4. Introducción
on el propósito de contribuir al rescate y divulgación de la historia de las es-
tadísticas oficiales en nuestro país, el Instituto Nacional de Estadística, Geo-
C grafía e Informática (INEGI) pone a disposición del público el Catálogo de
documentos históricos de la estadística en México, siglos XVI-XIX.
La obra integra contenidos de documentos históricos acerca de diversas actividades en
el país: informes de gobierno y eclesiásticos, relaciones de viaje, descripciones geográficas,
historias regionales, estudios económicos, artículos en revistas científicas o en impresos de
divulgación popular (diccionarios y calendarios), memorias de gobierno y documentos
propiamente estadísticos, como las descripciones estadísticas generales y regionales, los
primeros boletines y anuarios, cuadros sinópticos, resultados de los primeros censos gene-
rales o manuales e instructivos encaminados a impulsar las estadísticas oficiales con crite-
rios homogéneos. Lo vasto de este acervo se debe a que, más allá de su finalidad inicial (la
evangelización, la tributación, la seguridad nacional, el fomento del desarrollo económico
y social, la formación y modernización del estado nacional), el conocimiento del país y sus
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
regiones, así como el avance científico hicieron necesario el esfuerzo por cuantificar a la
población y sus actividades económicas, sociales y culturales.
La historia nos muestra cómo las estadísticas oficiales han intentado contribuir a
fundamentar la toma de decisiones mediante la objetividad de las cifras; aunque también
nos permite conocer la evolución metodológica de la disciplina, que empezó como una
simple y penosa recolección de datos en campo (realizada con diversos criterios por auto-
ridades locales o misioneros) para luego convertirse en labor metódica y empírica a cargo
de instituciones o personajes que sabían del valor de la cuantificación (aunque sus técnicas
eran todavía elementales) y concluir en el siglo XIX transformada en una disciplina cien-
tífica aplicada a las necesidades colectivas desde una oficina central que disponía de pro-
fesionales abocados en exclusiva a la elaboración de las estadísticas oficiales. Este camino
es, sin duda, apasionante, porque ofrece un pequeño aporte al conocimiento de la evolución
de nuestras instituciones y de la ciencia misma.
El catálogo está constituido por 120 fichas técnicas, correspondientes a igual número
de obras, ordenadas de forma cronológica de acuerdo con la fecha en que fueron elaboradas.
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5. Se trata, en todos los casos, de textos publicados, ya sea en fecha inmediata o no a su ela-
boración, y que tienen alguna forma de ordenamiento y agregación (además de síntesis) de
la información. Cada ficha contiene los siguientes datos:
• Título de la ficha (no necesariamente de la obra).
• Resumen de la obra.
• Características de la fuente consultada: autor, título y subtítulo originales (con su gra-
mática original), año de elaboración y edición, lugar, editor, número de páginas y edicio-
nes posteriores a la original. Cabe mencionar que, en la descripción de las fichas, se
da prioridad a la edición que se consultó.
• Características de la información, es decir, si se presenta en textos, tablas o mapas, así
como la descripción de las fuentes (por ejemplo, si es recopilación propia o de tipo
bibliográfico) y el desglose geográfico (local, regional o nacional).
• Comentarios, entre los cuales destacan su finalidad y contenidos, así como el aporte
a la estadística o a otras ramas del saber.
• Contenido de la obra.
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
• Características de localización en bibliotecas y archivos históricos de la ciudad de
México.
• Biografía del autor, obra(s) publicada(s) e información de interés.
Adicionalmente, las fichas se acompañan de un par de imágenes: la portada de la obra
consultada y una página interior.
En cuanto al periodo elegido, se decidió iniciar en el siglo XVI en virtud de que fue
en la Colonia cuando se emprendieron diversos esfuerzos en materia de recolección de in-
formación para dotar a la Corona, al gobierno virreinal y a la Iglesia de mejores bases para
la toma de decisiones; desde luego, existen diversos testimonios estadísticos de aztecas y
purépechas, pero su conocimiento implica realizar una investigación que excede los alcan-
ces de este trabajo. Respecto al cierre del catálogo, coincide con la modernización estadís-
tica, la cual pudiera haberse establecido en 1882, año en que se creó la Dirección General
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6. de Estadística (DGE); sin embargo, se determinó concluir hasta 1900 porque en ese año
finaliza el siglo XIX y la DGE ya había logrado crear, regularizar o modernizar varias es-
tadísticas importantes, por ejemplo: en 1894 se elaboró el primer anuario estadístico en el
sentido que lo entendemos en la actualidad y en 1895 se realizó el primer censo nacional de
población.
De forma complementaria, se incluye un anexo que destaca las principales fuentes de
información estadística del periodo, como: códices, matrículas de tributos, padrones pobla-
cionales y económicos, libros sacramentales y otros registros administrativos sobre infor-
mación económica y poblacional. Asimismo, al final del catálogo se ofrece al lector un par
de índices (onomástico y toponímico) y la bibliografía que sirvió de apoyo para la elabora-
ción de las fichas.
