Los pueblos originarios han habitado Chile desde tiempos antiguos, incluyendo a los aymaras, changos, tehuelches, araucanos, atacameños, mapuches y diaguitas. Originalmente eran nómades que se adaptaron a sus entornos a través de la caza y recolección, pero con el tiempo algunos se volvieron sedentarios a través de la agricultura, viviendo en aldeas. Los pueblos nómadas continuaron una vida nómada debido a la escasez de recursos, mientras que los p
2. Características generales de los pueblos originarios de Chile. Los pueblos originarios poblaron el territorio Chileno desde tiempos muy lejanos. Son pueblos independientes entre sí y con diferentes denominaciones: Aymará, Changos, Tehuelches, Araucanos, Atacameños, Mapuches, Diaguitas, etc. La diversidad cultural del país se debe a sus diferentes ambientes geográficos; cada uno de los pueblos se fue adaptando a un determinado sistema ecológico, con sus respectivas condiciones climáticas y geográficas. Primero fueron nómades; luego, algunos empezaron a dedicarse a la agricultura y al cultivo, pasando a ser sedentarios, y construyeron aldeas y pueblos. A partir de estos cambios, cada grupo fue desarrollando su propia cultura: crearon objetos propios, desarrollaron creencias, hábitos, costumbres, etc.