3. La guerra se reanuda en Cube en 1895.
Martínez Campos con una actitud negociadora
intento aplasta la insurrección sin violencia y
fracaso.
El Gobierno a cabeza de Cánovas y Sagasta
enviaron a Valeriano Weyler que dividió la isla con
largas fronteras para evitar el entendimiento de
esta revolución.
Esto daba lugar a una guerra larga en el que se
vio envuelto EE UU.
4. Aunque la predisposición, tanto de políticos como de
militares, ante el enemigo era buena, España no tenía ni una
sola oportunidad de vencer a los Estados Unidos. Éste país
era una potencia floreciente mientras que España se
encontraba en el último peldaño de las llamadas "potencias
europeas“
La armada española era un chiste con poca gracia
respecto a lo que representaban los barcos enemigos.
Estados Unidos había fortalecido a su ejército y, en
consecuencia, a su flota como consecuencia de su Guerra
Civil, mientras que los barcos españoles estaban en el
momento del diseño ya estaban obsoletos; tenían poco
fuego y de mala calidad, carecían del suficiente blindaje y
tenían demasiada madera. En definitivas cuentas, estaban
condenados a ser hundidos antes de entrar en combate
5. El 2 de julio de 1898, el capitán general de Cuba, Ramón Blanco, ordena
que la flota salga de la bahía de Santiago eludiendo en lo posible el
combate, en contra de la opinión del contralmirante Pascual Cervera y de
todos sus capitanes, que consideraban un auténtico suicidio el abandono
del abrigo del puerto, donde se podían apoyar las operaciones por tierra.
Finalmente los barcos se vieron en la obligación de partir y ocurrió el
desastre anunciado. La armada española fue masacrada por los barcos
americanos. La incapacidad e incompetencia de un mando como Blanco
mandó a la muerte a miles de hombres a la vez que hizo a España perder su
flota.
Los problemas en Cuba no eran nada nuevos. En 1896 el general Valeriano
Weyler y Nicolau, hasta entonces capitán general de Cataluña, embarcaba
para La Habana. Había sido designado por el gobierno de Cánovas ,
general en jefe del ejército español en Cuba. Remplazará al general
Martínez Campos, que había dimitido ante el avance irresistible de los
revolucionarios cubanos. Weyler carece del menor talante conciliador y
esta dispuesto a acabar con la insurrección sin reparar en medios. El
resultado de su política de mano dura fue lo que los castellanos definen
como "pan para hoy y hambre para mañana."
6. En 1897 el gobierno republicano de los Estados Unidos,
presidido por McKinley adopta respecto a la cuestión
cubana una postura claramente intervencionista,
confirmando en el plano político el absoluto dominio
económico que Estados Unidos ejercía en la isla.
España jugó y perdió en su última aventura americana,
saliendo del continente con más pena que gloria. Los fallos
hispanos consistieron principalmente en no darse cuenta,
desde el primer momento, la categoria con el enemigo con
el que tenían que vérselas. Hubo incluso voces inconscientes
que aseguraban que la victoria española se produciría en
menos de tres semanas.
7. En el mes de marzo, una noche en que
curiosamente toda la marinería y oficialidad se
encontraban en tierra, el Maine explotó. Los
norteamericanos culparon a los españoles de
la detonación del barco. Ya tenían la excusa
perfecta para iniciar una guerra...
8. Poco después de que comenzara la guerra entre Estados Unidos y
España, Theodore Roosevelt, que tres años más tarde se convertiría en
presidente de los Estados Unidos, creó un regimiento de voluntarios que
marchó a Cuba a luchar contra los españoles. El cuadro representa un
momento de la batalla de la Colina de San Juan, asaltada por los
voluntarios de Roosevelt.
