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                   ATRESIA TRICUSPIDE
       Dr. Mario CAZZANIGA, Dr J.L. VAZQUEZ MARTINEZ
        Servicio de Cardiología Pediátrica. Servicio de Pediatría
                    Hospital Ramón y Cajal, Madrid




DEFINICIÓN                                        rícula derecha lo que permite el tránsito
                                                  obligado de sangre venosa sistémica
Se define como atresia tricúspide la              hacia la aurícula izquierda; si es peque-
agenesia completa de la válvula tricús-           ña se dificulta su desagüe provocando
pide e inexistencia del orificio corres-          congestión hepática y bajo gasto sisté-
pondiente de forma que no existe co-              mico. El ventrículo derecho no tiene en-
municación entre la aurícula y ventrícu-          trada y por ello es incompleto e hipo-
lo derecho. Es por tanto, una anomalía            plásico; de él emerge la arteria pulmo-
que se inscribe en el conjunto de mal-            nar (conexión ventriculoarterial concor-
formaciones cuyo modo de conexión                 dante) en el 80% de los enfermos, o la
atrioventricular es univentricular, en            aorta (conexión ventriculoarterial dis-
contraste con la normalidad que es bi-            cordante o “transposición”) en la pro-
ventricular (Figura 1). 1-3                       porción restante. Habitualmente existe a
                                                  su vez una comunicación interventricu-
INCIDENCIA Y PREVALENCIA                          lar (CIV) que posibilita el progreso de
                                                  sangre mezclada hacia el vaso conecta-
Estudios epidemiológicos tanto antiguos           do al hipolásico ventrículo derecho: la
como más recientes sitúan la incidencia           arteria pulmonar o la aorta. Si la CIV es
de la cardiopatía congénita en una hor-           pequeña existirá respectivamente, una
quilla que oscila entre el 4 y 10 por             estenosis pulmonar con disminución
1.000 recién nacidos vivos, la corres-            significativa del paso de sangre hacia
pondiente a la atresia tricúspide es cer-         los pulmones (hipoxemia, cianosis, cri-
cana al 0,08‰ según datos del New En-             sis hipoxémicas) o una estenosis sub-
gland Regional Infant Cardiac Program.            aórtica inductora de bajo gasto sistémi-
La prevalencia en series clínicas y estu-         co, en este último caso no es infrecuente
dios necrópsicos oscila entre el 0.5 y            la asociación de coartación de aorta. Es-
4%, y entre el 4 al 6% respectivamente.           tas formas fisiopatológicas proporcio-
El diagnóstico ecocardiográfico prenatal          nan tres tipos clásicos de presentación
es posible ya desde las semanas 16-18,            clínica de la atresia tricúspide.
y su presencia se contempla entre el 4 a          1,2,10,11
8% del total de cardiopatías detectadas
con éste método. 4-9
                                                  PRESENTACIÓN CLINICA EN EL
DESCRIPCION MORFOLÓGICA y                         NEONATO
FISIOPATOLOGÍA
                                                  1. Hipoaflujo pulmonar (atresia tricús-
La comunicación interauricular -o el fo-             pide con estenosis pulmonar). Es la
ramen oval- es la única salida de la au-


                                            -1-
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica                  Capítulo 14



    forma más frecuente y cursa con                 diastólica ventricular izquierda, y de-
    cianosis importante.                            terminar el tamaño y/o distorsiones de
2. Hiperaflujo pulmonar (atresia tri-               las arterias pulmonares antes de la ope-
    cúspide sin estenosis pulmonar). Se             ración de Glenn o variantes de Fontan.
    manifiesta con insuficiencia cardia-            El cateterismo terapéutico es útil y de
    ca e hipertensión pulmonar.                     uso frecuente para realizar: 1) septos-
3. Hiperaflujo pulmonar y obstrucción               tomía atrial (técnica de Rashkind) con
    sistémica (atresia tricúspide sin es-           cuchilla y/o balón cuando la comunica-
    tenosis pulmonar y obstrucción sub-             ción interauricular es restrictiva, 2) an-
    aórtica y/o coartación). Presenta in-           gioplastia (dilatación con balón) y/o
    suficiencia cardiaca muy severa y/o             implante de dispositivo metálico (stent)
    bajo gasto cardíaco, éste subgrupo              cuando un segmento vascular es estre-
    requiere una pronta intervención                cho, 3) oclusión con dispositivos de fís-
    quirúrgica.                                     tulas que hubieran quedado permeables,
En los lactantes o niños mayores pueden             arterias colaterales aorto-pulmonares,
presentarse las formas más leves de los             venas sistémicas de “escape”, o fenes-
tres tipos de presentación clínica, aun-            traciones residuales, y finalmente 4)
que lo habitual es que se trate de enfer-           ablación electrofisiológica de vías anó-
mos ya operados y que por tanto tengan              malas inductoras de taquiarrtimias. Más
regulado su flujo pulmonar.                         recientemente se ha explorado la posibi-
                                                    lidad de efectuar el denominado 2º
EXAMENES                                            tiempo de Fontan mediante el implante
COMPLEMENTARIOS PARA EL                             de un conducto intratrial por cateteris-
DIAGNOSTICO Y SEGUIMIENTO                           mo. 3, 13-15
                                                    La resonancia magnética nuclear es un
La radiografía de tórax no contribuye al            aliado muy útil que aporta datos rele-
diagnóstico diferencial entre atresia tri-          vantes especialmente en niños mayores
cúspide u otras malformaciones, la si-              o jóvenes adultos operados en quienes
lueta puede ser normal o presentar car-             es importante vigilar áreas del árbol
diomegalia a expensas de una dilatada               vascular pulmonar, descartar sospecha
aurícula derecha o simplemente en rela-             de obstrucciones en los empalmes qui-
ción al volumen circulatorio pulmonar.              rúrgicos o simplemente valorar flujos
El ECG es orientativo debido a la pre-              y/o función ventricular. Las técnicas
sencia de crecimiento ventricular iz-               isotópicas durante el seguimiento tienen
quierdo, escasas o ausentes fuerzas de-             un papel importante en tres áreas defi-
rechas y un eje QRS izquierdo con o sin             nidas: evaluación de la perfusión pul-
patrón de hemibloqueo anterior izquier-             monar para controlar su distribución
do. La ecocardiografía Doppler color                segmentaria antes o después de inter-
es el método diagnóstico de elección y              venciones con catéter sobre las ramas
es suficiente para alcanzar un diagnósti-           pulmonares, determinación sistemática
co de certeza, determinar el tipo y grado           de la función ventricular para detectar
de estenosis subarterial, y decidir la es-          precozmente disfunción miocárdica, y
trategia terapéutica a seguir. 1, 12                localización de cortocircuitos intrapul-
El cateterismo cardíaco no es necesario             monares post Glenn bidireccional (fístu-
para el diagnóstico anatómico intracar-             la arteriovenosa pulmonar) o intracar-
díaco en el neonato o lactantes peque-              díacos post Fontan o variantes (fugas
ños, ni para proceder a las intervencio-            localizadas en la anastomosis atriopu-
nes terapéuticas de la fase A (ver más              monar o en el túnel intraatrial cavopul-
adelante). Sin embargo, sí es obligatorio           monar). 16,17
para medir la presión pulmonar y tele-


                                              -2-
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica                  Capítulo 14



