Este documento presenta ejemplos de malas prácticas en la creación de diapositivas, incluyendo el uso excesivo de texto, fuentes pequeñas, múltiples niveles de listas, animaciones constantes y transiciones entre diapositivas sin criterio. También señala que las presentaciones no deben limitarse a recitar diapositivas o coleccionar datos, sino que el presentador debe aportar emoción e inspiración.
1. Ejemplos de malas diapositivas
Aunque el texto valga la pena leer…
;-)
2. ¡Demasiada información!
• La mayoría de diapositivas presentan este aspecto.
• Grandes cantidades de texto en una sola pantalla.
• Usando listas no numeradas para dar cierta estructura al contenido
– Y si es necesario, con listas de segundo nivel que añaden más detalles si
hace falta.
– Reduciendo el tamaño de la fuente y, por tanto, dificultando su correcta
visualización por parte del público
• Algunos incluso se atreven con listas de tercer nivel pero si siguen así parecerán más una
revisión oftalmológica que una presentación
• Otros tienen el detalle de añadir alguna figurita para adornar un
poco.
– Digamos que tampoco mejoran mucho el resultado
final que sigue teniendo un componente visual casi nulo.
3. Recitando parágrafos
• En las malas presentaciones, quien presenta lee el texto de las
diapositivas tal cual.
• Es decir, a modo de chuleta, con la diferencia que todo el mundo
también la está viendo y lee el texto antes de que se diga.
• O, dicho de otro modo, como si fuera un “teleprompter”, el aparato
electrónico usado en programas de TV y discursos políticos que
muestran el texto a decir.
– Sugerencia: en este caso, quizá sería mejor proyectar la presentación de
espaldas al público y usarlo como un “teleprompter” de verdad, donde los
espectadores no saben qué se va a decir.
En las malas presentaciones, quien presenta lee
el texto de las diapositivas tal cual.
4. Animaciones hasta en la sopa
• Otro error común es el de utilizar animaciones
constantemente.
• Si abusamos de este efecto acaba perdiendo
su gracia.
• Y marearemos a nuestra audiencia con tanto
revoloteo por aquí y por allá.
5. Abusando de las transiciones
• Algo similar ocurre con las transiciones entre
diapositivas
6. Abusando de las transiciones
• A menudo se utilizan de forma indiscriminada.
7. Abusando de las transiciones
• Variando el tipo de transición en cada
diapositiva.
8. Abusando de las transiciones
• Utilizarlas de forma dosificada puede realzar
ciertos momentos.
9. Abusando de las transiciones
• Pero cuando son la nota predominante en
toda la presentación matan la sorpresa y ya no
crean contraste.
10. Escasa preparación y poco ensayo
• La mayor parte del tiempo de preparación de una
presentación se dedica a escribir el texto que
forman las diapositivas.
• Parece lógico pero no resulta muy eficiente.
• Una buena idea puede ser empezar a prepararla
sin ordenador, con lápiz y papel. Ningún
programa te condicionará entonces.
• Así es más fácil estructurar la presentación y verlo
todo con más perspectiva. Ya habrá tiempo de
usar el software después.
11. Colección de hechos y datos
• Si nos limitamos a ello podríamos anular la
presentación y enviar un mensaje con la
información que vamos a dar.
• La persona que presenta es quien hace la
diferencia. Le puede poner pasión, motivación
e inspirar a los demás.
• Aporta el componente emocional del que
carecen la mayoría de documentos.
12. Fin de los malos ejemplos
• Si tus diapositivas tienen cierto parecido a
algunas de las aquí mostradas mira la
siguiente presentación:
– Ejemplos de buenas diapositivas
• Y tómalas como fuente de inspiración para tus
próximas creaciones.