12. Ciclo C
I domingo de Cuaresma
17 de febrero de 2013
Música: Lamentación 2’ (“Sinagoga hebrea”)
13. Cuaresma es el tiempo que viene y va,
Tiempo para vivirlo en camino,
sin instalarse, sin retenerlo, sin lamento,
con la esperanza siempre a flor de piel
y la mirada fija en otro tiempo,
la Pascua, que es definitiva.
Florentino Ulibarri
Texto: Lucas 4, 1-13. Cuaresma 1 domingo C – 17 febrero 2013.
Comentarios y presentación: M.Asun Gutiérrez Cabriada.
Música: Wind Spirit.
14.
15.
16. Bendito seas, Padre, por este tiempo tan oportuno,
para la conversión y el encuentro, que Tú concedes gratis
a todos tus hijas e hijos que andamos desorientados por los caminos de la vida.
Bendito seas, Padre, porque llamas a cada hombre y mujer,
sea cual sea su historia o su vida, a emprender cada día,
de manera más personal y consciente, su compromiso de seguir a Jesús,
tu Hijo y nuestro Hermano.
Bendito seas, Padre, por despertarnos de nuestros dulces sueños,
tan vaporosos e infecundos, por interpelarnos en lo radical de la vida,
por liberarnos de nuestras falsas seguridades,
por poner al descubierto nuestros ídolos secretos que tanto defendemos
e intentamos justificar.
Bendito seas, Padre, porque nos das tu Espíritu,
el único que puede convertirnos, el único que puede darnos un corazón de hijos,
el único que puede atravesar nuestros pensamientos,
el único que puede guiarnos por la senda del Evangelio,
el único que hace posible nuestra vuelta a tu seno.
¡Bendito seas, Padre, por este tiempo tan propicio!
Ulibarri Fl.
17. El pueblo de Dios es un pueblo
peregrino que camina hacia la
verdadera Pascua eterna.
21. Primera lectura: Dt 26,4-10
4 El sacerdote recibirá la cesta de tus manos y la pondrá
delante del altar del Señor tu Dios. 5 Y tú dirás ante el
Señor tu Dios: «Mi padre era un arameo errante. Bajó a
Egipto y se estableció allí como emigrante con un puñado
de gente; allí se convirtió en una nación grande, fuerte y
numerosa. 6 Los egipcios nos maltrataron, nos
oprimieron y nos impusieron una dura esclavitud. 7
Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros
antepasados, y el Señor escuchó nuestra voz y vio
nuestra miseria, nuestra angustia y nuestra opresión. 8 El
Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo
poderoso en medio de gran temor, señales y prodigios; 9
nos condujo a este lugar y nos dio esta tierra, que mana
leche y miel. 10 Por eso traigo las primicias de esta tierra
que el Señor me ha dado». Dejarás los frutos delante del
Señor tu Dios, te postrarás en su presencia...
Adora al Señor.
22.
23. Salmo 90
El Señor está conmigo en la tribulación.
Tú que vives al abrigo del Altísimo,
y que habitas a la sombra del Poderoso,
dí al Señor: “Refugio y fortaleza mía,
Dios mío, en ti confío”
24. El Señor está conmigo en la tribulación.
No te alcanzará la desgracia;
ni la plaga rondará tu tienda,
porque ha ordenado a sus ángeles
que te protejan en todos tus caminos.
25. El Señor está conmigo en la tribulación.
Ellos te llevarán sobre sus palmas,
para que tu pie no tropiece en la piedra;
caminarás sobre áspides y víboras,
pisarás leones y dragones.
26. El Señor está conmigo en la tribulación.
Lo libraré, porque se acogió a mí,
lo protegeré, pues conoce mi nombre;
Me llamará y yo responderé;
estaré a su lado en la desgracia,
lo libraré y lo colmaré de gloria.
27. La Palabra está cerca de ti
Segunda lectura: Rom 10,8-13
8 En definitiva, ¿dice la Escritura? Que la palabra está cerca
de ti; en tu boca y en tu corazón. Pues bien, Ésta es la
palabra de fe que nosotros anunciamos. 9 Porque si
proclamas con tu boca que Jesús es el Señor y crees con tu
corazón que Dios lo ha resucitado de entre los muertos, te
salvarás. 10 En efecto, cuando se cree con el corazón actúa la
fuerza salvadora de Dios, y cuando se proclama con la boca
se alcanza la salvación. 11 Pues dice la Escritura: Quienquiera
que ponga en él su confianza no quedará defraudado. 12 Y no
hay distinción entre judío y no judío, pues uno mismo es el
Señor de todos, rico para todos los que lo invocan. 13 En una
palabra, todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.
28.
29. ACLAMACIÓN Mt 4, 4b
No sólo de pan vive el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios.
31. Lucas 4,1-13 1 Jesús regresó del Jordán lleno del Espíritu Santo. El Espíritu lo
condujo al desierto, 2 donde el diablo lo puso a prueba durante cuarenta días.
En todos esos días no comió nada, y al final sintió hambre. 3 El diablo le dijo
entonces:
–Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.
4 Jesús le respondió:
–Está escrito: No sólo de pan vive el hombre.
5 Lo llevó después el diablo a un lugar alto y le mostró en un instante todos los
reinos de la tierra. 6 El diablo le dijo:
–Te daré todo el poder de estos reinos y su gloria, porque a mí me lo han dado
y yo puedo dárselo a quien quiera. 7 Si te postras ante mí, todo será tuyo.
8 Jesús respondió:
–Está escrito: Adorarás al Señor tu Dios, y sólo a él le darás culto.
9 Entonces lo llevó a Jerusalén, lo puso en el alero del templo y le dijo:
–Si eres Hijo de Dios, tírate desde aquí; 10 porque está escrito: Dará órdenes
a sus ángeles para que te guarden; 11 te llevarán en brazos y tu pie no
tropezará en piedra alguna.
12 Jesús le respondió:
–Está dicho: No tentarás al Señor tu Dios.
13 Cuando terminó de poner a prueba a Jesús, el diablo se alejó de él hasta el
momento oportuno.
Desierto de Judá