El seguimiento pre y postoperatorio de-             hipóxicos (saturación de oxígeno <75-
be ser ceñido en relación a las manifes-            80%), no siendo preciso efectuar cirugía
taciones clínicas, una vez controladas              alguna en esta fase en aquellos niños
las mismas, se plantearán revisiones                con flujo naturalmente balanceado (sa-
anuales en las que no deben faltar la               turación de oxígeno ≥ 80%). Entre los 3
electrocardiografía de 24-hs (Holter), la           y 9 meses de edad se realizará el 1º
ergometría y estudios de laboratorio.               tiempo operatorio (FASE B) ocluyendo
                                                    en lo posible la fístula previamente im-
ESTRATEGIAS TERAPEUTICAS                            plantada y/o al tiempo el propio tronco
                                                    pulmonar proximal si está permeable;
La anastomosis atriopulmonar descrita               de forma concomitante si fuera necesa-
por Fontan fue la primera técnica qui-              rio se corregirán las distorsiones o este-
rúrgica utilizada para la paliación defi-           nosis que pudieran estar presentes en las
nitiva de la atresia tricúspide. En la ac-          ramas pulmonares. Finalmente, entre los
tualidad se prefiere la anastomosis ca-             2 y 4 años se procede a completar el 2º
vopulmonar total debido a que propor-               tiempo operatorio (FASE C) con la
ciona una mejor energía cinética hidro-             anastomosis de la vena cava inferior a la
hemodinámica y reduce por otra parte la             arteria pulmonar mediante la construc-
incidencia de arritmias (figura 2). Asi-            ción de un túnel lateral intra-atrial o a
mismo, la posibilidad de efectuar esta              través de un conducto externo protésico.
cirugía en dos tiempos bien diferencia-             Durante el período de transición entre
dos constituye otra innovación destaca-             ambas intervenciones, el niño cursa un
ble en la evolución del tratamiento qui-            período relativamente corto con cianosis
rúrgico. Los criterios para seleccionar             de escaso significado clínico. Entre tales
enfermos susceptibles de ser tratados               etapas se recurrirá al cateterismo inter-
por la vía univentricular se han modifi-            vencionista para solventar secuelas o re-
cado en los últimos años, especialmente             siduos con impacto hemodinámico. En
en lo relacionado a la edad operatoria.             niños rigurosamente seleccionados con
Actualmente se aceptan 3 niveles de                 óptima hemodinamia -natural o secun-
riesgo basados en datos hemodinámicos               daria a la fase A- puede obviarse la eta-
que pueden definirse como: bajo (I),                pa de Glenn bidireccional y efectuarse
moderado (II), y elevado III (figura 3).            directamente la anastomosis cavopul-
La fenestración del túnel lateral intra-            monar total a los 2-3 años de edad.
atrial o del conducto externo como des-             Tipo 2: Atresia tricúspide con flujo
carga del circuito venoso sistémico, sólo           pulmonar aumentado: En la fase A, el
sería necesaria en aquellos niños con               cerclaje pulmonar será la primera inter-
riesgo moderado. 18-39                              vención para regular el flujo y normali-
Tipo 1: Atresia tricúspide con flujo                zar la presión en ambos pulmones, a
pulmonar disminuido: Expuesto de                    partir de ésta intervención el protocolo
forma esquemática dos o tres fases te-              es igual al descrito en niños con hipo-
rapéuticas quirúrgicas pueden identifi-             flujo pulmonar
carse en las estrategias actuales según el          Tipo 3: Atresia tricúspide con flujo
modo de presentación clínica (figuras 4             pulmonar aumentado y obstrucción
y 5). En la primera de ellas (FASE A)               subaórtica y/o coartación: El plan es
se trata de balancear o regular de inme-            similar al anterior grupo, pero exige
diato el flujo pulmonar implantando una             mayor precocidad en el tratamiento qui-
fístula sistémico pulmonar tipo Blalock-            rúrgico y medidas más radicales para
Taussig modificada pequeña (conducto                regular el flujo pulmonar al mismo
de gore-tex de 3,5-4 mm) en neonatos o              tiempo que se evita el deterioro de la
lactantes menores de 2-3 meses muy                  función ventricular motivada por la obs-


                                              -3-
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica                  Capítulo 14



trucción aórtica. En los neonatos, la pre-          SUPERVIVENCIA y
sencia de una CIV muy restrictiva exige             REINTERVENCIONES
técnicas especiales de alto riesgo como
la operación modificada de Norwood si               La supervivencia del modelo circulato-
además la aorta tiene un diámetro ≤ 3               rio univentricular total a 25-30 años os-
mm, Damus-Kaye-Stansel-Alvarez si la                cila entre el 50 y el 80% según distintas
aorta tiene un diámetro > 3 mm, o bien              series, si bien cabe explicar que algunas
la operación de Jatene paliativo si la              de ellas no discriminan en detalle la
aorta tiene un tamaño normal (al cam-               evolución de los enfermos con atresia
biar los vasos la neo-aorta dejaría de te-          tricúspide. Además en estos informes se
ner obstrucción y la neo-pulmonar si                incluyen pacientes operados en períodos
tendría estenosis subpulmonar). Tam-                diferentes y con protocolos y/o varian-
bién se puede contemplar la realización             tes técnicas diversas, lo que complica el
de un cerclaje pulmonar y a las pocas               análisis minucioso de los resultados.
semanas efectuar combinadamente la                  Las reintervenciones para solucionar
operación de Damus-Kaye-Stansel-                    secuelas o residuos quirúrgicos obstruc-
Alvarez y Glenn bidireccional. En los               tivos con impacto hemodinámico no son
niños algo más mayores con obstruc-                 infrecuentes y pueden alcanzar hasta un
ción subaórtica se pueden plantear éstas            40% de enfermos, el implante de mar-
últimas cirugías o la ampliación de la              capaso para tratar problemas eléctricos
CIV por resección intracardiaca, si bien            tampoco es excepcional. La fenestra-
esta última tiene el riesgo añadido del             ción deliberada y las comunicaciones
bloqueo auriculoventricular. La morta-              residuales -“fugas”- en el túnel lateral
lidad global es elevada en este singular            intra-atrial, o en la septación auricular
subgupo y puede alcanzar hasta un                   que le es propia a la técnica atriopulmo-
38%. 40-44                                          nar serán debidamente ocluídas cuando
Entre un 10 a 30% de los neonatos con               proceda mediante cateterismo interven-
atresia tricúspide no logran encaminarse            cionista. La conversión de técnica atrio-
a la vía quirúrgica univentricular; ya por          pulmonar a cavopulmonar para optimi-
óbito neonatal inmediato, secundario a              zar la energía cinética del sistema uni-
las intervenciones de la Fase A, o debi-            ventricular y reducir las arritmias de-
do incluso a secuelas no deseadas de és-            pendientes de la atriomegalia crónica es
tas operaciones. Aún así, la información            una reintervención que en pacientes se-
actual destaca que con el protocolo de              leccionados tiene beneficios inmediatos
precocidad operatoria y rigurosa selec-             debidamente demostrados. 46-50
ción del enfermo, la mortalidad inme-
diata del Glenn bidireccional (Fase B)              COMPLICACIONES y SECUELAS
se reduce a un 2-5% y la del 2º tiempo
operatorio (Fase C) disminuye drásti-               El Glenn bidireccional es bien tolerado
camente a valores menores de 5%. La                 en la mayoría de los casos y las compli-
comunidad científica espera que con tal             caciones son poco habituales; por el
estrategia, la longevidad del modelo                contrario, su frecuencia es relativamente
univentricular sea duradera, que la inci-           elevada tras la operación modificada de
dencia de complicaciones, reinterven-               Fontan o sus variantes. Se deben en ge-
ciones y secuelas disminuya de forma                neral a los efectos derivados de la pro-
significativa, y que la aptitud psicofísica         pia fisiología no pulsátil del sistema que
del enfermo durante el seguimiento sea              se caracteriza por hipertensión venosa
óptima. 37-39,45                                    sistémica crónica, gasto cardíaco en lí-
                                                    mites inferiores y lenta velocidad circu-
                                                    latoria. La hipertensión venosa propia


                                              -4-
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica                  Capítulo 14



