El fósforo se encuentra principalmente en los huesos y dientes en forma de sales de fosfato de calcio. También ayuda a almacenar energía en el cuerpo como ATP y participa en la contracción muscular, función renal, latidos cardíacos y conducción nerviosa. El fósforo se absorbe principalmente en el intestino superior pero compite con hierro, magnesio y ácido fítico, y se excreta a través de la orina. Las principales fuentes alimenticias de fósforo son la carne, leche, pan integral y cereales.