(215)long ‘fondos buitre’ y reestructuraciones soberanas
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‘FONDOS BUITRE’ E IMPAGO SOBERANO.
Manfred Nolte
El hermano buitre, utilizando el lenguaje del melifluo santo de Asís, no es en la
realidad tan repulsivo ni dañino como lo representan. Trabaja en turno de día y
a su manera cierra pacientemente la cadena del ecosistema animal
alimentándose de los últimos despojos que otros carnívoros más poderosos que
él, una vez saciados, desprecian. Sin embargo, y desde siempre, la literatura ha
visto en él un símbolo de la avaricia y de la crueldad, trasladando a la condición
humana unas señas que apenas se hallan en el ave de presa. En algún reducto
del mundo de las finanzas, el ser humano sonrojaría al buitre.
Vamos a nuestro tema. El sorprendente resultado de un contencioso abierto por
inversores privados contra el Estado argentino ante los tribunales de Nueva
York, abre una importante vía de incertidumbre en los procesos de
reestructuración de las deudas soberanas a los que frecuentemente se ven
sometidos los países en desarrollo y no pocos emergentes y aun centrales.
Recuérdese además del argentino, el caso griego en Europa, un miembro de la
Unión Europea, primera potencia económica mundial.
Tiremos de hemeroteca. Hacia junio de 1998 Argentina atravesaba una fuerte
recesión que culminó a finales de 2001 con la revocación de la convertibilidad
paritaria entre peso y dólar y la adopción del famoso ‘corralito’, por el que los
ciudadanos veían seriamente recortada la capacidad para disponer de su propio
dinero depositado en las Entidades financieras locales. Ante el colapso
financiero, Argentina declaró formalmente el impago soberano (‘default’), por
aproximadamente 100.000 millones de dólares en Diciembre de 2001,
aplicando simultáneamente una drástica devaluación del peso. El largo y
complejo proceso de renegociación y canje de la deuda externa se realizó en dos
etapas con una quita cercana al 70% del nominal. Para 2005 el 76% de los
acreedores había suscrito el acuerdo de reestructuración. En 2010, el porcentaje
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de antiguos tenedores de bonos que aceptaban los nuevos títulos sumaba ya el
93%. La verdadera historia que justifica esta columna reside en el 7% restante,
poseedor de deuda original no renegociada.
Cuando un inversor no acepta los términos de una reestructuración y se plantea
la vía legal para el cobro de su deuda es simplemente un ‘holdout’, esto es, un
sujeto disidente, un inversor inflexible y no colaborador en el proceso de la
renegociación. Como quiera que los bonos originarios estaban sujetos a ley y
jurisdicción americana, resulta inteligible que los ‘holdouts’ hayan iniciado
acciones legales en los juzgados yanquis. Lo menos inteligible y de dudosa
justificación reside en la especialísima naturaleza de alguno de los litigantes y
sobre todo en la respuesta final dictada por los jueces de Nueva York a la
apelación de los inversores disidentes.
Uno de estos apelantes ante la justicia americana es Elliott Management Corp.
(EMC) que reclama, por cuenta de su fondo NML Capital, 830 millones de
dólares –de un total de 1500- más intereses. Pero tomen nota: Elliot compró ese
bono a un ‘holdout’ por 43 millones de dólares en 2008 aunque ahora reclame
la totalidad del nominal. Este tipo de operadores recibe el calificativo de ‘fondo
buitre’ (‘vulture fund’). Su misión consiste en adquirir títulos de países con
problemas que cotizan con grandes descuentos en los mercados secundarios
para seguidamente arremeter contra ellos por vía legal reclamando el nominal
de la deuda. En realidad es el proceso judicial número 11 acometido por el más
activo de ellos, NML, contra el país latinoamericano. NML es un fondo con
domicilio en la islas Caimán, gestionado por un tal Paul Singer, quizás un
testaferro que presta su nombre en régimen fiduciario como se acostumbra en
muchos paraísos fiscales. A través de un complejo entramado de sociedades
interpuestas resulta difícil averiguar quienes son los titulares últimos de este
tipo de fondos1 .
