2. LITERATURA PERUANA DE LA CONQUISTA
.1 Concepto de Literatura de la Conquista: Es la literatura desarrollada entre los años de la
Conquista y su afianzamiento en el Perú (1532-1570). Esta literatura nos hace conocer todo
lo que vivieron, escucharon e hicieron los primeros españoles llegados a estas tierras, de las
grandezas y declives del Imperio de los Incas, los hechos de la Conquista y la Guerra Civil
entre los españoles.
Desde el año de 1532, tras la caída de Atahualpa en manos de las huestes de Pizarro,
comienza para el Perú una etapa violenta de dominación y explotación. Quizá fue un
momento todavía incierto, tras el amodorramiento de los soldados y habitantes incaicos
(Después resistirán desde el valle de Vilcabamba). Sin embargo, se impuso la fuerza, la
ambición y dominio de los invasores españoles por más de 300 años. En esta etapa, ni una ni
otra cultura (la incaica y española) cedió a la dominación, sino que ambas convivieron, por
que no decirlo, juntas, aunque una matizada de la otra. A este proceso se llama aculturación.
Y la literatura no estaba ajena a esta proceso. Ricardo Gonzáles Vigil nos dice “... El fruto
capital del encuentro idiomático y literario fue el nacimiento de una literatura mestiza, una
literatura que ya no era ni únicamente española, ni puramente indígena. Nos guste o no, con
las huestes de Francisco Pizarro acabó la época del antiguo Perú y comenzó la nueva época
de un Perú en trance de mestizaje integrador (...) Claro que, como alerta Mariátegui, la
palabra “mestizaje” puede sugerir algo falso: una fusión, más o menos proporcionada y
armónica, entre realidades socioculturales diferentes. Y lo que hubo fue una imposición
excesiva de la realidad socio-cultural de una minoría (la europea), junto con la represión y
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3. marginación de las mayorías. Empero, a pesar de ello, la mezcla se dio, aunque forjando un
mestizaje demasiado “europeizado”, cuando debió ser predominantemente andino y
amazónico. La primera manifestación literaria de ese Perú mestizo fueron las crónicas...”
.2 Proceso de Aculturación: Se llama así a las situaciones de contacto entre culturas
diferentes, que significan no la simple mezcla o adaptación de elementos culturales de una a
otra cultura sino la reestructuración o desestructuración de las culturas materias del contacto.
De esta manera, lo que antes se expresaba o entendía simplemente como transculturación o
mestizaje cultural ahora se le estudia mucha más racional o técnicamente bajo el concepto
de aculturación. Este concepto se refiere, de manera general, a los fenómenos que surgen
del contacto de grupos humanos que participan de culturas distintas. Se caracteriza por el
desarrollo continuado de un conflicto entre las diferentes formas de vida y se manifiesta en
variados niveles de contradicción.
El contacto entre los españoles y los indígenas americanos fue un choque violento en el que
el europeo prevaleció como grupo dominante. Sin embargo, los fenómenos que surgieron de
este contacto tuvieron distintas consecuencias, trascendencia y significado, según la
naturaleza de las culturas de las sociedades americanas involucradas en tal contacto. El
proceso aculturativo no constituyó un traspaso mecánico de los patrones culturales
hispánicos a las sociedades dominadas sino que se produjo una reelaboración y
reinterpretación de tales patrones, en función de la manera como iban respondiendo a las
necesidades y exigencias en la práctica misma de la vida social.
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4. En el caso del Perú, al final del periodo autóctono, el imperio de los Incas se había impuesto
como entidad política dominante en casi toda el área andina, pero no constituía una cultura
homogénea; pues seguían vigentes modos de vida, lenguas, creencias y otras instituciones
de los pueblos y comunidades sometidos por los incas. Frente a la cultura occidental las
diferencias entre las culturas nativas perdieron significación y se diluyeron dentro de un todo
que se ha dominado globalmente cultura aborigen. Esto ha traído como consecuencia
algunos problemas, puesto que se ha establecido generalizaciones que impiden comprender
la naturaleza de muchas instituciones importantes aún supervivientes como el ayllu, los
sistemas de parentesco, las formas de creencia, etc., que no fueron iguales y a veces ni
siquiera semejantes en toda el área andina.
.3 Vertientes de la Literatura de la Conquista: Existieron dos vertientes:
a) La vertiente Popular: Cuyas manifestaciones son las coplas y los romances.
