SlideShare une entreprise Scribd logo
1  sur  3
Télécharger pour lire hors ligne
Estamos acostumbrados a valorarnos midiendo las condiciones externas de nuestra vida, los
resultados de lo que hacemos o la opinión que los demás tienen de nosotros. Cuando las cosas nos
van bien o conseguimos un objetivo que nos habíamos propuesto aumenta nuestra autoestima, y
sentirnos valorados por la gente que nos rodea contribuye a que también nosotros nos valoremos.
Por otro lado, también hay rasgos personales, como el optimismo, la alegría, el valor, la seguridad, la
autoconfianza o el sentido del humor, que facilitan que una persona se ame a sí misma.
La mayoría de nosotros hemos experimentado alguna o varias de estas cosas en muchos momentos a
lo largo de la vida, y seguramente, si nos hubieran preguntado entonces si nos aceptábamos a
nosotros mismos habríamos dicho que sí. Pero ¿qué ocurre cuando por mucho que nos esforzamos
somos incapaces de sentir nada de todo eso, cuando no conseguimos estar alegres y sólo vemos la
botella medio vacía? ¿Cómo podemos aceptarnos cuando parece que nada nos sale bien?
Todos tenemos malos momentos, y muchas veces no podemos evitar sentir emociones de las que
llamamos “negativas”. Pero, ¿no te ha ocurrido nunca que encima de sentirte “mal” te has estado
presionando para cambiar lo que sentías porque no era “bueno” o “no te gustaba”? ¿Cuántas veces
alguien ha intentado animarte porque estabas triste? Y reconoces la frase, “Venga, no te pongas así”?
Sí, todos sabemos que “hay que ser positivo”, pero ¿qué pasa si no lo somos? “Hay que tener
paciencia”, pero ¿y si sentimos que no tenemos más? Y cuando las cosas parecen ir de mal en peor,
¿cómo hacemos para mantener nuestra autoestima elevada?
Se nos ha enseñado a valorar sólo algunas de las cosas que sentimos y a hacer todo lo posible para
evitar o superar las otras, pero si no aceptamos todo aquello que “no deberíamos sentir” o no nos
gusta sentir, ¿cómo es posible que nunca lleguemos aceptarnos completamente?
Es cierto que aceptarse a uno mismo cuesta más de hacer que de decir. A ninguno de nosotros nos
gusta aceptar que somos egoístas, que nos enfadamos a menudo, que nos sentimos frustrados, que
nos gusta dominar a los demás, que criticamos constantemente o que somos racistas.
Del mismo modo, cuando sentimos miedo, angustia, culpa, odio, ira o tristeza, deseamos que eso
pase y volver a sentirnos “bien” lo antes posible. Consideramos que estas emociones son “negativas”
y, si pudiéramos escoger, elegiríamos no tenerlas nunca.
El problema, sin embargo, no está en la “negatividad” de las emociones, sino en el hecho de
catalogarlas como “negativas” por oposición a las “positivas”. Pero en realidad, todo lo que podemos
experimentar en la vida forma parte de una par inseparable de contrarios, y precisamente para
conocer uno de los aspectos de cada par es imprescindible que experimentemos el otro.
Una moneda tiene una cara y una cruz, y ambas forman parte de su totalidad. Para percibir la luz
debe existir la oscuridad, para sentir qué es el frío tenemos que haber sentido el calor, para poder
apreciar la paz tenemos que saber qué es la guerra, para valorar la riqueza tenemos que haber
conocido la pobreza.
Los humanos tendemos a buscar y aceptar sólo una parte de la moneda, aquella que nos hace sentir
mejor o aquella que nos han enseñado que es la correcta, y ésta es precisamente la causa de que la
mayoría de nosotros no nos aceptemos verdaderamente.
Desde pequeños nos han enseñado que hay conductas “buenas” y conductas “malas”, y con este
baremo hemos aprendido a medir no sólo nuestras acciones sino también a nosotros mismos. Así,
creyendo que hacemos cosas “malas” acabamos asumiendo, a la fuerza, que también nosotros somos
“malos”. Esto nos genera un sentimiento de culpabilidad, que arrastramos para siempre y que nos
