasta de papel. Las primeras plantaciones de eucalipto en Huelva tanto de la selvicultura como de la genética de la especie. En Huelva se han
se remontan a finales del siglo XIX. La Administración forestal del Gobierno es- obtenido logros de relevancia mundial como la clonación del E. globulus con
pañol de entonces había iniciado la actividad repobladora con Eucalyptus con un rentabilidad comercial, y el desarrollo posterior, en constante evolución y me-
marcado carácter experimental. Se trataba de ratificar las expectativas creadas por jora, de la selvicultura clonal.
sus rápidos crecimientos y, por tanto, su valía para aumentar la superficie arbola-
da, un objetivo fundamental de la Ley de Repoblación Forestal de 1908. Todos los resultados de esta investigación son los que ahora recoge la publica-
ción “Compendio de Selvicultura aplicada en España” por iniciativa del Instituto
Las primeras referencias a una selvicultura extensiva de la especie las encon- Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria. El capítulo dedica-
tramos a principios del siglo XX. De acuerdo a lo que nos dejó escrito en 1924 do al Eucalyptus globulus es el que se reproduce fielmente en este documento.
el insigne Ingeniero de Montes y Botánico onubense Manuel Martín Bolaños,
las primeras repoblaciones se realizaron por iniciativa de propietarios privados, Todo el saber que esta publicación reúne es el legado impreso de los profesiona-
ante la gran demanda de esencia y madera de eucalipto para los numerosos les forestales que han trabajado o colaborado con ENCE en todos los años de su
usos posibles: ebanistería, traviesas de ferrocarril, apeas para minas, construc- historia. Han sido cientos. Los que abrieron caminos aportando mucho más que
ciones agrícolas y navales y, sobre todo, como combustible. su calidad profesional; los que supieron recoger el testigo asegurando la pervi-
vencia del conocimiento y del compromiso con la tierra en la que desarrollan su
Pero fue sin duda la creación del Patrimonio Forestal del Estado en 1941 lo que dio labor; los que han colaborado desde distintos organismos e instituciones contri-
un gran impulso a las plantaciones de eucalipto, principalmente con Eucalyptus buyendo a la labor científica; y los que hoy mantienen vivo el espíritu innovador
globulus y E. camaldulensis. Desde un principio, el objetivo perseguido por esta y la capacidad de adaptación a un entorno cambiante que no da tregua. A todos
institución pública fue dar solución al déficit creciente de madera del país a través ellos hay que dar las gracias: a los responsables técnicos, a los encargados, a los
del aumento de la productividad de los montes. Esa inquietud fue recogida por capataces, a todos los trabajadores del sector que hacen verdad cada una de
los propietarios particulares, dando lugar así a las primeras señales de una selvi- las mejoras conseguidas por la selvicultura que se describe a continuación en
cultura funcional del eucalipto para la producción de madera y la orientación, por beneficio de toda la sociedad.
tanto, hacia un enfoque más científico. Grupo ENCE
3. l a C o n t r i B u C i Ó n F o r e s ta l d e e n C e
Ha pasado casi medio siglo. La que fuera Empresa Nacional de Celulosas, hoy Con el inicio de la actividad forestal asociada a la obtención de materia prima
ENCE, llegó a Huelva como consecuencia de los trabajos ya desarrollados por para la extracción de la celulosa a principios de los años sesenta, arrancó una
Patrimonio Forestal del Estado con el género Eucalyptus en la provincia. nueva etapa en el desarrollo de la selvicultura del eucalipto, orientada ya bási-
camente hacia el E. globulus. Las inquietudes de los profesionales forestales de
El inicio de la construcción de una presa en 1962 en Gibraleón ponía la primera ENCE por la mejora y desarrollo de la selvicultura del eucalipto han quedado
piedra al proyecto ENCE para la extracción de la celulosa de la madera cultivada de manifiesto desde sus inicios con la publicación de numerosos trabajos cien-
de eucalipto. La actividad industrial comenzó en 1964 y desde el principio se re- tíficos y técnicos, muchos llevados a cabo con prestigiosos centros de investiga-
veló como la de mayor impacto social de la provincia en generación de empleo ción en el ámbito forestal internacional. Un hito importante que simboliza este
directo e indirecto, de forma diseminada además por toda la geografía onuben- compromiso fue la creación de la Dirección de Investigación Forestal de ENCE
se. La razón fundamental de este claro beneficio siempre ha sido el eucalipto y en 1981, hoy referencia internacional del sector.
todas las labores forestales e industriales asociadas a él.
Desde ese momento hasta la fecha, la actividad investigadora de la empresa en
Sin embargo, los antecedentes de este género de origen australiano no están rela- el ámbito forestal ha estado enmarcada en una estrategia de mejora continua
cionados con la pasta de papel. Las primeras plantaciones de eucalipto en Huelva tanto de la selvicultura como de la genética de la especie. En Huelva se han
se remontan a finales del siglo XIX. La Administración forestal del Gobierno es- obtenido logros de relevancia mundial como la clonación del E. globulus con
pañol de entonces había iniciado la actividad repobladora con Eucalyptus con un rentabilidad comercial, y el desarrollo posterior, en constante evolución y me-
marcado carácter experimental. Se trataba de ratificar las expectativas creadas por jora, de la selvicultura clonal.
sus rápidos crecimientos y, por tanto, su valía para aumentar la superficie arbola-
da, un objetivo fundamental de la Ley de Repoblación Forestal de 1908. Todos los resultados de esta investigación son los que ahora recoge la publica-
ción “Compendio de Selvicultura aplicada en España” por iniciativa del Instituto
Las primeras referencias a una selvicultura extensiva de la especie las encon- Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria. El capítulo dedica-
tramos a principios del siglo XX. De acuerdo a lo que nos dejó escrito en 1924 do al Eucalyptus globulus es el que se reproduce fielmente en este documento.
el insigne Ingeniero de Montes y Botánico onubense Manuel Martín Bolaños,
las primeras repoblaciones se realizaron por iniciativa de propietarios privados, Todo el saber que esta publicación reúne es el legado impreso de los profesiona-
ante la gran demanda de esencia y madera de eucalipto para los numerosos les forestales que han trabajado o colaborado con ENCE en todos los años de su
usos posibles: ebanistería, traviesas de ferrocarril, apeas para minas, construc- historia. Han sido cientos. Los que abrieron caminos aportando mucho más que
ciones agrícolas y navales y, sobre todo, como combustible. su calidad profesional; los que supieron recoger el testigo asegurando la pervi-
vencia del conocimiento y del compromiso con la tierra en la que desarrollan su
Pero fue sin duda la creación del Patrimonio Forestal del Estado en 1941 lo que dio labor; los que han colaborado desde distintos organismos e instituciones contri-
un gran impulso a las plantaciones de eucalipto, principalmente con Eucalyptus buyendo a la labor científica; y los que hoy mantienen vivo el espíritu innovador
globulus y E. camaldulensis. Desde un principio, el objetivo perseguido por esta y la capacidad de adaptación a un entorno cambiante que no da tregua. A todos
institución pública fue dar solución al déficit creciente de madera del país a través ellos hay que dar las gracias: a los responsables técnicos, a los encargados, a los
del aumento de la productividad de los montes. Esa inquietud fue recogida por capataces, a todos los trabajadores del sector que hacen verdad cada una de
los propietarios particulares, dando lugar así a las primeras señales de una selvi- las mejoras conseguidas por la selvicultura que se describe a continuación en
cultura funcional del eucalipto para la producción de madera y la orientación, por beneficio de toda la sociedad.
