Este documento presenta un libro titulado "Administración de sangre y hemoderivados. Compendio de medicina transfusional" que cubre diversos temas relacionados con la medicina transfusional incluyendo los fundamentos, donación de sangre, hemoderivados, estudios pre-transfusionales, administración, criterios transfusionales de varios productos sanguíneos, reacciones transfusionales, y medicina transfusional neonatal y pediátrica. El libro fue dirigido y coordinado por El
5. Estudios para la salud 14
Administración de sangre y
hemoderivados.
Compendio de medicina
transfusional
Dirección y coordinación
Elias Aguilar Ligorit
ESCUELA VALENCIANA DE
ESTUDIOS DE LA SALUD
2004
6.
7. PRESENTACIÓN
Es para mi un orgullo y una satisfacción el poder presentar el libro
“Administración de sangre y hemoderivados. Compendio de Medicina
Transfusional”; y lo es por un doble motivo. El primero de ellos se debe
a que todos sus autores desempeñan su actividad profesional en distintos
centros asistenciales de la Conselleria de Sanitat, siendo la segunda razón,
el que nuestra Comunidad haya sido pionera, en el territorio español, en
el desarrollo en los sistemas de Hemovigilancia.
Los avances científicos en el campo de la medicina y la creación de
nuevos centros hospitalarios, han supuesto un incremento significativo en
las necesidades de hemoderivados. Si a ello unimos el carácter altruista y
colaborador de los donantes de sangre, que son en definitiva los que per-
miten disponer de los mismos, podemos deducir, sin duda alguna, que nos
encontramos ante una situación de gran sensibilidad e impacto social en
donde hay que hacer compatible la solidaridad de las personas con la
seguridad. Por ello iniciativas que posibiliten adecuar y mejorar su uso, o
la utilización de distintas medidas alternativas, como vienen reflejadas en
este libro, deben ejercer su impacto sobre la calidad asistencial.
En la Consellería de Sanitat tenemos como uno de los principales obje-
tivos irrenunciables el ofertar servicios sanitarios de calidad, es decir, la
mejor asistencia al mejor coste posible. En todo acto médico se unen por
un lado los conocimientos científicos y técnicos del profesional acerca del
estado de salud del paciente, y por otro las opciones terapéuticas disponi-
bles; es entonces y tras el diálogo entre médico y paciente cuando se
acuerda la mejor alternativa posible de intervención. La sangre y los
hemoderivados son un recurso terapéutico valioso, ya que su administra-
ción depende del altruismo de los donantes de sangre, de su procesamien-
to en los Centros Regionales de Transfusión y de su adecuada utilización
por parte de los facultativos, al tratarse de un recurso escaso y con una
caducidad relativamente corta.
Toda acción encaminada a gestionar un uso racional y adecuado de la
sangre y sus derivados supondrá un impacto en la calidad asistencial y una
mejora del escaso recurso sanitario que representa.
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8. Quisiera, por último, felicitar a todos los profesionales que han parti-
cipado en la elaboración de este libro por el magnifico trabajo que han
realizado, de la misma manera que nunca nos cansaremos de agradecer la
nobleza y generosidad de los que, verdaderamente, son los protagonistas
anónimos de esta actividad: los donantes de sangre de la Comunidad
Valenciana. A todos ellos quiero hacer llegar el agradecimiento sincero de
miles y miles de valencianos.
Vicente Rambla Monplet
Conseller de Sanitat
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9. PRÓLOGO
Es difícil una proyección de la imagen de la Conselleria de Sanidad de
la Generalitat Valenciana al resto de sistemas sanitarios, sin el compromi-
so de difundir los trabajos realizados por los profesionales del sistema de
salud valenciano; es por ello que a través de la Escuela Valenciana de
Estudios de la Salud se está realizando un gran esfuerzo en la publicación
y difusión de los mismos.
El libro “Administración de sangre y hemoderivados. Compendio de
Medicina Transfusional”, lo podemos dividir en cuatro grandes bloques
interrelacionados entre sí, pero con connotaciones diferentes. Una prime-
ra parte, aborda los pilares de la Medicina Transfusional actual, basados
en la Biología, Inmunología y Genética; para después pormenorizar los
métodos de obtención, procesamiento y fraccionamiento de la donación
de una unidad de sangre, con especial mención a los requisitos para ser
candidato a donar sangre, así como todas las pruebas a las que es someti-
da antes de poder ser utilizada y administrada a los pacientes subsidiarios
de la misma; mención especial merecen los capítulos dedicados a la des-
cripción de los distintos tipos de hemoderivados, los estudios que se rea-
lizan para su completa compatibilidad con los receptores, y las normas de
su correcta administración, sin olvidar el apartado dedicado al consenti-
miento informado y las distintas consideraciones éticas sobre su utiliza-
ción.
La segunda parte del libro trata de las indicaciones de los distintos
tipos de hemoderivados así como de sus diferentes normas de administra-
ción, y sus efectos tanto beneficiosos como adversos; con especial men-
ción a la etapa neonatal y pediátrica con sus peculiaridades propias que la
hacen una subespecialidad dentro de la Hemoterapia.
Un tercer bloque lo representa el estudio sistemático de los distintos
efectos adversos y no deseables provocados por la administración de san-
gre y/o hemoderivados, tanto desde el punto de vista inmunológico, infec-
cioso, como por otros mecanismos más complejos, incluyendo los provo-
cados por la administración masiva de hemoderivados ante situaciones
vitales provocadas por hemorragias masivas.
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10. Finalmente una cuarta parte del libro aborda temas de especial interés
en la actualidad; desde la utilidad e indicaciones de la transfusión autólo-
ga en sus distintas vertientes y modalidades, las distintas alternativas far-
macológicas a la utilización de hemoderivados, los mecanismos de
Hemovigilancia para poder detectar los posibles efectos adversos debido
a su utilización, hasta las nuevas tecnologías que tienen como fin dismi-
nuir al máximo el potencial riesgo infeccioso, sin olvidar las indicaciones
para poder gestionar adecuadamente los productos sanguíneos almacena-
dos.
Los apéndices tienen el mérito de aportar en escasas páginas un resu-
men muy conciso de las indicaciones de los hemoderivados, así como
recopilar toda la legislación vigente relativa a la Medicina transfusional
tanto a nivel nacional, como autonómico y Europeo.
En definitiva la obra que tienen en sus manos, es un enorme trabajo
promovido desde las instituciones sanitarias de la red pública de la
Comunidad Valenciana, cuyo objetivo se ha guiado únicamente por la
vocación de servicio a los profesionales de la salud y consecuentemente a
todos los ciudadanos que utilizan los servicios sanitarios.
Finalmente deseo expresar mi reconocimiento a todos y cada uno de
los autores de este libro conocedor de su dedicación, profesionalidad, y de
las muchas horas de trabajo que han robado a su vida familiar para que los
lectores tengan en su mano una valiosísima arma de trabajo en su queha-
cer cotidiano.
Rafael Peset Pérez
Director General de la Escuela
Valenciana de Estudios de la Salud
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11. DIRECCIÓN Y COORDINACIÓN:
Elías Aguilar Ligorit
Servicio de Hematología. Hospital Malva-rosa. Valencia.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.
AUTORES:
Elías Aguilar Ligorit
Servicio de Hematología. Hospital Malva-rosa. Valencia.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Iluminada Ample Guillén
Centro de Transfusiones de la Comunidad Valenciana. Valencia.
Consellería de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Juan Aragó Domingo
Servicio de Pediatría. Hospital La Fe. Valencia.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Cristina Arbona Castaño
Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital Clínico Universitario.
Valencia.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Alfonso Aranda Arrufat
Servicio de Hematología. Hospital Marina Alta. Denia. Alicante.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Guillermo Cañigral Ferrando
Servicio de Hematología. Hospital General de Castellón. Castellón.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Josefina Chirivella López
ATS-DUE. Hospital Malva-rosa. Valencia.
Consellería de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Inmaculada García Navarro
Servicio de Hematología. Hospital de la Plana. Villarreal, Castellón.
Consellería de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Cecilia García-Peñuela Pons
ATS-DUE. Hospital Malva-rosa. Valencia.
Consellería de Sanitat. Generalitat Valenciana
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12. Fernando Gómez Pajares
Unidad de Medicina Preventiva. Hospital Malva-rosa. Valencia.
Consellería de Sanitat. Generalitat Valenciana.
María Guinot Martínez
Servicio de Hematología. Hospital General de Castellón. Castellón.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.
José Guix García
Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital Clínico Universitario. Valencia.
Consellería de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Cristina Hernández Solanot
ATS-DUE. Hospital Malva-rosa. Valencia.
Consellería de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Miguel Juantegui Azpilizcueta
Servicio de Otorrinolaringología. Hospital General de Requena. Requena.
Valencia.
Consellería de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Begoña Laiz Marro
Servicio de Análisis Clínicos. Hospital Malva-rosa. Valencia.
Consellería de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Antonia Llorens Ortells
ATS-DUE. Hospital Malva-rosa. Valencia.
Consellería de Sanitat. Generalitat Valenciana.
María Antonia Marco Artal
Unidad de Inspección.
Consellería de Sanitat. Generalitat Valenciana.
José Luis Marco Garbayo
Servicio de Farmacia. Hospital General de Requena. Requena. Valencia.
Consellería de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Dolores Mirabet García
Servicio de Hematología. Hospital de Vinaroz. Vinaroz. Castellón.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Mario Montagud Porta
Servicio de Hematología. Hospital de Vinaroz. Vinaroz. Castellón.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.
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13. José A. Montoro Alberola
Centro de Transfusiones de la Comunidad Valenciana. Valencia
Desamparados Moral Baltuille
FEA de Análisis Clínicos. Hospital de Sagunto. Sagunto. Valencia.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Rafael Peset Pérez
Director General de la Escuela Valenciana de Estudios de la Salud.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Guillermo Pou Santonja
Servicio de Cirugía. Hospital Malva-rosa. Valencia.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Roberto Roig Oltra
Director del Centro de Transfusiones de la Comunidad Valenciana. Valencia
Consellería de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Eva Romero García
Servicio de Anestesia. Hospital Malva-rosa. Valencia.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.
José Sanchis Cervera
Servicio de Hematología. Hospital de la Plana. Villarreal, Castellón.
Consellería de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Juan Silla Criado
Servicio de Anestesia. Hospital Malva-rosa. Valencia.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Carlos Tejerina Botella
Servicio de Cirugía Plástica y Reoaradora. Hospital Malva-rosa. Valencia.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Eugenio Tejerina Botella
Servicio de Cirugía. Hospital Malva-rosa. Valencia.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Raúl Varas Lerma
Servicio de Pediatría. Hospital La Fe. Valencia.
Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.
Rafael Villamón Fort
Servicio de Urología. Hospital Malva-rosa. Valencia.
Consellería de Sanitat. Generalitat Valenciana.
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14.
15. ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ...................................................................................... 17
CAPITULO 1. FUNDAMENTOS DE LA TRANSFUSIÓN
SANGUÍNEA ............................................................................................... 19
CAPITULO 2. LA DONACIÓN DE SANGRE ....................................... 97
CAPITULO 3. HEMODERIVADOS. TIPOS. DESCRIPCIÓN.