hace creer, de forma inconsciente, que no merecemos determinadas cosas en la vida, y en esencia,
que no merecemos que se nos quiera. Y si no merecemos que se nos quiera, evidentemente tampoco
somos dignos de querernos a nosotros mismos.
Cuando no nos queremos no nos valoramos, y si no nos valoramos nosotros no lo hará nadie, de
modo que no podremos establecer relaciones saludables ni experimentar nada de lo que
consideramos valioso en la vida, porque considerando que no valemos lo suficiente, nos alejaremos
¿Cómo aceptarse a uno mismo?¿Cómo aceptarse a uno mismo?¿Cómo aceptarse a uno mismo?¿Cómo aceptarse a uno mismo?
Página 1 de 3Educació emocional i autoconeixement. Educación emocional y autoconocimiento.: ¿C...
23/07/2013http://conteseducacioemocional.blogspot.com.es/2010/03/como-aceptarse-uno-mismo.html
de todo aquello que para nosotros tiene valor. Según la ley universal de “Lo semejante atrae a lo
semejante”, las situaciones que vivamos siempre nos confirmarán que no merecemos gran cosa, y
cada experiencia acabará reafirmando lo que ya creemos.
En cambio, si aceptamos las cosas como son, sin emitir ningún tipo de juicio sobre si son “positivas”
o “negativas”, estamos aceptando la totalidad, tanto de nosotros mismos como de cualquier otra
cosa, y como en la totalidad de una moneda, esto es lo que hace que seamos quienes somos y que
todo sea lo que es. Y los humanos somos eso, humanos, con maneras distintas de ser, de reaccionar y
de valorar las cosas. Las cosas que nos gustan o que nos han enseñado a apreciar en nosotros
mismos las consideramos virtudes, y las que no, defectos. Pero sea cual sea el nombre que les demos,
todas forman parte de nuestra totalidad.
Así pues, aceptando tanto las unas como las otras, aceptando nuestro TODO, podemos aceptarnos
verdaderamente tanto a nosotros mismos como al resto de la gente. Es entonces cuando somos
capaces de perdonar a quienes nos han hecho daño, porque aceptamos sus errores como aceptamos
los nuestros; y lo que es aún más liberador, conseguimos perdonarnos a nosotros mismos, que la
mayoría de veces es a quien, en realidad, más nos cuesta perdonar.
Del mismo modo, cuando dejamos de catalogar todo lo que nos ocurre según si es “bueno” o “malo”
y aceptamos cada experiencia y cada situación como son, nos mantenemos abiertos a lo que siempre
nos pueden aportar: más conocimiento sobre nosotros mismos y algún tipo de aprendizaje.
Sí, a veces nos hallamos en situaciones que aparentemente no nos aportan más que sufrimiento,
pero si las observamos detenidamente descubriremos que tras ellas se esconde alguna cosa que está
reflejando un rasgo de nosotros mismos del que hasta entonces no éramos conscientes. Y también en
ese caso debemos experimentar las dos caras de la moneda, viviendo situaciones que nos coloquen
en una posición u otra para que podamos conocer los dos aspectos de su totalidad.
Así, si experimentamos una situación en la que alguien nos abandona es porque en esta (o en otra)
vida hemos sido nosotros quienes hemos abandonado. De este modo, conociendo las dos
experiencias adquirimos un conocimiento que no podríamos tener si sólo viviéramos una de las
partes. Una vez adquirido, este tipo de experiencia ya no vuelve a repetirse.
Otro aspecto de nosotros mismos que a veces nos cuesta aceptar es nuestro físico. Nos vemos
bombardeados a diario con imágenes de cuerpos “perfectos”, y hemos acabado midiendo nuestra
belleza según unos parámetros tan estrictos que difícilmente podemos cumplirlos. Estamos tan
acostumbrados a identificarnos solamente con nuestro cuerpo que acabamos valorándonos más por
su apariencia que por cualquier otra cosa, separando de nuevo una parte del TODO.
No somos sólo un cuerpo. El conjunto de nuestro yo está formado por muchas otras cosas