tanto, hacia un enfoque más científico. Grupo ENCE
4. SELVICULTURA DE EUCALYPTUS GLOBULUS (capítulo dedicado a esta especie en el “Compendio de Selvicultura aplicada en España” de 2008)
págINA 2
5. I FORMAS DE MASA Y TIPOLOGÍA
INTRODUCCIÓN .........................................................................................................................5
I. FORMAS DE MASA Y TIPOLOGÍA ............................................................................................6
II. TRATAMIENTOS DE REGENERACIÓN ....................................................................................9
II.1. ÉPOCA DE CORTA .................................................................................................................................................................................. 9
II.2. NÚMERO DE CORTES O RECEPES .................................................................................................................................................... 9
II.3. ALTURA DE CORTE .............................................................................................................................................................................. 10
II.4. SUPERFICIE DEL TRANZÓN DE CORTA ........................................................................................................................................ 10
II.5. TRATAMIENTO Y APROVECHAMIENTO DE LOS RESIDUOS DE CORTA ........................................................................... 10
III. TRATAMIENTOS DE MEJORA Y TRATAMIENTOS PARCIALES ............................................12
III.1. SELECCIÓN DE BROTES ............................................................................................................................................................. 12
III.2. PREPARACIÓN DEL TERRENO PREVIA A LA PLANTACIÓN ........................................................................................... 12
III.3. CONTROL DE LA VEGETACIÓN POSTERIOR A LA PLANTACIÓN ............................................................................... 14
III.4. CLARAS ............................................................................................................................................................................................ 15
III.5. PODAS .............................................................................................................................................................................................. 17
III.5.1. Podas en selvicultura para madera de trituración ............................................................................................................... 17
III.5.2. Podas en selvicultura para madera sólida ............................................................................................................................ 18
III.6. FERTILIZACIÓN ............................................................................................................................................................................. 20
III.6.1. Fertilización inicial o de arranque ......................................................................................................................................... 20
III.6.2. Fertilización de mantenimiento ............................................................................................................................................ 22
III.6.3. Fertilización de brotación o post-aprovechamiento ........................................................................................................... 24
III.7. TRATAMIENTO FITOSANITARIOS O PREVENTIVOS ......................................................................................................... 24
IV. CRECIMIENTO Y PRODUCCIÓN ..........................................................................................26
IV.1. CALIDAD DE ESTACIÓN ............................................................................................................................................................. 26
IV.2. INFLUENCIA DE LA DENSIDAD DE PLANTACIÓN EN EL CRECIMIENTO ................................................................ 29
IV.3. TURNO Y PRODUCCIÓN ............................................................................................................................................................. 31
V. IMPACTO SOCIAL Y ECOLÓGICO DE LAS PLANTACIONES DE EUCALYPTUS .....................34
VI. BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................36
págINA 3
6. SELVICULTURA DE EUCALYPTUS GLOBULUS (capítulo dedicado a esta especie en el “Compendio de Selvicultura aplicada en España” de 2008)
págINA 4
7. I FORMAS DE MASA Y TIPOLOGÍA
introduCCiÓn nínsula en zonas en las que el empleo de E. globulus está limitado
por el frío.
El género Eucalyptus, perteneciente a la familia Myrtaceae, incluye Las plantaciones de eucalipto en España representan un 3,74%
casi 600 taxones distintos siendo la mayoría originarios de Aus- de la superficie forestal arbolada, produciendo un 27,33% del to-
tralia (Chippendale, 1988). Desde sus lugares de origen ha sido tal de la madera industrial del país (Nicolás, 2005). Los primeros
distribuido por todo el mundo y especialmente a zonas de clima eucaliptares españoles tuvieron como destino principal la fabri-
mediterráneo, tropical o subtropical. Las últimas referencias al cación de apeas de minas (González-Río et al., 1997) pero hoy sin
respecto indican que la superficie ocupada por este género supe- duda la fabricación de pasta de papel es el uso mas importante
ra los 17,8 millones de hectáreas (FAO, 2000). (Villena, 2003). Además, en la última década y principalmente en
el Norte de la Península Ibérica, se ha experimentado una cla-
El primer registro de semillas de eucalipto que llegó a Europa data ra tendencia a la diversificación de sus usos para la fabricación
de 1804. Estas semillas pertenecían a la especie E. globulus y se culti- de tableros (de fibras, MDF y contrachapado) y madera de sierra
varon en Francia (Penfold y Willis, 1961; Potts et al., 2004). En España (parquet, tarimas, etc.) (Baso, 2003).
el género fue introducido probablemente por Fray Rosendo Salvado
en 1846, quien envió semillas procedentes de Australia a su familia La gran adaptación al cultivo y el rápido crecimiento que se está
de Tuy en la provincia de Pontevedra (González-Río et al., 1997). En logrando hacen que la especie tenga un gran potencial de expan-
nuestro país, donde hay en torno a 500.000 has de eucaliptar (Toval, sión debido a la utilización de las plantaciones como sumideros
2002), están representadas alrededor de ochenta especies del género de CO2 atmosférico. Los acuerdos recogidos en el protocolo de
(de la Lama, 1976), pero de ellas tan solo E. globulus y E. camaldulen- Kyoto comprometen a los países a compensar sus emisiones me-
sis, ocupan una superficie que puede considerarse de interés desde diante el uso de energías alternativas o el secuestro de CO2 at-
el punto de vista de la selvicultura. El área preferente de cultivo se mosférico mediante plantaciones que incrementen la fijación que
centra en Galicia (61% de la superficie total), Cornisa Cantábrica se producía mediante el uso tradicional del recurso suelo. Más
(16%), Andalucía occidental (17%) y Extremadura (6%), destacando recientemente, la provisión de biomasa en reemplazo de otros
por provincias La Coruña con un 31%, Lugo con un 17% y Huelva combustibles está en etapa de inicio y expansión, ya que la made-
con un 15% del total superficial (Aspapel, 1988). ra es, sin lugar a duda, un recurso natural renovable alternativo
frente a los no renovables combustibles fósiles.
Mientras que E. globulus experimenta un sensible auge de sus
plantaciones en el Norte y Noroeste de la Península Ibérica Dada la importancia que tiene en nuestro país la especie E. globu-
(ocupando unas 325.000 ha), E. camaldulensis describe una clara lus dentro del género, la selvicultura que se describe en este ca-
tendencia a la reducción de la superficie plantada en Andalucía pítulo se refiere esencialmente a ésta. Habría que tener en cuenta
occidental y Extremadura (105.000 ha), a pesar de que ésta es la las diferencias selvícolas con el resto de los eucaliptos, principal-
especie más extendida a nivel mundial (Florence, 1996). Es des- mente aquellas que se refieren a la diferente capacidad de brota-
tacable en los últimos años la utilización de la especie E. nitens, ción, como en el caso de E. nitens, lo que condiciona el Método de
plantada en unas 40.000 ha principalmente en el Norte de la pe- Beneficio y por lo tanto la selvicultura del monte.
págINA 5
8. SELVICULTURA DE EUCALYPTUS GLOBULUS (capítulo dedicado a esta especie en el “Compendio de Selvicultura aplicada en España” de 2008)
i. Formas de masa por polinización abierta y controlada entre los mejores padres (To-
val et al., 1996).
Y tipoloGÍa La primera etapa para la obtención de clones por selección masal se
basa en la localización de árboles fenotípicamente superiores (árboles
Un número reducido de especies de Eucalyptus han llegado a do- plus) que destacan en comparación con sus vecinos por su mayor volu-
mesticarse y cultivarse de forma intensiva en todos los continentes. men maderable, mayor rectitud y limpieza de fuste, poda natural, en-
Particularmente E. globulus está considerada una especie modelo contrarse libre de plagas y enfermedades y densidad básica superior.
para estudios genéticos y para el desarrollo de programas de me- Los árboles plus se cortan para, de los brotes de cepa, obtener las prime-
jora y selvicultura. Por tratarse de una especie cultivada en España, ras estaquillas con las que ensayar la capacidad de enraizamiento de
todas las masas existentes son repobladas y fundamentalmente cada genotipo. Los primeros ramets enraizados se manipulan con el fin
monoespecíficas. Como consecuencia del tratamiento empleado de obtener pies-madre que proporcionen nuevas estaquillas, inicián-
para las cortas de regeneración, que se describirá en un apartado dose de este modo el sistema de producción “en cascada” (Figura I.1).
posterior, la forma principal de masa es la de estructura coetánea. Al establecimiento y evaluación de los clones en el campo por medio
de pruebas comparativas clonales, sigue la selección definitiva y el es-
Históricamente los eucaliptos se han regenerado a partir de semi- tablecimiento de plantaciones clonales.
llas, sin embargo, el aumento de su interés ha inducido al desarro-
llo de técnicas operativas para la reproducción clonal de árboles La técnica de estaquillado empleada inicialmente se denominó de
superiores. La repoblación mediante material clonal seleccionado macro- estaquillado. En ella las estacas son obtenidas a partir de bro-
de Eucalyptus es el camino mas corto para obtener aumentos con- tes laterales de plantas cultivadas en el exterior y que constituyen el
siderables de producción ya sea por el incremento volumétrico, la parque de pies madre. De cada brote cosechado del pie madre se ob-
calidad de la madera obtenida como así también por la homoge- tienen así varias macro-estacas que son segmentos de rama con dos
neidad de la masa. Esta última ventaja abarata los costes del apro- pares de hojas y dos entrenudos (Soria, 2003). En continua mejora, la
vechamiento, transporte y facilita el proceso industrial. técnica ha evolucionado hasta el empleo de una mini-estaquilla apical
que consiste en una ramilla de entre 6-8 cm de largo obtenida de un
La reproducción in vitro fue la primera técnica de propagación clo- pie madre de tamaño reducido y cultivado de manera intensiva ge-
nal para la generación de nuevas plantas, pero su elevado coste neralmente dentro de invernadero. La técnica de mini- estaquillado
limitó su uso a escala operativa. El éxito de la clonación se basó en presenta ventajas con respecto a la tradicional principalmente en la
la reproducción in vivo por el enraizamiento de estaquillas, hoy mejora de la calidad de la planta y en el proceso productivo en gene-
llamadas macro estaquillas. La técnica fue desarrollada en espe- ral. Las plantas procedentes de mini-estaquillas ofrecen mejor sistema
cies tropicales, principalmente en Brasil y mas tarde ajustada para radicular, rectitud de la planta, rapidez en el proceso de enraizamiento
E. globulus (Cañas, 1992) en el Suroeste de España. El material ve- y desarrollo de la planta en vivero (Alfenas et al., 2004). Por otro lado el
getal de propagación inicialmente procedía de la selección masal cultivo de los pies madre en condiciones ambientales controladas per-
en las poblaciones de razas locales (Cañas et al., 1994). La selección mite una amortiguación en la época estacional de menor producción
masal se inició en el Suroeste de España en 1984 y en el Noroeste de material vegetal de producción.