INDICACIONES. CONTRAINDICACIONES. EFECTOS
SECUNDARIOS. ADMINISTRACIÓN. EFECTOS
TERAPÉUTICOS ....................................................................................... 147
CAPITULO 4. CONSENTIMIENTO INFORMADO. ETICA Y
TRANSFUSIÓN .......................................................................................... 213
CAPITULO 5. ESTUDIOS PRE-TRANSFUSIONALES ....................... 225
CAPITULO 6. ADMINISTRACIÓN DE HEMODERIVADOS ............ 267
CAPITULO 7. CRITERIOS TRANSFUSIONALES DE LOS
CONCENTRADOS DE HEMATÍES ........................................................ 309
CAPITULO 8. CRITERIOS TRANSFUSIONALES DE LOS
CONCENTRADOS DE PLAQUETAS ..................................................... 355
CAPITULO 9. CRITERIOS TRANSFUSIONALES DE LOS
CONCENTRADOS DE GRANULOCITOS ............................................ 377
CAPITULO 10. CRITERIOS TRANSFUSIONALES DEL PLASMA
FRESCO CONGELADO ........................................................................... 385
CAPITULO 11. CRITERIOS TRANSFUSIONALES DE LOS
CRIOPRECIPITADOS .............................................................................. 399
CAPITULO 12. CRITERIOS TRANSFUSIONALES DE LA
ALBÚMINA HUMANA ............................................................................. 413
CAPITULO 13. CRITERIOS TRANSFUSIONALES DE LAS
INMUNOGLOBULINAS INTRAVENOSAS Y ANTI-Rh ..................... 423
CAPITULO 14. CRITERIOS TRANSFUSIONALES DE LOS
CONCENTRADOS FARMACÉUTICOS DE FACTORES DE
LA COAGULACION ................................................................................. 465
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16. CAPITULO 15. MEDICINA TRANSFUSIONAL NEONATAL Y
PEDIATRICA .............................................................................................. 489
CAPITULO 16. REACCIONES TRANSFUSIONALES. CONCEPTO.
CLASIFICACION. SINTOMATOLOGÍA. NORMAS DE
ACTUACIÓN .............................................................................................. 575
CAPITULO 17. REACCIONES TRANSFUSIONALES
INMUNOLÓGICAS ................................................................................... 591
CAPITULO 18. REACCIONES TRANSFUSIONALES NO
INMUNOLÓGICAS ................................................................................... 639
CAPITULO 19. ENFERMEDADES TRANSMITIDAS POR LA
TRANSFUSIÓN DE SANGRE Y HEMODERIVADOS ......................... 667
CAPITULO 20. TRANSFUSIÓN MASIVA ............................................. 737
CAPITULO 21. TRANSFUSIÓN AUTOLOGA PROGRAMADA ....... 753
CAPITULO 22. ALTERNATIVAS FARMACOLÓGICAS A LA
TRANSFUSIÓN DE SANGRE Y HEMODERIVADOS ......................... 801
CAPITULO 23. SUPLENTES Y SUSTITUTOS DE LA SANGRE ...... 845
CAPITULO 24. REDUCCIÓN DEL RIESGO RESIDUAL
INFECCIOSO EN MEDICINA TRANSFUSIONAL .............................. 867
CAPITULO 25. HEMOVIGILANCIA ..................................................... 907
CAPTIULO 26. RESERVAS DE UNIDADES DE CONCENTRADO
DE HEMATÍES EN CIRUGÍA PROGRAMADA ................................... 927
APÉNDICE I. REVISIÓN RAPIDA DE LOS HEMODERIVADOS .... 939
APÉNDICE II. LEGISLACIÓN ACTUAL EN ESPAÑA SOBRE
TRANSFUSIÓN Y HEMODERIVADOS ................................................. 959
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17. INTRODUCCIÓN
“Yo creo que para ser escritor basta con tener
algo que decir en frases propias o ajenas”.
Pío Baroja.
“Los que escriben con claridad tienen lectores, los
que escriben oscuramente tienen comentaristas”.
Albert Camus
Los avances científicos de las últimas décadas, han cambiado de forma radi-
cal las actitudes de los profesionales sanitarios en distintas especialidades tanto
médicas como quirúrgicas, así como en gran número de enfermedades. La
Medicina Transfusional, no ha sido ajena a ellos y se ha beneficiado en distintas
parcelas tales como: el fraccionamiento de la donación de sangre, la obtención de
los distintos productos sanguíneos lábiles y su mejor disponibilidad, la detección
precoz de enfermedades infecciosas potencialmente transmisibles en los donan-
tes de sangre, y la aplicación de técnicas de inactivación de patógenos en los dis-
tintos productos sanguíneos. No obstante, la obtención de sangre humana para su
administración sigue dependiendo de la generosidad y altruismo de los donantes
de sangre, por lo que se tiene que ser muy estricto en su adecuada utilización ya
que no disponemos de “una fuente inagotable”. De ahí que todos los profesiona-
les que cuidamos la salud y bienestar de nuestros enfermos, tengamos que reali-
zar un esfuerzo en no sólo transfundir cuando es necesario, sino en transfundir
mejor y sólo aquel producto que se necesita.
Existen en la literatura médica excelentes y extensos tratados sobre la
Hemoterapia o Medicina Transfusional, que son “gigantes” ante este pequeño
manual; si bien más enfocados al médico especialista en Hematología y
Hemoterapia que al resto de facultativos; de ahí que el principal objetivo de este
libro haya sido acercar la Medicina Transfusional a las distintas especialidades
médicas y quirúrgicas.
Hemos tratado de poner al alcance de los profesionales sanitarios un manual
que sea sobre todo práctico, esquemático, didáctico, de fácil lectura y herramien-
ta útil a la hora de tomar decisiones sobre la administración de productos sanguí-
neos; y son ellos los que tienen que valorar si los objetivos que nos marcamos han
sido alcanzados.
Finalmente agradecer a todos los autores, compañeros y amigos, el esfuerzo
realizado no sólo en aunar criterios, sino en las muchas horas dedicadas a este ilu-
sionante proyecto.
Elías Aguilar Ligorit
Valencia, Junio 2004
17
18.
19. 1. FUNDAMENTOS DE LA TRANSFUSIÓN
SANGUINEA
Elías Aguilar Ligorit*, Begoña Laiz Marro#.
*Servicio de Hematología. #Servicio de Análisis Clínicos. Hospital Malva-rosa. Valencia.
Consellería de Sanitat. Generalitat Valenciana
La Inmunohematología es la parte de la hematología que estudia los sis-
temas de los grupos sanguíneos, así como las complicaciones inmunoló-
gicas en las que se ven implicados. Uno de los aspectos más relevantes de
la inmunohematología, es el estudio y cuantificación de los llamados gru-
pos sanguíneos eritrocitarios que poseen componentes antigénicos pre-
sentes en la superficie de los hematíes, y que están relacionados directa-
mente con la terapia transfusional y la prevención de accidentes hemolíti-
cos graves secundarios a la misma.
El conocimiento de los grupos sanguíneos ha sido de gran importancia no
sólo en el campo de la medicina transfusional, sino también en el conoci-
miento de la genética humana y de la fisiopatología de determinadas ane-
mias hemolíticas producidas por anticuerpos dirigidos contra ciertos antí-
genos eritrocitarios. De enorme importancia ha sido el conocimiento de la
sensibilización feto-materna para la profilaxis de la anemia hemolítica del
recién nacido o eritroblastosis fetal. Las bases de la medicina transfusio-
nal actual radican en el conocimiento y desarrollo de la inmunología, la
genética y los grupos sanguíneos, que de forma muy esquemática descri-
bimos a continuación.
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20. A. Conceptos básicos en Inmunología
La Inmunología es la ciencia biológica que estudia todos los mecanismos
fisiológicos de defensa de la integridad biológica del organismo. Dichos
mecanismos consisten esencialmente en la identificación de lo extraño y
su destrucción. La inmunología también estudia los factores inespecíficos
que coadyuvan a los anteriores en sus efectos finales. Existen una serie de
conceptos básicos, que nos van a permitir conocer las bases de la transfu-
sión de sangre:
Afinidad: medida de la fuerza de intensidad de unión entre un determi-
nante antigénico y su sitio de unión con el anticuerpo.
Aglutinación: forma de reacción antígeno-anticuerpo en la cual son nece-
sarios anticuerpos solubles divalentes o polivalentes y antígenos celulares
o particulados.
Alérgeno: cualquier agente que provoca una reacción de hipersensibili-
dad mediada por la IgE.
Alergia: estado de reactividad inmune alterado, en un segundo contacto
con un antígeno. Usualmente se refiere a la hipersensibilidad tipo I.
Alogénico: relación genética de desigualdad entre dos individuos de la
misma especie. Usado para describir fenotipos genéticamente diferentes
presentes en individuos de la misma especie, como los antígenos de los
grupos sanguíneos o los alotipos de las inmunoglobulinas.
Anafilaxia: reacción de hipersensibilidad inmediata debida a la liberación
de mediadores desde mastocitos sensibilizados por la IgE.
Anergia: fracaso de la respuesta inmune tras la estimulación por parte de
un antígeno que posee la capacidad de provocar dicha respuesta.
Anticuerpo: son glucoproteínas que forma el organismo como respuesta
al contacto con un antígeno, y que reaccionan específicamente con él.
Antígeno: sustancia capaz de provocar una reacción o respuesta inmuni-
taria, tras su unión específica provoca una respuesta inmune.
Apoptosis: mecanismo de autodestrucción celular por fragmentación del
ADN en segmentos, debido a endonucleasas dependientes de calcio acti-
vadas por estímulos exógenos.
Atopia: manifestación clínica de una reacción de hipersensibilidad de
tipo I caracterizada por eczema, asma, rinitis y alergia.
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21. Avidez: intensidad de la unión entre los componentes de una reacción
antígeno-anticuerpo.
Basófilo: pertenece a los leucocitos polimorfonucleares tiñéndose por los
llamados colorantes básicos, cuya función primordial radica en la res-
puesta inflamatoria.
β2-microglobulina: polipéptido que forma parte de diversas proteínas de
membrana y que se incluye en las moléculas CMH de clase II.
Célula de Langerhans: célula presentadora de antígenos situada en la
piel que cuando emigra a los ganglios linfáticos se denomina célula den-
drítica; son muy activas en la presentación de antígenos a los linfocitos T.
Célula dendrítica: células presentes en tejidos que capturan antígenos y
migran a ganglios linfáticos y bazo donde son particularmente activas en
procesar y presentar antígenos a células T.
Célula inmunocompetente: poblaciones celulares que hacen posible la
acción del sistema inmune: son los linfocitos T, B, células K, NK, macró-
fagos y polimorfonucleares.
Célula K: célula responsable de la citotoxicidad mediada por células,
dependiente de anticuerpo, poseyendo receptores Fc.
Célula NK: es la célula de la contestación innata que reconoce y provo-
ca la muerte de las células anormales (células infectadas o células tumo-
rales, que carecen de moléculas clase I del CMH); constituyen las células
responsables de la citotoxicidad no HLA restringida.
Célula presentadora de antígenos: generalmente se refiere a células que
expresan moléculas HLA clase II en su superficie, que pueden procesar y
presentar antígenos a los linfocitos T colaboradores. Este término es poco
usado para describir células que presentan antígenos a células T citotóxi-
cas.
