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Pascua
       2011
« Camino,
   Verdad
   y Vida»
Acción Católica General
              Alfonso XI, 4 5º
                28014 Madrid

www.accioncatolicageneral.es
acg@accioncatolicageneral.es




                                 1
II Domingo de Pascua - A  1 de mayo
                                       Hch 2, 42-47  “Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común”
                                Sal 117  “Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia”
                                                  1P 1, 3-9  “Por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,
                                                              nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva”
                                                                        Jn 20, 19-31  “A los ocho días, llegó Jesús”




 Ruego por pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y estimar a Jesucristo y, así, poder
seguirlo mejor.
   Apunto algunos hechos vividos esta semana que ha acabado.
   Leo el texto. Después contemplo y subrayo.


Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos
en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto en-
tró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros». Y, diciendo esto,
les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al
ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado,
así también os envío yo». Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reci-
bid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan per-
donados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando
vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor». Pero él
les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el
dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo
creo». A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con
ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros». Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis ma-
nos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyen-
te». Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!». Jesús le dijo: «¿Porque me
has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la
vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es
el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nom-
bre.
                                                                        Jn 20, 19-31



 Ahora apunto aquello que descubro de JESÚS y de los otros personajes, la BUENA NOTICIA que escu-
cho... veo. Repaso la vida de nuestra parroquia o movimiento para intentar descubrir que lo que el Resuci-
tado da a los discípulos reunidos también nos lo ha dado a nosotros
 Y vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi entorno... desde el Evangelio. Me fijo
como, pese a los cierres que pueda haber, Cristo Resucitado se hace hoy presente
   Llamadas que me hace -nos hace- el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso.
   Plegaria. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...


Para situar este evangelio                                     Juan concibe la obra de Jesús como la creación de
                                                              una nueva humanidad y un mundo nuevo. Pero hay
 En el segundo domingo de pascua se lee siempre              como dos tentaciones:
este evangelio. De ahí su importancia y significativi-
dad.                                                            - Mirar a tras y vivir del recuerdo, donde nos que-
                                                                  daríamos con el sepulcro vacío, no hay nada.




                                                                                                                          2
- O quedarnos refugiados en nuestra interior, en                En esta iniciativa, Jesús da “la paz”, su paz, la que el
    espiritualidades que se auto-realimentan sin salir,          mundo no da, tal y como lo había anunciado. Una
    sin experimentar la necesidad de salir, ser testigo          paz que es cumplimiento de la promesa de la cena:
    porque el resucitado lo encontraremos en lo co-              “la paz os dejo...” (Jn 14, 27; cf Is 52, 7; 60, 57; 66, 12). Tenían
    tidiano, en la vida. ¿Nos suena esto a los militan-          motivos para sentirse atenazados por el miedo (Jn 15,
    tes con cierto recorrido o cristianos que estamos            18-20: “si el mundo os odia”); pero no deben acobar-
    de vuelta?                                                   darse (Jn16, 33: “tener valor, yo he venido al mundo”).
                                                                 El miedo se evapora con el saludo de la paz pascual
 Nueva creación, el primer día de la semana... la
                                                                 (Jn 20, 20: “se llenaron de alegría”). Las dudas sobre el
resurrección y la eucaristía están unidas. En la “cena           resucitado se desvanecen con la identificación cor-
del Señor” se nos muestra como el don gratuito del               poral: “les enseñó las manos y el costado”.
Señor Resucitado que nos sale al encuentro -Emaús-
nos invita a su mesa, nos despierta el entendimiento,             Mostrar “las manos y el costado”, que son los luga-
nos abre los ojos del corazón y nos invita a su comu-            res con las marcas de la muerte en cruz, es una ma-
nión. La eucaristía es una forma permanente de la                nera de incidir en que el Resucitado es el mismo que
aparición pascual.                                               fue Crucificado.
 El domingo, el primer día de la semana, los cristia-            La expresión “como el Padre” o, en otros lugares,
nos nos reunimos... “se encuentran y son encontra-               “tal y como yo os lo he hecho” (Jn 13, 15) indica como
dos”. Según los relatos, no es Jesús quien reúne a               tiene que ser la vida del discípulo: dejarse modelar
sus discípulos sino que la aparición del Señor se                según Jesús, como Él se ha dejado modelar por el
produce estando ellos reunidos previamente. Por                  Padre.
miedo o por fidelidad a las experiencias de comida
comunitarias tenidas con Jesús aquellos primeros                  Aquello que define Jesús es la misión, el ser “en-
discípulos se reunían. Se convierte así en signo de la           viado”. También sus discípulos, y la Iglesia como tal,
nueva presencia del resucitado.                                  serán definidos por la misión que Él les da: “Tal y
                                                                 como tú me has enviado al mundo, yo también se los
Para fijarnos en el Evangelio                                    he enviado” (Jn 17, 18).
                                                                  La Iglesia reunida, la paz, la misión... todo arranca
 Los discípulos están reunidos en un mismo lugar.               de la Pascua. Será el don del Espíritu quien lo active.
Una manera de decir que son comunidad eclesial.                  El soplo de Jesús sobre los discípulos expresa que su
También el “domingo” es expresión del mismo -las                 resurrección abre el paso a una creación nueva: “En-
dos apariciones se producen en domingo-: es el día               tonces el Señor-Dios modeló al hombre con barro de
en qué nos reunimos como Iglesia para celebrar que               la tierra. Le infundió el aliento de vida, y el hombre se
el Resucitado esta en medio de nosotros.                         convirtió en un ser vivo” (Gn 2, 7). Jesús había rogado
 En el evangelista Juan encontramos, otras veces,               el Padre que diera “un Defensor a los discípulos” (Jn
que los seguidores de Jesús tenían “miedo de los                 14, 16), es decir, quien pueda ser invocado para auxi-
judíos”: en el relato del ciego de nacimiento (Jn 9, 22).        liar, acompañar y ayudar, pero también para aconse-
Miedo, cuando los discípulos ven a Jesús caminar                 jar y consolar, y para interceder. Es el Espíritu Santo.
sobre el mar de Galilea; cuando se busca a Jesús,                Con él llegan el recuerdo y el conocimiento (Jn 14, 26)
nadie hablaba de él en público por miedo a los judí-             que marcan el comienzo de la fe (Jn 7, 39).
os; José de Arimatea es discípulo de Jesús aunque                 El Espíritu es, en Juan, un maestro que ilumina. Y es
oculto por miedo a los judíos. Los discípulos también            quien da al creyendo su identidad propia de testigo
andaban con miedo (trataban de disuadir a Jesús de               de Jesús (Jn 15, 26-27). Podríamos decir que el Espíritu
no ir a Betania-Judea), aunque Tomás estaba resuelto             es el verdadero autor del Evangelio, porque de él
a correr el mismo riesgo (“vamos también nosotros y              viene el recuerdo de aquello que Jesús hizo y dijo, y
muramos con él” -Jn 11, 8.16). Ahora Jesús ha muerto y           la comprensión de este recuerdo.
los suyos tienen miedo, algunos se ponen a salvo,
huyeron a Galilea, otros se refugian en casa.                     Las palabras de Jesús sobre el perdón nos recuer-
                                                                 dan las que recoge Mateo dirigidas a Pedro (Mt 16, 19) y
 Hace falta tener bien presente que en el evangelio             a toda la comunidad (Mt 18, 18). Palabras en las que
de Juan la expresión “los judíos” no tiene un sentido            “atar y desatar” significa excluir o admitir en la co-
étnico, no designa el pueblo de Israel como tal, sino            munidad. El Resucitado deja este don precioso y tan
que toma un sentido religioso y se refiere concreta-             delicado en manos de la propia comunidad de los
mente a los dirigentes religiosos del pueblo. En el              discípulos, portadora para el mundo de la vida nue-
momento que estamos viviendo, conviene ser delica-               va. Una grande responsabilidad.
dos con denominaciones como esta. También va bien
saber que la comunidad a la que va destinado el evan-             Tomás, era del grupo de los doce, Jesús se somete
gelio de Juan había vivido la dura experiencia que, a            a lo exigido por Tomás. Su “Señor mío y Dios mío”
partir del año 70 DC, el judaísmo fue dominado por               ha quedado en la tradición cristiana como profesión
los fariseos, que provocaron una ruptura total con los           de fe emblemática; es el reconocimiento de Jesús
cristianos: habían acordado expulsar de la sinagoga              como Hijo de Dios. Y como colofón, la última biena-
todo el mundo quien confesara que Jesús era el Mesí-             venturanza: “dichosos los que crean sin haber visto”
as (Jn 9, 22). Pese al “cierre”, el Resucitado toma la inicia-   (Jn 20, 29). Así, en la figura de Tomás encontramos el
tiva y se hace presente en medio de los discípulos.              retrato de todo discípulo de Jesús que debe hacer su
                                                                 propio proceso antes de poder decir “he visto el