Señalado el propósito y perfil general de la obra, es pertinente que el lector conozca
la manera en que se eligieron los documentos. Al respecto, la Dirección General de Esta-
dística y, en menor medida, la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística han generado
valiosos escritos de tipo descriptivo sobre la historia de las estadísticas oficiales; se trata,
en el mayor de los casos, de ponencias y artículos poco conocidos que sirvieron de punto
de partida para hacer la lista inicial de este catálogo; dichos recuentos tuvieron a los siguien-
tes autores: Antonio Peñafiel (1897), Francisco Barrera Lavalle (1911), Jesús Soto (1927),
Miguel Othón de Mendizábal (1930), Adolfo Ruiz Cortines y Luis Híjar y Haro (1933),
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
Rodolfo Flores Talavera (1958), José Nieto de Pascual (1979), Emilio Alanís Patiño (1982)
y el INEGI (1994). En una segunda etapa de trabajo, el catálogo se incrementó con la lectura
de obras más analíticas sobre historia de la estadística, la economía, la ciencia, la población
o las ideas en México, elaboradas por prestigiados autores, como: Elías Trabulse, Sherburne
Cook, Woodrow y Borah, Leticia Mayer, Peter Gerhard, Sergio de la Peña y James Wilkie,
Elsa Malvido y Miguel Cuenya, entre otros. En un tercer momento, se hicieron consultas a
historiadores, de las cuales resultaron nuevos títulos que dieron lugar a que, finalmente, el
catálogo se integre de 120 fichas.
Cabe destacar que las dos últimas etapas de trabajo posibilitaron que se ampliara la
visión de la propia DGE sobre la historia de la estadística en México; entre otros aspectos,
además del conocimiento que se tenía del siglo XIX, de autores de pensamiento liberal y la
ciudad de México, se reconoce ahora el gran aporte que ha dado el periodo colonial a dicha
historia, así como la contribución de personajes de pensamiento conservador; también, se
incluye información de estados que ya no pertenecen a la actual República Mexicana, ade-
más del Segundo Imperio y algunos autores extranjeros.
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7. El catálogo cuenta con las síntesis de las obras más conocidas en la historia de la
estadística en México, como el Códice mendocino, las Relaciones geográficas, el Theatro
americano de Villaseñor, el Censo de Revillagigedo, el Ensayo... de Humboldt, la Memo-
ria... de Navarro y Noriega, algunos trabajos del Conde de la Cortina, José María Pérez
Hernández, Antonio García Cubas, Manuel Orozco y Berra y Emiliano Busto, las memorias
de Hacienda y Fomento, las estadísticas publicadas en el Boletín de la Sociedad Mexicana
de Geografía y Estadística, estadísticas estatales como las de Martínez de Lejarza en Michoacán
y Eleuterio González en Nuevo León y, finalmente, los trabajos de la DGE al mando de su
director, Antonio Peñafiel.
A estos documentos, que aparecen una y otra vez mencionados por diversos autores,
se incorporaron:
• Obras menos conocidas, pero que muestran la cuantificación en algunos temas espe-
cíficos, como: mortalidad, criminalidad o minería, y que sentaron las bases para el
desarrollo de algunas estadísticas sectoriales, como las económicas y de salud.
• Obras conocidas por su aporte a la historiografía nacional o regional, que se apoyan
en algunos datos estadísticos, entre las que destacan: la Descripción de la Nueva Galicia,
de Domingo Lázaro de Arregui, o la Demostración del vastísimo Obispado de la Nueva
Vizcaya, de Tamarón y Romeral.
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
• Diversas estadísticas estatales o locales (no muy conocidas, pero rigurosas en su in-
vestigación) que se presentan a manera de ejemplo de desarrollo en este campo, como
las de Francisco Ortega para Tulancingo, José Fernando Ramírez para Durango, Longinos
Banda para Jalisco y Pedro García Conde para Chihuahua.
• Los primeros documentos metodológicos o académicos, entre ellos, los de Manuel
Ortiz de la Torre y José María Pérez Hernández.
• Algunas publicaciones periódicas de divulgación científica o popular que incorporan
información estadística en sus contenidos, como la Gazeta de México, la Gaceta mé-
dica, los calendarios de Galván y de Lara, además del Boletín de la Sociedad Mexica-
na de Geografía y Estadística, del que se han elegido varias colaboraciones.
Se decidió incluir en el catálogo varias muestras de este tipo de documentos para que
el lector las tenga presentes. Cabe agregar que en los archivos históricos estatales y de otros
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8. países (sobre todo en el Archivo de Indias en Sevilla, España), se encuentran documentos
adicionales con algunas de estas características.
En esta publicación se adoptó un criterio flexible y amplio sobre la estadística (o más
bien, las estadísticas oficiales), entendiendo por tal los esfuerzos que se han encaminado a
cuantificar a la población, sus actividades económicas y recursos naturales, así como a darle
método y rigor científico a la actividad; por lo anterior, todos los documentos aquí compi-
lados forman parte de la historia de la estadística y del Estado, porque atañen a las cosas que
le son importantes a éste, como la tributación, la colonización, la evangelización, la guerra,
la salud pública, la educación, el estado moral, la creación de la riqueza, la seguridad na-
cional, el bienestar colectivo y la disminución de las desigualdades. Sólo algunas obras
abordan el aspecto metodológico de la estadística, lo cual es entendible porque, como dis-
ciplina académica, inicia su desarrollo a finales del siglo XVIII en Europa y en el XIX en
México.