Citocinas: proteínas producidas por las células en respuesta a una gran
variedad de estímulos y que son capaces de alterar de alguna manera el
comportamiento de otras células. La naturaleza de las células sobre las
que ejercen su efecto viene determinada por la presencia de receptores
específicos; éstos pueden localizarse en la superficie de las células que las
producen, de células vecinas o en otros órganos y tejidos (efecto seme-
jante a las hormonas).
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22. CMH: Complejo Mayor de Histocompatibilidad. Es un locus genético
muy polimórfico que determina la expresión de los antígenos de histo-
compatibilidad que participan en las interacciones celulares durante la
respuesta inmune.
CMH clase I: molécula constituida por una cadena polipeptídica poli-
mórfica unida no covalentemente a la β2 microglobulina. Codificado por
HLA-A, B y C en humanos. Están expresadas en casi todas las células.
Estas moléculas presentan antígenos a linfocitos T CD8.
CMH clase II: moléculas compuestas por dos cadenas polipeptídicas (a y
b). Codificadas por HLA-DR, DQ y DP en humanos. Presente sólo en
algunos tipos celulares, relacionados con la presentación antigénica a lin-
focitos CD4.
CMH clase III: moléculas codificadas por genes situados dentro del
CMH, que no están involucradas en la presentación antigénica. Incluyen
algunos componentes del complemento.
Complemento: grupo de proteínas séricas involucradas en el control de la
inflamación, activación de fagocitos y ataque lítico a membranas celulares.
Determinante antigénico: estructura presente en la superficie molecular de
un antígeno, capaz de combinarse con una sola molécula del anticuerpo.
Epítopo: porción específica de un antígeno macromolecular al cual se une
un anticuerpo.
Fagocitosis: proceso mediante el cual una célula atrapa un material y lo
incluye en una vacuola dentro del citoplasma.
Fragmento Fab: fragmento de una molécula de inmunoglubulina que se
obtiene mediante la escisión con papaína. Se obtienen siempre dos frag-
mentos Fab idénticos, cada uno de los cuales posee un único sitio de unión
al antígeno; contienen el idiotipo.
Fragmento Fc: fragmento de una molécula de inmunoglubulina que se
obtiene mediante la escisión con papaína. En este fragmento residen las
propiedades biológicas de la inmunoglobulina; contiene el alotipo y deter-
mina la clase de cadena pesada.
Hapteno: sustancia química de pequeño tamaño capaz de unirse a un anti-
cuerpo, pero que debe estar fijada a una macromolécula para estimular
una respuesta inmunitaria adaptativa a dicha sustancia química.
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23. Hemaglutinación: aglutinicación eritrocitaria causada por anticuerpos.
HLA: complejo mayor de histocompatibilidad humano.
Inmunidad: conjunto de mecanismos de defensa de los seres vivos fren-
te a agentes externos extraños. Se adquiere al nacer, y va madurando y
consolidándose durante los primeros años de vida.
Inmunidad celular: inmunidad en la cual es predominante la participa-
ción de linfocitos y macrófagos.
Inmunidad humoral: respuesta inmune mediada por anticuerpos y com-
plemento.
Inmunocomplejos: productos de la reacción antígeno-anticuerpo que
además pueden contener componentes del sistema del complemento.
Inmunogenicidad: capacidad de una sustancia de suscitar una respuesta
inmunitaria.
Inmunoglobulinas: grupo de glicoproteínas estructuralmente relaciona-
das que son producidas por linfocitos B y células plasmáticas y que son
responsables de la inmunidad humoral.
Integrinas: diversas moléculas de adhesión a las superficies celulares.
Linfocito B1: son una población menor de linfocitos de B, que secretan
anticuerpos poliespecíficos de baja-afinidad de tipo IgM. La mayoría
expresa CD5 en su superficie celular y se encuentran en renovación cons-
tante.
Linfocito B2: constituyen la población principal de linfocitos de B, deri-
van de las células madre de la médula ósea, no expresan CD5, y secretan
anticuerpos muy específicos en los tejidos linfoides secundarios.
Linfocito T helper (colaborador): linfocito T (que normalmente expre-
sa CD4) que secreta varias citocinas necesarias para la actividad funcio-
nal de otras células del sistema inmune.
Linfocito T citotóxico: linfocito T (que normalmente expresa CD8) que
es la célula designada para reconocer y destruir complejos de péptidos y
moléculas del CMH en la membrana celular.
Linfocito Th1: es un linfocito T-helper (colaborador) que secreta citoci-
nas: interleukina-2 e interferon-γ (pero no interleukina-4, 5, o 6), inhibe el
tipo 2 de las células T-helper, y está principalmente involucrado en la
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24. inmunidad mediada por células (activación de macrófagos y de las célu-
las T citotóxicas).
Linfocito Th2: es un linfocito T-helper (colaborador) que secreta citoci-
nas: interleukina-4, 5, 6, y 10 (pero no interleukina-2 e interferon-γ), inhi-
be el tipo 1 de las células T-helper, y está principalmente envuelto en la
inmunidad humoral (en la producción de anticuerpos por las células B).
Linfocito Th3: es un linfocito T-helper (colaborador) recientemente des-
cubierto, que ejerce un mecanismo supresor de la respuesta inmune.
Macrófago: leucocito mononuclear que interviene en la captación, trans-
formación y presentación del antígeno a los linfocitos inmunocompeten-
tes y que posee capacidad fagocítica.
Mastocito: célula presente sobre todo en el tejido conectivo que posee en
su citoplasma histamina, serotonina y heparina. Tras la fijación de anti-
cuerpos tipo IgE a la membrana y subsiguiente reacción con el antígeno
específico, liberan estas sustancias.
Memoria: capacidad de responder tras un primer contacto con un rápido
aumento en el título de anticuerpos o con una acelerada proliferación de
linfocitos sensibilizados un posterior contacto con el mismo antígeno.
Órganos linfoides primarios: órganos donde los linfocitos se diferencian
a partir de células madres linfoides y proliferan y maduran hacia células
con capacidad efectora. Son la médula ósea para linfocitos B y el timo
para los T.
Órganos linfoides secundarios: son aquellos donde se disponen los lin-
focitos ya maduros e inmunológicamente competentes y donde se produ-
cen las respuestas inmunitarias frente a los estímulos antigénicos.
Incluyen los ganglios linfáticos, el bazo y el tejido linfoide asociado a las
mucosas del tracto respiratorio y gastrointestinal (MALT o mucosal asso-
ciated lymphoid tissue).
Reacción inmunitaria: actuación integrada de un gran número de meca-
nismos heterogéneos de defensa contra sustancias y agentes extraños. En
general, a las sustancias extrañas se las denomina como antígenos, y son
ellos los que desencadenan en el organismo una serie de eventos celulares
que provocan la producción de los mecanismos de defensa.
Respuesta primaria: respuesta inmune que se produce durante el primer
contacto con un antígeno.
24
25. Respuesta secundaria: respuesta que se produce durante el segundo con-
tacto con un antígeno. Juega un importante papel la memoria inmunoló-
gica.
Tolerancia: condición en la cual clones de células responsivas han sido
eliminadas o inactivadas por un previo contacto con un antígeno dando
por resultado que no se produzca respuesta inmune cuando se administra
un antígeno.
Vía alternativa: vía de activación del complemento en la que intervienen
los factores C3, B, D, P, H, e I, originando una activación de C3.
Vía clásica: vía por la que el complejo antígeno-anticuerpo, activa el sis-
tema del complemento de forma secuencial.
A.1. Componentes del sistema inmunitario
El sistema inmunitario se compone de una serie de órganos y tipos celu-
lares diferentes, que han evolucionado para reconocer a los antígenos no
propios o extraños.
A.1.1. Células del sistema inmune
A.1.1.1. Sistema celular monocito-macrofago
Es un sistema celular que tiene su origen en la célula pluripotente de la
médula ósea. Los monocitos circulan por el torrente sanguíneo y emigran
a los tejidos o a las zonas inflamatorias; pueden emigrar hacia los tejidos
y diferenciarse en el sistema macrofágico. Los macrófagos se localizan en
todo el organismo, sobre todo en el hígado, bazo, ganglios linfáticos,
amígdalas, tejido linfoide gastrointestinal, y en los fluidos sinoviales,
peritoneales y pleurales.
Los macrófagos poseen varios receptores celulares en su superficie, entre
los que se encuentra un receptor para la porción Fc de las inmunoglobuli-
nas, y un receptor para el componente C3b del sistema del complemento.
De ahí que participen activamente en la fagocitosis, la inflamación y en la
inmunidad natural o inespecífica.
Distinguimos los siguientes tipos celulares:
• Fagocitos mononucleares: Monocitos sanguíneos y macrófagos
tisulares. Los macrófagos pueden adoptar formar diversas, con cito-
plasma abundante y se encuentran en todos los órganos y tejidos
25
26. conectivos, llamándose de forma diferente según su localización
(células de microglía en el sistema nervioso central, Kupffer en el
hígado, macrófagos alveolares en los pulmones, osteoclastos en el
hueso, etc.). Son células presentadoras de antígenos, así como bue-
nas células efectoras de la inmunidad innata y adaptativa, fagocita-
doras de microorganismos y productoras de citocinas que activan
otras células inflamatorias.
• Células dendríticas: Desempeñan un importante papel en la induc-
ción de las respuestas de los linfocitos T, y la mayoría pueden deri-
var de los fagocitos mononucleares, y poseen proyecciones citoplas-
máticas. Las células dendríticas inmaduras se localizan en los epite-
lios de la piel (células de Langerhans) y de los sistemas gastrointes-
tinal y respiratorio; capturan y transportan los antígenos a los gan-
glios linfáticos, donde se convierten en células presentadoras de antí-
genos.
• Células dendríticas foliculares: No derivan de las anteriores; están
presentes en los centros germinales de los folículos linfoides de los
ganglios linfáticos, bazo y sistema MALT; atrapan antígenos unidos
a anticuerpos, o a proteínas del complemento, y se los presentan a los
linfocitos B.
A.1.1.2. Linfocitos T
Los linfocitos T tienen su origen en la célula pluripotente de la médula
ósea, de donde ésta viaja al Timo para su maduración y diferenciación, y
posterior salida a la circulación sanguínea. Los linfocitos T representan el
75-80% de todos los linfocitos; se distinguen los siguientes tipos de lin-
focitos T:
• Linfocito T helper (colaborador): linfocito T (qué normalmente
expresa CD4) que secreta varias citocinas necesarias para la activi-
dad funcional de otras células del sistema inmune. Existen varias
subclases:
✓ Linfocito Th1: es un linfocito T-helper (colaborador) que secreta
citocinas: interleukina-2 e interferon-γ (pero no interleukina-4, 5,
o 6), inhibe el tipo 2 de las células T-helper, y está principalmente
involucrado en la inmunidad mediada por células (activación de
macrófagos y de las células T citotóxicas).
26
27. ✓ Linfocito Th2: es un linfocito T-helper (colaborador) que secreta
citocinas: interleukina-4, 5, 6, y 10 (pero no interleukina-2 e inter-
feron-γ), inhibe el tipo 1 de las células T-helper, y está principal-
mente envuelto en la inmunidad humoral (en la producción de
anticuerpos por las células B).
