2. ÁLVARO CARVAJAL MADRID
«ALUCINACIÓN
PROGAGANDISTICA”
El mundo académico asiste alarmado ante
el simposio España contra Cataluña–
financiado por la Generalitat–, cuya tesis
de partida, plasmada en el título, provoca
una profunda indignación entre la mayoría
de historiadores y docentes consultados por
este diario por ser una «absoluta falsedad».
Lo tachan de «alucinación
propagandística» en pro del
independentismo que ha sido trazada más
por «ideólogos» y «políticos» que por
profesionales con rigor científico.
Historiadores contra
«el absurdo y la propaganda “
3. UNA BARBARIDAD AL SEVICIO
DEL INDEOENDIETÍSIMO
«Es una barbaridad» en la que se construye
un relato «al servicio del independentismo».
«Lo que más me molesta como historiador es
que se manipule y se le ponga la etiqueta de
científica, retorciéndola en su beneficio», dice
el catedrático de Historia Moderna de la
Uned. Para él, la tesis de que ha habido 300
años de agresiones a Cataluña es una
«falsedad absoluta» que no se sostiene.
Reconoce momentos «mejores o peores»,
como en toda relación, pero «como puede
decir cualquier otra comunidad autónoma», y
recalca que el congreso parte desde su inicio
con una afirmación que ya es una
«declaración de intenciones», «un eslabón
más en una estrategia para dividir y avanzar
hacia la independencia» utilizando el pasado
sin ningún rigor.
LUIS ANTONIO RIBOT.
Miembro de la Real
Academia de la Historia, es
categórico al definir el título
y el contenido del simposio:
4. FERNANDO GARCÍA DE
CORTÁZAR
El catedrático de Historia Contemporánea de la
Universidad de Deusto critica abiertamente que la
organización del congreso utilice términos como
opresión para definir los últimos tres siglos de
convivencia. «Sólo personas muy elementales o
fanatizadas pueden pensar que la región más
desarrollada de España ha sido víctima durante
300 años de una especie de Estado colonial»,
subraya. Y añade: «Tras haber disfrutado de
gobierno y parlamento propios, tras haber
participado de la construcción de la historia en
libertad de todos los españoles, el nacionalismo
catalán proclama ahora la necesidad de
abandonar una esclavitud que él mismo ha
administrado. Tamaño absurdo nunca se dio en la
Historia de España».
El prestigioso docente desmiente la existencia de
un agravio continuado y permanente a partir de
1714 y recuerda que el proteccionismo del Estado
provocó el desarrollo industrial catalán «como en
ninguna otra región» del país, al tener casi el
monopolio del mercado colonial hasta 1898.
“Una burda maniobra del
independentismo catalán»,
5. «Hemos caído en la trampa»,
«Hemos caído en la trampa», advierte el
catedrático de Historia Moderna de la
Universidad Autónoma de Barcelona, «lo
hemos convertido en un acto de
reafirmación independentista cuando
habría que contestar con el silencio y el
desprecio», en alusión a su rigor.
El profesor critica a los políticos y a los
medios de comunicación por hacerse eco
de un simposio donde se tergiversa la
Historia y lamenta que se haya dado una
«publicidad gratuita» a los
organizadores que ni ellos mismos
imaginaban
.
García Cárcel reconoce que el congreso
es «surrealista» y que ya sólo el título es
«inapropiado, históricamente indefendible,
absurdo y acientífico». Pero no se
sorprende porque conoce desde hace
mucho las maniobras «manipuladoras» del
nacionalismo, que se nutre de
«pseudohistoriadores que montan un
discurso al servicio de una causa». En este
caso, la ruptura con el resto de España
RICARDO GARCÍA CÁRCEL
Catedrático de Historia
Moderna de la Universidad
Autónoma de Barcelona
6. ‘’Ha habido «muchos más
beneficios que inconvenientes»
«El problema es que no son historiadores,
son ideólogos que no buscan la razón, sino la
propaganda».
El doctor en Historia y premio extraordinario
por la Universidad de Barcelona lamenta que
se utilice la Historia para sembrar «discordia,
malestar y engañar a la gente» con un
congreso «con fines propagandísticos» donde
«el rigor brilla por su ausencia».