                                                                                                                                   3
Señor”, como dicen ya los otros compañeros suyos,                            déjate tocar por él,
o como dirá él mismo más adelante: “¡Señor mío y                           para que puedas luego
Dios mío!”. Tomás, no se resiste a creer sino que                            tocar y poner vida
hace preguntas, pide ayuda, necesita signos, como                         donde la vida tiene ahogo.
aquel hombre que era ciego (Jn 9, 35-48).
                                                                        Jesús cuenta conmigo, amigo.
 La bienaventuranza dirigida por el Resucitado a los
creyentes que no hemos conocido Jesús histórico, da                           Traduciendo a M.Regal; Un caxato para o camiño
sentido al evangelio y al hecho de evangelizar: “dar
testigo a quienes no han visto a Jesús para que pue-
dan abrirse a la fe”. Quienes reciben el evangelio -
buena noticia- son “felices” porque la fe les permite                               VJA
“ver” lo que antes nunca habían visto. Este es “el ver-
juzgar” de la Revisión de Vida, que lleva al “Actuar”,
es decir, a la Vida Nueva. La finalidad de la evangeli-
zación es que quienes no conocen Jesús sean “feli-
ces” conociéndolo, sean “felices” con la fe. Los sig-
nos no son la fe, sino son para gloria de Dios e influ-
yen en la génesis de la fe (Jn 2, 11: “creció la fe de sus
discípulos”; Jn 4, 63: “creyó el padre y su familia”; Jn
9, 38: “el ciego cree”; Jn 11, 45: “muchos creyeron”).
Juan elige siete milagros... pero los signos no gene-
ran la fe siempre, ya que otros testigos de los mila-
gros quieren hacer a Jesús rey o que es un pecador, y
hasta deciden darle muerte
 Los vv. 30-31 expresan, precisamente, que la finali-
dad del evangelio escrito es esta: “para que creáis en
Jesús y tengáis vida en Él”.
¿Qué es entonces la fe? Arriesgándonos, podemos
decir que la fe es un acto abierto, plural... donde hay
anuncio del mensaje, testimonio de otros creyentes,
gracia de Dios y libre decisión personal. Lo que cuenta
no es ver, sino creer; de la fe nace la nueva vida.


              JESÚS CUENTA CONTIGO                           VER: En estos tiempos, la Iglesia como institución,
                                                             y de rebote los que la formamos, ha perdido gran
            Jesús cuenta contigo, amigo;                     parte de su protagonismo social y de su prestigio. Las
                  espera que tu seas                         instituciones religiosas no aparecen ya entre las que
            un testigo de su resurrección.                   ofrecen mayor confianza a los ciudadanos.

                Nadie puede ser testigo                      Los templos cada vez están más vacíos, decrece el
                   de lo que no vio,                         número no sólo de los que se declaran católicos
                 de lo que no palpó,                         practicantes, sino también de los que se declaran
                  de lo que no sintió.                       simplemente católicos.
                                                             La mayoría de la gente sólo acude a las parroquias
               Nadie puede ser testigo
                                                             para “pedir un servicio”, una ceremonia puramente
                 de Jesús resucitado,
                                                             ornamental con motivo de nacimientos o bodas. Las
               si no ha sentido su paz
                                                             invitaciones a colaborar en la parroquia, o a formar
           custodiando todos sus trabajos.
                                                             parte de grupos de formación, o a asistir a cursillos,
                                                             charlas... no encuentran respuesta.
               Nadie puede ser testigo
              de la vida nueva de Dios,                      Aunque hay muchos elementos de tipo externo que
               si no deja que la alegría                     contribuyen a que se produzca esta situación, es
          envuelva sus horas tristes-muertas.                justo y necesario hacer una autocrítica, de modo
                                                             constructivo, porque esto hace avanzar.
               Nadie puede ser testigo
             del mundo nuevo que nace,                       Es necesario descubrir dónde está fallando nuestro
              si no se llena del Espíritu,                   testimonio.
                 si no se hace sanador
                 y se hace solidaridad                       JUZGAR: La predicación de Jesús va acompaña-
            con los que se debaten la vida                   da de sus acciones; la predicación de los apóstoles,
              en la cruz de su orfandad.                     como hemos escuchado en la 1ª lectura, va acompa-
                                                             ñada de signos y prodigios. ¿Qué signos ofrece nues-
            Jesús cuenta conmigo, amigo;