Siguiendo el hilo de la anterior argumentación, la estadística en nuestro país muestra,
a lo largo de su historia, avances significativos que van de la parroquial y por localidad, a
la estadística general de la República; de la elaborada con fines administrativos, a la esta-
dística como conocimiento en sí mismo; de la descripción miscelánea de temas, a la espe-
cificidad; de la recolección azarosa, a la recaudación metódica y especializada; del registro
y censo intermitente, al registro mensual y censo decenal; de la instrucción vaga, al cues-
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
tionario específico; del texto, al dato; del padrón con información desagregada, al censo
y sus tablas con información agregada; del lego, al profesional; de la visión instrumental
de la estadística como control o coacción, a la moderna como progreso y desarrollo; de
la dispersión de esfuerzos, a la centralización en una instancia única que, a la postre, fue la
Dirección General de Estadística.
La investigación histórica se llevó a cabo en la ciudad de México, desde mediados del
2001 hasta principios del 2004, complementada con visitas a archivos de Guadalajara,
Zacatecas, Aguascalientes y Tlaxcala. Las instituciones elegidas para cumplir con los pro-
pósitos del catálogo fueron las siguientes: Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística,
Archivo General de la Nación, Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, Instituto de
Investigaciones Dr. José María Luis Mora, Biblioteca Nacional de México de la Universi-
dad Nacional Autónoma de México (UNAM), Archivo del Centro de Estudios de Historia
de México del Grupo Condumex, Archivo Histórico del Distrito Federal, Biblioteca Miguel
Lerdo de Tejada de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y Archivo Histó-
rico de la Defensa Nacional, cuyas autoridades, investigadores y personal de apoyo siempre
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9. estuvieron atentos a brindarnos la ayuda que se fue requiriendo, además de que mostraron
su solidaridad y confianza en el proyecto.
La intensa labor de investigación con instituciones en la ciudad de México, así como
la concertación para obtener las imágenes de las obras fue llevada a cabo por Elena Quiroz
Téllez, Silvia Luna González y Jorge González Castro; por su parte, en Aguascalientes,
Julieta Orduña Guzmán realizó la integración de las fichas técnicas y la homogeneización
de contenidos, Francisco Javier Estrada Ruiz estuvo a cargo de la fotografía; Ma. Esther
Arzola González, Ana Dolores Velasco Femat, José Pablo Covarrubias Ordiales y Laura
Elena López Ortiz fueron los encargados de la corrección de estilo. Todos ellos fueron co-
ordinados por Antonio Guerrero Hernández, quien estableció los lineamientos técnicos y
operativos del proyecto y, con Elena, Silvia y Jorge participó en la redacción de contenidos
del documento, además de elaborar la versión final.
El catálogo fue sometido a la opinión y revisión de especialistas. En primer lugar, es
necesario hacer mención de la doctora Leticia Mayer Celis, del Instituto de Investigaciones
en Matemáticas Aplicadas y Sistemas de la UNAM, quien conoció el anteproyecto y nos
estimuló a realizar la investigación; por su parte, los doctores José Francisco Román Gutiérrez,
de la Universidad Autónoma de Zacatecas, y César Moheno, del Instituto Nacional de An-
tropología e Historia, hicieron puntuales comentarios que permitieron precisar los conteni-
dos, la estructura y los índices finales del documento. Por su aporte técnico y solidaridad,
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
apreciamos mucho su apoyo.
Finalmente, si este catálogo contribuye a facilitar y enriquecer el trabajo de investiga-
dores, instituciones y público interesado cuando requieran de referentes cuantitativos o de
pistas e indicios útiles para sus pesquisas históricas, entonces habrá cumplido su cometido,
pues para la conquista del porvenir es necesario recuperar el pasado, y qué mejor si se hace
con herramientas que faciliten la tarea.