en 1991, consiguiéndose por vez primera la producción masal con
carácter comercial de la especie por vía vegetativa en la provincia La organización de las plantaciones clonales atiende a un “mosai-
de Huelva en 1990. Posteriormente, programas de mejora genéti- co clonal” en el que las unidades de superficie correspondientes a
ca permitieron la selección de los mejores segregantes producidos cada clon rondan las 10 ha en el Suroeste (Ence, 2005). Las ventajas
págINA 6
9. I FORMAS DE MASA Y TIPOLOGÍA
Figura i.1: esquema del proceso de multiplicación clonal por macropropagación seguido por enCe. resumen de los resultados de las campañas de selección masal llevadas a cabo en Huelva
entre 1984 y 1994.
de este tipo de diseño frente a la mezcla de clones en las plantaciones rrado ni en masas de brinzales ni en chirpiales. Si bien el dosel de copas suele
comerciales han sido estudiadas y justificada por Zobel (1993), llegando ser más cerrado en el primer turno de brinzales, los procesos de mortalidad
a la conclusión de que el tamaño de los bloques clonales ha de encon- acumulados por acción de los limitantes ambientales, tanto a lo largo del tur-
trarse entre las 15 y 20 ha para que resulten operativos desde el punto no como después de cada corta de regeneración, desencadenan una pérdida
de vista de su manipulación selvícola. Las plantaciones clonales han progresiva de densidad tras sucesivas cortas. Este fenómeno es más notorio
contribuido al desarrollo pormenorizado de intervenciones selvícolas en los eucaliptares del Suroeste en masas sin ningún grado de mejora ge-
de precisión (Pardos, 1988). nética, donde se registra un porcentaje elevado de mortalidad como conse-
cuencia de la plaga Phoracantha. Por otro lado, a este proceso se suma una
Los eucaliptares de E. globulus, a pesar de las densidades de plantación em- mayor diferenciación del dosel, con un progresivo aumento de diferencias
pleadas en la Península Ibérica, no forman por regla general un bosque ce- entre estratos con la edad dentro del turno y a lo largo de éstos. La entrada
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10. SELVICULTURA DE EUCALYPTUS GLOBULUS (capítulo dedicado a esta especie en el “Compendio de Selvicultura aplicada en España” de 2008)
de luz en la plantación desencadena la aparición de matorral
y la regeneración progresiva de otras especies, lo que trae
consigo una mayor competencia por parte de la vegetación
invasora. En la provincia de Huelva, la mejor representación
de este tipo de masas la encontramos en plantaciones de ca-
lidades inferiores, principalmente en suelos degradados de
la Comarca del Andévalo, donde después de varias cortas
los eucaliptares presentan un aspecto de bosque aclarado
con una importante regeneración de especies arbustivas e
invasión de matorral, principalmente jara.
Sin embargo, en el Norte de la península la supervivencia
de las masas es muy elevada y no se registra ninguna plaga
que incida drásticamente sobre la supervivencia de los in-
dividuos de la plantación. En este área geográfica son muy
frecuentes las masas que conservan un excelente vigor tras
sucesivas cortas de regeneración. La invasión de matorral,
principalmente brezo y tojo, es un proceso muy frecuente
durante los primeros años de la plantación.
La mejora genética sumada al empleo de material clonal
en las plantaciones reduce significativamente la pérdida de
densidad y el desencadenamiento de los procesos descri-
tos, dando lugar a masas de una elevada homogeneidad sin
apenas estratificación de las copas de la plantación, y con-
servando las densidades del rodal con la edad de la planta-
ción y tras sucesivas cortas. El material genético mejorado
presenta asimismo una excelente capacidad de rebrote,
asegurando el éxito de la regeneración tras la corta final, en
contraste con las masas de origen seminal, en las que parte
de la mortalidad acumulada es debida a la pérdida de la ca-
pacidad de rebrote de las cepas. Aun así, las masas clonales
de E. globulus presentan un dosel abierto, a lo que contribu-
ye que entre los criterios de selección de los genotipos se
encuentra la búsqueda de aquellos con baja proporción de
copa y, al mismo tiempo, elevada eficiencia fotosintética.
masa clonal de 7 años de edad en el
litoral de la provincia de Huelva
págINA 8
11. II TRATAMIENTOS DE REGENERACIÓN
i i . t r ata m i e n t o s relacionado con la calidad del rodal. En las zonas de la Sierra de
la misma provincia se puede efectuar la corta desde septiembre
de reGeneraCiÓn hasta junio.
En el Norte de la península la corta puede realizarse en cualquier
El tratamiento de regeneración aplicado a las masas de eucalipto época del año con excepción de los meses de noviembre a enero,
con destino a la fabricación de pasta de celulosa es el de cortas a en aquellos montes situados en zonas con inviernos muy fríos, o
hecho siendo la forma fundamental de masa o método de beneficio en julio y agosto, en montes situados en zonas con fuerte sequía
el monte bajo. Las masas se crean partiendo de brinzales, que des- estival y suelo somero.
pués de la primera corta se convierten en chirpiales de monte bajo.
Dada la alta capacidad de rebrote que tiene E. globulus, el vigor que Experiencias desarrolladas en el Norte de Portugal (Pereira y Sar-
mantienen sus cepas después de repetidas cortas y la buena calidad dinha, 1984) mostraron la estación fría como la más desfavorable
de los chirpiales, el propósito es conseguir el mayor número de rota- desde el punto de vista de la mortalidad ocasionada a los tocones,
ciones que la estación permita (Toval, 1999). siendo la primavera la estación más favorable. La recomendación
de la FAO (1979) es cortar a comienzos de la estación de crecimien-
Los brotes que dan origen al monte bajo se originan a partir de ye- to, de forma que los rebrotes no sean afectados por las últimas
mas ubicadas en la parte interior de la corteza sobre la superficie heladas.
de corte o yemas adventicias, de yemas durmientes bajo la corteza
o yemas proventicias o de yemas ubicadas en los lignotubérculos
que presentan algunas especies. Cuando el tronco está creciendo, ii.2. nÚmero de Cortes o reCepes
las yemas proventicias están inhibidas por la acción de las auxinas La excelente capacidad de rebrote de la especie E. globulus hace posi-
que produce el árbol, pero al cortar el fuste cesa el flujo de auxi- ble realizar sucesivas cortas de regeneración o recepes a la plantación
nas desarrollándose brotes proventicios o epicórmicos. Asimismo, a lo largo del tiempo.
el corte del fuste supone un daño físico que activa el desarrollo de
brotes adventicios sobre la superficie de la cepa. En el Norte de la Península Ibérica, donde la especie encuentra el ma-
yor grado de adaptación a las condiciones ambientales, no se experi-
mentan decaimientos en la productividad relacionados con el núme-
II.1. ÉpoCa de Corta ro de recepes realizado (Fernández, 1982). En este área geográfica son
La época de corta no sólo es importante porque las condiciones frecuentes plantaciones que se encuentran en la quinta rotación de
climatológicas puedan hacer abortar las yemas, sino porque dichas chirpiales e incluso superiores a ésta.
condiciones, ya sea por sequía o por helada, pueden perjudicar a
los brotes con un cierto desarrollo o influir en el riesgo de ataques En el Suroeste de la península, las plantaciones de procedencia local
de enfermedades y plagas. sin ningún grado de mejora se han llevado tradicionalmente has-
ta el 3er o a lo sumo el 4º recepe de la masa, siendo la mortalidad
Así en el Suroeste, la época de corta recomendable en las zonas de acumulada en la plantación, y por tanto la pérdida de rendimiento,
mayor sequía, como las comarcas de Costa y Andévalo de la pro- el criterio económico seguido para justificar la transformación y re-
vincia de Huelva, es la comprendida entre los meses de octubre y forestación. En la actualidad la disponibilidad de material genético
febrero, pudiendo prolongarse hasta el mes de junio en los rodales mejorado también puede justificar la sustitución de cepas indepen-
de calidades I y II, ya que el vigor del rebrote está íntimamente dientemente del número de recepes realizados.
