1. El arte de la muerte
Desde tiempo inmemorable, el arte y la muerte han conformado un binomio,
han hecho a través de la historia un vínculo, al presentar a través del arte un
homenaje a la muerte.
El tema que representa a la muerte, es un tema del que no nos gusta hablar o le
“sacamos la vuelta”, pero allí esta. Experiencia que todos pasaremos o lo hemos
vivido en “carne propia” o de algún conocido o familiar.
“Dame tu mano, dulce y bella criatura. Soy tu amigo y no vengo a castigarte.
Confía en mí, no soy cruel. Dormirás plácidamente en mis brazos.” La muerte
En cuanto a la pintura se mostrarán una serie de obras referente al arte de la
muerte.
Diversos pintores y escultores han centrado varias “vivencias” a través del arte
en la manifestación de sus personajes, están, los que lloran a un ser querido,
los molestos con la vida por quedar solos, etc. La observación y sensibilidad
del autor es impresionante a través de la obra.
Pero lo más significativo de la pintura o escultura es plasmar sobre lienzo,
piedra, mármol, hierro, metal o cualquier otro material el momento del dolor, la
tristeza, transmitir ese mensaje que no es fácil, la sensibilidad del momento.
Octavio Paz, ejemplifica a la muerte, como un espejo que refleja las vanas
gesticulaciones de la vida.
Dos eventos, la toma de Constantinopla por los turcos (1453) y el
descubrimiento de América (1492), señalan el comienzo de la Edad Moderna,
cuya primera etapa, El Renacimiento, sitúa de nuevo al hombre como centro
del universo. El individuo ya no solo sirve a Dios, goza también de libertad y
tiene valor por sí mismo. Es en este período (que convulsiono a Europa) donde
surgen las primeras representaciones de personajes con el sufrimiento y
abatimiento de los signos humanizados de dolor ante la muerte. Y es a través
del arte es un una expresión del espíritu humano, capaz de reflejar e iluminar
las emociones humanas.
Diferentes autores en la crucifixión de Cristo.
Existe en todas las figuras una concentración de energía, una búsqueda de
intensidad, ejemplo de ello es Miguel Ángel Buonarroti, escultor, pintor y
arquitecto, genio destacado del Renacimiento y en su obra genial de La Piedad
donde traduce la monumentalidad, el drama y también cargada de una
potencia expresiva, que se “pueden considerar como su testamento espiritual”,
plasma el sentimiento de una madre que pierde a su hijo, en donde la virgen
recibe en sus brazos el cuerpo inerte de Cristo-Jesús, (representación donde el
2. hijo de Dios se sacrifica por la humanidad). Jesús en el regazo de María, tras
haber sido crucificado.
Francois Girardon, retoma la encarnación de La Piedad, en la tumba del
cardenal y duque de Richelieu, que se encuentra en la Iglesia de la Sorbona,
París.
A través de la historia del arte, podemos apreciar como los artistas van
cambiando su motivación, interés e interpretación en sus obras. El estilo
artístico del arte en todas sus manifestaciones, refleja el arte en cada una de
sus etapas.
En base a lo anterior se presentan pinturas con el tema alusivo al dolor y a la
muerte.
El Descendimiento de la cruz de Roger Van der Weyden, Belgica 1435.
Van der Weyden muestra en esta obra el sufrimiento en todo su esplendor, el
sufrimiento de la Virgen Maria al ver a su hijo muerto, esta obra está llena de
detalles. El sufrimiento que experimenta Maria donde se muestra desmayada y
el sufrimiento de Maria Salomé, En todos su personajes podemos apreciar el
dolor y sufrimiento abatido por el tema.
El rostro de María Salomé esta abatido y transformado por la aflicción de la
muerte de Jesús.
3. El llanto le deforma el rostro, las lagrimas, le ruedan por la cara. Su cofia le
sirve de pañuelo. Su rostro completamente desfigurado por el rictus del dolor.
4. Mathis Grunewald (Wurzburgo, Alemania) Crucifixión del Retablo de Isenheim,
1513-1515, Museo Unterlinden, Colmar (Francia).
Pinto obras llenas de dolor. Esta obra fue realizada para el Hospital de
Incurables de San Antonio de Abad de Inseheim. En esta obra el sufrimiento de
la Redención, representado en la figura torturada de Cristo, es su tema
principal. Podemos apreciar el rictus de dolor de María Magdalena, Matthias
Grünewald pintó la imagen más tristemente realista de la muerte de Cristo.
La mujer, ante la muerte.
John Everett Millais, OFELIA, Londres, 1852. Se basò para pintar este lienzo en
uno de los episodios más emocionantes del Hamlet shakespeartiano, el referido a
la muerte de Ofelia: perdida la razón por la muerte de su padre, la heroína perece
ahogada en un río mientras adornaba un sauce con flores. Las flores aún están
visibles en su mano. Para realizar el grado de realismo que el pintor persiguió en
esta obra, baste con señalar que estuvo a punto de hacer morir a su modelo,
obligada a pasar largas sesiones sumergida en una bañera de agua fría.
5. Anne-Louis Girodet de Roussy-Trioson, El entierro de Atala; Francia, 1808.
«Atala se presenta como un relato que el viejo indio Chactas, de la tribu de los
Natchez, hace a René, exiliado en América. La acción se sitúa en Luisiana, en
el siglo XVIII. Chactas se había enamorado, a los 19 años, de una india
cristiana, Atala, perteneciente a una tribu enemiga de los Natchez. Ella salva a
Chactas, prisionero, de la muerte. El amor entre ambos es imposible a pesar de
la intervención de un misionero, el padre Aubry, que quiere casarlos. Atala se
envenena y revela su negativa al matrimonio antes de morir: su madre, india
cristiana, al nacer ella casi moribunda, juró a la Virgen que su hija no se casaría
nunca si lograba sobrevivir. El padre Aubry y Chactas la entierran.
La sección iluminada resalta la virtud de Atala, mientras la parte oscura,
representa la parte terrenal y carnal del amor bañada de oscuridad.
6. Extraído de «Atala», de Chateaubriand, en la traducción de Pascual Genaro
Ródenas (1803), Biblioteca Virtual Miguel Cervantes.
Vicent van Gogh, Hombre viejo triste – en las Puertas
de la Eternidad; Países bajos, 1890.
Este cuadro es uno de sus últimas obras del pintor. Vicent retomo un grabado que
había realizado en 1882: un hombre solo y abatido con sus problemas (espejo de
él mismo). La muerte se hace presente en esta pintura por asociación de sucesos:
Tristeza que representa a través de su cuerpo encorvado y la cara oculta entre sus
manos, esconde su pesar, sentado junto a los restos del fuego. Esta pintura la
asocio con el mes de diciembre: concluye un año en el haber de la humanidad. La
vida del hombre se consume igual que el fuego. Incendio y tristeza.
Este cuadro, terminado en la primavera de 1890, de un anciano en la
desesperación, proporciona una mayor comprensión de los estados mentales
de Van Gogh. El pintor en esta etapa de su vida se encontraba internado
voluntariamente en el hospital psiquiátrico de Saint-Rémy, Francia.