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10. Índice
Fuentes de información estadística . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Siglo XVI
Ficha Página
1 Códice mendocino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Antonio de Mendoza (promotor)
2 Nueva colección de documentos para la historia de México . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
Joaquín García Icazbalceta (compilador)
3 Documentos para la historia económica de México . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Secretaría de la Economía Nacional (promotor)/Luis Chávez Orozco (compilador)
4 Papeles de Nueva España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
Francisco del Paso y Troncoso (compilador)
5 Suma de visitas de pueblos por orden alfabético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
Francisco del Paso y Troncoso (compilador)
6 Descripción del Arzobispado de México . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
Alonso de Montúfar (promotor)/Luis García Pimentel (compilador)
7 Relación de los obispados de Tlaxcala, Michoacán, Oaxaca y otros lugares . . . . . . . . . . . . . . . . 50
Luis García Pimentel (compilador)
8 Geografía y descripción universal de las Indias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
Juan López de Velasco
9 Relaciones geográficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Felipe II (promotor)/René Acuña (compilador)
10 Pomar y Zorita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
Juan Bautista Pomar y Alonso de Zorita/Joaquín García Icazbalceta (compilador)
11 Relación breve y verdadera de las provincias de la Nueva España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
Fray Alonso Ponce
12 Historia natural y moral de las Indias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
Joseph de Acosta
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11. Ficha Página
SIGLO XVII
13 Descripción geográfica de los reinos de Nueva Galicia, Nueva Vizcaya y Nuevo León . . . . . . . . 64
Alonso de la Mota y Escobar
14 Descripción de la Nueva Galicia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
Domingo Lázaro de Arregui
15 Memorial y noticias sacras de las Indias Occidentales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
Juan Díez de la Calle
SIGLO XVIII
16 Gaceta de México . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72
Juan Ignacio María Castorena Ursúa y Goyeneche y Juan Francisco Sahagún de
Arévalo y Ladrón de Guevara
17 Historia del reino de la Nueva Galicia en la América Septentrional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
Matías de la Mota Padilla
18 Theatro americano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
Joseph Antonio de Villaseñor y Sánchez
19 Demostración del Obispado de la Nueva Vizcaya . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
Pedro Tamarón y Romeral
20 Relación del viaje a los presidios internos en la frontera de la América Septentrional . . . . . . . . 80
Nicolás de Lafora
21 Viaje de indios y diario del Nuevo México . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
Fray Juan Agustín de Morfi
22 General noticia de todas las jurisdicciones de esta Nueva España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
Anónimo, rescatado por Francisco del Paso y Troncoso
23 Descripciones económicas generales de Nueva España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
Enrique Florescano Mayet e Isabel Gil (compiladores)
24 Cuadro de la situación económica novohispana en 1788 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
Consulado de México
25 Historia general de Real Hacienda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
Fabián de Fonseca y Carlos de Urrutia y Matos/Joaquín Maniau y José Sierra
(colaboradores)
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12. Ficha Página
26 Descripciones económicas regionales de Nueva España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
Enrique Florescano Mayet e Isabel Gil Sánchez (compiladores)
27 Noticias de fábricas, molinos, ingenios, lagunas, ríos y puentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
Juan Vicente Güemes Pacheco y Padilla (promotor)
28 Noticia geográfica del reino de la Nueva España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
Carlos de Urrutia y Matos
29 Compendio de la historia de la Real Hacienda de Nueva España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
Joaquín Maniau y Torquemada
SIGLO XIX
30 Relaciones estadísticas de Nueva España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
Consulado de Veracruz (promotor)/Jesús Silva Herzog (compilador)
31 Tablas geográficas políticas de Nueva España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104
Alejandro de Humboldt
32 Noticias estadísticas de la intendencia de Puebla . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
Manuel de Flón, Enrique Florescano Mayet e Isabel Gil Sánchez (compiladores)
33 Noticias de Nueva España en 1805 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
Tribunal del Consulado
34 Ensayo político sobre Nueva España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
Alejandro de Humboldt/traducción al castellano por Vicente González Arnao
35 Memoria de la provincia de Coahuila . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112
Miguel Ramos Arispe
36 Noticias históricas y estadísticas de Nuevo México . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114
Pedro Bautista Pino
37 Memoria sobre la población de Nueva España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
Fernando Navarro y Noriega
38 Idea de la riqueza de Nueva España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
José María Quirós
39 Resumen de la estadística del Imperio mexicano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
Simón Tadeo Ortiz de Ayala
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21. Fuentes de información estadística
os documentos que integran el catálogo hacen uso de distintas fuentes estadísti-
cas. En este anexo se destacan de manera sintética las más importantes.
L Las fuentes están constituidas por:
• Registros administrativos continuos realizados por instituciones gubernamentales y
eclesiásticas (ministerios, secretarías, contadurías, consulados, autoridades provinciales
y locales, arzobispado, obispados y parroquias) sobre acontecimientos demográficos,
sociales y económicos (nacimiento, bautismo y fallecimiento de las personas, tributación,
cobro de impuestos, producción económica, exportación e importación de mercancías,
migración internacional, hechos judiciales, ingresos a centros escolares y de salud, así
como registros catastrales, entre otros).
• Padrones poblacionales y económicos elaborados por la mayoría de las autoridades cu-
yos objetivos fueron: tributarios, eclesiásticos, sanitarios o militares.
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
• Otras fuentes, como: los códices, informes y memorias de gobierno, las relaciones geo-
gráficas, las visitas parroquiales, que tuvieron los objetivos de conocer el estado de un
lugar, rendición de cuentas y supervisión a las autoridades locales.
La intención de estas fuentes es llevar a cabo el control del personal y bienes como parte
de la gestión administrativa y no propiamente generar información estadística. El registro ad-
ministrativo proporciona los datos en bruto, tal y como se fueron obteniendo por parte de la
institución responsable; los padrones poblacionales de la Colonia, por ejemplo, ofrecen infor-
mación persona por persona a manera de listado, mientras que la información estadística es la
síntesis significativa de ese universo de datos; para ésta no importa el dato personal, sino el
agregado: el largo listado se convierte en un pequeño cuadro que señala cuántas personas viven
en una localidad, por sexo y grupos quinquenales de edad.