✓ Linfocito Th3: es un linfocito T-helper (colaborador) recientemen-
te descubierto, que ejerce un mecanismo supresor de la respuesta
inmune.
• Linfocito T citotóxico: linfocito T (que normalmente expresa CD8)
que es la célula designada para reconocer y destruir complejos de
péptidos y moléculas del CMH en la membrana celular.
A.1.1.3. Linfocitos B
Producen anticuerpos. Deben el nombre a la “Bursa de Fabricius” de las
aves, donde se observó que maduraban. En mamíferos, la primera fase de
maduración lo hacen en la médula ósea. Cuando se activan, aumentan
mucho de tamaño, producen gran cantidad de anticuerpo y pasan a deno-
minarse células plasmáticas. Se distinguen dos subclases de linfocitos B:
• Linfocito B1: son una población menor de linfocitos de B, que secre-
tan anticuerpos poliesfecíficos de baja-afinidad de tipo IgM. La
mayoría expresa CD5 en su superficie celular y se encuentran en
renovación constante.
• Linfocito B2: constituyen la población principal de linfocitos de B,
derivan de las células madre de la médula ósea, no expresan CD5, y
secretan anticuerpos muy específicos en los tejidos linfoides secun-
darios.
A.1.1.4. Linfocitos NK
Los linfocitos NK (natural killer), carecen de especificidad y de memoria,
por lo que forman parte del sistema de la inmunidad natural o inespecífi-
ca. Representan el 15-20% de los linfocitos sanguíneos, y sus marcadores
distintivos son CD16 y CD57, y su maduración es extratímica. La mayo-
ría son linfocitos granulares grandes, con una mayor proporción citoplas-
mática que los linfocitos T o B. Realizan dos tipos de funciones: acción
citotóxica, y acción reguladora del sistema inmune a través de las citoci-
nas que producen.
27
28. A.1.2. Órganos y tejidos del sistema linfoide
A.1.2.1. Órganos linfoides primarios
• Médula ósea: Es el lugar donde se generan todas las células sanguí-
neas circulantes del adulto, incluyendo a los linfocitos inmaduros, y
es el lugar de maduración de los linfocitos B; están constituidos por
islotes de células hematopoyéticas situados en el interior de los hue-
sos. Las células que maduran salen a través de la densa red de senos
vasculares para acceder a la circulación vascular. En caso de lesión,
el hígado y el bazo podrían ser reclutados como sitios de hematopo-
yesis. Todas las células sanguíneas se originan a partir de una célula
madre común que se va diferenciando hacia estirpes celulares espe-
cíficas (eritroide, megacariocítica, granulocítica, monocítica y linfo-
cítica). La proliferación y maduración en la médula ósea de las célu-
las precursoras es estimulada por citocinas como las denominadas
factor estimulante de colonias.
• Timo: Es el sitio de maduración de los linfocitos T; es un órgano
bilobulado situado en el mediastino anterior. Cada lóbulo se divide
en múltiples lobulillos con septos fibrosos. Cada lobulillo consta
de una región cortical, adonde llegan los precursores de los linfo-
citos T (denominado Timocito), y una región medular con los lin-
focitos T ya maduros, que posteriormente pasarán a la sangre y a
órganos linfoides periféricos. También se encuentran dispersas,
células dendríticas y macrófagos procedentes de la médula ósea.
En la médula hay unas estructuras denominadas corpúsculos de
Hassall, espirales de células epiteliales que pueden ser restos de
células degeneradas.
A.1.2.2. Órganos linfoides secundarios o periféricos
• Bazo: Es el gran ganglio que drena los antígenos de la sangre. En un
adulto pesa unos 150 gramos. Está irrigado por la arteria esplénica
que acaba formando pequeñas arteriolas a las que se fijan folículos
linfoides. Se distinguen dos regiones: pulpa roja que participa en la
destrucción de eritrocitos deteriorados así como en su nueva genera-
ción y en la fagocitosis de ciertos microorganismos, y la pulpa blan-
ca con el tejido linfoide y macrófagos que participan en la generación
de respuestas inmunes. La vena esplénica recoge la sangre y la lleva
desde el bazo hasta la circulación portal.
28
29. • Sistema linfático y Ganglios linfáticos: Son los lugares en los que se
inician las respuestas inmunitarias frente a los antígenos transporta-
dos por la linfa. Son pequeños agregados nodulares de tejido rico en
linfocitos situados a lo largo de los conductos linfáticos distribuidos
por todo el cuerpo; está dividido en área cortical, con agregados de
células que constituyen los folículos, ricos en linfocitos B, área para-
cortical con los T, y médula central donde se producen todas las inte-
racciones entre células inmunocompetentes maduras para activar la
respuesta inmune. Algunos folículos contienen áreas centrales llama-
das centros germinales que se desarrollan en respuesta a antígenos y
que poseen alta densidad de células dendríticas. El líquido intersticial
absorbido, denominado linfa, fluye a través de los conductos linfáti-
cos pasando por los diferentes ganglios, que actúan como filtros.
• Sistema MALT: Se asemejan a los ganglios linfoides, pero no están
encapsulados, y suelen desencadenar respuestas inmunes del tipo
IgA, que son anticuerpos que atraviesan la membrana mucosa y pue-
den impedir la entrada de microorganismos infecciosos. Ejemplos de
este tipo de tejido son las Placas de Peyer (intestino delgado) o las
amígdalas.
• Sistema inmunitario cutáneo: La piel es el órgano inmune mayor del
organismo. Las células de Langerhans epidérmicas constituyen el
entramado del sistema inmunitario cutáneo, constituyendo un entra-
mado casi continuo que le permiten capturar prácticamente cualquier
antígeno y llevarlo a los ganglios linfáticos. También existen linfoci-
tos intraepidérmicos que pueden reconocer específicamente al antí-
geno.
A.2. Antígeno
Se denomina así toda sustancia que, introducida en el organismo, se reco-
noce como no propia y es capaz, bajo condiciones apropiadas, de provo-
car una reacción o respuesta inmune específica. Esta respuesta o contes-
tación inmune que es siempre específica frente al antígeno que la desen-
cadena, puede ser de dos tipos:
• Reacción de tipo humoral consistente en la formación de anticuer-
pos (proteínas del grupo de las globulinas) que se unen específica-
mente al antígeno correspondiente. Es el tipo de inmunidad más fre-
cuente en los procesos inmunohematológicos.
29
30. • Reacción de tipo celular, caracterizada por la activación de linfoci-
tos o células inmunocompetentes bajo la influencia de un antígeno.
Esta inmunidad, debido a que se acompaña, de liberación de subs-
tancias vasoactivas por las células, puede dar lugar a una reacción de
tipo inflamatorio.
Los antígenos se caracterizan por poseer un poder inmunógeno o capaci-
dad de estimular la producción de anticuerpos y una estructura química
diferente según la naturaleza del antígeno que reacciona con el anticuer-
po mediante un mecanismo de complementariedad química o estérica que
reacciona con el anticuerpo. La parte del antígeno que reacciona con el
anticuerpo se denomina determinante antigénico.
Los antígenos los podemos clasificar atendiendo a diversos parámetros en
los siguientes tipos:
• En función de su origen:
✓ Xenoantígeno: un antígeno perteneciente a una especie deter-
minada, e introducido en otra especie distinta.
✓ Aloantígeno: antígeno de la misma especie, pero de indivi-
duos de distinto genotipo, por lo que es capaz de suscitar una
respuesta inmunitaria.
✓ Autoantígeno: antígeno presente normalmente en algunas célu-
las, y que es capaz de originar la formación de autoanticuerpos
al no ser reconocido como propio por el sistema inmune.
• En función de su estructura:
✓ Antígeno parcial: algunos antígenos están constituidos por
un mosaico de estructuras reactivas donde a cada una de ellas
le corresponde un anticuerpo específico. Cada una de dichas
estructuras, corresponde a un antígeno parcial.
✓ Antígeno compuesto: es el caso de que dos determinantes
antigénicos vecinos, pueden asociarse y provocar una nueva
estructura antigénica, reconocida por un “tercer” anticuerpo.
• En función de su localización:
✓ Antígeno de membrana: se localiza sobre una membrana
celular, y es directamente accesible al anticuerpo o a los linfo-
citos efectores,
30
31. ✓ Criptoantígeno: se localiza en la parte interna de una mem-
brana celular y no directamente accesible por el anticuerpo.
✓ Antígeno soluble: no se localiza en ninguna parte celular.
✓ Antígeno ubicuo: es aquel que según los casos puede estar
presente en numerosas especies diferentes, o presente en
diversos tipos celulares dentro de una misma especie.
• En función de su frecuencia en una determinada especie:
✓ Antígeno público: es un antígeno presente en la practica tota-
lidad de los sujetos de una misma especie.
✓ Antígeno privado: es un antígeno que rara vez está presente
en los sujetos de una misma especie.
A.3. Anticuerpos
Los anticuerpos son proteínas plasmáticas que se han generado en el orga-
nismo como respuesta a la entrada de un antígeno. Pertenecen al grupo de
las globulinas, se hallan situadas en la fracción denominada gamma y
debido a su relación directa con la inmunidad se conocen con el nombre
de Inmunoglobulinas (Igs). Estas Igs pueden diferenciarse en los huma-
nos en base a: su tamaño, función biológica, propiedades bioquímicas, y
actividad serológica.
De forma estructural, las inmunoglobulinas están constituidas por cuatro
cadenas: dos de ellas llamadas ligeras (denominadas kappa y lambda) y
otras dos llamadas pesadas debido a su diferente peso molecular (deno-
minadas gamma, alfa, mu, delta y epsilon); las cadenas pesadas y las lige-
ras están unidas entre sí mediante puentes disulfuro y cada cadena está
formada por una región constante (C) y otra variable (V). En la región
constante, la composición de aminoácidos es siempre la misma, mientras
que, en la región variable, el número o la disposición de los mismos puede
variar según la naturaleza del antígeno. La región constante no varía
mucho entre anticuerpos de la misma clase y subclase (constituye el iso-
tipo y el alotipo). La región variable es diferente entre los diferentes anti-
cuerpos (constituye el idiotipo).
Las 4 cadenas de las Igs se unen en forma de Y con una región central
bisagra. Con proteasas vegetales (pepsina, papaína) se liberan dos frag-
mentos proteicos:
31
32. El tallo se denomina Fragmento cristalizable (Fc) y es la región constan-
te por donde el anticuerpo puede unirse a la célula con un receptor espe-
cífico, siendo la región que determina las propiedades biológicas de la Igs.
La parte bifurcada de la Y constituye el fragmento denominado
Fragmento de unión al antígeno (Fab: fragment antigen-binding). Es la
zona más variable y se une a cada determinante antigénico compatible.
Las inmunoglobulinas en general, tienen las siguientes propiedades:
✓ Capacidad de unirse con el antígeno. Esta unión se realiza a nivel
de las regiones variables de sus cadenas (ligeras y pesadas).
✓ Pueden unirse al complemento (C3) a nivel de una porción de las
cadenas pesadas.
✓ Las inmunoglobulinas IgG pueden atravesar la barrera placenta-
ria.
Se distinguen los siguientes tipos de Igs:
• IgM.