inseparables las unas de las otras. Tanto si crees que existe un alma como si no, siempre existe una
totalidad. Para unos, la totalidad la forman cuerpo, mente y espíritu; para otros sólo cuerpo y mente.
Y en cualquier caso, incluso si sólo fuéramos un cuerpo, también tendríamos que valorarlo como un
TODO, y seguramente sí que aceptaríamos algunas de sus partes por mucho que otras no nos
gustasen.
Así pues, debemos tener en cuenta de nuevo la moneda entera, y absolutamente nada en el Universo
es todo cara ni todo cruz. Al igual que existen innumerables pares de contrarios, también son
innumerables los distintos grados que existen entre ellos. ¿A partir de qué temperatura decimos que
hace calor? Para algunos serán 20º, pero para otros 25º o incluso 15º... En una habitación oscura,
una pequeña vela aportará luz, pero habrá más luz si encendemos una bombilla...
Nadie es totalmente bello ni totalmente feo, como tampoco nada es totalmente bueno ni totalmente
malo. Las únicas referencias que podemos tener para valorar una cosa es cuando la comparamos con
otra, y nuestra opinión será distinta de la de otras personas. Lo que para uno es bonito, para otro es
feo; cuando alguien dice que hace calor otro dirá que tiene frío; vivir con 500€ al mes en España se
considera vivir en la pobreza, pero en la India es toda una fortuna.
Si dejásemos de comparar las cosas y las valorásemos todas como únicas, dejaríamos de destacar sus
diferencias y las apreciaríamos en su individualidad.
De todos modos, aceptar las cosas como son no significa resignarse, porque la resignación implica
estancamiento, y todo debe evolucionar, crecer. Si crees que tienes un alma, debes saber que ella ha
Página 2 de 3Educació emocional i autoconeixement. Educación emocional y autoconocimiento.: ¿C...
23/07/2013http://conteseducacioemocional.blogspot.com.es/2010/03/como-aceptarse-uno-mismo.html
elegido exactamente cómo debes ser para aprender todo aquello que has venido a aprender, y que en
cada momento te encuentras en el punto perfecto para sentir todo lo que sientes y vivir todo lo que
vives del modo en que lo haces. Si debes cambiar alguna cosa, lo harás en el momento oportuno y de
la forma más beneficiosa para tu crecimiento, así que ¿por qué angustiarse por cambiar nada?
Y si crees que sólo eres un producto de la casualidad, que nada tiene sentido y que todo acabará el
día de tu muerte, tampoco tiene ningún sentido que luches ni sufras para ser de otra manera. Si
aceptas las cosas como son, seguro que, al menos, serás más feliz mientras dure tu existencia.
Es evidente que a todos nos gustaría sentirnos siempre bien, y sin duda hay emociones y
comportamientos que nos aportan un gran sufrimiento. Todos desearíamos poder olvidar
determinadas cosas que nos han sucedido, ser capaces de afrontar la vida siempre de forma positiva
y alegre, respondiendo ante las circunstancias con serenidad y, en general, ser “mejores personas”.
Existen innumerables técnicas que ayudan a liberar emociones retenidas, a perdonar o a elegir
nuestras reacciones ante una situación determinada, pero quizás no le funcionan a todo el mundo, o
sólo lo hacen durante un tiempo, o sólo en ciertos momentos...
Aceptar lo que ES y comprender que forma parte de un TODO indivisible hace que,
automáticamente, el dolor se contemple también como una parte necesaria para conocer el placer. Y
cuando dejamos de rechazar el dolor ya no sentimos la necesidad imperiosa de alejarlo de nuestra
vida, y como por arte de magia, empezamos a sentir que ya no nos duele tanto.
Dolors Garcia
www.cuentoseducacionemocional.com
Página 3 de 3Educació emocional i autoconeixement. Educación emocional y autoconocimiento.: ¿C...
23/07/2013http://conteseducacioemocional.blogspot.com.es/2010/03/como-aceptarse-uno-mismo.html

