El poema habla sobre la importancia de escuchar los ecos y descifrar la verdad, ya que no existen verdades a medias. La persona se siente condenada a un país de silencios donde la frialdad y la duda no pueden dañarla. Sueña con un reino de espejos y corredores secretos, pero las realidades que aplastan han destrozado los vidrios que guardaban sus sueños. El poema termina afirmando que la poesía de la autora no morirá y eternizará a quienes ha amado eternamente en el tiempo