de ésta modalidad circulatoria (hasta el            primer semestre del postoperatorio para
doble de la presión considerada normal              continuar con antiagregantes en el se-
en corazones biventriculares), expone a             guimiento. Alrededor del 50-60% de los
los subsistemas linfático, vascular es-             enfermos precisan tratamiento farmaco-
plácnico, neuro-humoral y endocrino a               lógico que se administrará según proce-
una función límite que se traduce en                da durante las periódicas revisiones
anormalidades de laboratorio y/o a tra-             anuales (cardiotónicos, vasodilatadores,
vés de manifestaciones clínicas defini-             anticongestivos, antialdosterónicos o
das. 51-55                                          antiarrítmicos). Las taqui o bradi
En el postoperatorio inmediato del 2º               arritmias son frecuentes con la técnica
tiempo operatorio, el derrame pleural es            atriopulmonar apreciándose un incre-
una constante ocasionalmente acompa-                mento de la incidencia cuanto mayor es
ñado de derrame pericárdico, perdura                el tiempo de seguimiento; en menor
entre una y tres semanas y muy rara-                proporción se presentan con la técnica
mente más allá del mes, por ello de ru-             del túnel intraatrial y su incidencia aún
tina se utiliza dieta baja en grasas en los         parece menor con el conducto externo.
primeros meses posteriores a la opera-              La muerte súbita por arritmia reconoci-
ción; la pericardiectomía y/o pleurode-             da o no previamente, es excepcional.
sis pueden ser llegar a ser necesarias pa-          61-65
ra paliar esta complicación. 56                     La clase funcional de los supervivientes
Durante el seguimiento, alrededor del               es mayoritariamente buena, alrededor
50% de los supervivientes presenta un               del 70% de los niños se sitúan en el
aumento de las enzimas hepáticas pro-               grado I-II de la clasificación publicada
piciadas por la congestión crónica del              por la New York Heart Association
hígado. Alrededor de un 10-15% de en-               (NYHA). La estrategia de intervencio-
fermos tiene anormalidades de la con-               nes tempranas mejora la capacidad ae-
centración de albúmina hasta el extremo             róbica con el ejercicio durante el segui-
de desarrollar enteropatía pierdepro-               miento, y es de esperar que la función
teína, condición que puede presentarse              ventricular no se deteriore a largo plazo.
entre un 6-14% de los niños operados.               El desarrollo neurológico-madurativo
No tiene tratamiento específico aún                 no sufre alteraciones destacables en és-
cuando se han ensayado diferentes mo-               tos enfermos, si bien se admite que la
dalidades terapéuticas para su control              performance persiste por debajo de los
(heparina, corticoides, fenestración dife-          límites admitidos en la población nor-
rida). Con todo, es esencial corregir se-           mal. El embarazo es posible en mujeres
cuelas obstructivas si las hubiere por lo           con excelente estado clínico postopera-
que el cateterismo cardíaco diagnóstico             torio siempre bajo la supervisión de
y/o intervencionista ocupa un lugar pre-            unidades obstétricas para alto riesgo, la
ferente en el manejo del síndrome.                  información actual -reducida por cierto-
Cuando las acciones terapéuticas no                 confirma el éxito de la gestación y del
controlan el cuadro, la inevitable alter-           parto en alrededor del 50% de los emba-
nativa es el transplante cardíaco. 57-60            razos, pero a su vez ratifica que la mor-
La deficiencia de los factores de coagu-            talidad fetal, el crecimiento intrauterino
lación y la propia hemodinamia univen-              retardado y la prematuridad no son in-
tricular explican los fenómenos trom-               frecuentes. Determinados investigado-
boembólicos que pueden observarse                   res especulan acerca de la vida limitada
hasta en un 25% de los supervivientes.              que podría tener el modelo circulatorio
Existe controversia al respecto, pero               univentricular en humanos, de todos
creemos necesaria la anticoagulación                modos, los primeros supervivientes ini-
con dicumarínicos al menos durante el               cian ya su 4º década. 46,47,66-70


                                              -5-
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica                  Capítulo 14



CONTRIBUCIÓN DEL PEDIATRA                           ser suficiente para evitar el aumento de
                                                    la viscosidad sanguínea, solo se aconse-
La labor del pediatra es esencial para un           ja restricción de líquidos y sal cuando
óptimo seguimiento del niño con atresia             los niños están en situación de insufi-
tricúspide, y se basa en el conocimiento            ciencia cardiaca. En general, se permite
de las necesidades del enfermo con cia-             una ingesta moderada de sal, con el
nosis crónica y de las complicaciones o             añadido de anticongestivos según sea
secuelas específicas de la cirugía modi-            necesario. En los primeros meses post
ficada de Fontan. La cianosis condicio-             cirugía modificada de Fontan y/o ante
na una auténtica enfermedad multisis-               la presencia de quilotórax, la ingesta de
témica con repercusiones clínicas que el            grasa deberá realizarse únicamente en
pediatra debe conocer, si bien es cierto            forma de triglicéridos de cadena media.
que con la estrategia de precocidad te-             Se deberá evitar el deporte competitivo
rapéutica, los períodos de cianosis no              pero no ha de restringirse la educación
son duraderos. Si la hipoxemia es pro-              física en el colegio, el propio niño esta-
longada, aparece una eritrocitosis se-              blecerá sus límites de tolerancia. Es
cundaria que requiere ingesta de hierro.            aconsejable que se practiquen ejercicios
Sin aportes adecuados, es frecuente la              isotónicos y no isométricos, evitando
aparición de ferropenia que empeora la              deportes de contacto en los portadores
hipoxia tisular, por ello, la carencia de           de marcapaso o en aquellos con trata-
hierro debe ser tratada con ferroterapia            miento anticoagulante. Los niños han de
preferentemente a dosis bajas de                    seguir el calendario de vacunación nor-
1mg/Kg/día siempre con hematocrito                  mal, siendo recomendable añadir las va-
<65%. La poliglobulia secundaria a                  cunas frente al neumococo, meningoco-
hipoxia, da lugar a un síndrome de hi-              co, VRS y varicela. Para anticiparse a
perviscosidad cuya sintomatología pue-              las reacciones febriles vacunales es muy
de agravarse por la presencia concomi-              útil la administración profiláctica de pa-
tante de ferropenia. De especial impor-             racetamol, asimismo, la administración
tancia resulta evitar precozmente situa-            intramuscular de aquellas debe preve-
ciones de deshidratación que conducirí-             nirse en enfermos anticaogulados. No se
an a un agravamiento del síndrome de                debe desaconsejar el viaje en avión ya
hiperviscosidad. Aunque existen opi-                que si bien la mayoría de los vuelos -
niones divergentes en lo que concierne              6000-8000 pies de altitud- producen un
al desarrollo ponderal post Fontan, el              descenso discreto de la presión parcial
retraso del crecimiento es más frecuente            de oxígeno, ello suele ser bien tolerado.
en estos niños que en cardiópatas no                La profilaxis antibacteriana se indicará
cianóticos. La ingesta calórica no debe-            según las pautas habituales; del mismo
ría ser inferior a 130-150kcal/kg/día,              modo, dado que muchos niños reciben
asimismo, la alimentación puede su-                 inotrópicos, diuréticos, antialdosteróni-
plementarse con hidratos de carbono y/o             cos, IECAs, anticoagulación con dicu-
grasas en forma de triglicéridos de ca-             marínicos o antiagregación con aspirina,
dena media (MCT) cuando el volumen                  el pediatra deberá conocer entonces los
ingerido no permita alcanzar los reque-             posibles efectos secundarios de estos
rimientos calóricos. En caso de dietas              fármacos como las interacciones entre
hiperosmolares el aporte hídrico debe               los mismos.




                                              -6-
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica                                                  Capítulo 14



                                                           FIGURAS


FIGURA 1                                  TIPOS DE ATRESIA TRICUSPIDE

    AD                    AI                                                     AD                  AI




     VD               VI                                                              VD        VI




     AP
                     Ao                              AD             AI                Ao      AP
CON VASOS NORMALES
Y ESTENOSIS PULMONAR                                                             CON VASOS EN TRANSPOSICON
                                                                                  SIN ESTENOSIS PULMONAR
                                                      VD         VI
                                CIV restrictiva
                               (estenosis “subAo”)

                                                     Ao
                                                               AP
                                             CoAo

                                              CON VASOS EN TRANSPOSICON
                                               Y OBSTRUCCION SISTEMICA




 FIGURA 2                        TECNICAS QUIRURGICAS ACTUALES
                                   DE UNIVENTRICULARIZACION
               VCS
                                                                                             VCS

                     GLENN


   APD                                      API                                        APD                        API


         VCI         AD             AI                                           Conducto                 AI
                                                                                extracardíaco
                                                           VCS                                               VI
                                     VI
                                                                                                VCI

                                                     APD                        API

                                             Túnel lateral
                                                                          AI
                                            intra-atrial con
                                             fenestración
                                                                           VI
                                                               VCI




                                                                -7-
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica                                       Capítulo 14




 FIGURA 3
                      ESTRATIFICACION DE RIESGO HEMODINAMICO
                                   pre 2º tiempo


                                          I –BAJO-           II –MODERADO-           III -ELEVADO-

          PMAP mmHg                         ≤ 15                 15-19                    ≥ 20


          PTDVI mmHg                        ≤ 10                 10-13                    >14


          RPA u/m2                          <2                     2-4                    >4


          FE      %                         > 60                 40-60                    ≤40




           PMAP = presión media en arteria pulmonar ; PTDVI= presión telediastólica ventricular izquierda ;
           RPA= resistencia arteriolar pulmonar ; FE = fracción de eyección




 FIGURA 4
                                                     Flujo Pulmonar
                             DISMINUIDO                 AUMENTADO sin                          BALANCEADO
                                                       obstrucción sistémica