La figura de los fondos buitre, renovados y sofisticados cobradores de frac casi
siempre de procedencias dudosas y naturaleza secretista no es nueva. Reviste
una cierta actividad recurrente en el entorno de los países más miserables del
planeta. Un ejemplo de los muchos existentes como mero botón de muestra lo
constituyó “Denegal International Ltd.”, registrado en la jurisdicción opaca de las
islas Virgin británicas, cuyo objeto social consistía en la ejecución de deuda de
Zambia. Zambia es uno de los países mas pobres del planeta, y el 64% de sus
habitantes vive con un ingreso diario inferior a un dólar. Pero en el momento de
los hechos había sido beneficiaria de una modesta quita en su deuda exterior
multilateral. Aprovechando esta ultima circunstancia, “Denegal” adquirió una
fracción de la deuda del país africano por 3,3 millones de dólares.
Posteriormente la compañía demandó a Zambia ante los tribunales británicos
por un monto de 55 millones de dólares: el valor del principal, intereses y
costas. A través de un sinuoso proceso legal, la corte inglesa adjudicó finalmente
a “Denegal” activos de Zambia en el Reino Unido por valor de 15,5 millones de
dólares.2
1 NML compró no hace mucho deuda emitida por la República del Congo por 10 millones de
dólares y llevó al país africano a juicio exigiendo el pago de 400 millones de dólares. Finalmente
le fueron adjudicados 127 millones.
2 Lejos de tratarse de una anécdota puntual, el propio Banco Mundial ha alertado recientemente
de este ataque producido contra determinados Países HIPC(Países pobres muy endeudados)
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Volvamos al caso argentino. El 16 de junio pasado la Corte Suprema de Estados
Unidos inclinó definitivamente la balanza a favor de los demandantes, exigiendo
a Argentina el nominal de la deuda no renegociada. Más aún, la sentencia
prohíbe a Argentina atender el servicio de la deuda reestructurada a menos que
se atienda previamente, y al cien por cien, la reclamación de los fondos
‘holdout’.
¿Qué consecuencias tiene el veredicto americano, después de que el juez federal
del distrito sur de Nueva York Thomas Griesa fijara el plazo límite de 30 días a
partir del 30 de Junio para el pago de los 1500 millones de dólares a que
asciende el 7% de quienes rehusaron acogerse a la reestructuración de la deuda?
Consecuencias sistémicas y difíciles de prever, como ha vaticinado el propio
Fondo Monetario Internacional. La mayoría de expertos coincide en que la
sentencia tendrá profundos efectos desestabilizadores sobre los mercados
financieros internacionales de deuda emergente y de países de baja renta. La
decisión de la corte americana implica que un fondo buitre o un acreedor
disidente puede destruir un acuerdo multilateral vigente de reestructuración de
la deuda de un país.
Las reestructuraciones pactadas con los inversores del paquete original de
deuda argentina incluían la llamada clausula de estilo ‘pari passu’, que sitúa a
todos los acreedores en pie de igualdad y sin preferencias, por la que ellos serían
automáticamente beneficiarios y equiparados a cualquier mejor condición
acordada con otro acreedor de deuda del país aludido. Lo que significa una
nueva renegociación de la totalidad de la deuda argentina hasta el límite de los
100.000 millones de dólares señalados. Ello implicará el impago soberano –el
segundo en trece años- y el rechazo futuro de los mercados a cualquier papel
emitido por el país latinoamericano. En segundo lugar, y aun con mayor
trascendencia, el ejemplo del fiasco argentino cerrará cualquier negociación
futura para la reestructuración de deudas soberanas a lo largo y ancho del
planeta a menos que los acuerdos alcancen al 100 por cien de los acreedores y se
cierre la posibilidad de la reclamación unilateral por vía judicial y el bloqueo del
resto de acreedores, como sucede en la actualidad. El actual impago a los bonos
ya reestructurados está despertando, por ejemplo en la city londinense, las iras
contenidas de la comunidad inversora internacional.
Sería necesaria la creación de un marco regulatorio internacional para
inversores disidentes en las reestructuraciones de deuda, con especial atención
a la ejecutoria de los fondos buitre. Pero una decisión de ese calibre puede llevar
décadas. Entretanto, Argentina seguirá siendo noticia financiera de
trascendencia mundial en las próximas semanas, meses o quizá años.
aprovechando la mayor capacidad de pago derivada del alivio a la deuda otorgado a dichos
países. A finales de 2010, más de 11 de los países HIPC que habían alcanzado el punto de
decisión estaban siendo objeto de 38 litigios por deuda comercial privada. El total de la
reclamación se ha estimado en 2.000 millones de dólares (incluyendo principal, intereses de
demora y penalidades cuando la deuda original era un cuarto de la reclamada.)