                                                                                                                          4
tra Iglesia en la actualidad para acompañar su predi-    Nuestro estilo de vida, ¿es capaz de cuestionar a
cación?                                                  alguien, de “causar impresión”?
Estamos celebrando la resurrección de Jesús, que da      ¿Nuestra vida diaria sigue los valores del Evangelio, o
sentido a nuestra fe, a nuestra vida, a nuestra labor.   en la práctica seguimos los valores de hoy?
Para los primeros discípulos, el encuentro con Jesús
Resucitado, recibir el Espíritu Santo, comprender        ¿Consideramos nuestra fe como parte integrante de
desde esta nueva luz todo lo que habían vivido, hizo     nuestra vida, y procuramos cuidarla y alimentarla, o
de ellos hombres y mujeres nuevos, transformó su         sólo queremos “venir a misa” a cumplir el precepto,
estilo de vida, como hemos escuchado en la 1ª lectu-     sin complicarnos más?
ra: «Eran constantes en escuchar la enseñanza de los     ¿Nos interesamos por la Comunidad Parroquial,
apóstoles, en la vida en común, en la fracción del pan   ofrecemos nuestro tiempo y nuestro servicio en la
y en las oraciones».                                     misma, o nos desentendemos porque no queremos
Este modo de vivir causaba impresión entre sus con-      compromisos?
temporáneos, «eran bien vistos de todo el pueblo, y      En definitiva: ¿hay coherencia entre lo que decimos
día tras día el Señor iba agregando al grupo a los que   que creemos y lo que luego hacemos? Es algo que
se iban salvando».                                       tenemos que pensar y meditar.
Evidentemente, había también problemas entre ellos,      La experiencia de Jesús Resucitado hizo nacer y cre-
tenían dudas, pero los iban resolviendo unidos, co-      cer la Iglesia a partir de gente sencilla y no instruida.
mo comunidad creyente, a partir del encuentro con        A nosotros, que somos “dichosos por creer sin haber
Jesús Resucitado.                                        visto”, que contamos con más experiencia y medios,
                                                         aún nos tendría que transformar más la fe en el Se-
ACTUAR: La imagen que la sociedad tiene de la            ñor Resucitado, que se hace presente en cada Euca-
Iglesia es la de obispos, presbíteros y personas con-    ristía. Aprendamos a reconocerlo aquí (como vere-
sagradas. Nosotros sabemos que la Iglesia es mucho       mos el domingo próximo), y dejémonos transformar
más, pero tenemos que preguntarnos si eso “más” lo       como Tomás en el evangelio de hoy. Entonces nues-
mostramos:                                               tro estilo de vida causará impresión, y haremos creí-
                                                         ble y visible el mensaje de Jesús.




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III Domingo de Pascua - A  8 de mayo
                                    Hch 2, 14. 22-33  “No era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio”
                                                               Sal 15  “Señor, me enseñarás el sendero de la vida”
                               1P 1, 17-21  “Os rescataron a precio de la sangre de Cristo, el Cordero sin defecto”
                                                                    Lc 24, 13-35  “Lo reconocieron al partir el pan”




 Ruego por pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y estimar a Jesucristo y, así, poder
seguirlo mejor.
   Apunto algunos hechos vividos esta semana que ha acabado.
   Leo el texto. Después contemplo y subrayo.


Aquel mismo día, dos de ellos iban caminando a una aldea llamada Ema-
ús, distante de Jerusalén unos sesenta estadios; iban conversando entre
ellos de todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían,
Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos
no eran capaces de reconocerlo. El les dijo: «¿Qué conversación es esa
que traéis mientras vais de camino?». Ellos se detuvieron con aire entris-
tecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió: «¿Eres tú el
único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos dí-
as?». Él les dijo: «¿Qué?». Ellos le contestaron: «Lo de Jesús el Nazareno,
que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el
pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para
que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos
que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer
día desde que esto sucedió.
Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado,
pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo encontra-
do su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición
de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron tam-
bién al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a
él no lo vieron». Entonces él les dijo: «¡Qué necios y torpes sois para
creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías pade-
ciera esto y entrara así en su gloria?».
Y, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las
Escrituras. Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él simuló que iba a seguir caminando; pero ellos lo
apremiaron, diciendo: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída». Y entró para quedar-
se con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando.
A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista. Y se dijeron el uno al
otro: «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?». Y,
levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus
compañeros, que estaban diciendo: «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón». Y ellos
contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan
                                                                                                             Lc 24, 13-35



 Ahora apunto aquello que descubro de JESÚS y de los otros personajes, la BUENA NOTICIA que escu-
cho... veo ¿Cuál es la experiencia que tengo de escuchar la Palabra de Dios y de celebrar la Eucaristía como
experiencia de fe? ¿Me llevan a la acción, a la acogida del otro? ¿Me llevan más a la Iglesia?
 Y vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi entorno... desde el Evangelio. ¿Descu-
bro el acompañamiento de Cristo? En los hechos vividos esta Semana Santa, ¿cómo he descubierto el
acompañamiento de Cristo? ¿Quiénes me han ayudado a reconocerlo?
   Llamadas que me hace -nos hace- el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso




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   Plegaria. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...