 FASE A                     PGE
 ESTABILIZACION
      Rashkind si procede      FISTULA S-P                    CERCLAJE


                                                   CATETERISMO      PRE GLENN

 FASE B     -1º TIEMPO-
 UNIVENTRICULARIZACION
 PARCIAL                                             GLENN BIDIRECCIONAL
             3 a 9 meses

                                                   CATETERISMO       PRE CAVOPULMONAR TOTAL
                                                             intervencionismo si procede

 FASE C     -2º TIEMPO-
 UNIVENTRICULARIZACION                                          RIESGO II
 TOTAL                                  RIESGO I                                          RIESGO III
           2 a 4 años
                                                             CAVOPULMONAR               NO CANDIDATO
                                  CAVOPULMONAR               FENESTRACION              Fuera de protocolo




                                                      -8-
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica                              Capítulo 14




FIGURA 5
                    Flujo pulmonar aumentado con obstrucción sistémica
                                 coartación aórtica y/o estenosis “subaórtica”

  FASE A             PGE
  ESTABILIZACION
                                                             Cerclaje * Jatene
                           CERCLAJE y                Norwood * Damus-Kaye-Stansel-Alvarez
  Rashkind si procede      coartectomía                 + fístula sistémico-pulmonar


                                                   CATETERISMO        Intervencionismo si procede
  FASE B -1º TIEMPO-                                                        Damus-Kaye-Stansel-Alvarez
                                                                                  si procede
  UNIVENTRICULARIZACION
  PARCIAL
                   3 a 9 meses
                                                  GLENN BIDIRECCIONAL

                                                    CATETERISMO       Intervencionismo si procede

   FASE C -2º TIEMPO-
   UNIVENTRICULARIZACION
                                      RIESGO I            RIESGO II              RIESGO III
   TOTAL
              2 a 4 años
                                                        CAVOPULMONAR           NO CANDIDATO
                                    CAVOPULMONAR                              Fuera de protocolo
                                                        FENESTRACION




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                                             - 10 -
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica                    Capítulo 14



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Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica                    Capítulo 14



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                                             - 12 -
Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica                    Capítulo 14




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82:40-6                                               et al. Equivalent survival following ca-
                                                      vopulmonary anastomosis shunt: with
62.- Odegard K, McGowan F, Zura-                      or without Fontan procedure. Eur J of
kowski D et al. Procoagulant and anti-                Cardio-Thorac Surg 1999, 16:111-16
coagulant factor abnormalities follow-
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63.- Kaulitz R, Ziemer G, Bergmann F,
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64.- Benito Bartolomé F, Prada Marti-
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Atresia tricúspide: estrategias terapéuticas

