2. Los especialistas del Plan de Respuesta por
Terremoto (PRT) de la DPAE, creado en el
2004, trabajan bajo un escenario probable: un sismo
de mediana magnitud, con intensidad 6.8 en la
escala de Richter, que afectaría a la capital del país
en un lapso de tiempo que ellos calculan así:
“Existen unos períodos presumibles: cada año
ocurren dos temblores suaves, cada 10 años un
sismo fuerte y cada cien años hay posibilidades de
que haya un temblor tan fuerte que puede llegar a
ser un terremoto.
3. Dentro de los estudios “probabilísticos” que maneja el PRT sobre
cómo ocurriría ese sismo, cuál sería su nivel de destrucción, y
cómo sería el proceso de recuperación y reconstrucción de la
ciudad, hay algunas conclusiones que se atreven a dar y otras
que prefieren mantener en reserva, “porque puede generar
pánico en la ciudad —enfatiza Ignacio Gallo—. Tenemos que
dejar claro que nosotros trabajamos bajo unas probabilidades.
Un sismo no se puede predecir; tampoco se puede saber de qué
magnitud va a ser. Lo que hacemos nosotros es tratar de prever
las cosas ”.