Notas sobre el texto, contexto y pretexto                    les “ilumina” la mente; y la idea de un Mesías triun-
                                                             fante (nacional y político) queda sustituida por la del
 Un relato de aparición de Cristo resucitado, esta          Mesías sufriente, siervo de Yahvé anunciado por
vez dos discípulos que caminan de Jerusalén a Emaús          Isaías (Is 53, 3ss).
(Emaús a 12 km de Jerusalén; y a igual que Nazaret,
                                                              Las referencias del texto a la celebración eclesial de
Betania, Jerusalén, evoca un mensaje espiritual).
Relato bonito literariamente, donde nos narra un             la cena del Señor indican que la Eucaristía es lugar
estudio psicológico de los protagonistas (pasan del          privilegiado de encuentro con Cristo Resucitado. Es
desencanto mesiánico a una fe entusiasta en Jesús            en la Eucaristía -cuando, reunidos en comunidad,
resucitado (del que no podían esperar nada, está             hemos tenido en frente los gestos de Jesús en la
vivo). Pero también hay un hilo litúrgico que va en-         último cena y se nos ha repartido su pan- dónde nos
hebrando todo los elementos esenciales de la cele-           damos cuenta que Él nos acompaña en el camino de
bración eucarística: a) formación de la comunidad; b)        la vida.
liturgia de la palabra; c) y misión evangelizadora.           Esta escena, que el evangelista sitúa en el domingo
 El evangelista Lucas tiene interés en decir que en
                                                             de la Resurrección -”aquel mismo día” se refiere al
Jesús se han cumplido las Escrituras. Esta escena es         domingo- expresa el proceso que puede hacer un
una muestra de como los cristianos releemos las              joven trabajador, que puede hacer toda persona y
antiguas Escrituras. Ya las primeras comunidades, la         que, de hecho, muchos lo hemos hecho o lo estamos
de Lucas concretamente, pusieron en relación Jesu-           haciendo: el proceso que me lleva a descubrir que el
cristo y el Antiguo Testamento: dos realidades que se        Resucitado esta presente en su/mi vida; a descubrir
iluminan mutuamente, portadoras las dos de la reve-          que, de hecho, ya era antes, cuando no lo reconocía-
lación de Dios. Escuchar la Palabra de Dios es princi-       mos. Es el proceso de la fe. Un proceso que se hace a
pal en la vida cristiana. La Escritura es la primera cla-    través de alguien que acompaña en el camino, a través
ve o vía que Jesús les ofrece para acceder a la fe en        de la escucha de la Palabra que ilumina la vida com-
su persona.                                                  partida, a través de los gestos-acciones-sacramentos, y
                                                             a través del testigo compartido en la reunión de quie-
 Los gestos de Jesús son los mismos que había               nes ya habían hecho esta experiencia.
hecho durante la última cena con sus discípulos (Lc 22,
                                                              Este proceso descrito en la escena de Emaús es el
19). El texto deja entrever que en la celebración euca-
rística, que también es principal en la vida de los          que hará la persona que no conoce Cristo y a la cual
cristianos, Jesús resucitado se hace presente y puede        alguien se le acerca en su camino, para hacer camino
ser reconocido.                                              juntos. Los militantes de un movimiento evangeliza-
                                                             dor son gritados a acercarse a compañeras y compa-
Notas para fijarnos en el Evangelio                          ñeros del propio ambiente (trabajo, estudio, barrio...)
                                                             para ser estos acompañantes.
 Estos dos discípulos pertenecen al circulo descrito         Pero también es el proceso de quienes, habiéndolo
en 24, 9.11 (no a los doce); a diferencia de lo que pasa     ya conocido, necesitamos de re-descubrirlo conti-
en otros relatos de apariciones, no reconocen a Jesús        nuamente. Esto lo hacemos en la Revisión de Vida y
enseguida. Esto es una indicación de que para el             en la Eucaristía dominical: acompañados por otros,
encuentro con el Resucitado, no es suficiente con la         escuchando juntos la Palabra, actuando y celebrando
experiencia sensible. “Los” ojos de la fe “abiertos”,        el sacramento, reuniéndonos en Iglesia - con la Igle-
que miran aquello que se ha experimentado, son del           sia. De hecho, el evangelista presenta una síntesis de
todo necesarios.                                             su-nuestra fe en Jesús.
 La decepción: Los dos se dirigen a Emaús, cuando ya         La misión: la experiencia del encuentro con Jesús
ha resucitado el Maestro. Ellos algo han oído, pero no       los lanza de nuevo al camino. No importa la oscuri-
se lo creen. Su situación anímica es de decepción,           dad de la noche. Se ha desvanecido el pesimismo de
tristeza, abatimiento... habían puesto su esperanza en       antes. Han releído “lo de Jesús” con las claves del
Jesús como liberador de Israel, peor la muerte en cruz       Antiguo Testamento. Les urge contar a los demás la
los ha desconcertado. Huyen de la ciudad, quizás             experiencia que han vivido. Tienen que volver a la
temerosos de que les alcance la tragedia del Golgota...      COMUNIDAD y decirles a todos que el Señor ha
y de repente se les agrega un viajero. Se cumple lo          resucitado.
dicho en Mt 18, 20: “Donde dos o tres están reunidos
en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos”.
 No caminan en silencio... trazan una historia de la
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vida del Maestro con énfasis en la pasión y muerte.
Terminado este informe, Jesús les explica las escritu-                        Emaús, Cruz sin luz.
ras (la historia del pueblo elegido, los salmos, los                 Caminantes derrotados, amargados,
profetas), ofreciéndoles así la clave de todo lo acae-           por todas la flores aplastadas antes de nacer.
cido en estos días: “era necesario que el Mesías pa-
deciera esto para entrar en su gloria”. Esta explicación                Emaús encuentro inesperado,
exegética de la escritura les “enciende” el corazón y         conversación, cuando todo muere, y la fe también.



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mentos de duda de desilusión (decían «nosotros
     Emaús, una comida común, de caminantes,                      esperábamos...»), de incredulidad (ellos no creyeron
           una mesa redonda, y un pan.                            a las mujeres que decían que había resucitado), de
      Unas manos que lo parten, y lo reparten,                    ceguera espiritual (ellos no reconocieron al Señor en
                 al estilo de Jesús,                              aquél que iba andando a su lado).
       dando la propia vida en el mismo pan.
                                                                  También nosotros podemos abandonar la comuni-
        Emaús, cruz con luz, resurrección,                        dad de discípulos, como ellos, para ir a la nuestra.
corazones calientes, y pies ligeros, anuncio y alegría.           Pero ellos, a pesar de su desilusión, tuvieron un deta-
              Emaús, Jesús, Jesús vivo.                           lle de amistad con aquél caminante que encontraron,
                                                                  le invitaron a quedarse con ellos, le escucharon con
                Traducción Un caxato para o camiño, de M.Regal,   atención.
                                                                  Y sobre todo, ellos lo reconocieron en la fracción del
                                                                  pan, en el gesto de Jesús en su última cena.
                       VJA                                        Eso fue lo que les movió a volver a la comunidad de
                                                                  discípulos y celebrarlo y vivirlo juntos.