  • 1. 14 ATRESIA TRICUSPIDE Dr. Mario CAZZANIGA, Dr J.L. VAZQUEZ MARTINEZ Servicio de Cardiología Pediátrica. Servicio de Pediatría Hospital Ramón y Cajal, Madrid DEFINICIÓN rícula derecha lo que permite el tránsito obligado de sangre venosa sistémica Se define como atresia tricúspide la hacia la aurícula izquierda; si es peque- agenesia completa de la válvula tricús- ña se dificulta su desagüe provocando pide e inexistencia del orificio corres- congestión hepática y bajo gasto sisté- pondiente de forma que no existe co- mico. El ventrículo derecho no tiene en- municación entre la aurícula y ventrícu- trada y por ello es incompleto e hipo- lo derecho. Es por tanto, una anomalía plásico; de él emerge la arteria pulmo- que se inscribe en el conjunto de mal- nar (conexión ventriculoarterial concor- formaciones cuyo modo de conexión dante) en el 80% de los enfermos, o la atrioventricular es univentricular, en aorta (conexión ventriculoarterial dis- contraste con la normalidad que es bi- cordante o “transposición”) en la pro- ventricular (Figura 1). 1-3 porción restante. Habitualmente existe a su vez una comunicación interventricu- INCIDENCIA Y PREVALENCIA lar (CIV) que posibilita el progreso de sangre mezclada hacia el vaso conecta- Estudios epidemiológicos tanto antiguos do al hipolásico ventrículo derecho: la como más recientes sitúan la incidencia arteria pulmonar o la aorta. Si la CIV es de la cardiopatía congénita en una hor- pequeña existirá respectivamente, una quilla que oscila entre el 4 y 10 por estenosis pulmonar con disminución 1.000 recién nacidos vivos, la corres- significativa del paso de sangre hacia pondiente a la atresia tricúspide es cer- los pulmones (hipoxemia, cianosis, cri- cana al 0,08‰ según datos del New En- sis hipoxémicas) o una estenosis sub- gland Regional Infant Cardiac Program. aórtica inductora de bajo gasto sistémi- La prevalencia en series clínicas y estu- co, en este último caso no es infrecuente dios necrópsicos oscila entre el 0.5 y la asociación de coartación de aorta. Es- 4%, y entre el 4 al 6% respectivamente. tas formas fisiopatológicas proporcio- El diagnóstico ecocardiográfico prenatal nan tres tipos clásicos de presentación es posible ya desde las semanas 16-18, clínica de la atresia tricúspide. y su presencia se contempla entre el 4 a 1,2,10,11 8% del total de cardiopatías detectadas con éste método. 4-9 PRESENTACIÓN CLINICA EN EL DESCRIPCION MORFOLÓGICA y NEONATO FISIOPATOLOGÍA 1. Hipoaflujo pulmonar (atresia tricús- La comunicación interauricular -o el fo- pide con estenosis pulmonar). Es la ramen oval- es la única salida de la au- -1-
  • 2. Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 14 forma más frecuente y cursa con diastólica ventricular izquierda, y de- cianosis importante. terminar el tamaño y/o distorsiones de 2. Hiperaflujo pulmonar (atresia tri- las arterias pulmonares antes de la ope- cúspide sin estenosis pulmonar). Se ración de Glenn o variantes de Fontan. manifiesta con insuficiencia cardia- El cateterismo terapéutico es útil y de ca e hipertensión pulmonar. uso frecuente para realizar: 1) septos- 3. Hiperaflujo pulmonar y obstrucción tomía atrial (técnica de Rashkind) con sistémica (atresia tricúspide sin es- cuchilla y/o balón cuando la comunica- tenosis pulmonar y obstrucción sub- ción interauricular es restrictiva, 2) an- aórtica y/o coartación). Presenta in- gioplastia (dilatación con balón) y/o suficiencia cardiaca muy severa y/o implante de dispositivo metálico (stent) bajo gasto cardíaco, éste subgrupo cuando un segmento vascular es estre- requiere una pronta intervención cho, 3) oclusión con dispositivos de fís- quirúrgica. tulas que hubieran quedado permeables, En los lactantes o niños mayores pueden arterias colaterales aorto-pulmonares, presentarse las formas más leves de los venas sistémicas de “escape”, o fenes- tres tipos de presentación clínica, aun- traciones residuales, y finalmente 4) que lo habitual es que se trate de enfer- ablación electrofisiológica de vías anó- mos ya operados y que por tanto tengan malas inductoras de taquiarrtimias. Más regulado su flujo pulmonar. recientemente se ha explorado la posibi- lidad de efectuar el denominado 2º EXAMENES tiempo de Fontan mediante el implante COMPLEMENTARIOS PARA EL de un conducto intratrial por cateteris- DIAGNOSTICO Y SEGUIMIENTO mo. 3, 13-15 La resonancia magnética nuclear es un La radiografía de tórax no contribuye al aliado muy útil que aporta datos rele- diagnóstico diferencial entre atresia tri- vantes especialmente en niños mayores cúspide u otras malformaciones, la si- o jóvenes adultos operados en quienes lueta puede ser normal o presentar car- es importante vigilar áreas del árbol diomegalia a expensas de una dilatada vascular pulmonar, descartar sospecha aurícula derecha o simplemente en rela- de obstrucciones en los empalmes qui- ción al volumen circulatorio pulmonar. rúrgicos o simplemente valorar flujos El ECG es orientativo debido a la pre- y/o función ventricular. Las técnicas sencia de crecimiento ventricular iz- isotópicas durante el seguimiento tienen quierdo, escasas o ausentes fuerzas de- un papel importante en tres áreas defi- rechas y un eje QRS izquierdo con o sin nidas: evaluación de la perfusión pul- patrón de hemibloqueo anterior izquier- monar para controlar su distribución do. La ecocardiografía Doppler color segmentaria antes o después de inter- es el método diagnóstico de elección y venciones con catéter sobre las ramas es suficiente para alcanzar un diagnósti- pulmonares, determinación sistemática co de certeza, determinar el tipo y grado de la función ventricular para detectar de estenosis subarterial, y decidir la es- precozmente disfunción miocárdica, y trategia terapéutica a seguir. 1, 12 localización de cortocircuitos intrapul- El cateterismo cardíaco no es necesario monares post Glenn bidireccional (fístu- para el diagnóstico anatómico intracar- la arteriovenosa pulmonar) o intracar- díaco en el neonato o lactantes peque- díacos post Fontan o variantes (fugas ños, ni para proceder a las intervencio- localizadas en la anastomosis atriopu- nes terapéuticas de la fase A (ver más monar o en el túnel intraatrial cavopul- adelante). Sin embargo, sí es obligatorio monar). 16,17 para medir la presión pulmonar y tele- -2-
  • 3. Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 14 El seguimiento pre y postoperatorio de- hipóxicos (saturación de oxígeno <75- be ser ceñido en relación a las manifes- 80%), no siendo preciso efectuar cirugía taciones clínicas, una vez controladas alguna en esta fase en aquellos niños las mismas, se plantearán revisiones con flujo naturalmente balanceado (sa- anuales en las que no deben faltar la turación de oxígeno ≥ 80%). Entre los 3 electrocardiografía de 24-hs (Holter), la y 9 meses de edad se realizará el 1º ergometría y estudios de laboratorio. tiempo operatorio (FASE B) ocluyendo en lo posible la fístula previamente im- ESTRATEGIAS TERAPEUTICAS plantada y/o al tiempo el propio tronco pulmonar proximal si está permeable; La anastomosis atriopulmonar descrita de forma concomitante si fuera necesa- por Fontan fue la primera técnica qui- rio se corregirán las distorsiones o este- rúrgica utilizada para la paliación defi- nosis que pudieran estar presentes en las nitiva de la atresia tricúspide. En la ac- ramas pulmonares. Finalmente, entre los tualidad se prefiere la anastomosis ca- 2 y 4 años se procede a completar el 2º vopulmonar total debido a que propor- tiempo operatorio (FASE C) con la ciona una mejor energía cinética hidro- anastomosis de la vena cava inferior a la hemodinámica y reduce por otra parte la arteria pulmonar mediante la construc- incidencia de arritmias (figura 2). Asi- ción de un túnel lateral intra-atrial o a mismo, la posibilidad de efectuar esta través de un conducto externo protésico. cirugía en dos tiempos bien diferencia- Durante el período de transición entre dos constituye otra innovación destaca- ambas intervenciones, el niño cursa un ble en la evolución del tratamiento qui- período relativamente corto con cianosis rúrgico. Los criterios para seleccionar de escaso significado clínico. Entre tales enfermos susceptibles de ser tratados etapas se recurrirá al cateterismo inter- por la vía univentricular se han modifi- vencionista para solventar secuelas o re- cado en los últimos años, especialmente siduos con impacto hemodinámico. En en lo relacionado a la edad operatoria. niños rigurosamente seleccionados con Actualmente se aceptan 3 niveles de óptima hemodinamia -natural o secun- riesgo basados en datos hemodinámicos daria a la fase A- puede obviarse la eta- que pueden definirse como: bajo (I), pa de Glenn bidireccional y efectuarse moderado (II), y elevado III (figura 3). directamente la anastomosis cavopul- La fenestración del túnel lateral intra- monar total a los 2-3 años de edad. atrial o del conducto externo como des- Tipo 2: Atresia tricúspide con flujo carga del circuito venoso sistémico, sólo pulmonar aumentado: En la fase A, el sería necesaria en aquellos niños con cerclaje pulmonar será la primera inter- riesgo moderado. 18-39 vención para regular el flujo y normali- Tipo 1: Atresia tricúspide con flujo zar la presión en ambos pulmones, a pulmonar disminuido: Expuesto de partir de ésta intervención el protocolo forma esquemática dos o tres fases te- es igual al descrito en niños con hipo- rapéuticas quirúrgicas pueden identifi- flujo pulmonar carse en las estrategias actuales según el Tipo 3: Atresia tricúspide con flujo modo de presentación clínica (figuras 4 pulmonar aumentado y obstrucción y 5). En la primera de ellas (FASE A) subaórtica y/o coartación: El plan es se trata de balancear o regular de inme- similar al anterior grupo, pero exige diato el flujo pulmonar implantando una mayor precocidad en el tratamiento qui- fístula sistémico pulmonar tipo Blalock- rúrgico y medidas más radicales para Taussig modificada pequeña (conducto regular el flujo pulmonar al mismo de gore-tex de 3,5-4 mm) en neonatos o tiempo que se evita el deterioro de la lactantes menores de 2-3 meses muy función ventricular motivada por la obs- -3-