Es la Igs más grande y su estructura es pentamérica (5 moléculas
unidas por puentes disulfuro y por una cadena J de unión); represen-
ta el 5-10% de las mismas y es la primera inmunoglobulina que sin-
tetiza el neonato por sí mismo, y también es la primera en aparecer
durante la respuesta primaria. Debido a su gran tamaño está confina-
da en el torrente circulatorio por lo que no se extravasa a los tejidos
y al espacio extravascular.
Fija el complemento ya que para activar el componente C1q se
requieren dos moléculas de inmunoglobulinas cercanas, cosa que la
pentamérica IgM logra "por definición", y es mucho más eficaz que
la IgG en la activación del complemento y en la aglutinación. No
atraviesa la barrera placentaria.
Muchos anticuerpos de grupos sanguíneos son capaces de aglutinar
hematíes que poseen los antígenos correspondientes, si se realizan
pruebas de compatibilidad en salina a temperatura ambiente, y se
trata de anticuerpos IgM.
• IgG.
Es la Igs más abundante en el plasma, representando el 70-80% del
total de las mismas, y debido a su peso molecular muy pequeño
32
33. puede difundirse por los fluidos intersticiales. Existen cuatro subcla-
ses en humanos, que se diferencian estructuralmente entre sí por el
tamaño de la región bisagra y el número de puentes disulfuro entre
las cadenas pesadas, y funcionalmente por sus diversas actividades
biológicas (IgG1, IgG2, IgG3 e IgG4). Las IgG1 e IgG3 funcionan
muy bien como opsoninas: se unen a receptores Fc de la superficie
de células fagocíticas (sobre todo macrófagos), ayudándolas a fago-
citar y destruir el microorganismo. La IgG3 más que la IgG1 y más
que la IgG2 activan el complemento por la ruta clásica; cierto domi-
nio de dos moléculas de IgG se une al componente C1q del comple-
mento, para iniciar la activación de éste. La IgG1, IgG3 e IgG4 cru-
zan fácilmente la placenta, por lo que es la primera línea de defensa
en los primeros meses de vida.
La IgG es el anticuerpo predominante que se produce en la respues-
ta inmune secundaria, y por lo tanto es el de mayor importancia clí-
nica en la medicina transfusional. La gran mayoría de los antígenos
de los distintos grupos sanguíneos pueden desencadenar la produc-
ción de anticuerpos de tipo IgG que poseen las siguientes caracterís-
ticas: se detectan mediante pruebas basadas en sus características
como reacción a 37º C, aglutinación indirecta y hemólisis; de ahí que
las pruebas cruzadas de compatibilidad tengan como principal obje-
tivo detectar e identificar anticuerpos de tipo IgG.
• IgA.
Existen dos subclases de IgA: La IgA1 y la IgA2. Representa un 10-
15% del total de Igs circulantes (predominantemente la IgA1 en
forma de monómeros); pero en las secreciones seromucosas (saliva,
lágrimas, fluido nasal, tracto bronquial, tracto genitourinario, tracto
digestivo, leche materna y calostro) es muy abundante la IgA2, que
aparece como dímero, se produce en grandes cantidades y juega un
papel muy importante como línea de defensa en el tracto respirato-
rio, gastrointestinal y genito-urinario.
La IgA no atraviesa la barrera placentaria ni es capaz de fijar el com-
plemento. En medicina transfusional tiene interés las personas con
déficit de IgA que pueden desarrollar anticuerpos anti-IgA que pro-
vocan reacciones transfusionales anafilácticas severas; por lo que en
éstos pacientes hay que administrar sangre y componentes carentes
de IgA.
33
34. • IgE.
Es la menos abundante en suero (0.3 mg/mL). Es la mediadora de las
reacciones de hipersensibilidad inmediata (alergias), como la fiebre
del heno, asma extrínseco o el shock anafiláctico; para ello, las molé-
culas de IgE se unen a receptores específicos para Fc de IgE situados
en las membranas de los mastocitos tisulares y de los basófilos san-
guíneos. Cuando dos moléculas de IgE unidas a sus respectivos
receptores en estas células se entrecruzan con el alergeno específico,
se produce la degranulación de los mismos, lo que libera mediadores
farmacológicamente activos, como histamina y ciertas citocinas.
También se provoca la síntesis de novo de prostaglandinas y leuco-
trienos. Todo ello colabora en los síntomas de alergia.
La IgE también juega un papel fisiológico, beneficioso: confiere protec-
ción local frente a ciertos patógenos grandes, como ciertos parásitos,
reclutando células plasmáticas y efectoras a través de una reacción de
inflamación aguda. Si el parásito ha logrado atravesar la barrera de las
mucosas y la de la sIgA, puede ser reconocido por moléculas de IgE
específicas previamente unidas a receptores de mastocitos; ello desenca-
dena una reacción inflamatoria aguda en la que las aminas vasoactivas
(histamina) y diversos factores quimiotácticos atraen a polimorfonuclea-
res neutrófilos; a continuación entran en el tejido moléculas de IgG, com-
ponentes del complemento, granulocitos y eosinófilos. Estos últimos
reconocen al parásito recubierto por IgG, y colaboran en su destrucción.
• IgD.
Representa menos del 1% de todas las Igs. Es fundamentalmente una
Ig de membrana celular, que se localiza sobre todo en la superficie
de los linfocitos B. No activa el complemento ni cruza la placenta.
Se conoce poco sobre su función, y no se han detectado anticuerpos
de su naturaleza frente a las células sanguíneas, por lo que carece de
interés transfusional.
A.4. Reacciones antígeno-anticuerpo
En el momento en el que un anticuerpo entra en contacto con un antígeno
contra el que está dirigido, ambos se unen formando el complejo antíge-
no-anticuerpo, cuya unión es no covalente, y por tanto reversible, pero da
lugar a la denominada reacción antígeno-anticuerpo de interés relevante
en inmunohematología.
34
35. Las reacciones antígeno-anticuerpo (tanto “in vivo” e “in vitro”) están
sometidas a diversas condiciones del medio en que se realizan, destacan-
do entre ellas las siguientes:
• Composición del medio: proteínas, fuerza iónica, pH.
• Temperatura. La intensidad de las reacciones antígeno-anticuerpo
varía en función de la temperatura. Debido a ello se distinguen dos
tipos de anticuerpos: calientes (que reaccionan principalmente a 37º
C) y fríos (activos a 4º C). Entre ambos existe una gama de anticuer-
pos que actúan a temperaturas intermedias.
• Proporción relativa de antígeno y anticuerpo. Es fundamental para
el desarrollo y visualización “in vitro” de toda reacción antígeno-
anticuerpo. Si en una serie de tubos se coloca una cantidad constan-
te de anticuerpos y a cada uno de ellos se añaden cantidades crecien-
tes de antígeno, al valorar en el sobrenadante y en el paquete de
hematíes la cantidad de complejos antígeno-anticuerpos formados,
observaremos una curva con características distintas en función del
exceso de antígeno o anticuerpo.
Las reacciones antígeno-anticuerpo eritrocitarias “in vitro”, pueden ser de
diferente tipo, de las cuales las más importantes son:
• Hemólisis. La unión del anticuerpo al antígeno produce la lisis eri-
trocitaria en presencia del complemento.
• Aglutinación. El anticuerpo al fijarse sobre los hematíes favorece su
aglutinación. Estos anticuerpos que reaccionan en medio salino se
conocen como anticuerpos "completos" o aglutinantes.
• Aglutinación en medio macromolecular. Son anticuerpos que sólo
producen aglutinación eritrocitaria cuando los hematíes se hallan sus-
pendidos en una solución de macromoléculas (albúmina al 30%, dex-
trano u otras).
• Prueba de Coombs o antiglobulínica. Es un procedimiento útil para
poner de manifiesto la presencia de anticuerpos sensibilizantes o
incompletos, y consiste en enfrentar hematíes recubiertos de anti-
cuerpos sensibilizantes con anticuerpos dirigidos contra los propios
anticuerpos sensibilizantes.
Las reacciones antígeno-anticuerpo eritrocitarios pueden presentar “in
vivo” tres consecuencias:
35
36. • Aglutinación eritrocitaria y destrucción intravascular de los hema-
tíes aglutinados. En ocasiones, esta reacción es muy rápida e intensa
(hemólisis aguda).
• Hemólisis producida por la fijación del anticuerpo y acción posterior
del complemento.
• Unión del anticuerpo al hematíe, facilitando con ello la captación y
destrucción del mismo por las células del sistema mononuclear fago-
cítico.
A.5. Sistema del complemento
Se define el complemento como un sistema funcional de aproximada-
mente 30 proteínas séricas, que circulan en el plasma en su forma inac-
tiva, y que interaccionan entre sí de modo regulado, formando una cas-
cada enzimática, que permite una amplificación de la respuesta humo-
ral. La activación y fijación del complemento a microorganismos cons-
tituye un importantísimo mecanismo efector del sistema inmune, facili-
tando la eliminación del antígeno y generando una respuesta inflamato-
ria.
Existen varios receptores específicos para los distintos componentes acti-
vados del complemento, y que se localizan en las distintas poblaciones de
leucocitos.
Las consecuencias de la activación y fijación del complemento incluyen:
• Lisis del microorganismo o célula diana (en medicina transfusional,
el hematíe).
• Opsonización, con la consiguiente mejora de la fagocitosis y des-
trucción.
• Los productos difusibles del complemento activado provocan un
incremento de la quimiotaxis sobre los fagocitos y actuan como ana-
filotoxinas en el control de la respuesta inflamatoria.
• Amplificación de la respuesta humoral específica.
• Eliminación de los inmunocomplejos.
Hasta hace muy poco se hablaba de dos rutas de activación del comple-
mento (la clásica y la alternativa), pero recientemente se ha descubierto
una tercera vía, denominada vía de las lecitinas.
36
37. • La vía clásica conecta con el sistema inmune adaptativo por medio de
su interacción con inmunocomplejos.
• La vía alternativa conecta con el sistema de inmunidad natural o ines-
pecífica, interaccionando directamente con la superficie del microor-
ganismo.
• La vía de las lecitinas es una especie de variante de la ruta clásica,
pero que se inicia sin necesidad de anticuerpos, y por lo tanto perte-
nece al sistema de inmunidad natural.
Las tres vías comparten las últimas fases, consistentes en el ensamblaje,
sobre la superficie del microorganismo, del denominado complejo de ata-
que a la membrana.
Los componentes de las primeras fases de las vías clásica y alternativa son
diferentes, pero su comparación muestra sus semejanzas estructurales y
funcionales. También existen semejanzas entre las proteínas C1 de la vía
clásica y las proteínas recién descubiertas de la vía de las lectinas. Parece
ser que las moléculas implicadas en cada vía debieron evolucionar por
duplicación génica y ulterior diversificación.
A.6. Respuesta inmune
Es la actuación integrada de un gran número de mecanismos heterogéne-
os de defensa contra sustancias y agentes extraños. Distinguimos dos tipos
de respuesta: la innata o inespecífica, y la adaptativa o específica.
A.6.1. Respuesta innata o inespecífica
Esta respuesta innata o inespecífica viene determinada por la primera
línea de defensa del organismo:
• Las barreras físicas que suponen la piel intacta y las membranas
mucosas.