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12. SELVICULTURA DE EUCALYPTUS GLOBULUS (capítulo dedicado a esta especie en el “Compendio de Selvicultura aplicada en España” de 2008)
ii.3. altura de Corte tintos sellos de certificación forestal (FSC y PEFC) están motivando en
La altura de corte no tiene influencia en el rebrote, según se extrae de muchos casos la reducción del tranzón de corta a una superficie entorno
las experiencias desarrolladas en el Suroeste de la península en el marco a las 20 ha.
del Programa de Investigación ECLAIR (Toval et al., 1995). Si bien se han
citado en algunos casos disminuciones de la capacidad de rebrote de ce-
pas sometidas a cortes muy bajos, esto se debía más al efecto negativo de ii.5. tratamiento Y aproveCHamiento
otros factores que a la altura del corte de apeo (Trunbull y Pryor, 1978). de los residuos de Corta
Por ello se recomienda realizar el corte lo más cerca del suelo que sea Los restos de corta (ramas, ramillas, raberones, hojas, etc.) deben disponerse
posible, para aprovechar al máximo la madera en la troza basal y que el en cordones en el centro de la calle de plantación, o plataforma de las terra-
brote se sostenga más firmemente. La única limitación en este sentido no zas, sobre la que actúa el procesador, procurando que no cubran los tocones,
es selvícola, sino tecnológica: los daños que por efecto de la tierra puedan ya que dichos restos dificultan la emergencia de los brotes y, en el caso de
sufrir las cadenas de las motosierras. que lo hagan, pueden producir daños mecánicos por efecto del viento o
cuando se pasan máquinas para la trituración de los mismos.
En las sucesivas rotaciones de corta en ocasiones se comete el error de ir
subiendo la altura de corte, por lo que se van incrementando una serie Lo más aconsejable es la trituración e incorporación de los restos al sue-
de inconvenientes. El primero es que se pierde crecimiento: puesto que la lo, por el efecto positivo que tiene al reciclar una parte de los nutrientes
altura total de un bosque está determinada por la calidad de la estación, si extraídos en la corta. En el Suroeste, esta operación es realizada frecuen-
la altura de corte se va elevando, el fuste aprovechable va disminuyendo temente con una grada pesada de discos o grada de semi-desmonte,
de rotación en rotación. Otro problema que genera la elevación sucesiva arrastrada por un tractor oruga. En el Norte de España a veces se queman
de la altura de los tocones es la dificultad de movimiento para las máqui- los restos procedentes de la corta, lo que debe hacerse con toda serie de
nas y los equipos empleados en el aprovechamiento. Desde un punto de precauciones y teniendo previamente el cuidado de apartar los restos que
vista aplicado está establecido realizar el corte a no más de 10 cm. están próximos a los tocones para que el fuego no los dañe.
El descortezado no suele incluirse entre las operaciones de aprovecha-
ii.4. superFiCie del tranZÓn de Corta miento puesto que el principal destino de la madera es la fabricación de
Teniendo en cuenta la capacidad de rebrote de la especie y el método de pasta de celulosa, y esta operación se lleva a cabo en los propios parques
regeneración empleado en plantaciones de eucalipto, tradicionalmente de madera de las fábricas, por ser más económico y porque la corteza se
los tranzones de corta han coincidido con los cantones de inventario, lo utiliza como fuente de energía en las calderas de biomasa.
que ha dado lugar a unidades de corta de superficie variada y sin ninguna
limitación de carácter selvícola. La persistencia de la madera sin descortezar en el campo representa un
problema fitosanitario en zonas del Suroeste de la península, debido a
En el Norte de la península, debido a la reducida superficie de las propie- la atracción que ejerce sobre las poblaciones de Phoracantha. Se establece
dades y por ende de las plantaciones, la superficie de corta coincide por por tanto la necesidad de descortezar la madera antes de que el cerambí-
regla general con la superficie del monte. Este extremo es menos frecuen- cido complete su ciclo larvario dentro de ésta, de acuerdo a la estación del
te en las plantaciones del Suroeste, con propiedades de mayor superficie año, para no actuar como foco propagador de la plaga.
que hacen posible la mejor organización y ordenación del monte a través
de varios cantones dentro del mismo. Según los trabajos de Nicolás (1962), González et al., (1985b) y Donoso
(1999) sobre E. globulus, puede asumirse que el fuste maderable repre-
En la actualidad, los estándares de sostenibilidad aplicados por los dis- senta aproximadamente el 70% de la biomasa aérea total del árbol, co-
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13. II TRATAMIENTOS DE REGENERACIÓN
rrespondiendo el resto a corteza (~10%), ramas gruesas (~8%) y hojas y las emisiones atmosféricas de CO2 y otros gases de efecto invernadero,
y ramillos (~12%). Referencias al contenido y distribución de nutrientes de acuerdo con los objetivos establecidos en el Protocolo de Kyoto.
en cada una de estas fracciones de la biomasa pueden encontrarse en
varios trabajos desarrollados en la Península Ibérica (Carballas y Guitián, Sanz y Piñeiro (2003) han revisado y evaluado las distintas fuentes de re-
1966; González et al., 1985b; Calvo, 1992; Brañas et al., 2000a; Montero siduos forestales en el Noroeste de España así como los sistemas disponi-
et al., 2005). Estos datos son de gran utilidad para el estudio del balance bles para su recolección, concluyendo que los restos de corta representan
de nutrientes, como más adelante se verá en el apartado dedicado a los los únicos residuos en los que se identifica un potencial significativo de
tratamientos de fertilización. aprovechamiento.
La posibilidad de llevar a cabo un aprovechamiento de la biomasa no En la misma línea de investigación se han estudiado las posibilidades
maderable en las plantaciones de eucalipto abre nuevas expectativas eco- de transformación física de esta biomasa en productos de mejor calidad
nómicas para la rentabilidad del monte, incrementando y diversificando energética y mayor valor añadido (Ortiz et al., 2005). También se han de-
la producción a la vez que puede reducir inconvenientes de tipo logístico. sarrollado modelos como herramientas para la cuantificación de estos
La valorización con fines energéticos de los restos de corta procedentes de restos y la evaluación de los impactos potenciales derivados del balan-
plantaciones de eucalipto está despertando un gran interés y está siendo ce de nutrientes en las plantaciones (Merino et al., 2005; Balboa et al.,
objeto de numerosos estudios. Estas iniciativas responden al desarrollo 2005). Según las conclusiones de estos trabajos, el aprovechamiento de
de un nuevo marco legal para la producción energética a partir de mate- las fracciones no maderables del árbol debe estar ligado a la aplicación
rias primas renovables, dada la necesidad de desarrollar la producción de de un adecuado programa de fertilización que asegure la restitución de
energías limpias que a la vez reduzcan la dependencia energética externa nutrientes.
aprovechamiento de biomasa durante las
labores de destoconado de Eucalyptus globulus
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14. SELVICULTURA DE EUCALYPTUS GLOBULUS (capítulo dedicado a esta especie en el “Compendio de Selvicultura aplicada en España” de 2008)
i i i . t r ata m i e n t o s la masa sin modificar el marco, de tal forma que en las masas con
densidades de plantación de 1.430 pies/ha (3,5 x 2,0 m) se dejan cinco
de meJora Y brotes por cada cuatro cepas y para densidades de 1.143 pies/ha (3,5
x 2,5 m) se dejan seis brotes cada cuatro cepas, manteniendo como
t r ata m i e n t o s máximo tres pies por cepa y asignando el número de pies a cada cepa
en función del diámetro del tocón. Para esta operación se emplean
hachas o motosierras, dependiendo del diámetro de los brotes.
pa r C i a l e s
En este tratamiento selvícola debe existir una cierta flexibilidad en
iii.1. seleCCi Ón de Brotes cuanto al número de brotes que se mantienen dependiendo del diá-
Para asegurar el buen desarrollo de la masa a partir del segundo ciclo metro del tocón. Un tocón pequeño puede soportar 1 ó 2 pies, en
de corta, hay que proceder a realizar una selección de brotes, nece- cambio los más gruesos podrán soportar 3 o más.
saria dada la proliferación con la que se producen. La selección de
brotes tiene como objetivo concentrar el crecimiento en unos pocos Su aplicación ha de tener en cuenta también que los brotes proven-
o, a veces, en uno de los pies. Cuanto menor sea el número de brotes ticios o epicórmicos son los que mejor sobreviven y crecen, especial-
que se mantenga por tocón, mayor será la ganancia en diámetro y mente cuando se desarrollan en la cara del tocón enfrentada a los
rectitud de los fustes. En caso de no realizar esta operación, se pro- vientos dominantes (Prado, 1991).
duce una curvatura pronunciada en la base de los brotes de origen
proventicio, provocando flechas en las trozas que hacen que dismi- Experimentos llevados a cabo en zonas secas y suelos degradados en
nuya el rendimiento para algunas utilizaciones. El número de pies Sudáfrica (Poynton, 1981) indican que la intervención más adecuada
por cepa no tiene un efecto significativo en la altura de los árboles consistiría en una selección intensa, dejando 1 ó 2 brotes por tocón.
dominantes, pero sí afecta a la altura media y al incremento en altura,
siendo éste muy superior en rodales intervenidos.
