Sólo habiendo analizado y conociendo en profundidad la historia de la Corona de Aragón es posible comprender quién era Colón, cuál fue la naturaleza de su empresa y por qué tuvo que prepararla con los dos naturales de la Corona de aragón que mayor poder tuvieron en su tiempo: el rey Fernando el Católico y el papa Rodrigo Borgia
4. La situación de la Iglesia
Humanista era extrema: los
complots y asesinatos se
sucedían contra sus aliados
5. Los musulmanes habían tomado
Otranto con la ayuda de Venecia y
se sospechaba que los Medici de
Florencia y el rey de Francia, en
secreto, les eran favorables
6. Colón se instaló en Lisboa con una misión perfectamente diseñada por
la Iglesia Humanista: encontrar el Nuevo Mundo para reconquistar
desde allí los Santos Lugares
7. Se trataba de
la fallida
Cruzada
Universal,
promulgada
por el papa
Pío II en
Mantua
8. Por entonces, los conflictos
con los Reyes
Católicos, vencedores en la
guerra por la sucesión de
Enrique IV al trono de
Castilla, parecían haber
quedado resueltos mediante
el Tratado de Alcaçovas y las
Tercerías de Moura
9. Pero la muerte
de los infantes
Coimbra y de
su tío, Enrique
el
Navegante, radi
calizó en dos
bandos el
círculo de
Sagres
10. Por un lado estaba la
facción del rey Joao II de
Portugal
11. Por otro la de la reina Leonor con los duques de Viseu y de
Braganza, grandes maestres de las órdenes de Cristo y de Santiago
12. Para acceder a ambos
partidos, Colón
determinó limar su
apellido, Pic-colom-ini, y
casarse con una viuda
de alto linaje, Donha
Filipa Moniz Perestrelo
13. La dama no era una mujer cualquiera, por línea materna descendía del
legendario Egas Moniz, del linaje Ribadouro de Coimbra, estaba emparentada
con los reyes de Portugal y era comendadora del monasterio dos Santos-o-
Velho en Lisboa
14. Tampoco por parte
paterna andaba falta de
nobleza. Procedía de los
Pallastrelli de Piacenza,
muy unidos a los San
Colombano o Colombi
obertengos
15. Además, Pallestrelli había descubierto la isla
de Porto Santo, en Madeira, y poseía mapas
e información en abundancia de la Escuela
de Sagres
16. La madre de Filipa, Isabel Moniz, se apresuró a
entregar a Colón los papeles de su marido. Todo
parecía ir a pedir de boca
17. Colón planteó el
proyecto al rey Joao II
de Portugal quien lo
apoyó aún en contra de
la Junta dos
Mathematicos
18. Por esas fechas, el heredero de Navarra, Francisco
Febo, pidió casarse con la Beltraneja. No vivió para
lograrlo
19. Aunque la petición puso
muy nervioso a todo el
mundo, sobre todo a los
Reyes Católicos que
rompieron las Tercerías de
Moura y obligaron a
adelantar la boda de su hija
mayor, Isabel, con Dom
Alfonso, el heredero de
Portugal
20. También alentaron a sus partidarios en Portugal a conspirar
contra el rey Joao II. Éste, sin dudarlo, hizo ejecutar al duque
de Braganza
21. Como las conspiraciones no cesaban, un año más tarde, Joao II mató con
sus propias manos a su cuñado, Diego de Viseu
22. Tal acción le costó la separación de la reina Leonor
además de la huída de buena parte de la nobleza
23. Colón, como el resto de los nobles, cruzó la
frontera. Buscó refugió en el monasterio de
Menores franciscanos de La Rábida
24. Acababa de enviudar y llevaba a su hijo
Diego, un niñico de meses como declararon
los testigos en los Pleitos
25. En La Rábida fue
acogido por Fray Juan
Pérez, Guardián del
convento, y por el
Padre Marchena,
Guardián de San Juan
de los Reyes
26. La seráfica
humildad, propi
a de los
franciscanos, h
a hecho que la
miope
historiografía
hispana no
haya
reconocido la
verdadera
importancia de
estos frailes
tan unidos a la
reina Isabel de
Avis, madre de
Isabel la
Católica
27. Ambos eran de
noble cuna y a ellos
se debe la
construcción del
soberbio Panteón
Real de San Juan
de los Reyes en
Toledo
28. Colón no quería tratar con los Reyes
Católicos. Los franciscanos de La