Contenu connexe

Tendances (20)

Amate a ti_mismo_manual-louise_l_ hay
Amate a ti_mismo_manual-louise_l_ hayAmate a ti_mismo_manual-louise_l_ hay
Amate a ti_mismo_manual-louise_l_ hay
 
Hacia una Autoestima Sana
Hacia una Autoestima SanaHacia una Autoestima Sana
Hacia una Autoestima Sana
 
Autoestima jovenes
Autoestima jovenesAutoestima jovenes
Autoestima jovenes
 
Frank cultura Tolteca
Frank cultura ToltecaFrank cultura Tolteca
Frank cultura Tolteca
 
Cuatro acuerdos
Cuatro acuerdosCuatro acuerdos
Cuatro acuerdos
 
Etica
EticaEtica
Etica
 
Epicteto ---manual de vida
Epicteto ---manual de vidaEpicteto ---manual de vida
Epicteto ---manual de vida
 
Cómo mejorar la autoestima
Cómo mejorar la autoestimaCómo mejorar la autoestima
Cómo mejorar la autoestima
 
16 actividades-de-autoestima
16 actividades-de-autoestima16 actividades-de-autoestima
16 actividades-de-autoestima
 
Power Autoestima
Power AutoestimaPower Autoestima
Power Autoestima
 
Guias etica undecimo
Guias etica undecimoGuias etica undecimo
Guias etica undecimo
 
7 habitos adolecente ensayo
7 habitos adolecente ensayo7 habitos adolecente ensayo
7 habitos adolecente ensayo
 
Taller.ética.valores.circo.sena
Taller.ética.valores.circo.senaTaller.ética.valores.circo.sena
Taller.ética.valores.circo.sena
 
Desprendimiento emocional
Desprendimiento emocionalDesprendimiento emocional
Desprendimiento emocional
 
Ensay opriscilla
Ensay opriscillaEnsay opriscilla
Ensay opriscilla
 
Presentation1 top ten pptx
Presentation1 top ten pptxPresentation1 top ten pptx
Presentation1 top ten pptx
 
Desapego, clave de la felicidad
Desapego, clave de la felicidadDesapego, clave de la felicidad
Desapego, clave de la felicidad
 
Ensay otasha
Ensay otashaEnsay otasha
Ensay otasha
 
Etica talleres para la convivencia
Etica talleres para la convivenciaEtica talleres para la convivencia
Etica talleres para la convivencia
 
Ensay odenis
Ensay odenisEnsay odenis
Ensay odenis
 

Similaire à Como aceptarse a uno mismo

Similaire à Como aceptarse a uno mismo (20)

Revista Psicología Natural (Numero 0)
Revista Psicología Natural (Numero 0)Revista Psicología Natural (Numero 0)
Revista Psicología Natural (Numero 0)
 
Revista psicologia natural numero
Revista psicologia natural numero Revista psicologia natural numero
Revista psicologia natural numero
 
Autoestima
AutoestimaAutoestima
Autoestima
 
Desidentificarse
DesidentificarseDesidentificarse
Desidentificarse
 
15 Lecciones - Eckhart Tolle (por: carlitosrangel)
15 Lecciones - Eckhart Tolle (por: carlitosrangel)15 Lecciones - Eckhart Tolle (por: carlitosrangel)
15 Lecciones - Eckhart Tolle (por: carlitosrangel)
 
desarrollo personalClase 4
desarrollo personalClase 4desarrollo personalClase 4
desarrollo personalClase 4
 
El Ser Competente En Mi Autoconocimiento
El Ser Competente En Mi AutoconocimientoEl Ser Competente En Mi Autoconocimiento
El Ser Competente En Mi Autoconocimiento
 
Desidentificarse
DesidentificarseDesidentificarse
Desidentificarse
 
Desidentificarse
Desidentificarse Desidentificarse
Desidentificarse
 
Desidentificarse
DesidentificarseDesidentificarse
Desidentificarse
 
Autoestima
AutoestimaAutoestima
Autoestima
 
Material Taller.docx
Material Taller.docxMaterial Taller.docx
Material Taller.docx
 
El sendero del saber
El sendero del saberEl sendero del saber
El sendero del saber
 
Vivir en paz
Vivir en pazVivir en paz
Vivir en paz
 
4 Desarrollo Motivacional 4to CLASES 13-SEP-2022.pptx
4 Desarrollo Motivacional 4to CLASES 13-SEP-2022.pptx4 Desarrollo Motivacional 4to CLASES 13-SEP-2022.pptx
4 Desarrollo Motivacional 4to CLASES 13-SEP-2022.pptx
 