La conversión del registro administrativo en estadística requiere:
• El procesamiento técnico de la información, con base en determinados criterios concep-
tuales y operativos con el fin de evaluar la consistencia de los registros (cobertura,
c 5 d
22. completez, continuidad, rigor conceptual, etc.) para, posteriormente, seleccionarlos, co-
rregirlos y organizarlos como serie de datos comparables.
• La comprensión del contexto de la fuente, el valor de la información para quienes la ela-
boraron, además del significado que le daban a cada concepto y a los datos.
• Su presentación en tabulados, cuadros resumen, gráficas u otras formas de diseminación
de la información que sintetizan el enorme mundo de datos administrativos.
• Su interpretación convierte los datos numéricos en datos significativos para la compren-
sión de determinado fenómeno demográfico, económico, social o cultural.
En suma, para que los registros administrativos se conviertan en información estadística
(o lo empírico en científico) se requiere de dos procesos paralelos: el metodológico y el
hermenéutico, que garanticen que los datos sean de calidad y tengan relevancia social.
Las fuentes de información estadística forman en la actualidad, un enorme mundo
por explorar. Se encuentran dispersas en archivos históricos de diverso tipo y, en la mayor
parte de los casos, en su forma original, es decir, como manuscrito, con métodos rudimentarios
de organización de los datos, por ejemplo: en libros sacramentales, matrículas de tributarios,
padrones poblacionales y económicos, registros judiciales, cuentas de producción o de expor-
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
tación. Desde luego, existen excepciones notables, como la que nos ofrecen las instituciones
responsables de la hacienda pública, que han tenido el doble mérito de generar con regularidad
sus registros administrativos y de haberlos convertido en información estadística de utilidad
para el conocimiento de ciertos aspectos económicos, razón por la que se incluyeron entre los
contenidos del catálogo (ver fichas 25 y 29 sobre la Real Hacienda).
Como habrá observado el lector en este documento, en la segunda mitad del siglo XIX
fueron varias las instituciones y personalidades que tuvieron la preocupación por convertir
los registros administrativos en información estadística. Es el caso de las memorias de Fo-
mento (ver ficha 66), las estadísticas parroquiales de Fortino Hipólito Vera (ver ficha 88),
las estadísticas sobre minería de Santiago Ramírez (ver ficha 94), las estadísticas acerca de las
rentas públicas de Ángel Domínguez (ver ficha 104), las estadísticas del ramo criminal de
Guillermo Herrera (ver ficha 106) y el Boletín de agricultura, minería e industrias (ver ficha
107) que, año con año, ofrecía una síntesis estadística de sus registros administrativos. Al final
de este apartado se muestran algunos avances en ministerios y secretarías, que en el transcurso
del siglo XIX transitaron del registro administrativo hacia la estadística descriptiva.
c 6 d
23. A continuación, se describen algunas las fuentes de información:
Códices
Los códices coloniales formaron parte del sistema de registro escrito mesoamericano. Eran
elaborados por los tlacuilos (pintores indígenas) mediante el uso de pictogramas. En el primer
siglo de la Conquista continuaron usándose como recurso de comunicación de los nativos con
los españoles, ya fuese por solicitud de éstos o por iniciativa indígena. Se empleaban para
documentar y registrar diversos acontecimientos de tipo histórico, político, demográfico, eco-
nómico, religioso, catastral, jurídico y cartográfico de las divisiones político-administrativas,
en particular de los que hoy llevan el nombre de los siguientes estados: Guerrero, Hidalgo,
México, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Veracruz y Distrito Federal. En ellos
es posible encontrar referencias sobre el número de habitantes de las localidades, las rutas de
migración, el monto y tipo de tributo de los pueblos, la ubicación geográfica y extensión de las
localidades y sus tierras, que son fuentes de información cuantitativa de utilidad para el cono-
cimiento de la época y que han sido explotados por diversos investigadores e instituciones. A
manera de ejemplo, se señala la importancia de los códices económicos.
Los códices tributarios eran utilizados para contabilizar las cargas impuestas por las auto-
ridades indígenas; posteriormente, con la Conquista se mantuvo el sistema en beneficio de los
españoles. Los códices de este tipo son los más ricos para fines estadísticos por la calidad y
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
cantidad de su registro, pues en los centros de poder se llevaba un control estricto de los plazos,
pagos y destino de los mismos. Un claro ejemplo lo ofrece el Códice mendocino (ver ficha 1)
y, en particular, su matrícula de tributos, que contiene los nombres de las provincias obligadas
a pagar (representadas por medio de un glifo toponímico) y el dibujo del tipo de productos que
se entregaban a los almacenes reales; asimismo, con glifos numerales se señalaba la cantidad
exacta de piezas o cargas que debían ceder. Ejemplo de códices tributarios son los siguientes:
Matrícula de Huexotzinco, Códice de Chavero, Códice de tributos de Santa Cruz Tlamapa,
Códice Tlaquiltenengo (Mauricio de la Arena), Códice de Azoyú número 2 (Códice Ortega),
Códice de tributos de Mizquiahuala y Códice del Cristo de Mexicaltzingo.