Rábida le presentaron al duque de
Medinaceli, que reclamaba el trono
de Navarra para su hija, Leonor
29. El duque terminó por rajarse y, como cuenta
en una carta a su tío y consuegro, el cardenal
Mendoza, escribió a la reina Isabel
confesándole el asunto
30. La reina exigió que Colón se
presentara en la corte que se hallaba
en Córdoba
31. Colón fue recibido por Don Fernando y Doña Isabel. Desde el primer momento, exigió que
Castilla patrocinara su empresa y se negó a tener tratos con los estados del rey de Aragón
32. La soberana, que no creía en el
proyecto, encargó su estudio a la Junta de
Salamanca. Fue rechazado. Colón decidió
ofrecérselo al rey de Francia
33. Pero Don Fernando, muy influido
por las profecías milenaristas
aragonesas, no podía consentir el
posible triunfo de su enemigo. No
dudó en retener a Colón con bellas
mujeres
34. Con una de ellas, Beatriz Henriquez, hija de
Pedro Torquemada, Colón tuvo a su hijo
menor, Hernando
35. Aunque el gran
amor de Colón fue
Beatriz de
Bobadilla, amante
de Fernando el
Católico
36. La España que
conoció Colón se
debatía entre el
sueño de la unidad
y las luchas por
superar las
divisiones iniciadas
con los godos y
ampliadas con la
reconquista
musulmana
37. Los Reyes Católicos habían logrado tener un hijo varón, el príncipe
Juan, en el que se depositaron todas las esperanzas de restaurar la
antigua Hispania goda
38. El papa Sixto IV les
había entregado una
herramienta
poderosísima para
lograr la unidad: la
Inquisición castellana
39. La medida catapultó a los dominicos, gestores de la Santa Fe, por delante
de los franciscanos, gestores de la cruzada. A pesar de sus graves
problemas internos, para no quedarse atrás, los franciscanos impulsaban la
conquista de Granada y, por descontado, la empresa de Colón
41. Fernando el Católico enseguida se
apercibió del poder que daba a los reyes
la Inquisición y la instauró en sus
estados sin contar con la aprobación del
papa ni la de sus nobles y súbditos
42. No era la primera vez que
actuaba de este modo. Para
casarse con Isabel, no dudó en
falsificar la bula papal
43. Pagó cara la decisión pues tuvo que entregar el
Ducado de Gandía, heredero del Reino de Valencia, al
cardenal Rodrigo Borgia para deshacer el entuerto
44. Y a la postre, tampoco le sirvió para apoderarse del trono de Castilla
Sentencia arbitral de Segovia
45. En esta ocasión, volvió a
errar. Las revueltas
pronto estallaron en sus
estados para culminar
con el asesinato del
Inquisidor Mayor de
Aragón, Pedro de Arbués
46. Don Fernando, temiendo enfrentarse a la Nobleza,
acusó a los judíos convertidos al Cristianismo a fin de
realizar un castigo ejemplar en ellos
47. Pero el soberano no calculó que
los judíos conversos, debido a su
preparación, ejercían los
principales oficios de la Corona de
Aragón
48. Santángel, Sanchís y
Cabrero, conversos y
familiares de los
encausados, acudieron a
Córdoba a negociar con el
rey la salvación de las
víctimas
49. Allí fueron acogidos por el Confesor de Fernando el Católico, Diego de
Deza, y por el aya aragonesa del príncipe Juan, Juana de Torres, nieta
del señor de Ussana, en Cerdeña, y descendiente de los Torres del
Logudoro
50. Juana de Torres era, además,
madre del mítico gigante,
Diego García de Paredes,
quien ejerció de enlace entre
Colón y la Curia Humanista
hasta la muerte del
descubridor
51. Pero a Colón no le interesaban los asuntos políticos hispanos. Lo único
que lo retenía en la corte de los Reyes Católicos era la posibilidad de
salvar a sus parientes, presos en Játiva, y recuperar las antiguas
posesiones y honores familiares tan pronto se resolviera la cuestión de
los Condados del Rosellón y Cerdeña
52. El fracaso de Martín
Behaim en la
expedición mandada a
Occidente por el rey de
Portugal alentó las
expectativas de Colón
que reforzó sus
demandas.
