Sobre la Ilustración, Filosofía de la historia, Immanuel Kant
1. Filosofía de la Historia
Immanuel Kant
¿QUÉ ES LA ILUSTRACIÓN?
La ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. La incapacidad significa
la imposibilidad de servirse (por sí mismo) de su inteligencia sin guía de otro. Esta incapacidad
es culpable porque su causa no reside en la falta de inteligencia sino de decisión y valor para
servirse por sí mismo de ella sin la tutela de otro (§ 25). Si tenemos en cuenta entonces que la
Naturaleza misma ha liberado a muchos hombres de su propia necesidad tutelar, entonces asu-
mimos que el motivo por el cual ellos siguen en su estado de desuso de razón no es más que la
pereza y la cobardía. Además ¿para qué me esfuerzo en hacer algo si puedo pagar para que otro
lo haga por mi? Por otro lado, son los mismísimos tutores quienes por mucho tiempo han ense-
ñado a sus alumnos bajo un manto que recubre, y llena de miedo, a ellos mismos en su posibi-
lidad de independizarse.
Pero son ya tantos quienes no han salido de su incapacidad que podríamos decir, casi,
que estamos hablando de una “segunda naturaleza” del ser humano. Allí es la técnica la que se
encarga de difundir mecánicamente aquellas cosas por las que no debemos pensar.
Para esta ilustración no hace basta más que una cosa, libertad (§ 28) y, cabe señalar,
ésta puede manifestarse de dos maneras: una es mediante su uso i)público, derecho que debe ser
de todos, en donde en calidad de maestros podemos influenciar a cualquier otro, por ejemplo
mediante escritos, y lo segundo es ii)privado, es decir, aquello que sólo puede ser manifestado
de como funcionario que trabaja en un lugar específico. Vemos como el segundo caso es más
complejo ya que, por ejemplo, en el caso de la religión, puede ocasionarse escándalos mediante
la ruptura de esquemas comunes de forma abrupta por lo que simplemente debemos obedecer
pero, con el fin de no retener la marcha de la ilustración, es nuestro deber además que se señalen
las falencias que, poco a poco, puedan ser corregidas ya que, desde un inicio, se reconoce que
aquellas falencias jamás perjudicaron el sentido original que hay detrás de la institución, sino
que sólo se señalaron con el fin de afinar detalles. En el caso civil es igual: debemos señalar las
falencias de los sistemas de justicia, pero además es nuestro deber, sin duda, pagar los impues-
tos.
Repetimos entonces que, con fin de que no se detenga la ilustración, ninguna generación
puede situarse no apara ha ampliar sus conocimientos y señalar sus errores, es más se debe ale-
gar todo hecho criminal y abusivo, de nos ser así, se frenaría el progreso; renunciar a esto sería
como violar y pisotear los sagrados derechos del hombre (§ 33).
Entonces ¿es que vivimos en una época ilustrada? la respuesta será: no, pero sí en una
época de ilustración(§ 35), por lo tanto aún falta mucho por hacer.El Estado Libre entonces es
aquel en el que “se razona todo lo que se quiera, pero aún así se debe siempre obedecer” (§ 37),
por lo que además es un estado donde se vive en una paradoja: se nos incita en libertad espiri-
tual al libre pensar y el libre hacer pero, a la vez, se nos imponen límite infranqueables (§ 37).