iii.2. preparaCiÓn del terreno previa a
En eucaliptares del Suroeste peninsular el objetivo es realizar la se- la plantaCiÓn
lección de tal forma que vuelva a quedar el mismo número de pies/ Puesto que E. globulus es una especie pionera, heliófila y de tempe-
ha que en la plantación primitiva, por lo que depende del número de ramento intolerante, muy acusado en los primeros meses de vida, es
cepas que hayan brotado el que se dejen uno, dos o, a lo sumo, tres imprescindible la actuación sobre el matorral, tanto antes de la im-
pies por cepa. Esta labor se hace en noviembre-diciembre, cuando el plantación, como durante los primeros meses después de la misma,
brote alcanza una edad entre 18 y 26 meses, y se emplea para ello un al menos en las proximidades de la planta. Esta intervención asegu-
hacha o motosierra pequeña. Los residuos se disponen en el centro ra una supervivencia cercana al 100%, en cualquier tipo de situación
de la calle, o plataforma de la terraza, para que posteriormente sean (Toval, 1999).
triturados e incorporados al suelo. Tradicionalmente se ha empleado
para esta labor la grada de discos de hasta 75 cm de diámetro arras- En el Norte, donde los terrenos desarbolados que se repueblan tie-
trada por tractor de orugas. Hoy en día es más frecuente el uso de nen una vegetación exuberante, la acción sobre el matorral debe
desbrozadoras y trituradoras de residuos forestales. ser muy cuidadosa. Se distinguen diferentes formas de actuación
en función del tipo de matorral y de la pendiente del terreno. Así,
En el Norte de la península, donde la supervivencia es muy alta, se para terrenos empradizados, con matorrales bajos (menores de 30
aprovecha la selección de brotes para incrementar la densidad de cm de altura) y pendientes inferiores al 15% se suele actuar a hecho
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15. III TRATAMIENTOS DE MEJORA Y TRATAMIENTOS PARCIALES
y por curvas de nivel, desbrozando mediante laboreo con gradas de dis- al., 2001) se ha combinado con la eliminación química de la cepas en lu-
cos, cultivador, en algún caso, con quema controlada. Cuando la pendiente gares con mayor riesgo de impacto ambiental. Esta última consiste la apli-
supera el 15% se aplica el mismo tipo de labor pero por fajas. Cada vez es cación de glifosato sobre el tocón recién cortado o sobre los brotes de la
más frecuente el control químico de este tipo de vegetación con aplicación cepa transcurridos unos meses desde el aprovechamiento. En ocasiones
de herbicidas sistémicos del tipo del glifosato, aplicado por fajas o a hecho la biomasa procedente de los tocones es susceptible de aprovechamiento.
según la pendiente. Cuando el matorral es de tipo medio (entre 0,3 y 1,7 Para este fin se están desarrollando aperos de corte y cizallado que, ins-
m de altura), se suele actuar a hecho en la dirección en que el rendimiento talados sobre una máquina retroexcavadora, permiten simultanear la ex-
del tractor sea máximo y, en cualquier caso, la actuación se refiere sólo a la tracción del tocón y una primera trituración de las cepas. De este modo se
parte aérea del matorral, triturándola mediante desbrozadora de cadenas facilitan y optimizan los trabajos posteriores de desembosque y transporte
y, a veces, mediante quema controlada. Nuevamente, el control químico de de la biomasa.
este matorral puede alcanzarse con éxito con el empleo de materias activas
como el glifosato o en su defecto el triclopir (éster butoxietílico). La preparación del terreno está condicionada por varios factores, entre ellos
la pendiente, el tipo de roca y las dificultades de drenaje. Debido a que la
Si el matorral es de tipo alto (mayor de 1,7 m de altura y de 4 cm de diá- mayor parte de los suelos sobre los que se establecen los eucaliptares son
metro), la actuación sobre el mismo es en todo igual al caso anterior, pero de muy escasa profundidad, desprovistos de vegetación arbórea y de baja a
es necesario emplear aperos desbrozadores más robustos como son los muy baja fertilidad, la preparación debe conseguir aumentar el volumen de
de cadenas grandes o de martillos. suelo que exploran las raíces y que éstas tengan la posibilidad de profun-
dizar lo más posible, eliminando cualquier posibilidad de encharcamiento
Para estas labores es necesario utilizar tractores de 90 a 120 C.V., dependien- aún cuando éste sea muy esporádico, debido a las elevadas exigencias que
do del tipo de matorral y es aconsejable que sean de orugas cuando la pen- tiene E. globulus en aireación radicular (Toval, 1999).
diente supera el 15%. El desbroce manual sólo es practicado en zonas pun-
tuales de mucha pendiente o donde se producen afloramientos rocosos. Si la pendiente no supera el 20% y la roca madre es pizarra, se aconseja
realizar un subsolado pleno con tractor de orugas de al menos 200 C.V. de
Como se ha comentado, en algunos casos se practican quemas contro- potencia, con un tren compuesto de 3 subsoladores y haciendo la labor con
ladas para el control de la vegetación, siendo necesario para ello que la dos pases cruzados, el primer pase próximo a la línea de máxima pendiente
zona reúna las siguientes condiciones: pH del suelo inferior a 7, pendien- y el segundo según curvas de nivel, disponiendo que el subsolador central,
te continua, matorral con densidad y altura suficientes y superficie del en este último pase, sea el que diseñe el marco de plantación o marcado.
rodal menor de 25 ha. La profundidad de la labor debe ser de 60 cm como mínimo. En este caso
la plantación se realiza, de acuerdo con el marcado realizado, en el cruce de
Cuando el tipo y la potencia de la vegetación lo permite, se suelen simulta- líneas subsoladas, habiendose estudiado las ventajas que tiene esta técnica
near las actuaciones sobre el matorral con la preparación del suelo, lo que para el crecimiento y estabilidad de la plantación (Ruiz et al., 2001a)
ocurre en situaciones muy puntuales en el Norte, siendo lo más frecuente
en el Suroeste de España. En terrenos muy arenosos y sueltos es suficiente realizar un solo pase de
subsolador según la máxima pendiente, igual al descrito anteriormente y
En el Sur, cuando se trata de reforestar terrenos provenientes de plantacio- cruzar la labor, siguiendo las curvas de nivel, con un zanjador que ejecuta
nes previas de Eucalyptus, en ocasiones se practica la eliminación mecánica el marcado proyectado para la plantación. Para esta última labor es sufi-
de los tocones, dado que el tamaño de éstos puede limitar o impedir los ciente un tractor de neumáticos de doble tracción y 100 C.V. o bien uno de
trabajos de preparación del terreno. La técnica tradicional de destoconado orugas de 80 C.V., debiendo conseguirse que la zanja tenga al menos 50 cm
con retroexcavadora, reunión con pala y quema de los restos (Redondo et de profundidad. En el caso de terrenos con dificultades de drenaje se com-
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16. SELVICULTURA DE EUCALYPTUS GLOBULUS (capítulo dedicado a esta especie en el “Compendio de Selvicultura aplicada en España” de 2008)
plementa la labor con zanjado efectuado por el mismo tipo de maquinaria del mundo (Penfold y Willis, 1961; Goes, 1977; Schönau et al., 1981; Keenan
y con las mismas exigencias de profundidad pero siguiendo la dirección y Candy, 1983; Schönau, 1983; Cromer 1984; Ellis et al., 1985; Prado y Ro-
del drenaje natural. Si los problemas de encharcamiento son mayores y se jas, 1987; Wrann e Infante, 1988) han demostrado que uno de los factores
sospechan problemas de hidromorfía que puedan comprometer la plan- fundamentales en el establecimiento de plantaciones del género Eucalyptus
tación, después de la labor de subsolado en máxima pendiente se realiza es el efectivo control de la vegetación competidora, especialmente la herbá-
un acaballonado escorado con las líneas del subsolado alrededor de 30º. El cea, durante los primeros años.
objetivo nuevamente es localizar la plantación en los puntos de cruce de las
dos labores a fin de asegurar las mejores condiciones para el crecimiento, Los ensayos de Cromer (1984) ponen de manifiesto que la causa más im-
aireación del suelo y conformación de la arquitectura radicular del árbol. portante de mortalidad en plantaciones es la presencia de competencia her-
bácea, ya que ésta produce severas deficiencias de agua, capta gran parte
En terrenos con pendientes superiores al 20% encontramos diferencias en- de los nutrientes disponibles y en muchos casos puede llegar a reducir la
tre las técnicas aplicadas en el Norte y en el Suroeste de la península. En cantidad de luz que llega a la planta. En cuanto a la competencia por los
Galicia y en la Cornisa Cantábrica la pendiente del terreno obliga a limitar nutrientes, sin duda la establecida por el Nitrógeno es la más importante
el subsolado a un solo pase aplicado en líneas de máxima pendiente. En (Ellis et al., 1985), dado que la ausencia de este nutriente constituye uno de
este área geográfica el subsolado no es continuo para evitar la escorrentía los factores que más limita el crecimiento de la planta y, por tanto, reduce en
a lo largo de los surcos. gran medida las posibilidades de superar los procesos de competencia.
