Dios nos ha dado la vida como un regalo preciado y ha planeado nuestro plan de vida. Debemos aprovechar las oportunidades que se nos presentan, como el amor y la familia, y no dejar que pasen por miedo. Dios nos da muchas oportunidades, pero no siempre estarán disponibles, por lo que no debemos dejar que se escapen los momentos que Él nos regala.