La bruja Alfonsa se enamora del príncipe Gerardo mientras este hacía ejercicio en el gimnasio. Intenta llevárselo a su casa pero la princesa Evelina y sus guardias llegan para rescatarlo, empezando una lucha entre la bruja y la princesa donde al final la bruja es derrotada. El príncipe y la princesa se van juntos dejando sola a la bruja.
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5. …que vivía sola con sus nueve
gatos en su cabaña de Bosque
Tenebroso.
Se llamaba Alfonsa, y aquel
día, como cada viernes, se
dirigió al reino a cometer
fechorías.
7. Una vez allí, se sentó y pidió
un batido de lagarto y
culebras, su preferido.
Sorbía y sorbía con su pajita
cuando vio al apuesto príncipe
del reino entrando por la
puerta…
9. Gerardo era tan, tan, tan
apuesto, que la bruja
Alfonsa no pudo evitar
acercarse a ayudarle.
El príncipe conocía la
innumerable lista de
maldades de Alfonsa.
-Dejar calva a gente
aleatoria del pueblo
-Robarle los dientes
al Ratoncito Pérez
-Y (su especialidad)
convertir en rana a
todo aquel que la
molestase
Entre otras muchas
cosas.
11. Alfonsa agarró su
aspiradora, lo recogió y voló
a casa con el príncipe
inconsciente a cuestas.
Una vez allí, temiendo que
Gerardo, que era tan, tan,
tan apuesto se escapara,
le hizo un hechizo de
amor para que, al
despertar, se quedara con
ella para siempre.
12. Pasaron un par de días y,
el lunes por la mañana,
Alfonsa escuchó un ruido
muy fuerte.
A caballo
Era la princesa Evelina, que
llegaba…
Acompañada de su
guardia real
13. Para rescatar a su príncipe.
De un golpe, derribó la
puerta y entró en casa
de la bruja espada en
mano.
- ¡Devuélveme a mi príncipedijo Evelina.
- ¡Jamás!- contestó Alfonsa.
Y empezó la lucha.
14. Rayos, centellas, gritos y
espadazos se sucedieron
por toda la habitación, la
princesa y la bruja
lanzaban golpes y
maldiciones a diestro y
siniestro.
Y, de pronto, ocurrió algo
inesperado...
LA PRINCESA…
EL PRÍNCIPE…
LA BRUJA…
15. La princesa se giró para ver a
Gerardo que se había
despertado y, aprovechando
el momento, la bruja le lanzó
su hechizo estrella...
Evelina empezó a dar
vueltas y vueltas como si
fuera un tornado y, cuando
paró, su cuerpo de princesa
se había transformado en
una rana gorda y fea.
16. Salió por la puerta
croando y la bruja Alfonsa
se quedó con su príncipe
apuesto para toda la
eternidad.
Vivieron juntos en su casita
de Bosque Tenebroso con
sus nueve gatos, y tuvieron
tres brujitas encantadoras
que, cada viernes, salían a
cometer fechorías.
17. El príncipe despertó.
Aunque todavía estaba
aturdido, los efectos del
encantamiento de amor
que la bruja le había
lanzado estaban perdiendo
su efecto, y Gerardo pudo
observar la escena a su
alrededor.
Alfonsa y Evelina seguían
luchando.
- ¡¿ Qué está ocurriendo
aquí?! – gritó el
príncipe.
- ¡Luchamos por ti!anunciaron a coro.
- No hace falta que
peleéis más, yo ya he
elegido a mi
enamorada.
18. Alfonsa y Evelina se quedaron
boquiabiertas esperando la
elección del príncipe
cuando, de pronto, él dijo...
-Un día que paseaba por el
mercado vi a la panadera y
me quedé prendado de ella.
Gerardo salió por la puerta
para no volver jamás, y la
princesa y la bruja se
quedaron tan solas,
que decidieron que todos los
sábados irían juntas al cine
para pasar el rato y así,
Alfonsa y Evelina se hicieron
amigas.
19. La Bruja intentó lanzarle a
Evelina su hechizo especial para
convertirla en rana pero, en un
despiste, le pisó la cola a uno de
sus nueve gatos, y tropezó.
En ese instante, la princesa
agarró con fuerza su espada y la
derrotó.
El príncipe Gerardo despertó y él
y Evelina se marcharon juntos a
palacio,
fueron a muchas fiestas y
banquetes y se compraron una
caravana de lujo para viajar por
todo el mundo.
20. A Alfonsa le encantaba ir
allí a molestar a la gente
que hacía ejercicio, se
entretenía deshinchando
los músculos de los
caballeros y haciendo que
las cintas de correr se
volvieran locas.
Cuando se dirigía a la zona
de las pesas vio al príncipe
del reino: Gerardo.
Era tan, tan, tan apuesto
que la bruja no pudo
evitar quedarse prendada
de él.
21. Alfonsa se acercó para
hablar con él.
Gerardo se sobresaltó
pensando que la bruja
quería hacer de las
suyas, y entonces…
¡Plas! Las enormes pesas
que había levantado le
cayeron sobre la cabeza
y quedó inconsciente.
Intentó huir, pero la
bruja conjuró un hechizo
que le dejó aturdido.
22. Derribaron la puerta y
entraron para rescatar al
príncipe de las garras de la
bruja Alfonsa, pero
ella, con su magia, los hizo
desaparecer a todos.
Evelina recogió del suelo la
espada de uno de sus
guardias y empezó la lucha.
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