Presentacion , javier
Presentacion , javierPresentacion , javier
Presentacion , javier
 
CONOCERME, VALORARME Y REGULARME
CONOCERME, VALORARME Y REGULARMECONOCERME, VALORARME Y REGULARME
CONOCERME, VALORARME Y REGULARME
 
Amate De Louise Hay
Amate De  Louise HayAmate De  Louise Hay
Amate De Louise Hay
 
03 la maduración del ser humano
03 la maduración del ser humano03 la maduración del ser humano
03 la maduración del ser humano
 
Amate a ti mismo cambiaras tu vida
Amate a ti mismo cambiaras tu vida Amate a ti mismo cambiaras tu vida
Amate a ti mismo cambiaras tu vida
 

Como aceptarse a uno mismo

  • 1. Estamos acostumbrados a valorarnos midiendo las condiciones externas de nuestra vida, los resultados de lo que hacemos o la opinión que los demás tienen de nosotros. Cuando las cosas nos van bien o conseguimos un objetivo que nos habíamos propuesto aumenta nuestra autoestima, y sentirnos valorados por la gente que nos rodea contribuye a que también nosotros nos valoremos. Por otro lado, también hay rasgos personales, como el optimismo, la alegría, el valor, la seguridad, la autoconfianza o el sentido del humor, que facilitan que una persona se ame a sí misma. La mayoría de nosotros hemos experimentado alguna o varias de estas cosas en muchos momentos a lo largo de la vida, y seguramente, si nos hubieran preguntado entonces si nos aceptábamos a nosotros mismos habríamos dicho que sí. Pero ¿qué ocurre cuando por mucho que nos esforzamos somos incapaces de sentir nada de todo eso, cuando no conseguimos estar alegres y sólo vemos la botella medio vacía? ¿Cómo podemos aceptarnos cuando parece que nada nos sale bien? Todos tenemos malos momentos, y muchas veces no podemos evitar sentir emociones de las que llamamos “negativas”. Pero, ¿no te ha ocurrido nunca que encima de sentirte “mal” te has estado presionando para cambiar lo que sentías porque no era “bueno” o “no te gustaba”? ¿Cuántas veces alguien ha intentado animarte porque estabas triste? Y reconoces la frase, “Venga, no te pongas así”? Sí, todos sabemos que “hay que ser positivo”, pero ¿qué pasa si no lo somos? “Hay que tener paciencia”, pero ¿y si sentimos que no tenemos más? Y cuando las cosas parecen ir de mal en peor, ¿cómo hacemos para mantener nuestra autoestima elevada? Se nos ha enseñado a valorar sólo algunas de las cosas que sentimos y a hacer todo lo posible para evitar o superar las otras, pero si no aceptamos todo aquello que “no deberíamos sentir” o no nos gusta sentir, ¿cómo es posible que nunca lleguemos aceptarnos completamente? Es cierto que aceptarse a uno mismo cuesta más de hacer que de decir. A ninguno de nosotros nos gusta aceptar que somos egoístas, que nos enfadamos a menudo, que nos sentimos frustrados, que nos gusta dominar a los demás, que criticamos constantemente o que somos racistas. Del mismo modo, cuando sentimos miedo, angustia, culpa, odio, ira o tristeza, deseamos que eso pase y volver a sentirnos “bien” lo antes posible. Consideramos que estas emociones son “negativas” y, si pudiéramos escoger, elegiríamos no tenerlas nunca. El problema, sin embargo, no está en la “negatividad” de las emociones, sino en el hecho de catalogarlas como “negativas” por oposición a las “positivas”. Pero en realidad, todo lo que podemos experimentar en la vida forma parte de una par inseparable de contrarios, y precisamente para conocer uno de los aspectos de cada par es imprescindible que experimentemos el otro. Una moneda tiene una cara y una cruz, y ambas forman parte de su totalidad. Para percibir la luz debe existir la oscuridad, para sentir qué es el frío tenemos que haber sentido el calor, para poder apreciar la paz tenemos que saber qué es la guerra, para valorar la riqueza tenemos que haber conocido la pobreza. Los humanos tendemos a buscar y aceptar sólo una parte de la moneda, aquella que nos hace sentir mejor o aquella que nos han enseñado que es la correcta, y ésta es precisamente la causa de que la mayoría de nosotros no nos aceptemos