3. No todas las narraciones son verídicas.
En la edad media surgió la duda.
La critica basada en el sentido común, única y practicada
.
Compuesto de postulados no razonados y de
experiencias.
4. Entre el escrito y la acción existe una
distancia cuya extensión nos sorprende
hoy.
El progreso surgió el día en que la duda se
hizo examinadora se elaboro poco a
poco la manera de escoger entre la
mentira y la verdad.
El humanismo de la edad procedente
había tenido sus veleidades y sus
intuiciones.
La historia según la reciben y no según la
estiman.
5. “El pirronismo de la historia” la rectitud del
espíritu consiste en no creer a la ligera y en
saber dudar varias veces de lo mismo.
Tratado teológico-político
Es una generación, cuyos contornos se
dibujan, con sorprendente claridad, ante
nuestros ojos.
La critica del testimonio histórico no hace
caso de la creencia.
Para la historia, el peligro de una cima entre
la preparación y la obra tiene doble
aspecto.
6. En el siglo XIX, la escuela alemana , Renan, Faustel de
Coulanges, devolvieron a la erudición su rango
intelectual.
Los documentos manejados por los primeros eruditos
eran, la mayor parte de las veces, escritas ya se
presentaban o que eran presentadas, tradicionalmente,
como en un autor o de un tiempo dado y que contaban
deliberadamente tales o cuales acontecimientos.
7. El historiador, no es, o es cada vez menos , ese juez de
instrucción arisco y malhumorado cuya imagen
desagradable nos impondrian ciertos manuales de
iniciacion a poco que nos descuidaramos.
8. La impostura es el mas violento engaño acerca del
autor y de la fecha(falsedad).
Los protocolos de los sabios de Sión se apartan en su
sustancia lo mas posible de la realidad.
La duda vacila ante escritos que se presentan al abrigo
de garantías jurídicas impresionantes: Actas publicas o
contratos privados, por poco que estos últimos hayan
sido solemnemente revalidadas.
9. La correspondencia de los anarquistas, la intima
conexión de los acontecimientos de Paris, Lyon y
Estrasburgo, en una palabra, la existencia de una basta
conjuración que abarca a Francia entera.
En ciertos seres, la mentira, aun asociada a un
complejo de vanidad y de inferioridad, llega a ser un
“acto gratuito”.
10. Hubo épocas mitómanas:
Finales del sigo XVIII y principios del XIX , las
generaciones prerrománticas o románticas.
La Edad Media, sobre todo del siglo VIII al XII,
presenta una epidemia colectiva.
El romanticismo deseaba beber en la fuente viva de lo
primitivo y de lo popular.
Existe una forma más insidiosa del engaño, en vez de la
mentira brutal, completa y, si puede decirse, franca, el
solapado retoque: interpolaciones en cartas auténticas,
o el bordado en las narraciones, sobre un fondo
aproximadamente verídico de detalles inventados.
11. La obediencia a un código un tanto pasado de moda,
conveniencia literaria, el respeto a una psicología
estereotipada, la pasión por lo pintoresco, no perderá
muy pronto su sitio en la galería de los fabricantes de
mentiras.
La mayoría de los cerebros, el mundo circundante no
haya sino mediocres aparatos registradores.
La historia a conocido más de una sociedad regida en
gran escala por condiciones análogas, con la diferencia
de que en vez de ser el efecto pasajero de una crisis
excepcional, representaban la trama normal de la vida.
12. La critica al testimonio que trabaja sobre realidades
psíquicas, será siempre un arte lleno de sutilezas.
La misma generación de una misma sociedad reina una
similitud de costumbres y de técnicas demasiado
fuertes para permitir que ningún individuo se aparte
sensiblemente de la práctica común.
13. Cuando no comprenden su modelo, los
contrasentidos denuncian el fraude.
El papel desempeñado por el razonamiento
critico, por lo que podría llamarse el
principio de semejanza limitada.
La razón no es tan solo que en un medio
económico homogéneo las grandes
fluctuaciones de precios deben
necesariamente obedecer a un ritmo
sensiblemente uniforme.
Los reactivos de la prueba del testimonio no
están hechos para ser manejados
brutalmente.
La comparación critica bien entendida nos
satisface solo con aproximar testimonios en
un mismo plano temporal
14. La probabilidad vive, pues, en el porvenir, pero la línea
del presente ah sido en cierta manera,
imaginariamente retirada hacia atrás, de tal modo que
es un porvenir de antaño construido con un fragmento
de lo que actualmente es, para nosotros, el pasado.
Los copistas corregían, a veces, sus modelos; aun
trabajando independientemente unos de otros, ciertas
costumbres comunes debieran, con bastante
frecuencia, sugerirlas conclusiones parecidas.
Las concordancias o discordancia de gran envergadura
están compuestos de una multitud de cosas
particulares, donde a fin de cuentas, las influencias
occidentales se destruyen.