                                                                  ACTUAR: Nunca ha sido fácil ser cristiano cohe-
                                                                  rente, y menos hoy en día. Nos gustaría que Jesús
                                                                  actuase de otro modo, que fuese más evidente su
                                                                  presencia, para dar testimonio de él en el mundo de
                                                                  hoy.
                                                                  Para ir superando la desilusión y la duda, para que
                                                                  nuestra fe “diga algo” a nuestra vida, necesitamos
                                                                  aprender a descubrir a Jesús Resucitado a nuestro
                                                                  lado, “encontrarnos” con él.
                                                                  Y a él nos lo encontraremos en los gestos de amistad,
                                                                  de cariño, de servicio, de entrega.
                                                                  A Jesús lo encontraremos en la escucha y meditación
                                                                  de su Palabra, en la formación que nos ayuda a co-
                                                                  nocerle mejor para iluminar nuestra vida con la luz
                                                                  de la fe.
VER: Estamos en el tercer domingo de Pascua.
Hace quince días estuvimos celebrando la Resurrec-                A Jesús lo encontraremos, desde luego, en la Eucaris-
ción de Jesús. Pero nos podemos preguntar: “¿Y qué?               tía, pero que no sea “venir a misa a cumplir el pre-
¿Qué ha cambiado? Todo sigue igual”.                              cepto”, sino que sea una Eucaristía vivida, participa-
                                                                  da, sabiendo que vamos a estar con él.
Nos damos cuenta de que realmente no acabamos
de “notar” la resurrección de Jesús, que durante los              Y a Jesús lo encontraremos en la Comunidad Parro-
días de Semana Santa hemos oído hablar mucho de                   quial, junto con los otros discípulos. «Donde dos o
Jesús, de su resurrección, de vida nueva, de esperan-             tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo», nos dice
za... pero nuestra vida sigue igual.                              Jesús. La fe en Jesús Resucitado es una fe comunita-
                                                                  ria, necesita de la Comunidad, precisamente para
La rutina, la “resignación”, la duda acerca de la Resu-           apoyarnos y acompañarnos a la hora de hacer vida
rrección, van haciendo mella en nosotros, y de un                 nuestra fe en la familia, estudios, trabajo, ocio...
modo más o menos consciente vamos haciendo una
separación entre fe y vida, entre lo que celebramos y             San Pedro nos decía en la 2ª lectura que tomemos en
lo que hacemos, porque no notamos que Jesús ha                    serio nuestro proceder como cristiano. No sigamos
resucitado, porque parece que la fe no influye para               con una fe individualista y de puro cumplimiento,
nada en las cosas de nuestra vida, que en realidad                aprovechemos la Comunidad Parroquial para apren-
“no nos sirve de nada”.                                           der a descubrir y celebrar a Jesús Resucitado en la
                                                                  Eucaristía, en el compromiso por evangelizar, en la
Si esa separación se va agrandando, la celebración de             formación, y que eso transforme realmente nuestro
nuestra fe va disminuyendo, hasta limitarse en a oca-             estilo de vida, porque la sociedad en que vivimos
siones puntuales, o hasta desaparecer por completo,               necesita, más que teorías y discursos, ejemplos de
porque la persona está desengañada.                               personas que vivan su vida cotidiana de forma cohe-
                                                                  rente con su fe.
JUZGAR: Nos puede pasar, por tanto, como a
los dos discípulos de Emaús. También tenemos mo-




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IV Domingo de Pascua - A  15 de mayo
                                                          Hch 2, 14a. 36-41  “Dios lo ha constituido Señor y Mesías”
                                                                       Sal 22  “El Señor es mi pastor, nada me falta”
                                                            1P 2, 20b-25  “Habéis vuelto al pastor de vuestras vidas”
                                                                         Jn 10, 1-10  “Yo soy la puerta de las ovejas”




 Ruego por pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y estimar a Jesucristo y, así, poder
seguirlo mejor.
   Apunto algunos hechos vividos esta semana que ha acabado.
   Leo el texto. Después contemplo y subrayo.



En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de
las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el
que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las
ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las
saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las
ovejas lo siguen, porque conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino
que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les
hablaba. Por eso añadió Jesús: «En verdad, en verdad os digo: yo soy la
puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y
bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre
por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no
entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que ten-
gan vida y la tengan abundante.
                                                                          Jn 10, 1-10




 Ahora apunto aquello que descubro de JESÚS y de los otros personajes, la BUENA NOTICIA que escu-
cho... veo. El me llama por mi nombre... ¿En qué hechos me doy cuenta de que sigo a Jesús y no unas ideas?
¿Cómo experimento que Jesús me da libertad y vida en abundancia?
 Y vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi entorno... desde el Evangelio... Veo
otras personas llamadas por su nombre... ¿Qué experiencias ha hecho de ser llamado “por mi nombre”? ¿Y
yo he reconocido a los demás como personas y los he tratado como tales?
   Llamadas que me hace -nos hace- el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso.

   Plegaria. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...


Notas para fijarnos en Jesús y el evangelio
                                                               ¿Por qué este evangelio en Pascua? Es una imagen -
 La página de este domingo está situada en el con-
                                                               Buen Pastor- que ha calado profundamente en la
texto del enfrentamiento de Jesús con los fariseos             comunidad cristiana. Imagen de Dios, donde Jesús
(que más que guías religiosos del pueblo son ladro-            empieza a autodefinirse como la puerta de las ovejas.
nes y bandidos). Es parte de la discusión que tienen a         El es la puerta que conduce a la vida y a la inmortali-
propósito de la curación del ciego de nacimiento y             dad, abriéndonos la puerta cerrada del paraíso per-
de su expulsión de la sinagoga.                                dido y franqueándonos el acceso al Padre y a su pro-
                                                               yecto-reino.
 La imagen del Buen Pastor que se aplica Jesús para
hablar de él mismo (Jn 10, 11.14) está inspirada en el         Notas para fijarnos en el Evangelio
profeta Ezequiel (Ez 34), donde Dios habla como el
pastor que cuida de su pueblo (esquilmado por los               Jesús empieza describiendo dos prácticas encon-
malos pastores) y pide cuentas a los dirigentes, pas-          tradas: la de un ladrón de ovejas que “no entra por la
tores que sólo se han preocupados por ellos mismos.            puerta” y la de un pastor -el propio del rebaño- que