También, se elaboraron otros para contabilizar dentro de las comunidades las cargas im-
puestas por la Corona, los cuales llevaban registros precisos de los montos y tipos de bienes
que debían entregar a los encomenderos, como es el caso del Memorial de Tepetlaoztoc o
Códice Kingsborough, o códices de tributos entregados al ministro de la Iglesia, como los de
Teloloapan y Yanhuitlán; o de tributos locales a funcionarios indígenas y a la caja de comuni-
dad, como el Códice de Otlazpan. Por otro lado, la preocupación del indígena por definir los
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24. límites y conservar el territorio se unió al interés del español por conocer nuevas tierras y dio
continuidad a la tradición cartográfica combinada con la tributación, que se ve reflejado en los
códices Xólotl, Techialoyan, Ixtapalapa, Tlaxcala, de los señores de San Lorenzo Axotlan y
San Luis Huexotla, del Tequitlato de Zapotitlán, Mapa de Santa María Nativitas Tultepeque,
Mapa de Cuauhtinchan número 2 y los lienzos de Aztactepec y Citlaltepec. Finalmente, algu-
nos códices refieren los abusos y excesos cometidos por los conquistadores en materia de
tributos y fueron utilizados como material para la apelación ante las autoridades, por ejemplo,
los de Teloloapan, Tultepec y Acallan.
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
Códice de Tributos de Santa Cruz Tlamapa.
Los códices, sin embargo, constituyen apenas una fuente de información limitada en el
espacio y el tiempo (siglo XVI) para dar cuenta de la tributación, la cual fue registrada con
meticulosidad a lo largo de la Colonia.
Matrículas de tributarios
El ramo de tributos fue de los más regulares del periodo colonial. Da cuenta del gravamen que
la Corona y las autoridades virreinales impusieron a los indígenas mediante la Contaduría
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25. General de Tributos, oficina que funcionó de 1597 hasta 1786, cuando, como consecuencia del
establecimiento de las intendencias, se convirtió en Contaduría General de Retasas, que des-
apareció con el inicio de la Independencia en 1810.
El tributo fue una carga impositiva aplicada por las autoridades virreinales exclusiva-
mente a la población indígena. Era importante llevar un registro pormenorizado del mismo,
pues sirvió para la sustentación de religiosos y, en general, del gobierno colonial; asimismo,
fue empleado para realizar préstamos a caciques y autoridades regionales y locales, a la vez
que se destinó para la construcción de iglesias, la ejecución de obras públicas y la cobertura de
necesidades colectivas transitorias.
El control y registro de la tributación indígena se llevaba a cabo a través de las Matrí-
culas de tributarios, que eran elaboradas por los gobernadores de indios y los alcaldes mayo-
res cada cinco años o, en su defecto,
cada vez que había cambios pobla-
cionales importantes, como los
provocados por alguna epidemia o
peste.
Las matrículas ofrecían infor-
mación acerca de las familias indí-
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
genas por curato, pueblo, barrio,
hacienda o rancho, así como sobre
la edad, sexo y estado civil de sus
miembros; los tributarios presentes
y ausentes; los radicados en otros
pueblos; y los indígenas que no es-
taban sujetos a tributo en virtud de
las siguientes razones: edad, enfer-
medad, calidad (los caciques in-
dígenas, por ejemplo), oficio (los
gobernadores y alcaldes) y género Padrón o matrícula de tributarios, 1788.
(las mujeres).
Las matrículas concernientes a la población indígena se apoyaron en los padrones
parroquiales. El Archivo General de la Nación (AGN) conserva en su acervo documental más
de 62 volúmenes del ramo tributos que incluyen las matrículas referenciadas.
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26. Padrones poblacionales
Del siglo XVI al XIX, los padrones poblacionales fueron un medio complementario a los
registros administrativos al que recurrieron las autoridades coloniales para disponer de infor-
mación sociodemográfica y económica de la población de la Nueva España. Se efectuaban por
órdenes del rey, el virrey y las autoridades eclesiásticas; su levantamiento lo llevaban a cabo
las autoridades locales (alcaldes mayores, gobernadores indígenas, regidores, etc.) y clérigos.
Su cobertura territorial, periodicidad y fines fueron diversos. Enseguida, se señalan algu-
nos ejemplos.