En el Suroeste peninsular una parte importante de la superficie de eucaliptar En el Suroeste de la Península Ibérica los trabajos de control de la vege-
fue preparada en su día mediante aterrazado. La reforestación de estos te- tación competidora poseen un doble propósito. Inicialmente se persigue
rrenos exige la reparación de la estructura de la terraza y posterior subsolado mejorar el establecimiento y acelerar el crecimiento de la nueva planta-
de su base, labor que se realiza en dos pases consecutivos empleando un bu- ción, pero a la vez se pretende que estos trabajos reduzcan el peligro de
lldozer de al menos 120 C.V.. Se trabaja de arriba hacia abajo en la ladera si- incendios forestales. Esto se ha conseguido tradicionalmente con la elimi-
guiendo las curvas de nivel. El tractor en el primer pase rectifica la pendiente nación de la vegetación por medios mecánicos. Durante los tres primeros
y ancho de la base de la terraza, y a la vuelta retorna por la misma aplicando años de la plantación es frecuente la aplicación de una labor de grada de
un subsolado con tres rejones a una profundidad mínima de 60 cm. discos o de cultivador, llegándose, en algunos casos, a necesitar de una
labor cruzada. La época de aplicación de este tratamiento condiciona por
En zonas de elevada pendiente con imposibilidad de aplicar las técnicas completo su efectividad. Primavera y otoño suelen ser las estaciones del
antes descritas está indicado el empleo de maquinaria especial para tra- año con mayor profusión de herbáceas en esta área geográfica y la aplica-
bajar en pendiente (TTAE, retro-araña,…) realizando una preparación en ción de los tratamientos se realiza antes de que la hierba espigue.
curvas de nivel o puntual según el caso. Sólo en zonas con afloramientos
rocosos se sigue realizando ahoyado manual. Tradicionalmente, y en particular sobre los suelos arenosos del litoral onu-
bense, se ha asumido que la labor de control de la vegetación conseguía
una labor simultánea de bina del suelo, al favorecer el “self mulching” del
iii.3. Contr ol de la veGetaCiÓn horizonte superficial y romper el movimiento ascendente del agua capilar.
posterior a la plantaCiÓn En ocasiones, todo lo anterior ha desembocado en el abuso de las labores
El control de la vegetación posterior a la plantación es un tratamiento al mecánicas sobre el suelo, argumentadas en base a los posibles efectos se-
que hay que prestar una atención especial en las primeras etapas de de- cundarios beneficiosos, cuando no estaban justificadas desde el punto de
sarrollo de la plantación de acuerdo con las características de la especie ya vista del control de la competencia. Sin embrago, ensayos desarrollados
comentadas. Numerosas experiencias llevadas a cabo en distintas partes en la provincia de Huelva sobre suelos arenosos del litoral han puesto de
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17. III TRATAMIENTOS DE MEJORA Y TRATAMIENTOS PARCIALES
manifiesto que el control mecánico de la vegetación según los procedi- Como ya se ha comentado en el apartado de preparación del terreno,
mientos tradicionales puede desembocar en una reducción significativa del existe una clara tendencia a la sustitución de las técnicas mecánicas por la
volumen del árbol que puede llegar hasta a cuantificarse en una pérdida de de tipo químico para el control de la vegetación. Tanto en el Norte como
hasta el 16% del crecimiento corriente (Ruiz, sin publicar). en el Suroeste de la península se ha generalizado el uso de fitocidas sis-
témicos aplicados con distinta periodicidad de acuerdo a las característi-
En los trabajos desarrollados por Donoso et al., (1998) en la misma zona, cas particulares de cada monte. La aplicación, dependiendo de los casos,
se pudo determinar que el 56% de los árboles de una plantación someti- puede realizarse empleando pulverizadoras de mochilas o aquellas otras
dos a tratamientos de laboreo para el control de la competencia durante con brazos porta-picos o mangueras suspendidas en tractor o vehículo
los primeros años, presentaban distinto grado de daños a nivel radicular, todoterreno.
como consecuencia de la acción de las gradas de discos. Los cortes totales
se llegaron a registrar hasta en raíces de 4 cm de diámetro, mientras que los En el Norte en ocasiones se hace necesario aplicar previamente un des-
cortes parciales alcanzaron a raíces de hasta 9 cm, siempre en el horizonte broce mecánico si el matorral es leñoso y presenta mucho desarrollo. En
superficial de 20 cm de profundidad. Los autores pudieron constatar como estos casos, el control químico se hace a posteriori una vez que el matorral
el laboreo reiterado modifica de manera inmediata la distribución espacial ha rebrotado. En cualquier caso, entre 3 y 5 aplicaciones suelen ser sufi-
de las raíces finas en los primeros 20 cm del suelo, concentrándose éstas en cientes para conseguir un control de la competencia a lo largo del turno
los estratos no laboreados. de la plantación.
Los daños físicos producidos sobre el sistema radicular a través del labo- En todos los casos, si llega a realizarse un control de la vegetación por me-
reo del suelo han sido relacionados con una caída inmediata del potencial dios mecánicos, la aplicación del tratamiento se debe simultanear con los
hídrico de los árboles (Sánchez, 1999), tal y como puede apreciarse en la tratamientos de fertilización de mantenimiento, siempre que estos últimos
figura III.1. estén prescritos. El desbroce realizado con una grada o cultivador asegura
la remoción e incorporación del fertilizante a la capa superficial del suelo,
optimizándose de este modo la aplicación del producto a la plantación.
iii.4. Claras
Las claras en plantaciones de eucaliptos sólo se justifican en el caso de
que el objetivo de éstas sea la obtención de trozas de gran diámetro con
destino a la industria de aserrío o desenrollo. Esta alternativa empieza
a tener importancia en la Península Ibérica, dada la actual tendencia de
diversificación del uso industrial de E. globulus, tanto por las característi-
cas del árbol como por las propiedades mecánicas de su madera (Toval,
1999). La excelente poda natural de esta especie permite la obtención
de fustes limpios, que dan origen, en pocos años, a madera con pocos
nudos y, debido a su rápido crecimiento, madera de grandes escuadrías,
que son dos factores claves para la industria del aserrío.
Sin embargo, son escasas las iniciativas selvícolas de este tipo puestas en
Figura iii.1: regresión lineal entre el potencial hídrico y la suma de secciones de raíces
marcha y por tanto la selvicultura para la obtención de madera de tritura-
cortadas para cada árbol (sánchez, 1999)
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18. SELVICULTURA DE EUCALYPTUS GLOBULUS (capítulo dedicado a esta especie en el “Compendio de Selvicultura aplicada en España” de 2008)
ción con destino a la fabricación de pasta sigue teniendo mayor relevancia. Es deseable que la primera intervención tenga lugar antes de que el de-
La obtención de árboles vigorosos, con dimensiones adecuadas, libres de sarrollo de la copa afecte al ratio de coronamiento del árbol (longitud de
nudos y sin tensiones de crecimiento es, hoy por hoy, más fruto del azar que copa verde / altura total del árbol) y de esta manera el árbol albergue el
de la aplicación de técnicas selvícolas adecuadas (Nutto y Touza, 2004b). máximo potencial para responder a la intervención (Florence, 1996). En
Galicia se han desarrollado modelos de crecimiento de la copa en masas
Esta nueva utilización obliga al selvicultor a considerar las cortas interme- no intervenidas que indican que la auto-poda en sitios de alta calidad
dias que se realizarán con el objetivo de concentrar la producción en los puede llegar a ocurrir entre el primer y segundo año si se emplean los
mejores árboles, aumentando el diámetro medio del rodal, y reduciendo espaciamientos tradicionales para la obtención de madera de trituración
las tensiones de crecimiento en el fuste, a fin de obtener madera de ele- (Nutto y Touza, 2004a). Estos modelos ofrecen la oportunidad de estimar
vada calidad. Si tenemos que destacar una característica que influya en la altura total y el largo de copa viva del árbol para diferentes calidades de
la calidad y rendimiento de la madera con fines industriales, ésta es sin estación y tratamientos, como una herramienta para optimizar el manejo
duda las bajas tensiones de crecimiento. En este sentido hay autores que selvícola del rodal y los tratamientos de poda.
afirman que el nivel de tensiones de crecimiento es susceptible de mini-
mizarse si se mantienen las condiciones de crecimiento y la distribución De acuerdo con las teorías comentadas, las aplicaciones pioneras de estos
espacial de los árboles con la mayor uniformidad posible a lo largo de su modelos selvícolas en el Norte de la península se basan en la estrategia
vida (Kubler, 1987), aunque dicha evidencia no ha podido demostrarse de de localización de árboles de la masa con crecimiento y características
forma científica. Aceptando como hipótesis la teoría de este autor, la me- sobresalientes, entorno a los cuales son proyectadas las claras hasta final
jora genética que se practica en Eucalyptus globulus con un claro énfasis en de turno. Para ello, se parte de densidades de plantación más bajas y se
la propagación clonal, ofrece nuevas perspectivas y representa un factor proyectan marcos cuadrados de plantación o incluso plantación a tresbo-
de éxito para la reducción de las tensiones de crecimiento en plantaciones lillo, siempre en áreas con elevada calidad de estación.
de la especie.