• Ciertos factores fisiológicos como: el ácido clorhídrico en la cavidad
estomacal, el epitelio ciliado del tracto respiratorio, las grandes can-
tidades de ácidos grasos no saturados en la piel, sudor, lágrimas y
flora natural.
• Las células fagocíticas del sistema retículo-endotelial, capaces de
englobar y destruir organismos que han penetrado en el organismo.
37
38. • La reacción inflamatoria del organismo a la lesión o injuria que se
caracteriza por: aumento del suministro de sangre al área afecta,
aumento de la permeabilidad capilar, y la migración leucocitaria al
tejido circundante a la lesión; todo ello provoca los síntomas del pro-
ceso inflamatorio: hinchazón, calor, dolor y rubor.
• La capa epitelial puede producir péptidos dotados de una función
antibiótica natural, así como existen linfocitos intraepiteliales que
son un nexo de unión con la inmunidad adaptativa.
• Otros componentes celulares son los neutrófilos (fagocitan y destru-
yen microorganismos), los macrófagos (igual que los neutrófilos y
secretan citocinas que estimulan la inflamación y presentan antígeno
para activar la respuesta adaptativa) y las células NK (lisis de células
infectadas y activación de macrófagos).
• Proteínas efectoras circulantes: Complemento (destrucción de micro-
organismos, opsonización, activación de leucocitos), Lectinas (acti-
vación del complemento), factores de coagulación (aislamiento de
los tejidos infectados).
• Citocinas: TNF, IL-1 (inflamación e inducción de fiebre), IFNa,
IFNb (resistencia a infecciones virales), IFNg (activación leucoci-
tos), IL-10, TGFb (control de la inflamación).
A.6.2. Respuesta adaptativa o específica
La respuesta inmunitaria adaptativa o específica viene determinada por
la especificidad, el reconocimiento, la memoria, y la reacción específi-
ca:
• Presenta la habilidad de reconocer lo propio y lo extraño.
• La exposición a sustancias o materiales no propios y por lo tanto
extraños, provoca la generación de anticuerpos (inmunidad humoral)
y la activación celular de los linfocitos T (inmunidad celular).
• Existe un alto grado de interacción entre ambos sistemas (humoral y
celular).
• En inmunohematología, tiene un mayor interés y relevancia las cau-
sas y los efectos de la inmunidad humoral.
• Presenta las siguientes características:
38
39. ✓ Especificidad: antígenos distintos estimulan respuestas específi-
cas distintas.
✓ Diversidad: respuesta frente a una gran variedad de antígenos.
✓ Memoria: exposiciones repetidas del mismo antígeno producen
respuestas aumentadas.
✓ Especialización: se producen respuestas óptimas frente a diferen-
tes tipos de antígenos.
✓ Autolimitación: se regula el sistema inmunitario, llevándolo a un
estado de reposo después de eliminado el antígeno (homeostasis).
✓ Ausencia de autorreactividad: se impide la lesión del huésped
durante la respuesta a los antígenos.
A.6.3. Regulación de la respuesta inmune
La respuesta inmune tiene unos mecanismos muy complejos de regula-
ción, pero sí estos fallan, se pueden producir una serie de alteraciones muy
diversas que oscilan entre: un exceso de respuesta, que puede producir un
proceso inflamatorio llamado hipersensibilidad, una deficiente regulación
de lo que son antígenos propios y extraños, que puede conducir a un pro-
ceso de autoinmunidad, y un defecto de activación de la vigilancia inmu-
nológica, que puede conducir a un déficit inmunitario caracterizado por la
infección por gérmenes, aparición de tumores, etc.
En medicina transfusional, tienen interés sobre todo las dos primeras, y en
especial las denominadas reacciones de hipersensibilidad, ya que diversas
reacciones transfusionales se producen mediante un mecanismo de hiper-
sensibilidad.
Las reacciones de hipersensibilidad se producen por una respuesta inmu-
ne excesiva frente a sustancias normalmente no infecciosas denominadas
alérgenos.
En todos los casos de hipersensibilidad, el primer contacto con el alérge-
no no origina ningún tipo de reacción importante, pero se sensibilizan las
células de memoria para producir la sintomatología clínica tras una segun-
da exposición.
Según los componentes del sistema inmune que inician la respuesta y si
ésta se produce de una forma inmediata o de una forma "retardada", se
39
40. pueden distinguir cuatro tipos distintos de reacciones de hipersensibilidad,
siendo las dos primeras las que tienen más relevancia en medicina trans-
fusional:
• Hipersensibilidad de tipo I: Es el caso más conocido de alergia
(polen, penicilina, picaduras de insecto, alergias alimentarias). Se
produce una respuesta de tipo IgE, que se une a los receptores Fc de
los mastocitos, sensibilizándolos. Una segunda exposición al antíge-
no activa a estas células liberándose mediadores fisiológicos como
histaminas, leucotrienos, heparina, etc. Se produce contracción del
músculo liso, vasodilatación, secreción de moco (anafilaxia). La
reacción puede ser sistémica, provocando graves trastornos (shock
circulatorio, muerte: penicilina, picaduras de insectos en casos extre-
mos) o localizada (fiebre del heno: polen, ácaros del polvo domésti-
co; alergias alimentarias con los típicos "habones").
• Hipersensibilidad de tipo II: Es el caso donde el alérgeno es o se
une a una célula (reacción tras recibir una transfusión de sangre de
diferente grupo). Recibe el nombre de reacción citotóxica o citolíti-
ca, y está mediada por IgG o IgM que, tras unirse a la superficie celu-
lar, activan las rutas del complemento.
• Hipersensibilidad de tipo III: Implica la formación de inmunocom-
plejos (por IgG) que no son eliminados de forma normal, acaban acu-
mulándose y produciendo daños en los vasos sanguíneos, riñón y/o
articulaciones.
• Hipersensibilidad de tipo IV: También se denomina hipersensibili-
dad de tipo retardada por ser más lenta que las demás (hasta varios
días). Está mediada por Linfocitos Th1. Se produce una activación
específica de estos linfocitos que conduce a un proceso de inflama-
ción y daño tisular considerable.
B. Conceptos básicos en genética
La Genética es la ciencia que trata de la reproducción, herencia, variación
y del conjunto de fenómenos y problemas relativos a la descendencia;
desde el punto de vista clínico, estudia los factores genéticos que inciden
en la aparición de ciertas enfermedades.
Existen una serie de conceptos básicos dentro de la genética, que son
indispensables para entender las bases de la medicina transfusional:
40
41. Ácidos nucléicos: moléculas formadas por macropolímeros de nucle-
ótidos o polinucleótidos, que están presentes en todas las células, cons-
tituyendo la base material de la herencia transmisible.
ADN: abreviatura de ácido desoxirribonucleico. Es la molécula que
contiene y transmite la información genética de los organismos
excepto en algunos tipos de virus (retrovirus). Está formada por dos
cadenas complementarias de nucleótidos que se enrollan entre sí
formando una doble hélice que se mantiene unida por enlaces de
hidrógeno entre bases complementarias. Los cuatro nucleótidos que
forman el ADN contienen las bases adenina (A), guanina (G), cito-
sina (C) y timina (T). Dado que en el ADN la adenina se empareja
sólo con la timina y la citosina sólo con la guanina, cada cadena del
ADN puede ser empleada como molde para fabricar su complemen-
taria.
ARN: molécula formada por un poli-ribonucleótido de longitud varia-
ble que contiene Uracilo en vez de Timina. Hay cuatro tipos: ARN
mensajero (ARNm), ARN ribosómico (ARNr), ARN transferente
(ARNt) y un ARN heterogéneo nuclear (ARNHn).
Alelos: cada una de las variantes génicas que puede ocupar un locus
cromosómico y que controla el mismo carácter.
Cariotipo: dotación cromosómica completa de un individuo o una
especie, que puede observarse durante la mitosis. El término también
se refiere a la presentación gráfica de los cromosomas, ordenados en
pares de homólogos y que se puede describir conforme a una nomen-
clatura convencional.
Cromosoma: corpúsculo intracelular que se compone de ADN aso-
ciado a proteínas y que representa una serie lineal de unidades funcio-
nales denominadas “genes”.
Delección: pérdida de un segmento de un cromosoma.
Dominante: rasgo fenotípico (y el alelo que lo determina) que se
expresa en un individuo heterocigoto. Los alelos dominantes se deno-
minan con letras mayúsculas para diferenciarlos de los recesivos.
Fenotipo: conjunto de características observables de un organismo o
grupo, fruto de la interacción entre su genotipo y el ambiente en que
éste se expresa.
41
42. Gen: es la unidad elemental de ADN capaz de: reproducirse por repli-
cación, transmitir un mensaje hereditario y poder sufrir modificaciones
(mutaciones); ocupa un “locus” definido en un cromosoma.
Gen dominante: aquel que solo necesita un alelo para expresarse,
enmascarando la presencia de su alelo recesivo.
Gen estructural: el que codifica la formación de un determinado pro-
ducto.
Gen mutante: gen que ha experimentado un cambio en su secuencia
de bases como pérdida, ganancia o intercambio de material genético,
lo que afecta a la transmisión normal y a la expresión del carácter para
el que codifica. Estos genes pueden convertirse en inactivos o mostrar
actividad reducida, aumentada o antagonista.
Gen recesivo: gen que sólo se expresa si están presentes dos copias,
una de cada progenitor.
Gen supresor: unidad de información genética, capaz de invertir los
efectos de un tipo específico de mutación de otros genes.
Genoma: conjunto de todos los genes de un organismo.
Genotipo: conjunto de los alelos de un individuo en uno, varios o
todos sus loci.
Haplotipo: la porción del fenotipo determinada por genes íntima-
mente ligados de un solo cromosoma heredados en un sólo proge-
nitor.
Herencia: proceso por el cual determinados rasgos o características se
transmiten de padres a hijos. Implica la separación y recombinación de
genes durante la meiosis y las posibles influencias posteriores sobre el
material genético durante la embriogénesis.
Herencia mendeliana: patrón de herencia monofactorial definido por
Mendel, puede ser autosómica (dominante o recesiva) o ligada al cro-
mosoma X.
Herencia multifactorial: Patrón de herencia de los rasgos fenotípicos
que están determinados a la vez por factores genéticos (a menudo por
varios genes) y por factores ambientales.
Herencia dominante: patrón de herencia de un rasgo fenotípico que
solo precisa un alelo de un determinado gen para expresarse. Los ale-
42
43. los dominantes se denominan con letras mayúsculas para diferenciar-
los de los recesivos.
Herencia recesiva: patrón de herencia de un rasgo fenotípico que pre-
cisa ambos alelos de un determinado gen para poder expresarse. Los
alelos recesivos se denominan con letras minúsculas para diferenciar-
los de los dominantes.
Herencia co-dominante: patrón de herencia de un rasgo fenotípico que se
expresan los dos alelos de un determinado gen. Ninguno de los dos alelos
es dominante o recesivo, de modo que ambos influencian el fenotipo.
Heterocigoto: se denomina así a una célula que posee dos genes ale-
los diferentes en un locus determinado de dos cromosomas homólogos.
Homocigoto: se denomina así a una célula que posee dos genes alelos
idénticos en un locus determinado de dos cromosomas homólogos.
Idiotipo: un único determinante antigénico en la región variable de un
anticuerpo.
Isotipo: variaciones genéticas dentro de la familia de proteínas o pép-
tidos.