Los Reyes Católicos,
imposibilitados para
cumplirlas, rompieron
las negociaciones y
dejaron de pagar al
descubridor
53. Colón estaba decidido a ofrecer su
empresa al rey de Francia, pero el
monarca era sólo un niño y ejercía
la regencia su hermana, Madama
Borbón
54. Tras pensarlo mucho, ofreció el proyecto al duque de
Medina Sidonia, enfrentado a los Reyes Católicos por
la implantación de la Inquisición
55. Pero al
descendiente
del héroe de
Tarifa le
faltaron
arrestos.
Tras una
larga espera,
rechazó la
empresa
64. La rendición no fue, ni con mucho, la heróica gesta que ha pasado
a la Historia
65. En buena medida se debió a la traición de
los parientes y rivales de Boabdil que fueron
largamente premiados por los Reyes
Católicos y se convirtieron en infantes
cristianos con el apellido Granada
66. Tampoco Boabdil fue tan desastre
como lo pintan. Impuso a la reina
Isabel el respeto y la paz para los
moriscos que dejaba en Granada
67. El hecho suponía un grave
contratiempo para los Reyes
Católicos: habían contado
con la expulsión de los
moriscos como cortina de
humo para evitar que su
enemigo, y dueño del
Océano, el rey de Portugal,
supiese de sus intenciones
y les declarara la guerra
69. Diecisiete días antes de capitular con Colón, los Reyes Católicos firmaron
el decreto que obligaba a los judíos a bautizarse…
70. O a abandonar su amada Sefarad en el plazo de cinco meses, siendo
la fecha límite el 1 de agosto, día previsto para la partida de Colón
71. Hoy, quinientos diecinueve años
después de ocurrir los hecho, los
sefarditas siguen buscando
respuestas a la Expulsión
Espero que les consuele algo saber
que su enorme sacrificio no fue en
vano
72. Resultaba imprescindible para
que un descendiente de los
Janneos de Israel hallase el
Nuevo Reino prometido en el
Libro de la Ley. Con tal fin,
Colón se dirigió a Palos
73. Familia Pinto
Jamás hubiese logrado su propósito
sin el concurso de los grandes
marinos onubenses, bastante más
linajudos de lo que se nos ha dicho
74. A sus conocimientos y pericia
náutica se debe en gran
medida el éxito de la empresa
75. Tanto es así que Colón temió
que Martín Alonso quisiese
arrebatarle la empresa en
connivencia con Fernando el
Católico
Las dudas de Colón
propiciaron la muerte de
Martín Alonso y la perpetua
enemistad entre los Colones
y los Pinzones
76. Y a punto estuvieron de que el descubrimiento fuese para el rey de
Portugal
77. Aclarado el entuerto a satisfacción de
Colón, los reyes lo recibieron en
Barcelona con todos los honores
78.
79. Por entonces, las relaciones entre los Reyes Católicos y el papa Borgia
eran pésimas por la cuestión del Ducado de Gandía
80. Sin embargo Colón, como todos los
Piccolomini, tenía tal intimidad con el
pontífice que se cruzaban
correspondencia privada
81. El rey Fernando, para no
quedarse fuera del
reparto, necesitaba que
el papa nombrase
soberano de todo lo
descubierto a su
heredero, que también lo
era de Castilla
82. Colón cumplió escrupulosamente todo lo pactado.
No cabe dudar de su lealtad ni de su apoyo al proyecto de
España. Así lo hizo patente con los nombres que dio a sus
mayores descubrimientos
84. Fue Fernando el Católico quien burló al noble descubridor. Dios lo maldijo
por mano de su “representante en la Tierra”, el papa Rodrigo Borgia
85. Con la muerte de su hijo terminaron los sueños imperiales de Fernando
el Católico. Ni siquiera había logrado unificar las Coronas de Castilla y
Aragón
87. En efecto, tal como había negociado Don
Fernando, España sería para el heredero de
Castilla y estaría regida por un emperador. Ni
Fernando el Católico ni Colón ni los Borgia tenían
papel en el reparto dispuesto por la sufrida
soberana
88. Aragón como estado
quedaba tocado de
muerte.
La tímida y dulce
portuguesa que no
debía reinar había
gobernado con mano de
hierro y los había
vencido a todos
89. Fernando de Aragón todavía intentó la expansión en Italia tras la
muerte de la reina Isabel
90. Sería su nieto, el
emperador Carlos V, quien
recogería los frutos para el
Imperio y terminaría con
los conflictos abiertos por
la Corona de Aragón