Parroquiales/locales
Eran levantados por los vicarios encargados de las parroquias, aunque también en este rubro
pueden considerarse los padrones locales elaborados por las autoridades a pedidos diversos de
la Corona y autoridades virreinales. Contenían información de la población o de una parte de
ésta: tributarios, feligreses, hombres aptos para la milicia o para el pago de determinado im-
puesto, personas sujetas de tierra, etc.) desagregada por edad, sexo, casta (gente de razón y sin
razón), estado civil o algún atributo particular de tipo sacramental, económico u otro, depen-
diendo los intereses que llevaron a su ejecución. Su periodicidad se llegó a plantear anual en
algún momento aunque, en realidad, se elaboraban a intervalos irregulares y tenían como fina-
lidad recabar datos para fines evangelizadores, tributarios, catastrales, sanitarios o político-ad-
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
ministrativos (en función del tamaño y la importancia del pueblo se le asignaban a éste
gravámenes y beneficios en obras e instituciones).
Militares
Se realizaban por orden real, en particular a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, con el
objetivo de ubicar hombres aptos para la milicia. Registraban el nombre del varón, su casta,
edad, estado civil, ocupación, nombre de la cónyuge, edad de la misma, número de hijos y
edades, talla y complexión física. Idóneos eran los españoles y criollos entre los 16 y 39 años.
Generales
Ordenados por la Corona para todos sus confines, eran instrumentados por los gobiernos
virreinales y ejecutados por las autoridades locales con el propósito de conocer la población
general del reino, en este caso de la Nueva España. En ellos interesaba captar información por
persona y familia, con especificación del nombre del jefe de familia, su esposa, hijos y otros
miembros de la casa, la casta, el estado civil, el oficio y otra información adicional que variaba
de un ejercicio a otro. En el siglo XVIII se realizaron tres padrones generales, reconocidos por
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27. el nombre del virrey que los encabezó: el de Fuenclara (1742-1743), que Villaseñor concretizó
en el Theatro americano (ver ficha 18), el de Bucareli (1777) y el del conde de Revillagigedo
(1790), sobre el que se hablará más adelante.
En la primera década del siglo XIX se levantaron padrones en diversas poblaciones y en
abril de 1822, con el México independiente, se decretó la formación de la estadística general
del país, para la que se estableció una nueva finalidad: fijar el número de funcionarios por de-
marcación. A lo largo del siglo XIX se llevaron a cabo varios censos generales; de alguno de
ellos se da cuenta en el Catálogo, por ejemplo, el Censo de Valdés (ver ficha 47) o en los
trabajos estadísticos de Jesús Hermosa (ver ficha 68), Antonio García Cubas (ver ficha 69) y
Rafael Durán (ver ficha 75). Desde luego, también varias de las estadísticas estatales presenta-
das en el catálogo hacen uso de los censos de la época.
También, es posible hallar cen-
sos específicos por ciudades, como los
que se levantaron para la capital del
país. Un ejemplo de ellos es el padrón
de 1753, realizado por la Real Audien-
cia para fines de ordenamiento de la
población tanto en la traza urbana cen-
tral como en la periférica. Se obtuvo
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
información de las personas por sexo,
edad, calidad étnica, parentesco con
el jefe de familia, y de las viviendas
por propietario y usos adicionales al
habitacional.
De vagos
Por reales órdenes, se levantaban re-
gistros de personas ociosas con el fin
de canalizarlas al servicio de la mili-
cia o la marina o para trabajos de ca-
minos y obras públicas dentro de la
Nueva España o, en su caso, fuera de
ella para ser remitidos a Filipinas, Padrón de población de Aguascalientes, 1770.
Cuba o algún otro lugar del imperio
español.
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28. De extranjeros
En la Colonia, a través de reales cédulas se dictaban disposiciones sobre los requisitos
que debían cumplirse para fijar la residencia de los extranjeros en las Indias. Este control
y registro se ha ejercido desde el siglo XVI hasta la época actual mediante diversas instancias
e instituciones. Los datos que se asentaban eran nombre, edad, patria, profesión y puerto de
procedencia; estudios, el punto de su destino y motivo de su viaje (para que el administrador de
la aduana marítima respectiva les extendiera boleto de desembarco).
De meretrices
El Consejo Superior de Salubridad (rector de
la salud pública en el siglo XIX) creó en 1868, la
Inspección de Sanidad para controlar y realizar
la revisión médica de las mujeres dedicadas a la
prostitución. El control era mediante un registro
en el cual se consignaba el nombre, edad, domi-
cilio, estado civil, grado de estudios, ejercicio de
algún oficio, si eran huérfanas de padre o madre,
oficio de los padres y lugar de nacimiento. Los
resultados se publicaban en tablas estadísticas, a
través de su boletín, dando así cumplimiento al
artículo sexto de su reglamento que al calce de-
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
cía lo siguiente: “Es la responsabilidad del Con-
sejo elaborar y publicar mensualmente la esta-
dística médica”.
Los padrones aquí reseñados se encuen-
tran disponibles en el Archivo General de la
Nación (dispersos en diversos ramos), en el
Archivo Histórico del Distrito Federal, así como
en los archivos históricos estatales, municipales Padrón de meretrices, Zacatecas.
y eclesiásticos. Porfiriato.