verdaderamente. Desde pequeños nos han enseñado que hay conductas “buenas” y conductas “malas”, y con este baremo hemos aprendido a medir no sólo nuestras acciones sino también a nosotros mismos. Así, creyendo que hacemos cosas “malas” acabamos asumiendo, a la fuerza, que también nosotros somos “malos”. Esto nos genera un sentimiento de culpabilidad, que arrastramos para siempre y que nos hace creer, de forma inconsciente, que no merecemos determinadas cosas en la vida, y en esencia, que no merecemos que se nos quiera. Y si no merecemos que se nos quiera, evidentemente tampoco somos dignos de querernos a nosotros mismos. Cuando no nos queremos no nos valoramos, y si no nos valoramos nosotros no lo hará nadie, de modo que no podremos establecer relaciones saludables ni experimentar nada de lo que consideramos valioso en la vida, porque considerando que no valemos lo suficiente, nos alejaremos ¿Cómo aceptarse a uno mismo?¿Cómo aceptarse a uno mismo?¿Cómo aceptarse a uno mismo?¿Cómo aceptarse a uno mismo? Página 1 de 3Educació emocional i autoconeixement. Educación emocional y autoconocimiento.: ¿C... 23/07/2013http://conteseducacioemocional.blogspot.com.es/2010/03/como-aceptarse-uno-mismo.html
  • 2. de todo aquello que para nosotros tiene valor. Según la ley universal de “Lo semejante atrae a lo semejante”, las situaciones que vivamos siempre nos confirmarán que no merecemos gran cosa, y cada experiencia acabará reafirmando lo que ya creemos. En cambio, si aceptamos las cosas como son, sin emitir ningún tipo de juicio sobre si son “positivas” o “negativas”, estamos aceptando la totalidad, tanto de nosotros mismos como de cualquier otra cosa, y como en la totalidad de una moneda, esto es lo que hace que seamos quienes somos y que todo sea lo que es. Y los humanos somos eso, humanos, con maneras distintas de ser, de reaccionar y de valorar las cosas. Las cosas que nos gustan o que nos han enseñado a apreciar en nosotros mismos las consideramos virtudes, y las que no, defectos. Pero sea cual sea el nombre que les demos, todas forman parte de nuestra totalidad. Así pues, aceptando tanto las unas como las otras, aceptando nuestro TODO, podemos aceptarnos verdaderamente tanto a nosotros mismos como al resto de la gente. Es entonces cuando somos capaces de perdonar a quienes nos han hecho daño, porque aceptamos sus errores como aceptamos los nuestros; y lo que es aún más liberador, conseguimos perdonarnos a nosotros mismos, que la mayoría de veces es a quien, en realidad, más nos cuesta perdonar. Del mismo modo, cuando dejamos de catalogar todo lo que nos ocurre según si es “bueno” o “malo” y aceptamos cada experiencia y cada situación como son, nos mantenemos abiertos a lo que siempre nos pueden aportar: más conocimiento sobre nosotros mismos y algún tipo de aprendizaje. Sí, a veces nos hallamos en situaciones que aparentemente no nos aportan más que sufrimiento, pero si las observamos detenidamente descubriremos que tras ellas se esconde alguna cosa que está reflejando un rasgo de nosotros mismos del que hasta entonces no éramos conscientes. Y también en ese caso debemos experimentar las dos caras de la moneda, viviendo situaciones que nos coloquen en una posición u otra para que podamos conocer los dos aspectos de su totalidad. Así, si experimentamos una situación en la que alguien nos abandona es porque en esta (o en otra) vida hemos sido nosotros quienes hemos abandonado. De este modo, conociendo las dos experiencias adquirimos un conocimiento que no podríamos tener si sólo viviéramos una de las partes. Una vez adquirido, este tipo de experiencia ya no vuelve a repetirse. Otro aspecto de nosotros mismos que a veces nos cuesta aceptar es nuestro físico. Nos vemos bombardeados a diario con imágenes de cuerpos “perfectos”, y hemos acabado midiendo nuestra belleza según unos parámetros tan estrictos que difícilmente podemos cumplirlos. Estamos tan acostumbrados a identificarnos solamente con nuestro cuerpo que acabamos