La Coplas. Son composiciones breves, irónicas y de contenido popular, las que solían
ser contadas por los soldados para ridiculizar y burlarse de sus superiores y jefes; están
escritas en verso de arte menor (ocho o menos de ochos sílabas) utiliza un castellano
vulgar. Ejemplo:
¡Ah! Señor, Gobernador,
Miradlo bien por entero,
Allá va el recogedor,
Acá queda el carnicero.
Juan de Saravia a don Pedro de los Ríos, Gobernador de Panamá, 1527.
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5. Tiempo es, el caballero,
Tiempo es de andar de aquí,
Que me crece la barriga
Y se me acorta el vestir.
Francisco de Godoy a Diego de Almagro para advertirlo de la celada que le había tendido Pizarro, 1537.
Almagro pide paz,
Los Pizarros, guerra, guerra;
Ellos todos morirán,
Y otro mandará la tierra.
Cantar popular, 1537.
Los Romances: Son composiciones más extensas que las coplas y constituyen una
mezcla de literatura épica (narran hechos) y lírica (expresan sentimientos íntimos).
Tenían por finalidad informar al Rey sobre los hechos más importantes que se producían
en estas tierras. Estaban escritos en arte mayor (nueve sílabas o más). Utiliza un
castellano culto, hecho por los clérigos, secretarios de los conquistadores. Ejemplo:
La Muerte de Don Diego de Almagro
Católica, Sacra Real Majestad,
César Augusto, muy alto monarca,
fuerte reparo de Roma y su barca
en todo lo humano de más potestad;
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6. Rey que procura saber la verdad,
crisol do se funde la recta justicia,
pastor que constante cualquiera amicicia
conserva el ganado por una igualdad.
(Se argumentan a favor de los vulnerados y escarnecidos derechos almagristas e imploran la sanción real
contra el ajusticiero del jefe amigo, - Romance atribuido a Alonso Enríquez de Guzmán).
b) La Vertiente Culta: fue posterior a la popular, su expresión máxima son las crónicas.
La Crónica: El hallazgo de un nuevo continente, determinó desde el primer momento la
necesidad de contar las sorpresas, la vanidad de contar hazañas y el placer de encantar
con el relato de ciertas o imaginarias aventuras. Para ello se recurrió a la Crónica. Al
finalizar el mismo siglo XV, cuando sólo llegaban noticias confusas, fray Ambrosio
Montesinos, en la corte de los Reyes Católicos, en unas Coplas a San Juan Evangelista,
pudo aludir a esa curiosidad:
Los hombres van navegando,
hallan tierra muy remotas,
cuando vuelven, que es ya cuando
los estamos esperando
en el puerto con sus flotas,
que nos digan, les pedimos,
las novedades que vieron
y si algo nuevo oímos
más velamos que dormimos
por saber lo que supieron.
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7. Las primeras crónicas de América fueron en verdad los relatos del propio Colón en 1493,
todavía sobre el Atlántico, en la carabela en que volvió después del destrozo de la Santa María
en la Española.
La Crónica de Indias es un relato minucioso de hechos presenciados directamente por el autor
o recogidas directamente por él, constituye un interesante género que tiene de historia, ensayo y
novela, en ellos se da a conocer la grandeza del imperio incaico y su caída, la conquista y la
guerra civil entre los españoles.
Raúl porras Barrenechea, gran conocedor de las crónicas en su libro Los Cronistas del Perú nos
dice: “... la crónica se hace rápidamente un género mestizo. Es el primer cruzamiento fecundo
de la tierra con el espíritu. Se funden luego en ella las dos razas, con sus ideas y sentimientos
disímiles y las dos culturas, la occidental española y la indígena primitiva (...) En las crónicas
nace así un espíritu nuevo que es el del Perú. El nombre mismo del Perú surgido de ellas, es el
símbolo de ese nuevo destino (...) En la crónica se guardan todas las formas vivas y perennes
de la nacionalidad (...) La crónica tuvo como característica formal, ser narración pura,
objetividad ajena a toda opinión o juicio reflexivo”.
Los Cronistas son las personas quienes en su afán de conocer y dar a conocer lo que estaban
viviendo, escuchando y haciendo, escribieron las crónicas. Para el caso peruano, esas personas
son españoles, mestizos e indios, quienes se interesaron por relatar los hechos que les
llamaban la atención utilizando el idioma castellano que ya se imponían en estas nuevas tierras,
después de los duros días de la conquista. El mismo Raúl Porras Barrenechea, en su libro Mito,
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8. Tradición e Historia del Perú, nos habla de los cronistas: “Los cronistas repiten invariablemente
la misma sucesión de hechos y batallas, con las mismas palabras. No pretenden juzgar ni
encontrar una idea general, ni una explicación reflexiva sobre las causas. Las crónicas
primitivas son puro relato. Los cronistas viven en el espíritu de los acontecimientos que narran y
pertenecen a él. Se jactan de lo que vieron o de lo que oyeron decir y de ello deriva su jerarquía
en la credibilidad de las fuentes. Pero su cronología y su geografía son deficientes, y tienen toda
la vaguedad de las tradiciones populares”.