La forma más frecuente de expresar el peso de la clara es en función de
Las variables más importantes para la producción de madera sólida de la densidad. La primera intervención para rodales de alta calidad en el
alta calidad que son susceptibles de mejorarse con una adecuada selvicul- Norte de la península está orientada a alcanzar una densidad por debajo
tura son las dimensiones (crecimiento diametral) y la ausencia de nudos de los 600 árboles/ha antes de los 7-8 años. Esta primera intervención ha
(Gerrand et al., 1997; Hawley y Smith, 1972). Ciertamente, los incremen- de ser intensa pero a la vez manteniendo una homogeneidad en los es-
tos en el crecimiento motivados por la aplicación de una clara sobre la paciamientos del rodal resultante (WRI, 1972). Nunca han de producirse
plantación, son de mayor magnitud sobre el diámetro que sobre la altura grandes huecos después de la clara dado que éstos, además de suponer
(Schönau y Coetzee, 1989). un desperdicio de productividad, pueden motivar la profusión de bro-
tes epicórmicos y el aumento de la ramosidad en los árboles adyacentes.
La respuesta del Eucalyptus globulus a la reducción de la competencia a Dada la estrecha relación entre la longitud y el diámetro de las ramas
través de claras es similar a la de la mayoría de las especies intolerantes; (Henskens et al., 2001) el aumento de los espaciamientos y la aplicación
los árboles dominantes y codominantes responden de forma positiva a de un programa de claras favorecerá el desarrollo de ramas de mayor diá-
corto plazo, mientras que la respuesta del estrato de árboles domina- metro con el riesgo consiguiente de producir madera con nudos.
dos es mínima o inexistente (Opie et al., 1984). En particular, E. globulus
está considerada como una de las especies más intolerantes dentro de El objetivo que se pretende es llegar a una densidad final en torno a los
su género (Florence, 1996), lo que se relaciona con sus elevadas tasas 150 árboles/ha por medio de 2 o a lo sumo 3 intervenciones a lo largo del
de crecimiento en estado juvenil y con la rapidez con la que comienza a turno. Es recomendable no realizar intervenciones en el tercio final del
manifestar la poda natural. mismo a fin de conseguir la estabilización de tensiones de crecimiento.
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19. III TRATAMIENTOS DE MEJORA Y TRATAMIENTOS PARCIALES
Para el diseño del programa de intervenciones Nutto y Touza (2004b) iii.5. podas
proponen el empleo de modelos de crecimiento basados en el árbol in- El objetivo de los tratamientos de podas en masas de eucalipto es dife-
dividual que, a partir de la relación entre el diámetro normal y el diá- rente de acuerdo con el destino de la producción (madera de trituración
metro de la copa, permiten determinar el espacio vital del árbol para o madera sólida).
alcanzar un diámetro determinado. Si bien, es necesario completar la
aproximación anterior con la información suministrada por las tablas o iii.5.1. podas en selvicultura para madera de
modelo de crecimiento para cada calidad de estación o índice de sitio, a trituración
fin de determinar el crecimiento diametral máximo alcanzable en cada Cuando la madera se destina a la industria pastera, la poda que elimina
situación. Los autores ofrecen un ejemplo de la aplicación de esta he- ramas en la parte inferior del fuste en los eucaliptares no persigue la me-
rramienta como ilustración del potencial de crecimiento del E. globulus jora de la calidad de la madera, sino la disminución de la superficie foliar
en el Noroeste de la Península Ibérica gestionado para la producción de y por consiguiente la resistencia al viento, a fin de aumentar la estabili-
madera sólida en rodales de primera calidad (Figura III.2). dad del árbol. Este tratamiento es aplicado en eucaliptares del Suroeste
durante el otoño siguiente al año de implantación de la masa, si bien las
recomendaciones que se exponen a continuación son extensibles a las
masas del Norte peninsular.
Las podas se limitan a zonas muy concretas de la plantación, allí donde
se tiene la evidencia de que el viento se encajona, alcanzando extrema
virulencia. Además, están prescritas hasta una determinada edad, dada la
excelente poda natural que presenta E. globulus.
La operación se realiza con herramientas manuales, eliminando las ramas
del tercio inferior de la copa. Es recomendable no abusar de esta opera-
ción así como moderar la intensidad de su aplicación. Se debe procurar
eliminar aquellas ramas vivas que aún conserven hoja juvenil ya que ésta
ofrece una mayor resistencia al viento. Por tanto, podemos considerar que
una poda efectiva es la que elimina este tipo de ramas, haciendo más
permeable al viento la parte inferior de la copa, sin necesidad de elevar el
tratamiento en exceso.
La mejora de la estabilidad producida por podas ligeras es un hecho per-
ceptible en plantaciones durante los primeros años. Del mismo modo
Figura iii.2: ejemplo de un modelo de manejo intensivo de Eucalyptus globulus para
la producción de madera sólida en el noroeste de la península ibérica propuesto por existen evidencias de que podas intensas producen a medio plazo el efec-
nutto y touza (2006). to contrario según los resultados de un experimento desarrollado en la
provincia de Huelva sobre una masa de un año de edad (Figura III.3). En
Todas las intervenciones intermedias, al igual que el resto de tratamientos éste, podas intensas de la mitad y los dos tercios inferiores de la copa viva
selvícolas han de ser considerados de manera integrada dentro del progra- de los árboles acabaron con el transcurso del tiempo por registrar mayor
ma de gestión de la plantación, dada su intrínseca relación con los marcos de porcentaje de árboles inclinados que aquellos otros con tratamientos de
plantación y espaciamiento, podas, regímenes de fertilización, turno, etc. poda más moderados.
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20. SELVICULTURA DE EUCALYPTUS GLOBULUS (capítulo dedicado a esta especie en el “Compendio de Selvicultura aplicada en España” de 2008)
diferencias es la distinta edad y configuración de la copa de los árboles en
el momento de la aplicación de los tratamientos (porcentaje de copa con
hoja juvenil, inicio de los procesos de autopoda, etc.)
Otro factor que ha podido influir en gran medida en la respuesta en cre-
cimiento es la época de aplicación del tratamiento. Freitas y Filho (1994)
encontraron distintas respuestas a defoliaciones de acuerdo con la época
de aplicación. Según Schönau (1974) el estado nutricional de la masa po-
dada puede explicar diferencias cuantitativas y cualitativas en la respuesta
al tratamiento.
Se han descrito otros efectos negativos derivados de la ejecución de po-
das intensas en masas de E. globulus en el Suroeste peninsular, distintas
de la reducción de crecimiento como la aparición de quemaduras solares
sobre la corteza del fuste en estado juvenil (Donoso, 1999).
En algunos casos es recomendable, en los eucaliptares destinados a la
producción de madera de trituración, la ejecución de una poda de guiado
Figura iii.3: evolución del porcentaje de árboles inclinados registrado en un ensayo desa- o selección de guías. Esta operación está indicada en el momento que
rrollado en la comarca del andévalo (Huelva) sometido a distintos tratamientos de poda: la masa tiene entre 2 ó 3 años y consiste en la eliminación de las ramas
testigo, poda del tercio, de la mitad y de los dos tercios inferiores de la copa verde.
gruesas de baja altura o guías bifurcadas que excepcionalmente presen-
En cuanto a la intensidad del tratamiento, tal y como afirman Daniel et tan algunos árboles y que son irreversibles de forma natural con la edad.
al., (1979), la poda, de forma general y en la medida que no sea excesiva, La presencia de estas ramas a final del turno supone una dificultad para el
no afecta al crecimiento de los árboles, pero tampoco existe un limite o procesado mecánico de la madera durante el aprovechamiento.
porcentaje preciso que establezca cuál es la cantidad máxima de copa viva
que puede ser eliminada sin producir una ralentización del crecimiento
(Aguad, 1994). Según Poynton (1979) con defoliaciones entre el 30% y el iii.5.2. podas en selvicultura para madera sólida
50% de la copa viva se producirían pérdidas significativas de crecimiento La producción de madera de calidad para la industria del aserrado y des-
en E. grandis. Varios autores (Pinkard et al., 1998; Dickinson et al., 2001) enrollo pasa por la aplicación de un adecuado programa de podas, con
concluyen que podar un árbol hasta una altura equivalente al 50% de su objeto de impedir la presencia de nudos. La presencia de un núcleo nu-
copa viva no influye negativamente en su crecimiento, ya que la mayor doso provoca un desvío de las fibras y, en ocasiones, daño del tejido cam-
parte de las ramas podadas corresponden a aquellas con poco acceso a la bial del árbol que induce a la formación de bolsas de kino como mecanis-
luz y baja contribución al crecimiento del árbol. mo de defensa. Este fenómeno altera las propiedades físicas, mecánicas y
estéticas del producto final, devaluándolo económicamente.