valorándonos más por su apariencia que por cualquier otra cosa, separando de nuevo una parte del TODO. No somos sólo un cuerpo. El conjunto de nuestro yo está formado por muchas otras cosas inseparables las unas de las otras. Tanto si crees que existe un alma como si no, siempre existe una totalidad. Para unos, la totalidad la forman cuerpo, mente y espíritu; para otros sólo cuerpo y mente. Y en cualquier caso, incluso si sólo fuéramos un cuerpo, también tendríamos que valorarlo como un TODO, y seguramente sí que aceptaríamos algunas de sus partes por mucho que otras no nos gustasen. Así pues, debemos tener en cuenta de nuevo la moneda entera, y absolutamente nada en el Universo es todo cara ni todo cruz. Al igual que existen innumerables pares de contrarios, también son innumerables los distintos grados que existen entre ellos. ¿A partir de qué temperatura decimos que hace calor? Para algunos serán 20º, pero para otros 25º o incluso 15º... En una habitación oscura, una pequeña vela aportará luz, pero habrá más luz si encendemos una bombilla... Nadie es totalmente bello ni totalmente feo, como tampoco nada es totalmente bueno ni totalmente malo. Las únicas referencias que podemos tener para valorar una cosa es cuando la comparamos con otra, y nuestra opinión será distinta de la de otras personas. Lo que para uno es bonito, para otro es feo; cuando alguien dice que hace calor otro dirá que tiene frío; vivir con 500€ al mes en España se considera vivir en la pobreza, pero en la India es toda una fortuna. Si dejásemos de comparar las cosas y las valorásemos todas como únicas, dejaríamos de destacar sus diferencias y las apreciaríamos en su individualidad. De todos modos, aceptar las cosas como son no significa resignarse, porque la resignación implica estancamiento, y todo debe evolucionar, crecer. Si crees que tienes un alma, debes saber que ella ha Página 2 de 3Educació emocional i autoconeixement. Educación emocional y autoconocimiento.: ¿C... 23/07/2013http://conteseducacioemocional.blogspot.com.es/2010/03/como-aceptarse-uno-mismo.html
  • 3. elegido exactamente cómo debes ser para aprender todo aquello que has venido a aprender, y que en cada momento te encuentras en el punto perfecto para sentir todo lo que sientes y vivir todo lo que vives del modo en que lo haces. Si debes cambiar alguna cosa, lo harás en el momento oportuno y de la forma más beneficiosa para tu crecimiento, así que ¿por qué angustiarse por cambiar nada? Y si crees que sólo eres un producto de la casualidad, que nada tiene sentido y que todo acabará el día de tu muerte, tampoco tiene ningún sentido que luches ni sufras para ser de otra manera. Si aceptas las cosas como son, seguro que, al menos, serás más feliz mientras dure tu existencia. Es evidente que a todos nos gustaría sentirnos siempre bien, y sin duda hay emociones y comportamientos que nos aportan un gran sufrimiento. Todos desearíamos poder olvidar determinadas cosas que nos han sucedido, ser capaces de afrontar la vida siempre de forma positiva y alegre, respondiendo ante las circunstancias con serenidad y, en general, ser “mejores personas”. Existen innumerables técnicas que ayudan a liberar emociones retenidas, a perdonar o a elegir nuestras reacciones ante una situación determinada, pero quizás no le funcionan a todo el mundo, o sólo lo hacen durante un tiempo, o sólo en ciertos momentos... Aceptar lo que ES y comprender que forma parte de un TODO indivisible hace que, automáticamente, el dolor se contemple también como una parte necesaria para conocer el placer. Y cuando dejamos de rechazar el dolor ya no sentimos la necesidad imperiosa de alejarlo de nuestra vida, y como por arte de magia, empezamos a sentir que ya no nos duele tanto. Dolors Garcia www.cuentoseducacionemocional.com Página 3 de 3Educació emocional i autoconeixement. Educación emocional y autoconocimiento.: ¿C... 23/07/2013http://conteseducacioemocional.blogspot.com.es/2010/03/como-aceptarse-uno-mismo.html