                                                                                                                           9
hace su trabajo bien hecho por la mañana, entrando                           suscita en el corazón de los jóvenes
“por la puerta”, gritando a cada una de las “suyas”                          el anhelo de ser en el mundo de hoy
“por su nombre” y llevándolas a los pastos. Son dos                              testigo del poder de tu amor.
formas de acercarse al pueblo: abiertamente y con                     Llénalos con tu Espíritu de fortaleza y de prudencia
sinceridad; el disimulo o la ocultación delatan al                          para que adentrándose en lo profundo
explotador (cf Jn12, 6: Judas) y violento (Jn 18, 40: Barrabás).                      del misterio humano
A los ladrones y bandidos se opone el pastor, figura                         lleguen a descubrir su auténtico ser
mesiánica (Ez 34, 11-15) que Jesús se aplica. El pastor                            y su verdadera vocación.
propone un mensaje de liberación -la voz- y saca al
pueblo de la institución judía (éxodo, cf 2, 16), librándo-                  Salvador de los hombres y mujeres,
lo de la muerte.                                                      enviado por el Padre para el amor misericordioso,
                                                                                concede a tu iglesia el regalo
 El “nombre” es la persona, reconocida como tal. Las                   de jóvenes dispuestos a remar mar a dentro,
“suyas” quiere decir las que se han adherido a Jesús                             siendo entre sus hermanos
por la fe. El ciego de nacimiento no es el ejemplo (Jn 9,             manifestación de tu presencia que renueva y salva.
38). Siguiendo a Jesús, que “anda delante de ellos”, los
creyentes tendrán vida. La fe no es seguir unas ideas,                         Virgen María, Madre del Redentor,
ni unos valores, sino una persona concreta: Jesús, “la                 guía segura en el camino hacia Dios y el prójimo,
Palabra” que “se ha hecho hombre y ha habitado entre                               que guardaste sus palabras
nosotros” (Jn 1, 14), el nos conoce (conocimiento y rela-                         en lo profundo de tu corazón,
ción personal con cada uno). La voz de los dirigentes -                       protege con tu maternal intercesión
los extraños- anuncia explotación y violencia.                            a las familias y a las comunidades cristianas,
 Después Jesús habla de él mismo como “puerta de
                                                                      para que ayuden a los adolescentes y a los jóvenes
las ovejas”. Una “puerta” para acceder a Dios, a la                   a responder generosamente a la llamada del Señor.
salvación. Una “puerta” por la que se puede “entrar y                                           Amén.
salir libremente”: el discípulo es una persona libre,                              Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones 2005
disfruta de la libertad. Su adhesión a Jesucristo no le
saca libertad sino que le da. Solo asumiendo su acti-
tud -la de Jesús- se puede acercar uno legítimamente
al pueblo. Hasta ahora, sus líderes han usado siem-
pre el dominio y la violencia para explotarlo. El pue-
                                                                                            VJA
blo esta sometido por miedo.
 La otra puerta, “otro lugar”, la que no permite ac-
ceder a Dios, es el templo de Jerusalén, es el entorno
en el que están discutiendo Jesús y los fariseos (Jn 7,
10.14.28; 8, 2-3.20; 8, 59). El templo había sido una buena
referencia, pero los dirigentes -”ladrones y bandole-
ros”- la han malogrado buscando sus propios inter-
eses (Jn 2, 13-17). A la última de esta dura crítica de
Jesús, hay que sumar las no menos duras de los pro-
fetas, críticas que Israel ya conocía: Hijo de hombre,
profetiza contra los pastores (Ez 34, 2ss); “Ay” de los
pastores que maltratan y dispersan las ovejas de mi
rebaño (Jr 23, 1-2). Jeremías, por cierto, en el capítulo
citado anuncia el Mesías y su acción salvadora (Jr 23,
3ss).

 Tras repetir la denuncia -violencia y dureza de los
dirigentes que explotan al pueblo sin medir los es-
tragos que causan y sin respeto alguno a la vida-
Jesús se presenta como quien da la vida y la da en
abundancia. Resuenan aquí otras páginas del evange-
lio de Juan (Jn 1, 4; 5, 21; 11, 25; 14, 6). Esto nos hace caer en
la cuenta que esta es una de las afirmaciones centra-                VER: Todos sabemos lo que es una puerta: según
les del Evangelio. Y que la fe en Jesús (Jn 9, 38), es de-           el diccionario, es una abertura de forma regular que
cir, la adhesión a la persona de Jesús por seguirlo,                 se hace en una pared, valla... desde el suelo hasta
conduce a participar de esta vida (Jn 20, 31; 3, 15)                 una altura conveniente para entrar y salir por ella.
                                                                     Las puertas pueden ser de muchas formas y de mu-
                                                                     chos materiales. Y además, utilizamos la palabra
                   JESÚS, HIJO DE DIOS
                                                                     “puerta” para expresar otras cosas: podemos estar “a
      En quien habita la plenitud de la divinidad,                   las puertas” de un acontecimiento; hay reuniones “a
          que llamas a todos los bautizados                          puerta cerrada”; otras veces parece que “se nos cie-
                a “remar mar adentro”,                               rran todas las puertas”, pero también podemos sentir
        recorriendo el camino de la santidad,                        que “nos han abierto una puerta”; también “coge-
                                                                     mos la puerta” y nos largamos, o damos a alguien