«Lo lamentable es que gente con cierto
prestigio se preste a estos juegos», señala.
Losada asegura que en los tres siglos que se
analizan ha habido «muchos más beneficios
que inconvenientes» para Cataluña y
arremete contra la «distorsión» para legitimar
políticas independentistas que parten de unos
hechos en 1714 que han sido «manipulados»
y donde se olvida que una oligarquía catalana
se enfrentó entre sí para mantener el poder,
mientras que al «pobre campesino» le
importaba «bien poco» si mandaba un
Borbón o un Austria.
JUAN CARLOS LOSADA
«El problema es que no son
historiadores, son ideólogos
que no buscan la razón, sino
la propaganda
7. Cuando los historiadores actúan
al servicio del poder…
Asegura que Cataluña ha padecido la represión
en la misma medida que el resto de los
españoles y recuerda que los catalanes han
participado de «esas formas represivas». El
profesor titular de Historia Contemporánea en la
Uned pone un ejemplo: «Basta con repasar la
nómina de ministros, gobernadores civiles,
procuradores en Cortes o consejeros nacionales
del Movimiento de la dictadura franquista
nacidos en Cataluña».
El historiador Gil Pecharromán considera que
el simposio «podría parecer una broma si no
tuviera un trasfondo goebbelsiano». «Cuando
los historiadores actúan al servicio del poder,
sea este cual sea, realizan un ejercicio
profesional torticero. Y en este caso ello parece
muy evidente. No hablamos de historiadores de
la política, sino de historiadores políticos»,
remarca.
JULIO GIL PECHARROMÁN.
«Podría parecer una
broma si no tuviera un
trasfondo goebbelsiano
8. ALBERT BALCELLS
«Un debate sereno y científico
entre historiadores»,
El catedrático de la Universidad Autónoma
de Barcelona está en la tesis contraria.
Comparte el trasfondo del simposio, aunque
también critica su título. Considera que el
Estado «ha tratado de eliminar la lengua, la
identidad cultural y el deseo democrático de
autogobierno de los catalanes». «Es un hecho
histórico demostrado», opina el también
miembro del Institut d’Estudis Catalans.
Sin embargo, cuestiona que el título elegido sea
lo más «adecuado» para «un debate sereno y
científico entre historiadores», porque «no hace
más que dar más carne a la fiera del
nacionalismo español más catalanófobo».
«Es un hecho histórico
demostrado»
9. ASUNCIÓN DOMÉNECH.
«Hasta qué punto está instrumentalizado…»
La doctora en Historia Contemporánea no
está de acuerdo en que se hable de 300 años
de represión a Cataluña y, por tanto, afirma que
el título del simposio es «desafortunado».
Sin embargo, la barcelonesa prefiere esperar al
desarrollo de las ponencias para valorar «hasta
qué punto está instrumentalizado», aunque
reconoce que a priori se parte «de una idea
extrema del nacionalismo catalán frente al
resto de España»
El título del simposio es
«desafortunado
10. FÉLIX OVEJERO
«Pura propaganda al servicio del odio
.
«La idea de un ser esencial
impermeable al paso del tiempo en
conflicto permanente con otro que no
tiene otro interés que acabar con el
primero es un puro delirio».
El doctor en Ciencias Económicas y
profesor de Economía, Ética y
Ciencias Sociales en la Universidad
de Barcelona opina que el congreso y
sus ponencias no son más que «pura
propaganda al servicio del odio», una
circunstancia «constitutiva en todo
nacionalismo», cuyo fin es «fabricar
dos mentiras: la identidad esencial a
través de los siglos y la exclusión de la
comunidad».
«Fabricar dos mentiras: la
identidad esencial a través de
los siglos y la exclusión de la
comunidad».
11. ANDREU NAVARRA
El simposio no da «el tema
por zanjado»
El investigador y autor del libro La región
sospechosa. La dialéctica hispano-catalana
entre 1875 y 1939 presenta un balance
«claramente negativo» para Cataluña en el
siglo XX, aunque apunta que con «una
voluntad mutua de conocimiento se podría
dar otro momento de concordia».
Defiende que el simposio no da «el tema
por zanjado», sino que «se limita a señalar
que hay un conflicto» y «no justifica ninguna
solución a priori»
«Se limita a señalar que
hay un conflicto»