Las Crónicas: Literatura o Historia
Una de las principales fuentes históricas hasta hace algunos años fue la suministrada por los
antiguos Cronistas de Indias, autores que, queriéndolo o no, rebasan todo límite posible entre
ficción y realidad. Pese a ello, los historiadores vacíos de la vieja historia de la conquista y
colonización de nuestro territorio las tomaron como primera fuente, hasta que, de un momento a
otro, las modernas ciencias del lenguaje se apropiaron de parte del discurso de estos oficiantes
de la historiografía primitiva, registrándose desde entonces una amable disputa entre el reino de
la ficción, que posee la literatura y el reino de la verdad, propio de la historia.
Una de las actitudes recurrentes que tuvieron los antiguos Cronistas de Indias al enfrentarse a la
palabra escrita, fue la ex profesa voluntad de trastocar los límites que imponía la realidad,
voluntad que no ha llegado a determinarse en forma exhaustiva debido a las abismales
diferencias existentes en cada uno de dichos autores y a la imposibilidad que se tiene en
nuestro siglo de poder contar con los materiales pertinentes para desbrozar sus principales
líneas de trabajo. Fernando Silva Satisteban, nos habla en su libro Historia del Perú sobre el
tema: “La crónica no es propiamente literatura, si bien hay cronistas sobresalientes por su estilo
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9. y otros que buscan expresarse en forma elegante y hasta poética –hay incluso crónicas
rimadas-. No es el estilo precisamente lo que señala el carácter de las crónicas. La mayor parte
son narraciones simples y a veces farragosas de los sucesos relatados. El aspecto fundamental
de la crónica es el interés del autor por la manera como deben ser conocidos los hechos, a
veces con deliberada parcialidad a favor o en contra de algo y siempre de alguien. Otras buscan
simplemente comunicar la extrañeza de una realidad, ser testigo presencial de un mundo
sorprendente por su lejanía geográfica y cultural. Pero, tampoco la crónica es historia pura, al
menos en los cronistas no existe la preocupación por un método rigurosamente histórico que se
apoye en la evidencia y rastree la verdad de los hechos. En la crónica caben todas las
emociones, los prejuicios y las pasiones. Pese a ello, la crónica es el testimonio por excelencia
en base al cual se ha reconstruido la historia”.
Ante esta incógnita de ubicar a la Crónica como literatura o historia, y ante las diferentes
clasificaciones que hacen los estudiosos en literatura o historia, tendría que incluirse una nueva
clasificación dado el contenido como cronistas ficcionales (para literatos) y cronistas de hechos
insoslayablemente reales (para historiadores).
2. Clasificación de los Cronistas:
Existen variedad de clasificaciones de los Cronistas de Indias. Así por ejemplo:
José de la Riva Agüero divide a los cronistas en:
• Cronistas que conocieron el incanato
• Cronistas que llegaron después de la conquista
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10. • Cronistas que nunca vieron el Perú
• Cronistas que asistieron a la colonización
• Los escritores del siglo XVII
Luis Alberto Sánchez en su tratado de Literatura Peruana. Derrotero para una historia
cultural del Perú, divide a los cronistas según el carácter o el género de su crónica, en:
• Cronistas historiadores
• Cronistas doctrinarios o catequizadores
• Cronistas juristas o justificadores de la conquista.
Louis Baudin en su libro Imperio Socialista de los Incas, plantea una división
cronológica en función a la historia de los incas, determinándolo en:
• Cronistas que vieron el imperio incaico
• Cronistas que llegaron cuando había sido ya destruido el imperio
• Cronistas que no vinieron al Perú y recogieron sus datos de los primeros
conquistadores.
• Cronistas que recogieron sus datos de los descendientes de los incas.
• Historiadores españoles del siglo XVII.
Raúl Porras Barrenechea en su libro Los Cronistas del Perú, propone la siguiente
clasificación:
• Cronistas del descubrimiento
• Cronistas de la conquista
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11. • Cronistas del Incario
• Cronistas de las guerras civiles.
Augusto Tamayo Vargas en su tratado de Literatura Peruana divide a los cronistas en:
• Cronistas españoles
• Cronistas mestizos
• Cronistas indios
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