  • 4. Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 14 trucción aórtica. En los neonatos, la pre- SUPERVIVENCIA y sencia de una CIV muy restrictiva exige REINTERVENCIONES técnicas especiales de alto riesgo como la operación modificada de Norwood si La supervivencia del modelo circulato- además la aorta tiene un diámetro ≤ 3 rio univentricular total a 25-30 años os- mm, Damus-Kaye-Stansel-Alvarez si la cila entre el 50 y el 80% según distintas aorta tiene un diámetro > 3 mm, o bien series, si bien cabe explicar que algunas la operación de Jatene paliativo si la de ellas no discriminan en detalle la aorta tiene un tamaño normal (al cam- evolución de los enfermos con atresia biar los vasos la neo-aorta dejaría de te- tricúspide. Además en estos informes se ner obstrucción y la neo-pulmonar si incluyen pacientes operados en períodos tendría estenosis subpulmonar). Tam- diferentes y con protocolos y/o varian- bién se puede contemplar la realización tes técnicas diversas, lo que complica el de un cerclaje pulmonar y a las pocas análisis minucioso de los resultados. semanas efectuar combinadamente la Las reintervenciones para solucionar operación de Damus-Kaye-Stansel- secuelas o residuos quirúrgicos obstruc- Alvarez y Glenn bidireccional. En los tivos con impacto hemodinámico no son niños algo más mayores con obstruc- infrecuentes y pueden alcanzar hasta un ción subaórtica se pueden plantear éstas 40% de enfermos, el implante de mar- últimas cirugías o la ampliación de la capaso para tratar problemas eléctricos CIV por resección intracardiaca, si bien tampoco es excepcional. La fenestra- esta última tiene el riesgo añadido del ción deliberada y las comunicaciones bloqueo auriculoventricular. La morta- residuales -“fugas”- en el túnel lateral lidad global es elevada en este singular intra-atrial, o en la septación auricular subgupo y puede alcanzar hasta un que le es propia a la técnica atriopulmo- 38%. 40-44 nar serán debidamente ocluídas cuando Entre un 10 a 30% de los neonatos con proceda mediante cateterismo interven- atresia tricúspide no logran encaminarse cionista. La conversión de técnica atrio- a la vía quirúrgica univentricular; ya por pulmonar a cavopulmonar para optimi- óbito neonatal inmediato, secundario a zar la energía cinética del sistema uni- las intervenciones de la Fase A, o debi- ventricular y reducir las arritmias de- do incluso a secuelas no deseadas de és- pendientes de la atriomegalia crónica es tas operaciones. Aún así, la información una reintervención que en pacientes se- actual destaca que con el protocolo de leccionados tiene beneficios inmediatos precocidad operatoria y rigurosa selec- debidamente demostrados. 46-50 ción del enfermo, la mortalidad inme- diata del Glenn bidireccional (Fase B) COMPLICACIONES y SECUELAS se reduce a un 2-5% y la del 2º tiempo operatorio (Fase C) disminuye drásti- El Glenn bidireccional es bien tolerado camente a valores menores de 5%. La en la mayoría de los casos y las compli- comunidad científica espera que con tal caciones son poco habituales; por el estrategia, la longevidad del modelo contrario, su frecuencia es relativamente univentricular sea duradera, que la inci- elevada tras la operación modificada de dencia de complicaciones, reinterven- Fontan o sus variantes. Se deben en ge- ciones y secuelas disminuya de forma neral a los efectos derivados de la pro- significativa, y que la aptitud psicofísica pia fisiología no pulsátil del sistema que del enfermo durante el seguimiento sea se caracteriza por hipertensión venosa óptima. 37-39,45 sistémica crónica, gasto cardíaco en lí- mites inferiores y lenta velocidad circu- latoria. La hipertensión venosa propia -4-
  • 5. Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 14 de ésta modalidad circulatoria (hasta el primer semestre del postoperatorio para doble de la presión considerada normal continuar con antiagregantes en el se- en corazones biventriculares), expone a guimiento. Alrededor del 50-60% de los los subsistemas linfático, vascular es- enfermos precisan tratamiento farmaco- plácnico, neuro-humoral y endocrino a lógico que se administrará según proce- una función límite que se traduce en da durante las periódicas revisiones anormalidades de laboratorio y/o a tra- anuales (cardiotónicos, vasodilatadores, vés de manifestaciones clínicas defini- anticongestivos, antialdosterónicos o das. 51-55 antiarrítmicos). Las taqui o bradi En el postoperatorio inmediato del 2º arritmias son frecuentes con la técnica tiempo operatorio, el derrame pleural es atriopulmonar apreciándose un incre- una constante ocasionalmente acompa- mento de la incidencia cuanto mayor es ñado de derrame pericárdico, perdura el tiempo de seguimiento; en menor entre una y tres semanas y muy rara- proporción se presentan con la técnica mente más allá del mes, por ello de ru- del túnel intraatrial y su incidencia aún tina se utiliza dieta baja en grasas en los parece menor con el conducto externo. primeros meses posteriores a la opera- La muerte súbita por arritmia reconoci- ción; la pericardiectomía y/o pleurode- da o no previamente, es excepcional. sis pueden ser llegar a ser necesarias pa- 61-65 ra paliar esta complicación. 56 La clase funcional de los supervivientes Durante el seguimiento, alrededor del es mayoritariamente buena, alrededor 50% de los supervivientes presenta un del 70% de los niños se sitúan en el aumento de las enzimas hepáticas pro- grado I-II de la clasificación publicada piciadas por la congestión crónica del por la New York Heart Association hígado. Alrededor de un 10-15% de en- (NYHA). La estrategia de intervencio- fermos tiene anormalidades de la con- nes tempranas mejora la capacidad ae- centración de albúmina hasta el extremo róbica con el ejercicio durante el segui- de desarrollar enteropatía pierdepro- miento, y es de esperar que la función teína, condición que puede presentarse ventricular no se deteriore a largo plazo. entre un 6-14% de los niños operados. El desarrollo neurológico-madurativo No tiene tratamiento específico aún no sufre alteraciones destacables en és- cuando se han ensayado diferentes mo- tos enfermos, si bien se admite que la dalidades terapéuticas para su control performance persiste por debajo de los (heparina, corticoides, fenestración dife- límites admitidos en la población nor- rida). Con todo, es esencial corregir se- mal. El embarazo es posible en mujeres cuelas obstructivas si las hubiere por lo con excelente estado clínico postopera- que el cateterismo cardíaco diagnóstico torio siempre bajo la supervisión de y/o intervencionista ocupa un lugar pre- unidades obstétricas para alto riesgo, la ferente en el manejo del síndrome. información actual -reducida por cierto- Cuando las acciones terapéuticas no confirma el éxito de la gestación y del controlan el cuadro, la inevitable alter- parto en alrededor del 50% de los emba- nativa es el transplante cardíaco. 57-60 razos, pero a su vez ratifica que la mor- La deficiencia de los factores de coagu- talidad fetal, el crecimiento intrauterino lación y la propia hemodinamia univen- retardado y la prematuridad no son in- tricular explican los fenómenos trom- frecuentes. Determinados investigado- boembólicos que pueden observarse res especulan acerca de la vida limitada hasta en un 25% de los supervivientes. que podría tener el modelo circulatorio Existe controversia al respecto, pero univentricular en humanos, de todos creemos necesaria la anticoagulación modos, los primeros supervivientes ini- con dicumarínicos al menos durante el cian ya su 4º década. 46,47,66-70 -5-
