Este poema de Juan Ramón Jiménez expresa cómo el alma del poeta se identifica y se une a la naturaleza, representada por los pájaros y el agua. El bosque y sus sonidos producen una sensación de paz y sosiego interior en el poeta. El poema utiliza un verso libre con rima asonante y figuras retóricas como la exageración para describir esta unión mística entre el alma y la naturaleza.