1. Duración vs. Spread
Por: Florencia Bunge
Si las tasas de interés de un país con una economía como la americana, no estuvieran
intervenidas por la FED y la forma en la que lo está haciendo a través de QE, rondarían
el 3.5%-4%. Tal como lo ha informado a finales de octubre, la FED decidió no
modificar su política de tasas de interés bajas para estimular la economía, pues
considera que el crecimiento es apenas moderado.
Cabe anotar que una de las grandes variables que van a indicar el final
del “tapering” (retiro de las inyecciones de liquidez mediante una reducción en el
programa de recompra de bonos por parte de la FED), va a ser el desempleo. La cifra
que salió el viernes 6 de diciembre que sitúa al desempleo en 7%, podría indicar que el
fin de estos programas se aproxima.
Cuando las tasas suben como lo vienen haciendo desde mayo del 2013, los activos que
todos vislumbramos como “seguros”, se vuelven muy riesgosos. El mejor ejemplo para
ilustrar esta situación es el inversor que a principio de año tenía un treasury bond a 5
años, considerándolo como el bono más “seguro”, pero a fines de septiembre ya había
perdido -1.7%. Y si este inversor, tenía un treasury bond de 10 años, perdió mucho
más aún, llegando casi al 6%.
A partir de lo anterior, llegamos a la gran analogía: lo que este año se consideró como
más seguro en renta fija, resultó siendo lo más riesgoso. Y viceversa. Un caso que
refleja esta situación es el de los high yield, los cuales son activos en los que se asume
un mayor riesgo, pero con una ratio rentabilidad/riesgo elevada. Durante el 2013,
el US high yield presentó un crecimiento del 6% y se espera que en el 2014, el high
yield sea uno de los beneficiarios del nuevo entorno de crecimiento económico
mundial.
Por otra parte, las operaciones con spread pueden convertirse en una inversión más
“gratificante” que, cuanto más spread, más riesgo pero menor correlación con la
duración y la tasa de interés. Esto otorga mayor certidumbre ante los cambios
financieros, ya que permite más oportunidades de inversión y claridad ante un cambio
radical en la FED. Así mismo, permite neutralizar la subida o bajada de un activo u otro
con un “trading de pares”, aunque es recomendable conocer el comportamiento de
cada activo de forma individual, para después hacer las combinaciones enfocadas a
reducir el riesgo y posteriormente tener la posibilidad de crear estrategias de ingresos.
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2. Para finalizar, mi recomendación para los inversores conservadores está enfocada,
primero que todo, en balancear el portafolio. Es importante incluir activos de renta
variable, ya que la gran rotación de la que se viene hablando, ha empezado a ocurrir
lentamente. Adicional a esto, se deben revisar aquellos activos que durante los meses
de incremento de tasas, se han comportado como era de esperar. Y por último, buscar
activos que se llaman real return y absolute return.
Este artículo ha sido basado en la opinión personal de Florencia Bunge.
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