Locus o “loci”: es el lugar de emplazamiento de un gen en un deter-
minado cromosoma.
Mutación: cambios en la secuencia de bases en el material genético.
Recesivo: rasgo fenotípico (y los alelos que lo determinan) que sólo se
expresa en el estado homocigoto o hemicigoto. Los alelos recesivos se
denominan con letras minúsculas para diferenciarlos de los dominantes.
Replicación: proceso por el que una molécula de ADN o ARN origi-
na otra idéntica a la preexistente.
Seudogen: gen inactivo.
Translocación: modificación estructural de cromosomas en la que un
segmento cromosómico cambia de posición bien en el propio cromo-
soma o en otro cromosoma.
C. Grupos sanguíneos eritrocitarios
Los denominados grupos sanguíneos son un conjunto de sustancias de
naturaleza proteíca compleja, que se localizan de forma fundamental, en la
43
44. membrana de los eritrocitos. Dichas sustancias, tienen un carácter antigé-
nico, por lo que existen anticuerpos capaces de reaccionar con las mismas.
Los antígenos eritrocitarios se agrupan en sistemas (Tabla 1.1.), siendo la base
fundamental que define un sistema su independencia genética. Todos los antí-
genos pertenecientes a un mismo sistema se transmiten de forma conjunta,
pero son independientes entre sí y pueden estar asociados o presentar una rela-
ción inmunológica con antígenos pertenecientes a otros sistemas (Tabla 1.2.).
Algunos antígenos no han encontrado su lugar en ningún sistema concre-
to, motivo por el cual no han recibido la denominación de sistema, y se
agrupan en función de colecciones de grupos sanguíneos (Tabla 1.26.), y
de antígenos de baja (Tabla 1.27.) o alta frecuencia (Tabla 1.28.).
Los antígenos de grupo sanguíneo pueden ser producto directo de su gen
correspondiente (caso de los antígenos del sistema Rh) o productos indi-
rectos (caso de los antígenos del sistema ABO), donde el gen determina la
producción de un enzima, que a su vez modifica una sustancia base para
dar lugar al antígeno eritrocitario correspondiente.
Los anticuerpos frente a los sistemas antigénicos eritrocitarios, suelen ser
del tipo IgG e IgM, y más raramente IgA; y pueden ser agrupados en base
a ciertas características:
• En función de su origen:
✓ Heteroanticuerpos: procedentes de otras especies animales o
vegetales.
✓ Aloanticuerpos: procedentes de la misma especie, pero de indi-
viduos de constitución antigénica diferente.
✓ Autoanticuerpos: dirigidos contra los propios hematíes del indi-
viduo.
• En función de su mecanismo de aparición:
✓ Naturales: existen sin estimulo previo demostrable.
✓ Inmunes: existe un estimulo antigénico evidente que determina
su aparición.
✓ Regulares: se hallan siempre presentes cuando el organismo
carece del antígeno correspondiente.
✓ Irregulares: no necesariamente existen en ausencia del antígeno
correspondiente.
44
45. • En función de su detección:
✓ Aglutinantes: también denominados “completos”, son aquellos
en los que no es necesario modificar el medio salino “in vitro”
para que se produzca la aglutinación.
✓ Sensibilizantes: también denominados “incompletos”, son aquellos
que necesitan una modificación previa del medio, capaz de variar el
potencial zeta eritrocitario para que se produzca la aglutinación.
Tabla 1.1. Principales sistemas de grupos sanguíneos, con sus respectivos
símbolos, genes y localización cromosómica
Número Nombre del Símbolo del Nombre del gen Localización
Sistema Sistema (o genes) cromosómica
001 ABO ABO ABO 9q34.1-q34.2
002 MNS MNS GYPA,GYPB,GYPE 4q28-q31
003 P P1 P1 22q11.2-qter
004 Rh RH RHD, RHCE 1p36.2-p34
005 Lutheran LU LU 19q13.2
006 Kell KEL KEL 7q33
007 Lewis LE FUT3 19p13.3
008 Duffy FY FY 1q22-q23
009 Kidd JK SLC14A1 18q11.1-q11.2
010 Diego DI SLC4A1 17q21-q22
011 Cartwright YT ACHE 7q22
012 Xg XG XG, MIC2 Xp22.32, Yp11.3
013 Scianna SC ERMAP 1p36.2-p22.1
014 Dombrock DO DO 12p13.2-p12.1
015 Colton CO AQP1 7p14
016 Landsteiner-Wiener LW LW 19p13.3
017 Chido/Rodgers CH/RG C4A, C4B 6p21.3
018 Hh H FUT1 19q13
019 Kx XK XK Xp21.1
020 Gerbich GE GYPC 2q14-q21
021 Cromer CROM DAF 1q32
022 Knops KN CR1 1q32
023 Indian IN CD44 11p13
024 Ok OK BSG 19pter-p13.2
025 Raph RAPH MER2 11p15.5
026 John Milton Hagen JMH SEMA7A 15q23-q24
027 I I CGNT2 6p24
028 Globoside GLOB B3GALT3 3q25
029 GIL GIL AQP3 9p13
(Clasificación de la ISBT –International Society of Blood Transfusion–, Vancouver 2002).
45
46. Tabla 1.2. Principales antígenos de los sistemas de los grupos sanguíneos
Sistema Número de Antígeno
001 002 003 004 005 006 007 008 009 010
001 ABO A B A,B A1 obs
002 MNS M N S s U He Mia Mc Vw Mur
003 P P1 obs obs
004 RH D C E c e f Ce Cw Cx V
005 LU Lua Lub Lu3 Lu4 Lu5 Lu6 Lu7 Lu8 Lu9 obs
006 KEL K k Kpa Kpb Ku Jsa Jsb obs obs Ula
007 LE Lea Leb Leab LebH ALeb BLeb
008 FY Fya Fyb Fy3 Fy4 Fy5 Fy6
009 JK Jka Jkb Jk3
010 DI Dia Dib Wra Wrb Wda Rba WARR ELO Wu Bpa
011 YT Yta Ytb
012 XG Xga CD99
013 SC Sc1 Sc2 Sc3 Rd
014 DO Doa Dob Gya Hy Joa
015 CO Coa Cob Co3
016 LW obs obs obs obs LWa LWab LWb
017 CH/RG Ch1 Ch2 Ch3 Ch4 Ch5 Ch6 WH
018 H H
019 XK Kx
020 GE obs Ge2 Ge3 Ge4 Wb Lsa Ana Dha
021 CROM Cra Tca Tcb Tcc Dra Esa IFC WESa WESb UMC
022 KN Kna Knb McCa Sl1 Yka McCb Sl2 Sl3
023 IN Ina Inb
024 OK Oka
025 RAPH MER2
026 JMH JMH
027 I I
028 GLOB P
029 GIL GIL
(Clasificación de la ISBT Vancouver, 2002).
46
47. Tabla 1.2. (Cont.) Principales sistemas de los grupos sanguíneos
Sistema Número de Antígeno
011 012 013 014 015 016 017 018 019 020
002 MNS Mg Vr Me Mta Sta Ria Cla Nya Hut Hil
004 RH Ew G obs obs obs obs Hro Hr hrS VS
005 LU Lu11 Lu12 Lu13 Lu14 obs Lu16 Lu17 Aua Aub Lu20
006 KEL K11 K12 K13 K14 obs K16 K17 K18 K19 Km
010 DI Moa Hga Vga Swa BOW NFLD Jna KREP Tra Fra
017 CH/RG Rg1 Rg2
021 CROM GUTI
Sistema Número de Antígeno
021 022 023 024 025 026 027 028 029 030
002 MNS Mv Far sD Mit Dantu Hop Nob Ena ENKT `N'
004 RH CG CE Dw obs obs c-like cE hrH Rh29 Goa
005 LU Lu21
006 KEL Kpc K22 K23 K24 VLAN TOU RAZ
010 DI SW1
Sistema Número de Antígeno
031 032 033 034 035 036 037 038 039 040
002 MNS Or DANE TSEN MINY MUT SAT ERIK Osa ENEP ENEH
004 RH hrB Rh32 Rh33 HrB Rh35 Bea Evans obs Rh39 Tar
Sistema Número de Antígeno
041 042 043 044 045 046 047 048 049 050
002 MNS HAG ENAV MARS
004 RH Rh41 Rh42 Crawford Nou Riv Sec Dav JAL STEM FPTT
Sistema Número de Antígeno
051 052 053 054 055
004 RH MAR BARC JAHK DAK LOCR
(Clasificación de la ISBT Vancouver, 2002).
47
48. C.1. Sistema ABO
El sistema ABO (número 001 en la clasificación de la ISBT) no solo fue
el primer sistema descrito (Landsteiner, 1900), sino el más importante en
Medicina Transfusional, ya que siempre existe una presencia sistemática
de anticuerpos regulares (activos a 37º C y fijadores de complemento)
dirigidos contra los antígenos de los que carece el individuo portador de
los mismos, lo que ocasiona reacciones hemolíticas graves en el caso de
una transfusión ABO incompatible.
C.1.1. Antígenos del sistema ABO
Los antígenos de los sistemas de grupos sanguíneos ABO, H, P, I, e Lewis,
se encuentran en moléculas de carbohidratos relacionadas. Los antígenos
resultan de la acción de glucosiltransferasas específicas, que añaden a las
moléculas glúcidos de forma secuencial en zonas de las cadenas cortas de
los carbohidratos (oligosacáridos). Estos oligosacáridos pueden unirse a
moléculas proteicas (glucoproteínas), esfingolípidicas (glucoesfingolípi-
dos) o lipidícas (glucolípidos), determinando así los distintos antígenos
que componen dichos sistemas.
El gen ABO que codifica el sistema ABO se localizan en el cromosoma 9,
está relacionado con el del sistema Hh (FUT1) y con el (FUT2) del lla-
mado sistema Secretor (Se/se, que no es propiamente un sistema de grupo
sanguíneo). Los individuos que exhiben el antígeno H y Se, son capaces
de sintetizar una enzima (glucosiltransferasa), que añade L-fucosa a una
sustancia precursora, determinando la formación de la llamada sustancia
H, que es a su vez la precursora de los antígenos A y B. La existencia del
gen A (del sistema ABO) codifica la síntesis de otra transferasa que añade
N-acetil-galactosamina a la sustancia H, transformándola en la sustancia
A; el gen B codifica la síntesis de otra transferasa que añade D-galactosa
a la sustancia H, con lo que la transforma en la sustancia B. El gen O no
codifica ninguna enzima funcional. En función de la sustancias H, A, y B
que están presentes en los hematíes, se determina el grupo sanguíneo
ABO, tal y como se describe en la Tabla 1.3.
Los antígenos del sistema ABO son dos: A y B, y se localizan en la porción
externa de la membrana eritrocitaria (estableciendo los cuatro grupos san-
guíneos en función de su presencia o ausencia en los hematíes, Tabla 1.4);
existen variaciones antigénicas con especificidad A, de tal manera que el
80% presenta la A1, y el 20% la A2 (si bien hay descritas variantes más
48
49. débiles, A3, Ax, Am, Aend, Ael, y otras que representan menos del 1%); tam-
bién existen variantes del antígeno B, si bien mucho menos comunes que
las del antígeno A (B3, Bx, y Bel).