  • 6. Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 14 CONTRIBUCIÓN DEL PEDIATRA ser suficiente para evitar el aumento de la viscosidad sanguínea, solo se aconse- La labor del pediatra es esencial para un ja restricción de líquidos y sal cuando óptimo seguimiento del niño con atresia los niños están en situación de insufi- tricúspide, y se basa en el conocimiento ciencia cardiaca. En general, se permite de las necesidades del enfermo con cia- una ingesta moderada de sal, con el nosis crónica y de las complicaciones o añadido de anticongestivos según sea secuelas específicas de la cirugía modi- necesario. En los primeros meses post ficada de Fontan. La cianosis condicio- cirugía modificada de Fontan y/o ante na una auténtica enfermedad multisis- la presencia de quilotórax, la ingesta de témica con repercusiones clínicas que el grasa deberá realizarse únicamente en pediatra debe conocer, si bien es cierto forma de triglicéridos de cadena media. que con la estrategia de precocidad te- Se deberá evitar el deporte competitivo rapéutica, los períodos de cianosis no pero no ha de restringirse la educación son duraderos. Si la hipoxemia es pro- física en el colegio, el propio niño esta- longada, aparece una eritrocitosis se- blecerá sus límites de tolerancia. Es cundaria que requiere ingesta de hierro. aconsejable que se practiquen ejercicios Sin aportes adecuados, es frecuente la isotónicos y no isométricos, evitando aparición de ferropenia que empeora la deportes de contacto en los portadores hipoxia tisular, por ello, la carencia de de marcapaso o en aquellos con trata- hierro debe ser tratada con ferroterapia miento anticoagulante. Los niños han de preferentemente a dosis bajas de seguir el calendario de vacunación nor- 1mg/Kg/día siempre con hematocrito mal, siendo recomendable añadir las va- <65%. La poliglobulia secundaria a cunas frente al neumococo, meningoco- hipoxia, da lugar a un síndrome de hi- co, VRS y varicela. Para anticiparse a perviscosidad cuya sintomatología pue- las reacciones febriles vacunales es muy de agravarse por la presencia concomi- útil la administración profiláctica de pa- tante de ferropenia. De especial impor- racetamol, asimismo, la administración tancia resulta evitar precozmente situa- intramuscular de aquellas debe preve- ciones de deshidratación que conducirí- nirse en enfermos anticaogulados. No se an a un agravamiento del síndrome de debe desaconsejar el viaje en avión ya hiperviscosidad. Aunque existen opi- que si bien la mayoría de los vuelos - niones divergentes en lo que concierne 6000-8000 pies de altitud- producen un al desarrollo ponderal post Fontan, el descenso discreto de la presión parcial retraso del crecimiento es más frecuente de oxígeno, ello suele ser bien tolerado. en estos niños que en cardiópatas no La profilaxis antibacteriana se indicará cianóticos. La ingesta calórica no debe- según las pautas habituales; del mismo ría ser inferior a 130-150kcal/kg/día, modo, dado que muchos niños reciben asimismo, la alimentación puede su- inotrópicos, diuréticos, antialdosteróni- plementarse con hidratos de carbono y/o cos, IECAs, anticoagulación con dicu- grasas en forma de triglicéridos de ca- marínicos o antiagregación con aspirina, dena media (MCT) cuando el volumen el pediatra deberá conocer entonces los ingerido no permita alcanzar los reque- posibles efectos secundarios de estos rimientos calóricos. En caso de dietas fármacos como las interacciones entre hiperosmolares el aporte hídrico debe los mismos. -6-
  • 7. Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 14 FIGURAS FIGURA 1 TIPOS DE ATRESIA TRICUSPIDE AD AI AD AI VD VI VD VI AP Ao AD AI Ao AP CON VASOS NORMALES Y ESTENOSIS PULMONAR CON VASOS EN TRANSPOSICON SIN ESTENOSIS PULMONAR VD VI CIV restrictiva (estenosis “subAo”) Ao AP CoAo CON VASOS EN TRANSPOSICON Y OBSTRUCCION SISTEMICA FIGURA 2 TECNICAS QUIRURGICAS ACTUALES DE UNIVENTRICULARIZACION VCS VCS GLENN APD API APD API VCI AD AI Conducto AI extracardíaco VCS VI VI VCI APD API Túnel lateral AI intra-atrial con fenestración VI VCI -7-
  • 8. Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 14 FIGURA 3 ESTRATIFICACION DE RIESGO HEMODINAMICO pre 2º tiempo I –BAJO- II –MODERADO- III -ELEVADO- PMAP mmHg ≤ 15 15-19 ≥ 20 PTDVI mmHg ≤ 10 10-13 >14 RPA u/m2 <2 2-4 >4 FE % > 60 40-60 ≤40 PMAP = presión media en arteria pulmonar ; PTDVI= presión telediastólica ventricular izquierda ; RPA= resistencia arteriolar pulmonar ; FE = fracción de eyección FIGURA 4 Flujo Pulmonar DISMINUIDO AUMENTADO sin BALANCEADO obstrucción sistémica FASE A PGE ESTABILIZACION Rashkind si procede FISTULA S-P CERCLAJE CATETERISMO PRE GLENN FASE B -1º TIEMPO- UNIVENTRICULARIZACION PARCIAL GLENN BIDIRECCIONAL 3 a 9 meses CATETERISMO PRE CAVOPULMONAR TOTAL intervencionismo si procede FASE C -2º TIEMPO- UNIVENTRICULARIZACION RIESGO II TOTAL RIESGO I RIESGO III 2 a 4 años CAVOPULMONAR NO CANDIDATO CAVOPULMONAR FENESTRACION Fuera de protocolo -8-
  • 9. Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 14 FIGURA 5 Flujo pulmonar aumentado con obstrucción sistémica coartación aórtica y/o estenosis “subaórtica” FASE A PGE ESTABILIZACION Cerclaje * Jatene CERCLAJE y Norwood * Damus-Kaye-Stansel-Alvarez Rashkind si procede coartectomía + fístula sistémico-pulmonar CATETERISMO Intervencionismo si procede FASE B -1º TIEMPO- Damus-Kaye-Stansel-Alvarez si procede UNIVENTRICULARIZACION PARCIAL 3 a 9 meses GLENN BIDIRECCIONAL CATETERISMO Intervencionismo si procede FASE C -2º TIEMPO- UNIVENTRICULARIZACION RIESGO I RIESGO II RIESGO III TOTAL 2 a 4 años CAVOPULMONAR NO CANDIDATO CAVOPULMONAR Fuera de protocolo FENESTRACION BIBLIOGRAFÍA 4.- Fyler D, Buckley G, Hellenbrand W, Cohn H. Report of the New England 1.- Freedom RM, Benson LN. Tricus- Regional Infant Cardiac Care Program. pid Atresia. En: Freedom RM, Benson Pediatrics 1980, 65 Suppl. 376 LN, Smallhorn JF, eds. Neonatal Heart Disease Berlín: Springer-Verlag 1992: 5.- Hoffman JIE. Congenital Heart 269-84 Disease. En: Congenital Heart Disease. The Pediatric Clinics of North America. 2.- Rosenthal A, Dick II Mc. Tricuspid Gillette P, ed. W.B. Saunders Company Atresia. En: Heart Disease in infants, 1990;37 (1):25-43 children and adolescents. Including the fetus and young adult. Moss and Ad- 6.- Hoffman JIE. Incidence of con- ams. Fifth Ed. Emmanouilides G, genital heart disease: I Postnatal inci- Riemenscneider Th, Allen H, Gutgesell dence. Pediatr Cardiol 1995; 16: 103- H, eds. Williams & Wilkins, 1995: 902- 13 18. 7.- Hoffman JIE. Incidence of congeni- 3.- Anderson R, McCartney F, Shine- tal heart disease. II Prenatal incidence. bourne E, Tynan M. Tricuspid Atresia. Pediatr Cardiol 1995; 16:155-65 En: Pediatric Cardiology. Anderson R, Shinebourne E, eds. Edinburgh: Chur- 8.- Allan L, Hornberger L, Sharland G. chill Livingstone, 1987: 675-97 Tricuspid valve abnormalities. En: Textbook of fetal cardiology. Sharland -9-
  • 10. Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 14 G, ed. Greenwich Medical Media 16.- Chung T. Assessment of cardio- 2000:133-8 vascular anatomy in patients with con- genital heart disease by magnetic reso- 9.- Garne E and the Eurocat Working nance imaging. Pediatr Cardiol Group. Prenatal diagnosis of six major 2000;21:18-26 cardiac malformations in Europe- A population based study. Acta Obstet 17.- Parikh SR, Hurwitz RA, Caldwell Gynecol Scand 2001; 80. 224-28 RL, Girod DA. Ventricular function in the single ventricle before and after 10.- Scott D, Rigby M, Miller G, Shi- Fontan surgery. Am J Cardiol 1991; nebourne E. The presentation of symp- 67.1390-5 tomatic heart disease in infancy based on 10 years experience (1973-1982). 18.- Fontan F, Baudet E. Surgical re- Implications for the provision of ser- pair of tricuspid atresia Thorax 1971, vices. Br Heart J 1984; 52:248-57 26: 240-48 11.- Cazzaniga M. Cardiopatías con- 19.- Kreutzer G, Galindez E, Bono H et génitas mas frecuentes en el neonato. al. An operation for the correction of En: Cuidados especiales del feto y el re- tricuspid atresia. J Thorac Cardiovasc cién nacido. Sola A, Rogido M, eds. Surg 1973; 66: 613-21 Buenos Aires, Científica Americana 2001: 1274-1314 20.- Bjork VO, Olin C, Bjarke BB, Thoren C. Right-atrial-right ventricular 12.- Orie JD, Anderson C, Ettedgui JA, anastomosis for correction tricuspid Zuberbuhler JR, Anderson RH. Echo- atresia. J Thorac Cardiovasc Surg cardiographic-morphological correla- 1979; 66:613-21 tions in tricuspid atresia Am J Cardiol 1995; 26: 750-58 21.- de Leval M, Kilner Ph, Gewillig M et al. Total cavopulmonary conecction: 13.- Bridges N, Lock JE, Castaneda A. A logical alternative to atriopulmonary Baflle fenestration with subsequent connection for complex Fontan opera- transcatheter closure: modification fo tions. J Thorac Cardiovasc Surg 1988; the Fontan operation for patients at in- 96: 682-95 creased risk. Circulation 1990;82:1681-9 22.- Marcelletti C, Corno A, Giannico S, Marino B. Inferior vena cava- 14.- Betts T, Roberts P, Allen S et al. pulmonary extracradiac conduit: A new Electrophysiological mapping and abla- form of right ventricular by-pass. J tion of intra-atrail reentry tachycardia Thorac Cardiovasc Surg 1990; 100:228- after Fontan surgery with the use of a 32 noncontact mapping system Circula- tion 2000;102:419-25 23.- Burke R, Jacobs J, Ashraf M et al. Extracardiac Fontan operation without 15.- Bermúdez Cañete R, Herraiz Sara- cardiopulmonary bypass. Ann Thorac chaga I, Pian H et al. Utilidad del stent Surg 1997; 63:1175-7 ITI en cardiología pediátrica interven- cionista. Rev Esp Cardiol 2002; 24.- Cazzaniga M, Fernandez Pineda L, 55(Supl 2): 134-5 Villagrá Blanco F et al. Operación mo- dificada de Fontan o variantes efectua- das en un solo tiempo quirúrgico. De- - 10 -