Censo de Revillagigedo
No obstante que ofrece ser la versión más lograda de los padrones poblacionales, representó
un paso adelante en tanto que pretendió ser un censo general para toda la Nueva España y
partió de formularios e instrucciones únicos (a semejanza de los censos españoles de la época,
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29. como el de Floridablanca, ejecutado en 1787), además de que se propuso generar información
agregada mediante tablas o cuadros resumen. Asimismo, concibió el cruce de información,
por ejemplo, la población total por estado civil, sexo y edad o datos de castas por sexo y edad.
El padrón fue realizado de 1790 a 1793 con fines tributarios, militares y de organización de la
administración pública, aunque también se inspiró en las ideas ilustradas que concebían a las
estadísticas como conocimiento y no sólo como instrumento de Estado.
La temática que abarcó se divide en tres grandes apartados:
• Población. Ofrece información por ciudad, villa, pueblo, parroquia, misión, hacienda,
ranchos y estancias; almas por estado civil (solteros, casados y viudos), sexo y edad
(menores de 7 años, 7-16, 16-25, 25-40, 40-50, 50 y más); distinción de castas (europeos,
españoles, indígenas, mulatos y otras castas); calidades y ocupaciones, por ejemplo: cu-
ras, vicarios, sacristanes, hidalgos, letrados,
estudiantes, empleados de hacienda, milita-
res, escribanos, labradores, mineros, comer-
ciantes, fabricantes, artesanos, jornaleros,
médicos, cirujanos y barberos; así como un
resumen general de la población.
• Religión. Se distinguen monjes, mendicantes,
canónigos, clérigos, congregaciones y mon-
INEGI. Catálogo de Documentos Históricos de la Estadística en México (Siglo XVI-XIX)
jas, diferenciando en cada caso los novicios,
profesos, legos, donados, criados o criadas.
• Casas de comunidad. Se refiere a los llama-
dos colegios de hombres y niñas, hospitales,
casas de misericordia, cárceles y casas de re-
clusión, para los que se especifica el estatus:
maestros, colegiales, capellanes y criados.
Durante muchos años el Padrón o Censo de
Revillagigedo ha cargado con el anatema de Cen-
so Condenado que le endilgó el sabio Antonio Al-
Primer censo de población de la
zate. En los últimos años se ha ido haciendo un Nueva España, o Censo de Revillagigedo,
rescate de su valor como ejercicio censal guiado 1790-1793.
por las luces de la Ilustración. Sobre el conde de
Revillagigedo, se ofrece un perfil biográfico (ver
ficha 27).
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30. Padrones económicos
La Ley del 27 de junio de 1823 estableció una contribución directa consistente en la renta
anual que gravaba bienes, como fincas rústicas y urbanas, giros mercantiles y establecimientos
industriales, profesiones, objetos de lujo (caballos, sirvientes y carruajes, entre otros) y suel-
dos. Si bien los rubros y el monto del gravamen fueron modificados en varias ocasiones, el
impuesto de contribuciones directas se ejerció permanentemente a lo largo del siglo XIX.
Uno de estos cambios fue el derecho de patente, que se estableció por ley en 1836, la cual
determinaba que todas las casas comerciales o giros de cualquier denominación, para poder
establecerse, deberían adquirir una patente del gobierno en la que se acreditara haber pagado la
contribución respectiva; debían aplicarse patentes a los almacenes y escritorios, almonedas,
alacenas, boticas, billares, casas de matanza, casas de baños y lavaderos, coches y caballos de
alquiler, casas de cambio, cafés, cererías, cervecerías, pulquerías, tabaquerías, corrales, car-
bonerías, diligencias, fábricas de papel, aguardiente, licores, barajas, hospederías, hoteles,
mesones, lecherías, molinos, plazas de toros y de gallos, panaderías, joyerías, tiendas de ropa,
sombreros, libros, muebles y zapatos. El cobro de las contribuciones directas estuvo a cargo de
los administradores de rentas quienes, a través de las receptorías y subreceptorías elaboraban
un padrón anual que registraba los bienes y actividades sujetas a contribución.
Durante el siglo XIX fueron levantados padrones de giros mercantiles, de profesiones y
ejercicios lucrativos y de establecimientos industriales, por conducto de la Dirección de Con-
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tribuciones Directas, perteneciente al Ministerio de Hacienda.
A continuación, se describen brevemente algunos padrones:
Padrón de giros mercantiles (1843-1851)
Se efectuó con la finalidad de llevar un control de los impuestos sobre el tipo de establecimien-
to, la actividad que realizaba y el monto de lo que debería de pagar. Se especificaba el giro, su
nombre, el dueño, la cuota que se le asignaba y el número de las partidas de pago.
Padrón de profesiones y ejercicios lucrativos (1842 y 1850)
Se publicó una ley que obligaba al pago de una cuota (muy variable: 1-300 pesos), por una so-
la vez, a todas las profesiones y ocupaciones lucrativas las cuales, en opinión de los legislado-
res, incluían abogados, agrimensores, agentes de negocios, arquitectos, corredores, escribanos,
docentes, médicos y cirujanos, procuradores y tasadores de autos. Años después, se multi-
plicaron los posibles contribuyentes pues se aumentaron considerablemente las profesiones:
maestros de obras, comadronas y parteras, curas y vicarios, empleados y dependientes de los
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