Tabla 1.3. Sustancias ABH y grupo ABO
Sustancias en hematíes Grupo ABO
H O
HyA A
HyB B
H, A y B AB
Tabla 1.4. Antígenos y anticuerpos del sistema ABO
Grupo Antígenos Anticuerpos
Fenotipo Genotipo Subgrupo
sanguíneo eritrocitarios séricos
O O OO – H(*) anti-A, anti-A1, anti-B
A A OA o AA A1 A + A1 Anti-B
A OA o AA A2 A Anti-B, anti-A1(#)
B B OB o BB – B Anti-A, anti-A1
AB AB AB A1B A + A1 + B ninguno
AB AB A2B A+B Anti-A1(#)
Con excepciones muy raras, los hematíes humanos expresan el antígeno H. La cantidad de antígeno
H está influenciada por el grupo ABO: O>A2>A2B>B>A1>A1B.
#Anti-A1 se encuentra en el 1-8% de los sujetos A2 y en el 25% de los A2B.
C.1.2. Anticuerpos del sistema ABO
Los anticuerpos frente a los antígenos del sistema ABO, aparecen en los
primeros 3-6 meses de vida, tras contacto con sustancias que muestran
una estructura similar a los antígenos ABH, y lo hacen de forma “natural”.
Generalmente son una combinación de moléculas IgM e IgG que fijan el
complemento.
El anti-A, anti-B y anti-A,B causan reacciones hemolíticas intravascula-
res severas (RHT), así como casos de enfermedad hemolítica del recién
nacido (EHRN). Unidades de sangre antígeno negativas deben seleccio-
narse para la transfusión. El anti-A1 (presente en un 8% de los individuos
49
50. A2, y en un tercio de los A2B) raramente está activo a 37° C, y no se le
considera clínicamente significativo (no ha causado cuadros de EHRN), si
bien unidades de sangre compatibles en fase de antiglobulina deben selec-
cionarse para su administración. Productos plasmáticos con altos títulos
de anticuerpos ABO, sólo deben administrarse a receptores de grupo O.
C.2. Sistemas asociados al sistema ABO
C.2.1. Sistema Hh
El sistema Hh (número 018 en la clasificación de la ISBT), se considera
que posee dos genes (H y h), siendo los antígenos H los que actúan como
precursores moleculares de los antígenos A y B, en tanto que el gen h se
considera amorfo. Los hematíes del grupo O carecen de antígenos A y B,
y su membrana expresa el antígeno H. Existen individuos con un fenoti-
po excepcional denominado “Bombay” (Oh), que carecen de antígenos H,
y desarrollan anti-A, anti-B y anti-H potentes.
Los anticuerpos Anti-H están siempre está presentes en el suero de indi-
viduos con fenotipo Oh (Bombay, –eritrocitos H-deficientes, no secreto-
res-). Como el anti-A y anti-B; es probable que el anti-H cause una RHT
inmediata severa, por lo que unidades con el mismo fenotipo Oh
(Bombay) deben seleccionarse para la transfusión. El anti-H ha causado
ENRN severas.
Algunos fenotipos no secretores de grupo A o B tienen niveles muy bajos
de eritrocitos que exhiben el antígeno H (denominados fenotipos “para-
Bombay”, Ah o Bh). Estos individuos normalmente presentan un anti-H
sérico, aunque raramente en títulos altos. Existe escasa información sobre
la importancia clínica del anti-H en los sujetos Ah o Bh. Si están disponi-
bles, unidades con fenotipo Oh (Bombay) deben seleccionarse para su
administración, en caso contrario unidades ABO compatibles (A para Ah,
y B para Bh) pueden utilizarse.
El anti-HI está presente en el suero de individuos con algunos fenotipos
“para Bombay” (eritrocitos H-deficientes, secretores) y se encuentra oca-
sionalmente en personas de grupo A1, A1B y B. El anti-HI no es normal-
mente activo a 37° C, y unidades de sangre ABO idénticas y compatibles
a 37° C, pueden utilizarse para la transfusión. Si el anticuerpo está activo
a 37° C, unidades ABO idénticas al paciente deben usarse, en tanto que
las unidades de grupo O y A2 están contraindicadas.
50
51. C.2.2. Sistema Lewis
El sistema Lewis (número 007 de la ISBT) es mucho más que un sistema
eritrocitario, ya que los antígenos que lo componen están también presen-
tes en el plasma y en distintas secreciones corporales.
Los antígenos del sistema Lewis (Lea y Leb) se localizan en glucoesfin-
golípidos solubles que están presentes en la saliva y en el plasma, de
donde son posteriormente adsorbidos por la membrana eritrocitaria; deri-
van de las mismas sustancias precursoras de los antígenos ABH. Están
codificados por el gen Le (FUT3), y como en el caso de los antígenos A,
B y H, resultan de la acción de una fucosil-transferasa. Los individuos que
presentan los genes Le y Se, poseen hematíes que exhiben el antígeno Leb,
pero no el Lea; en cambio los que presentan el gen Le pero no el Se, expre-
san el Lea. Las frecuencias y los distintos fenotipos del sistema Lewis se
reflejan en la Tabla 1.5.
Tabla 1.5. Fenotipos y frecuencias del sistema Lewis
Frecuencia del Fenotipo %
Fenotipo
Blancos Negros
Le(a+b-) 22 23
Le(a-b+) 72 55
Le(a-b-) 6 22
Le(a+b+) Excepcional Excepcional
Los anticuerpos frente a antígenos del sistema Lewis, de forma general no
son considerados clínicamente significativos; se producen de forma natu-
ral, suelen ser de tipo IgM y fijan el complemento. No obstante ante la
detección de un anti-Lea, anti-Leb y/o anti-Lea+b, unidades de concentra-
dos de hematíes compatibles a 37° C en fase de antiglobulina, deben
seleccionarse para la transfusión. No se han implicado anticuerpos frente
al sistema Lewis en casos de EHRN, ya que son de especificidad IgM por
lo que no atraviesan la placenta, y además los antígenos de éste sistema
no están desarrollados completamente en el neonato, ya que sus niveles de
fucosil-transferasa son muy escasos.
El anti-Lea es un anticuerpo natural común en el suero de personas Le(a-
b-). La mayoría de los veces no tiene importancia clínica, si bien hay raros
casos que tiene actividad a 37º C y puede causar una RHT si se adminis-
51
52. tran hematíes Le(a+). Estos pacientes con anti-Lea activo a 37º C deben
transfundirse con unidades de sangre Le(a–).
El anti-Leb es un anticuerpo natural frecuentemente encontrado en perso-
nas negras entre las que la incidencia del fenotipo Le(a–b–) es más alta;
aunque el anticuerpo puede estar activo a 37º C, no causa RHT ni EHRN
por lo que debe ignorarse, sino presenta títulos muy altos.
El anti-Lex es un anticuerpo natural, muy raro, detectado en el suero de
algunas personas con el fenotipo Le(a-b-); la mayoría de los casos se trata
de un anticuerpo “benigno” y no tiene importancia clínica; si bien existen
infrecuentes casos en los que está activo a 37º C, y puede causar una RHT.
Se recomienda transfundir a los pacientes con anticuerpo activo a 37º C
con unidades de sangre Le(a-b-).
C.2.3. Sistema Ii
El sistema de grupo sanguíneo Ii (si bien en la actualidad, propiamente el
antígeno I forma parte del sistema de grupo sanguíneo 027 de la ISBT, y
el antígeno “i” se encuadra dentro de las colecciones de antígenos), está
relacionado con los sistemas ABO y Lewis por su estructura bioquímica;
si bien sus antígenos aparecen de un modo algo distinto al de los otros sis-
temas de grupos sanguíneos; de tal manera que en el recién nacido se
encuentra desarrollado el antígeno i pero apenas se detecta el antígeno I;
con posterioridad y durante el desarrollo va aumentando la intensidad del
antígeno I mientras que disminuye y tiende a desaparecer la actividad del
antígeno i. Dichos antígenos se localizan en las porciones subterminales
de los oligosacáridos que posteriormente se convierten en los antígenos H,
A o B.
La importancia del sistema Ii, si bien es escasa en medicina transfusional,
radica más en la patología humana ocasionada por sus implicaciones en
distintas enfermedades. Los antígenos I presentes en toda la población
adulta sana, en raras ocasiones sufren alteraciones en el sentido de dismi-
nuir la intensidad de su expresión; esta disminución, que muy frecuente-
mente se acompaña de un aumento del antígeno i (del que carecen los
adultos sanos), se observa en hemopatías malignas, anemias diseritropo-
yéticas, anemias hemolíticas, talasemias, post-transplante de médula ósea,
etc. Hay que tener en cuenta que los antígenos i solo se encuentran en los
recién nacidos y en uno de cada 10.000 adultos sanos (de forma aproxi-
mada), cuya reactividad es escasa o nula.
52
53. El anti-I siempre esta presente como un aloanticuerpo en el suero de indivi-
duos con el raro fenotipo del adulto I-i+, aunque se encuentra más normal-
mente como un auto-anticuerpo en pacientes con enfermedad de aglutininas
frías o con anemia hemolítica por anticuerpos de tipo IgM. Unidades de san-
gre I+ transfundidas a pacientes con un aloanti-I, han causado una destruc-
ción aumentada de hematíes, por lo que unidades de sangre I-, deben admi-
nistrarse si el anti-I es activo a 37° C. Unidades I-, generalmente no se requie-
ren en los casos de autoanti-I. El anti-I no se ha implicado en casos de EHRN.
El anti-i es un raro anticuerpo frío de tipo IgM activo a bajas temperatu-
ras, que a veces se encuentra en enfermedades del sistema del retículo-
endotelial, y en la mononucleosis infecciosa. En algunos pacientes puede
causar una anemia hemolítica autoinmune por anticuerpos fríos; en éstos
casos, si la transfusión es necesaria, las unidades deben calentarse a tem-
peratura fisiológica (37º C) mediante dispositivos adecuados antes de su
administración. No ha causado cuadros de RHT ni EHRN.
C.2.4. Sistema P
El sistema P (número 003 en la clasificación de la ISBT), fue identificado
por Landsteiner y Levine en 1927, y aunque tiene escaso interés transfusio-
nal, su base estructural es similar a la descrita en los sistemas anteriores.
Los antígenos conocidos del sistema P son los antígenos P1, P, Pk y el pro-
ducto del gen silencioso, “p” (ausencia con carácter excepcional de los
tres anteriores). La frecuencia del fenotipo P1 es del 75 %, y la del feno-
tipo P2, del 25 %, siendo la del resto excepcional (Tabla 1.6.). Si bien la
ISBT, sólo reconoce al antígeno P1 como componente de éste sistema
(siendo el P2, la ausencia del P1); el antígeno “P” forma parte en la actua-
lidad del sistema Globosido, en tanto que el Pk y LKE forman parte de la
colección de antígenos Globosido.
Tabla 1.6. Sistema de grupo sanguíneo P
Fenotipo Frecuencia Antígenos eritrocitarios Anticuerpos séricos
P1 75% P1, P, Pk Ninguno
P2 25% P, Pk Anti-P1
P1 k Excepcional P1, Pk Anti-P
P2k Excepcional Pk Anti-P
p Excepcional Ninguno Anti-P, -P1, -Pk
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