  • 11. Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 14 terminantes de mortalidad. Rev Esp morbidity and mortality. Ann Thorac Cardiol 2002; 55:391-412 Surg 1994; 58:945-51 25.- Cazzaniga M, Fernandez Pineda L, 33.- Jonas R, Castaneda A. Modified Villagrá Blanco F et al. Cirugía modifi- Fontan procedure: atrial baffle and sys- cada de Fontan y variantes efectuada en temic venous to pulmonary artery anas- dos tiempos (con Glenn bidireccional tomotic techniques. J Cardiovasc Surg previo). Experiencia inicial en 33 niños. 1988, 3: 91-96 Rev Esp Cardiol 2002; 55 (Sup. 2):91-2 34.- Bridges N, Jonas R, Mayer R et al. 26.- Kirklin JW, Barrat-Boyes BG. Bidirectional cavopulmonary anastomo- Tricuspid atresia and the Fontan opera- sisas interim palliation for high risk tion. En: Cardiac Surgery, 2nd edn. Fontan candidates. Circulation 1990; Kirklin JW, Barrat-Boyes BG, eds. 82.1681-9 London: Churchill Livingstone 1993; 1055-1104 35.- Norwood W, Jacobs M. Fontan´s operation in two stages. Am J Surg 27.- Choussat A, Fontan F, Besse P et 1993; 166:548-51 al. Selection criteria for Fontan’s pro- cedure. En: Anderson RH, Shinebourne 36.- Reddy VM, McElhinney DB, EA, eds. Pediatric Cardiology. Edin- Moore P et al. Outcomes after bidirec- burgh: Churchill Livingstone, 1978: tional cavopulmonary shunt in infants 559-66 less than 6 months old. J Am Coll Car- diol 1997; 29: 1365-70 28.- Mayer JE Jr, Helgason H, Jonas R et al. Extending the limits for modified 37.- Petrossian E, Reddy V, McElhin- Fontan procedures. J Thorac Cardio- ney D, et al. Early results of the ex- vasc Surg 1986; 92:1021-8 tracardiac conduit Fontan operation. J Thorac Cardiovasc Surg 1999, 117:688- 29.- Maroto Monedero C, Enríquez de 96 Salamanca F, Herraiz Sarachaga I, Za- bala Argüelles J. Guías de práctica clí- 38.- Azakie A, McCrindle B, Ardsell nica de la Sociedad Española de Cardio- GV et al. Extracardiac conduit versus logía en las cardiopatías congénitas más lateral tunnel cavopulmonary anastomo- frecuentes. Rev Esp Cardiol 2001; sis connections at a single institution: 54:67-82 impact and outcomes J Thorac Cardiovasc Surg 2001; 30.- Amodeo A, Galleti L, Marianeschi 122:1219-28 S et al. Extracardiac Fontan operation for complex cardiac anomalies: seven 39.- Stamm Ch, Friehs I, Mayer J et al. years´ experience. J Thorac Cardiovasc Long-term results of the lateral tunnel Surg 1997; 114:1020-30 Fontan operation. J Thorac Cardiovasc Surg 2001; 121:28-41 31.- Bridges N, Mayer JE Jr, Lock J et al. Effect of baflle fenestration on out- 40.- Jenson R, Williams R, Laks H et come of the modiefied Fontan opera- al. Usefulness of banding of the pul- tion. Circulation 1992; 86:1762-9 monary trunk with single ventricle physiology at risk for subaortic obstruc- 32.- Jacobs M, Norwood W. Fontan tion Am J Cardiol 1996; 77. 1089-93 operation: influence of modifications on - 11 -
  • 12. Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 14 41.- Mosca RS, Hennein H, Kulik T et 49.- Kaulitz R, Ziemer G, Paul Th et al. Modified Norwood operation for al. Fontan-type procedures: residual le- single left ventricle and ventriculoarte- sions and late interventions Ann Tho- rial discordance: an improved surgical rac Surg 2002; 74.778-85 technique. Ann Thorac Surg 1997; 64: 50.- Marcelletti C, Hanley F, Mavroudis 1126-32 C et al. Revision of previous Fontan connections to total extracardiac cavo- 42.- Caffarena JMJr, Gomez Ullate JM. pulmonary anastomosis: a multicenter Corazón univentricular con estenosis experience. J Thorac Cardiovasc Surg subaórtica. Paliación en el recién naci- 2000; 199:340-6 do. Cir Cardiov 1997; 4:48-55 51.- Fernandez Pineda L, Cazzaniga M, 43.- Lan Y, Chang R, Laks H. Out- Villagrá F et al. La operación de Glenn come of patients with double-inlet left bidireccional en 100 casos con cardio- ventricle or tircuspid atresia with trans- patías congénitas complejas. Factores posed greart arteries JACC 2004, determinantes del resultado quirúrgico. 43:113-9 Rev Esp Cardiol 2001, 54:1061-74 44.- Alvarez Díaz F, Hurtado E, Perez 52.- Valera FJ, Caffarena JM, Gomez de León J et al. Técnica de corrección Ullate J et al. Factores de riesgo en el anatómica de la transposición completa shunt de Glenn bidireccional como pro- de grandes arterias. Rev Esp Cardiol ceder intermedio antes de la corrección 1975, 28:255-7 de Fontan. Rev Esp Cardiol 1999; 52:903-9 45.- Sittiwangkul R, Azakie A, Van Ardsell G et al. Outcomes of tricuspid 53.- Bull K. The Fontan procedure: atresia in the Fontan era. Ann Thorac lessons from the past. Heart 1998; 79: Surg 2004; 77:889-94 213-14 46.- Mair D, Puga F, Danielson G. 54.- Quero Jimenez M, Maitre Azcárate The Fontan procedure for tricuspid M, Brito Perez J et al. Anastomosis atresia: early and late results of a 25- cavoatriopulmonar. Rev Esp Cardiol year experience with 216 patients. 1993; 46:101-17 JACC 2001;37:933-9 55.- Hsia TY, Khambadkone S, dean- 47.- Gentles T, Mayer JE Jr, Gauvreau field J et al. Subdiaphragmatic venous K et al. Fontan operation in five hun- hemodynamics in the Fontan circula- dred consecutive patients. Factors influ- tion. J Thorac Cardiovasc Surg 2001; encing early and late outcome. J Thorac 121:436-47 Cardiovasc Surg 1997, 30:1032-38 56.- Torres Borrego J, Martinez Gil N, 48.- Knott-Craig C, Danielson G, Perez Ruiz J et al . Pleurodesis con te- Schaff H et al. The modified Fontan traciclina post operación de Fontan. operation: an analysis of risk factors for Ann Esp Pediatr 2001; 55:76-9 early postoperative death or take down in 702 consecutive patients from one in- 57.- Maertens L, Hagler D, Sauer U et stitution. J Thorac Cardiovasc Surg al. Proteing-losing enteropathy after the 1995; 109:1237-43 Fontan operation: an international mul- ticenter study. PLE study group. J Tho- rac Cardiovasc Surg 1998; 115:1063-73 - 12 -
  • 13. Protocolos Diagnósticos y Terapéuticos en Cardiología Pediátrica Capítulo 14 58.- Rodriguez M, Cazzaniga M, Ca- 66.- Cannobio MM, Mair D, van del marero C et al. Enteropatía pierdepro- Velde M, Koos B. Pregnancy outcomes teínas como complicación de la cirugía after Fontan repair. JACC 1996; modificada de Fontan y sus variantes. I 28:1126-32 Congreso Nacional de Cardiología Pe- diátrica 2003; Poster CP-61:79 67.- Mahle W, Wernovsky G, Bridges N et al. Impact of early unloading on 59.- Bendayán I, Casaldáliga J, Caste- excercise performance in preadolescents lló F et al. Heparin therapy and reversal with single ventricle Fontan physiology. of protein losing enteropathy in a case JACC 1999; 34: 1637-43 with congenital heart disease. Pediatr Cardiol 2000; 21:267-8 68.- Forbess J, Visconti K, Bellinger D, Jonas R. Neurodevelopmental out- 60.- Thorne SA, Hooper J, Kemp M, comes in children after de Fontan opera- Somerville J. Gastro-intestinal protein tion. Circulation 2001; 104 (suppl I): I- loss in late survivors of Fontan surgery 127-32. and other congenital heart disease. Eur Heart J 1998; 19:514-20 69.- Freedom R, Hamilton R, Yoo Shi- J, et al. The Fontan procedure: analysis 61.- Van Nieuwenhuizen R, Peteres M, of cohorts and late complications. Car- Lubbers L et al. Abnormalities in liver diol Young 2000; 10: 307-33 function and coagulation profile follow- ing the Fontan procedure. Heart 1999; 70.- Heh th, Williams W, McCrindle B 82:40-6 et al. Equivalent survival following ca- vopulmonary anastomosis shunt: with 62.- Odegard K, McGowan F, Zura- or without Fontan procedure. Eur J of kowski D et al. Procoagulant and anti- Cardio-Thorac Surg 1999, 16:111-16 coagulant factor abnormalities follow- ing the Fontan procedure: increased fac- tor VIII may predispose to thrombosis. J Thorac Cardiovasc Surg 2003, 125:1260-7 63.- Kaulitz R, Ziemer G, Bergmann F, et al. Atrial thrombus after the Fontan- operation. Predisposing factors, treat- ment and prophylaxis. Cardiol Young 1997; 7:37-43 64.- Benito Bartolomé F, Prada Marti- nez F, Bret Zurita M. Tromboembolis- mo pulmonar tras operación de Fontan. Rev Esp Cardiol 2002; 55:449-51 65.- Durongpisitkul K, Porter C, Cetta F et al. Predictors of early and late-onset supraventricular tachyarrhythmias after Fontan operation. Circulation 1998; 98:1099-107 - 13 -