Arsenio Martínez Campos (1831-1900). Con su colaboración, a principios
de 1876 se puso fin a la tercera y última Guerra Carlista y fue ascendido
a capitán general. Destinado otra vez a Cuba, como jefe de las fuerzas
españolas en lucha frente a los independentistas, con quienes firmó en
febrero de 1878 la Paz de Zanjón que puso fin a la guerra de los Diez
Años. A su regreso a España, presidió brevemente un gobierno en el
cual desempeñó asimismo el Ministerio de la Guerra. Regresó al
gobierno el 8 de febrero de 1881, cuando formó parte, como ministro
de la Guerra, del presidido por el liberal Práxedes Mateo Sagasta, hasta
el 13 de octubre de 1883. A finales de 1893 regresó al norte de África y
pacificó la zona de Melilla. En marzo de 1895, fue enviado a Cuba para
tratar de dar fin a la que sería fase definitiva de la lucha
independentista contra la presencia española, pero sus intentos
pacificadores acabaron por provocar su sustitución al año siguiente por
el general Valeriano Weyler.
9. Vista de la Bahía de La Habana , situada en la costa norte de la isla, frente al estrecho
de Florida, en torno a la cual se asienta la ciudad de La Habana. Se construyó como
refugio para la navegación, ya que se comunica con el mar por un estrecho canal en
cuyos márgenes se encuentran los castillos de El Morro, La Cabaña y San Salvador de
la Punta, que protegían en el pasado el puerto y la ciudad. Su abrigada posición
provocó en 1517 el traslado de la ciudad de San Cristóbal de La Habana, fundada en
1514 a orillas del golfo de Batabanó, hasta su actual emplazamiento. En esta bahía
tuvo lugar la explosión y hundimiento del acorazado Maine en 1898, lo que provocó el
inicio de la Guerra Hispano-estadounidense.
Soldados españoles en Cuba (1895). Las fuerzas permanentes en la isla eran 150.000
hombres más 80.000 voluntarios milicianos . Con ese importante contingente, con el
apoyo social de la mayoría de la población que no deseaba la independencia de
España, con el apoyo incondicional de la metrópoli, que mandaba constantes
suministros a la isla y contra un ejército que no llegó nunca a contar con más de 50.000
hombres (mal armados y peor pertrechados) los españoles hicieron el ridículo a nivel
militar y abrieron la puerta a la intervención estadounidense.
El 24 de agosto de 1879, transcurrido poco más de un año desde los acuerdos de
Zanjón, dio comienzo en la provincia de Oriente un nuevo levantamiento contra las
autoridades españolas. El brote independentista estaba dirigido por José Maceo
(hermano de Antonio), Guillermo Moncada , Quintín Banderas, Calixto García y otros
jefes nacionalistas de la guerra de los Diez Años. Falto de apoyo entre la población
cubana, el movimiento fue fácilmente reprimido por el general Camilo García
Polavieja .
10. La represión que el general Weyler ejerció en
Cuba pronto se volvió en contra de los
intereses de España, que se colocó en el
punto de mira de la prensa estadounidense,
ansiosa de legitimar una intervención militar.
En octubre de 1897 el presidente del gobierno
español Práxedes Mateo Sagasta cesó a
Weyler y nombró en su lugar a Ramón Blanco
(quien ya había desempeñado el cargo de
capitán general de Cuba entre 1879 y 1881), a
la vez que, en un gesto por evitar la guerra,
concedía la autonomía plena a los cubanos
11. Cuba: Fue devastada, arruinada y hambrienta. EE UU la
convertido en su protectorado ocupándola miliarmente
(1899-1902) La isla obtuvo la independencia política en 1902.
Tomás Estrada Palma se convertía en el primer presidente de
la República de Cuba
EE UU: Marcaba en 1898 una etapa imperialista. Dueños del
Caribe impusieron el dólar en toda América Latina y el
control de las Filipinas ponía en contacto al gigante
americano con Asia Occidental. Obtuvo la independencia
de Panamá. De esta forma queda como primera potencia
mundial.
España: El desastre del 98 hizo que se sumiera en un
deshonor. Marcó el fin del dominio colonial.