Una poda somera del tercio inferior de la copa de árboles, durante las pri-
meras edades, puede producir en unos casos una estimulación en el creci- Como se ha comentado, E. globulus presenta un excelente proceso de au-
miento en altura, que es acompañada de un crecimiento diametral cuando topoda, fuertemente relacionado con la dinámica de crecimiento de la
menos equilibrado. En otros casos el mismo tratamiento ha conducido a copa y el desarrollo de ramas (Seling et al., 2001). Si bien, las ramas de
pérdidas inmediatas en crecimiento. Un factor que puede explicar estas los eucaliptos no se desprenden completamente, sino que se quiebran
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21. III TRATAMIENTOS DE MEJORA Y TRATAMIENTOS PARCIALES
en las proximidades del tronco, dejando un pequeño muñón en la base
de la rama, que va siendo progresivamente aislado para impedir la en-
trada de hongos y bacterias. Generalmente los muñones de las ramas
no son expulsados por el árbol, sino que son envueltos por la corteza y
absorbidos durante el posterior crecimiento diametral del árbol (Nutto et
al., 2003). Este proceso ocurre también cuando se podan artificialmente
ramas muertas. Cuando el objetivo es producir madera de alta calidad,
la poda debe dirigirse sobre las ramas vivas del árbol. Para ello es muy
importante el conocimiento de los procesos de autopoda en la especie,
y la influencia que tienen sobre éstos las distintas variables selvícolas de
la plantación.
El crecimiento en altura, el espacio vital del árbol individual y la edad in-
fluyen significativamente en el control de este proceso. En sitios de eleva-
da calidad con rápidos crecimientos iniciales la muerte de las ramas bajas
del dosel se inicia antes. Por el contrario, con grandes espaciamientos los
Figura iii.4: estimación de la altura de la base de la copa viva (cb) a través del modelo
árboles tienden a desarrollar amplias copas abiertas, con ramas gruesas multivariable en función del diámetro normal (dap), altura (alt) y edad (edad) del árbol
que permanecen por mucho tiempo en el árbol. Como se ha comentado propuesto por nutto y touza (2004a).
anteriormente, dada la existencia de una fuerte correlación entre la longi-
tud de las ramas y su diámetro (Henskens et al., 2001), el desarrollo de las Desde un punto de vista práctico es deseable lograr una longitud de fuste en
ramas de la copa en estas condiciones aumentará el riesgo de presencia torno a los 5 m libre de nudos, a fin de obtener el aprovechamiento de dos
de núcleos nudosos en el fuste, dado que las ramas bajas de la copa tienen trozas completas de elevada calidad, lo que hace necesaria la aplicación de
acceso durante mayor tiempo a la luz y, por tanto, mayor oportunidad de la poda a través de dos intervenciones sucesivas separadas en el tiempo, de
desarrollarse y ser eficiente. Algunos trabajos concluyen que a partir de acuerdo con todos los factores antes comentados. El proceso de muerte de
una determinada longitud de rama no compensa realizar su poda, pues el las ramas basales de la copa puede iniciarse entre el 2º y 3º año en los rodales
riesgo de penetración de hongos causantes de podredumbre del leño es de mayor calidad y crecimiento. A esa edad la altura media de la masa debe-
muy elevado (Wardlaw y Neilsen, 1999; Nutto et al., 2003) ría estar comprendida entre los 5 y 8 m por lo que una poda a una altura de 5
m puede suponer una remoción equivalente superior al 50% de la copa viva,
Como conclusión, la optimización de la eficiencia y del momento de lo que puede tener repercusiones negativas para el desarrollo y crecimiento
aplicación de la poda exige el conocimiento de la influencia de los fac- del árbol, tal y como justifican distintos trabajos comentados anteriormente.
tores comentados en la iniciación y dinámica del proceso de autopoda
en el árbol. El momento de la segunda intervención nuevamente vendrá marcada por
el desarrollo alcanzado por la masa podada inicialmente y la evolución del
Para el Norte de la Península Ibérica se ha desarrollado un modelo pre- proceso de muerte de las ramas basales del dosel. Esta segunda intervención
dictivo de evolución de la dinámica de la copa del árbol, aproximando requiere más mano de obra lo que obliga a replantear si su realización com-
ésta a la evolución de variables como la altura de la base de la copa viva y pensa económicamente en función de factores como el diámetro esperado
la altura de la primera rama muerta sin cicatrizar (Nutto y Touza, 2004a). y la evolución del mercado.
Los factores empleados en el modelo fueron la altura del árbol, el diáme-
tro normal y la edad (Figura III.4). De acuerdo al modelo de claras indicado para E. globulus, la poda debe
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22. SELVICULTURA DE EUCALYPTUS GLOBULUS (capítulo dedicado a esta especie en el “Compendio de Selvicultura aplicada en España” de 2008)
aplicarse únicamente sobre árboles seleccionados, con independencia Sobre la época más adecuada para la aplicación de las podas existen nu-
del número de intervenciones proyectadas en el rodal y con el objeto de merosos trabajos con resultados contradictorios. La recomendación clásica
lograr la máxima rentabilidad derivada del tratamiento. Esta circunstan- establece que las podas deben realizarse durante la estación más fría para
cia exige que la selección de los árboles candidatos entorno a los cuales reducir el riesgo de infección de las heridas por hongos y bacterias. Sin em-
realizar las claras tenga lugar años antes de la primera intervención, justo bargo, investigaciones recientes recomiendan realizar la poda en la prima-
en el momento de realizar la primera poda. A esta edad, el desarrollo y vera, una vez superados los riesgos de las heladas tardías y, cuando la activi-
crecimiento en los rodales de calidad debería facilitar la identificación de dad del cambium es más elevada y los árboles tienen por delante un periodo
los árboles con mayor aptitud y mejor ubicación dentro de la masa para de vegetación completo para cicatrizar las heridas (Nutto et al., 2003).
producir madera de calidad. En situaciones de incertidumbre o masas
menos diferenciadas el selvicultor debe seleccionar y podar algunos otros
árboles que compongan una población de reserva. iii.6. FertiliZaCiÓn
La fertilización de masas establecidas se considera como un tratamiento
Tan importante como los procesos biológicos que influyen en la poda, lo es de mejora dentro del esquema de selvicultura del eucalipto, en el que
el conocimiento de la técnica de poda y las épocas más adecuadas para la pueden distinguirse tres tipos:
aplicación del tratamiento.
a) Fertilización inicial o de arranque.
Para realizar la poda en masas de eucalipto se emplean tijeras, sierras ma-
b) Fertilización de mantenimiento o a mediana edad.
nuales y motosierras ligeras. Las primeras suelen estar más indicadas para
c) Fertilización de brotación o post-aprovechamiento.
las podas bajas y presentan limitaciones de corte para las ramas gruesas
y de capacidad de prolongación para trabajar a mayor altura. Sin embar-
Esta clasificación de la fertilización para esta especie responde a la estrecha
go, su empleo limita el riesgo de desgarros, más frecuentes en la poda con
relación existente entre la demanda de nutrientes y el crecimiento experi-
sierra. Para segundas intervenciones, en las cuales la altura de poda puede
mentado por las plantas, asumida la hipótesis de un comportamiento sig-
llegar a los 5,5-6 m puede ser necesario en ocasiones el empleo de escaleras,
moidal de esta variable (de Barros et al., 1997).
aunque como se ha comentado anteriormente los costes de esta operación
aumentan considerablemente
La aplicación correcta de cada tipo de fertilización exige el conocimien-
to de la demanda nutricional de la planta en cada momento, además de
La realización del corte debe realizarse sobre el rodete de cicatrización que
la capacidad del terreno para asegurar dicha nutrición en la cantidad y
forma la madera del fuste entorno a la base de la rama. Esta estructura
tiempo adecuados.
contiene tejido cambial responsable de la cicatrización. Si la poda elimina
por completo este rodete la cicatrización se detiene aumentando el riesgo
de pudrición (Figura III.5). iii.6.1. Fertilización inicial o de arranque
La fertilización inicial o de arranque tiene por objeto cubrir las elevadas tasas
de absorción de nutrientes y crecimiento que experimenta la planta en las
primeras etapas de desarrollo y que se relacionan linealmente con su edad
(Attiwill, 1981; Miller, 1984). Este tratamiento, además de mejorar el creci-
miento, reduce significativamente la mortalidad y homogeniza la plantación.
Figura iii.5: ejemplos de técnicas de corte incorrectas (a, B y C) y correcta (d) de acuer- En eucaliptares del Suroeste, para terrenos arenosos de la zona litoral, la do-
do con su situación con respecto al collar de cicatrización. (stackpole, 2001). sis recomendable es de 250 gr/planta de fertilizante mineral soluble 15/15/15.
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