Este documento ofrece consejos para ejercitar el cerebro y mejorar la memoria a través de actividades no rutinarias. Explica que pequeños olvidos son normales después de los 30 años, pero que el cerebro puede mantenerse flexible mediante estímulos que generen neurotrofinas. Recomienda cambiar rutinas como la ducha, usar la mano no dominante, leer en voz alta, tomar rutas alternativas, aprender nuevas habilidades y identificar objetos con los ojos cerrados para estimular el cerebro.