                                                                                                                                  10
“con la puerta en las narices”; a veces vamos “de        en la Casa del Padre y así tener vida, y vida abundan-
puerta en puerta” sin encontrar ayuda, pero también      te.
hay quien sale “por la puerta grande”.
En nuestra vida necesitamos y utilizamos las puertas.    ACTUAR: Utilizando esta imagen de la puerta,
Y en una casa hay muchas puertas, pero hay una           podemos decir que Jesús nos descubre que el Reino
“especial” que es LA puerta, la de entrada, la que nos   de Dios está “a las puertas” de nuestra vida; que
introduce en el edificio; luego, una vez dentro, en-     cuando sólo encontramos puertas cerradas, él per-
contramos más puertas que nos conducen a las dis-        manece abierto, por si queremos entrar; que Dios, a
tintas estancias, pero lo primero que debemos hacer      pesar de nuestras infidelidades y pecados, no nos da
es entrar por LA puerta. Y para abrir LA puerta, nece-   con la puerta en las narices, sino que en Jesús nos
sitamos tener LA llave.                                  abre la puerta de la esperanza; que ya no tenemos
                                                         que ir “de puerta en puerta” buscando el sentido de
                                                         nuestra vida, a riesgo de caer en manos de ladrones y
JUZGAR:        Nuestra vida de fe también tiene y
                                                         bandidos, sino que con él entramos en la vida de
necesita puertas, pero igual que en una casa, para       Dios “por la puerta grande”.
poder vivir nuestra fe primero tenemos que entrar
por LA PUERTA. Y hoy Jesús nos ha dicho que él es        Pero decíamos que toda puerta necesita una llave. Y
esa puerta, como complemento a la imagen del Buen        la llave que necesitamos para entrar por la puerta
Pastor que leemos otros años este domingo.               que es Jesús es “conocer su voz”. Necesitamos escu-
                                                         char a Jesús para conocer su voz, para no dejarnos
Jesús ha repetido hoy en varias ocasiones: «Yo soy la    engañar por otras voces y equivocarnos de puerta.
puerta». Jesús es LA puerta primera, la que nos per-
mite acceder a Dios, la que posibilita que lleguemos     La voz de Jesús la escuchamos en la formación, en la
a la vida de Dios. Sólo entrando por él podemos          oración, en la Eucaristía. Y la voz de Jesús la escu-
conocer cómo es Dios, y podremos acceder a las           chamos en la Comunidad Parroquial, porque aquí es
distintas estancias de su Reino.                         el lugar donde Jesús nos llama con amor a todos y
                                                         cada uno: nos llama a todos, como comunidad que
Jesús nos previene que hay quien nos ofrece otras        somos, como pequeño rebaño, pero a la vez cono-
puertas, aparentemente más accesibles, más cómo-         ciéndonos a cada uno por nuestro nombre, para que,
das... pero no nos van a llevar a Dios, sino a nuestra   reconociendo su voz, alimentados con el pasto que
perdición.                                               es su Cuerpo y su Sangre, entremos por LA puerta
Por eso nos pide que no escuchemos esas otras vo-        que es él mismo y así lleguemos hasta el Padre y
ces, sino que escuchemos la suya, para entrar por él     podamos tener vida, y la tengamos abundante.




                                                                                                            11
V Domingo de Pascua - A  22 de mayo
                                                        Hch 6, 1-7  “Escogieron a siete hombres llenos de espíritu”
                              Sal 32  “Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti”
                                                     1P 2, 4-9  “Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real”
                                                                Jn 14, 1-12  “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”




 Ruego por pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y estimar a Jesucristo y, así, poder
seguirlo mejor.
   Apunto algunos hechos vividos esta semana que ha acabado.
   Leo el texto. Después contemplo y subrayo.


«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la
casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque
me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré
y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y
adonde yo voy, ya sabéis el camino». Tomás le dice: «Señor, no sabemos
adonde vas, ¿cómo podemos saber el camino?». Jesús le responde: «Yo
soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me
conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y
lo habéis visto». Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces,
Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Mués-
tranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo
que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece
en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre
en mí. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras
que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre».
                                                                          Jn 14, 1-12



 Ahora apunto aquello que descubro de JESÚS y de los otros personajes, la BUENA NOTICIA que escu-
cho... veo. ¿Qué dificultades encuentro para “creer”, para ponerme confiadamente a seguir a Jesús con la
esperanza puesta en que él nos lleva a la vida plena?
 Y vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi entorno... desde el Evangelio... ¿Qué
experiencias he hecho de estar siguiendo el camino de Jesús? Y ¿qué testimonios he recibido de otras per-
sonas que le siguen, que hacen sus obras?
   Llamadas que me hace -nos hace- el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso.
   Plegaria. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...


Notas sobre el texto, contexto y pretexto                      es vuestro Padre, a mi Dios, que es vuestro Dios” (Jn
                                                               20, 17). El mismo origen de la fe en Dios-Pare lo encon-
 La experiencia del resucitado fue fundamental para           tramos en Rm 8, 15-17: “Porque vosotros no habéis
hablar y entender la iglesia. La Iglesia -comunidad- es        recibido un espíritu de esclavos que os haga volver a
el nuevo templo de Dios donde hay muchas mansio-               caer en el temor, sino el Espíritu que nos ha hecho
nes y diversos ministerios y cuya piedra angular               hijos y nos hace gritar: ¡Abba! ¡Padre!. Así el Espíritu
siempre es Cristo.                                             mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio
                                                               de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos tam-
 La experiencia de la resurrección que Juan quiere
                                                               bién somos herederos de Dios y herederos con Cris-
transmitir, la expresa cuando pone en boca de Jesús
                                                               to, puesto que, sufriendo con él, seremos también
estas palabras: Jesús dice a Maria Magdalena: “Deja            glorificados con él”.
me ir, que todavía no he subido al Padre. Ve a encon-
trarte con mis hermanos y diles: Subo a mi Padre, que



