Pedro Sánchez, a sabiendas de que no tenía ninguna posibilidad de salir victorioso del lance, empleó sus 10 minutos de intervención ante el Pleno para expresar su «satisfacción» por haber permitido que las instituciones democráticas «vuelvan a funcionar»; unas instituciones que, dijo, «estaban paralizadas por la huida de Rajoy de sus responsabilidades». «Mi único fracaso», afirmó el socialista después de pedir por última vez apoyo para «evitar» que Rajoy siga al frente del Ejecutivo, «habría sido desoír la encomienda del Rey». Incidió así en el mensaje que ha venido repitiendo desde el día en el que aceptó el encargo del Monarca para intentar formar Gobierno, después de que el presidente en funciones declinara esa misma oferta.