                                                                                                                        12
 Este diálogo de Jesús con los discípulos está situa-            diversidad, una sola cosa, todo y ser diferentes, sin
do en el contexto de la última cena. Justo antes, en el           anular la diferencia: nuestra humanidad.
capítulo 13, el evangelista nos ha narrado la escena
                                                                   Hemos llegado al núcleo de nuestra contempla-
en la que Jesús lava los pies de ellos y les ofrece de
seguirlo en su estilo de vivir y de actuar con aquella            ción de Jesús: “Quien me ha visto a mí ha visto el
frase: os he dado ejemplo porque, tal y como yo os                Padre”. Creemos que Jesús está en el Padre y el Pa-
lo he hecho, lo hagáis también vosotros (Jn 13, 15).              dre en Él. La fe -en Jesús resucitado- es clave para
Seguirlo, pues, pasa por el abajamiento, por el servi-            poderlo captar, atisbar o entrever. Jesús sacia nuestra
cio, por dar la vida del todo, si hace falta, a sabiendas         búsqueda de Dios, nuestra sed de Dios. Si buscamos
de que la muerte no es un final definitivo.                       a Dios, miramos a Jesús. La búsqueda de Dios es la
                                                                  búsqueda de todo creyente: “tiene sed de Dios, del
Para fijarnos en el Evangelio                                     Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?”
                                                                  (Sal 42, 3). Ahora sabemos que ver Jesús es ver Dios
 En el cap. 13, tras la entrada en Jerusalén, los discí-         frente a frente.
pulos están aplanados. Los acontecimientos que les                 Los discípulos -aquí Tomás y Felipe- tienen dudas,
ha ocurrido no es para menos (traición de Judas, las              no acaban de entender lo que Jesús les propone para
negaciones de Pedro, el odio de los jefes judíos...).             vivir: ¿cómo podrán seguirlo, vivir con Él, cuando Él no
Jesús, experto en mirar a los que sufren, lee en el               sea del mismo modo que es ahora? ¿Cómo sabrán que
rostro de los suyos sus angustias paralizantes. Para              andan tras el Padre? Nos representan a nosotros. Y a
infundirles sosiego, les dirige estas palabras: “No               toda comunidad que, como la de Juan, reflexiona
perdáis la calma”. Y, Jesús, nos invita a hacer-servir-           sobre el seguimiento de Cristo cuando ha conocido
estimar como él (Jn 13, 15.34-35)                                 su Pascua. O que da vueltas a si seguir o no un camino
¿Cómo liberarse del miedo y remediar tan profunda
                                                                  que pasa por el compromiso, por el servicio... por la
angustia? Tras la última cena, después de haber lava-             cruz. Todo buen discípulo duda y pregunta al Maes-
do los pies a los discípulos, Jesús anuncia que se va a           tro. ¡Dejémonos llevar por las respuestas de Jesús!
la casa del Padre. Juan, empieza y acaba con una                   Jesús, delante de las dudas de quienes buscamos
invitación de Jesús a creer. Superar al angustia-                 Dios, afirma que lo podemos encontrar en Él. Él y el
miedo, con fe (Sal 26, 14: “espera en el Señor”); el que cree     Padre son uno (Jn 10, 30): “quién me ha visto a mí ha
en Dios pone sus pies en roca firme.                              visto el Padre”. Jesús es el Hijo que se queda por
 Seguir Jesús, incluso estar dispuesto a dar la vida;            siempre jamás a la casa “del Padre” -expresión no de
pero ¿dónde se va/vuelve? Si ahora los discípulos no              un espacio físico, sino una relación personal íntima-.
pueden seguir Jesús, tienen que continuar soste-                  Dios no le tenemos que buscar fuera de este mundo.
niéndose en su persona, tal y como el creyente se                 Lo encontramos en el hombre Jesús de Nazaret (Jn 19,
sostiene y espera en Dios. Es una invitación a andar:             5), quien aparece sometido a la injusticia, quien ha
“Envíame la luz y la verdad; que ellas me guíen, que              asumido esta condición de los hombres y las mujeres
me lleven a la montaña santa, al lugar dónde resides”             haciendo la gran opción del amor sin medida y se ha
(Sal 43, 3).
                                                                  hecho carne (Jn 1, 14).

 Jesús vuelve a la casa del Padre para prepararnos                La tarea de conocerlo es de nunca acabar: “hace
un lugar. Jesús nos hace un lugar junto al Padre. Aho-            tanto... ¿y no me conoces Felipe?”. Ante esta tarea
ra se nos invita a fijarnos en el camino que trae. El             incansable, lo que denominamos Estudio del Evange-
camino es una opción: “Seguir el camino que ha                    lio, hecho de manera habitual, es un medio ideal.
señalado el Señor, vuestro Dios: así seréis felices y             Ver, mirar, escuchar, contemplar, seguir... amar a
tendréis una larga vida en el país que ahora posee-               Jesús en sus palabras, en sus gestos, en sus actitudes,
réis” (Dt 5, 33). “Hoy te propongo escoger entre la vida          en su atención a las personas, en su paso por los
y la muerte, entre la felicidad y la desgracia” (Dt 30, 15-       márgenes, en su dulzura y en su clamor a favor de lso
19). Jesús nos propone que optamos por Él. Si cree-
                                                                  pobres, en su comunión con el Padre....
mos que Él es la Verdad y la Vida, ciertamente que                 Esta fe en Jesús, el verdadero “camino” que lleva a la
encontraremos en Él el camino que trae de cabeza al               vida en Dios ahora-aquí y después, da capacidad para
Padre, el camino de vida y felicidad verdaderas. Jesús            “hacer las obras que Él hace... e incluso mayores”. Los
se nos presenta como el Camino lleva al Padre.                    discípulos son aquellos que dudan y tiene dificultades
Hemos visto en el Sal 43, 3 que la luz y la verdad nos            para entender y para vivir con coherencia -nosotros,
atraerán al lugar dónde Dios reside. “Jesús es la luz”            como Tomás y Felipe- es también quien pone fe en
(Jn 6, 12; 9, 5) “y la verdad” (Jn 8, 32; 18, 37-38) que atrae.   Jesús, quien se pone en manos del Padre. Y, de esta
 Jesús se nos presenta tan Dios como el Padre. A
                                                                  manera, vive la misma vida de Jesús, aquel que tam-
veces, los cristianos hemos pensado, sospechado                   bién fue débil, pequeño, condenado... servidor de
que Jesús y el Padre son dos, o que Jesús sólo es el              todos. O, dicho de otra manera, acepta que el Resuci-
intermediario entre el Padre y nosotros. Pues ¡no!                tado viva en él y lo traiga, pasando por el servicio hasta
Jesús es Dios hecho hombre, su humanidad es el                    darlo todo, a vivir plenamente con el Padre.
camino al Padre, a la vida de Dios. Sólo podemos ser               Las obras de Jesús (Jn 14, 11) tienen el valor de signo;
como Dios si nos unimos a Jesús, Dios hecho hom-                  es decir, el que Jesús ha hecho y dado, su amor, reve-
bre, porque nosotros nos unimos al Padre, aconte-                 lan su identidad de Dios hecho hombre. Si creemos
ciendo una comunión; es decir, una unidad en la                   en la persona de Jesús, lo que ha dicho y hecho será
                                                                  fundamental para nuestros pensamientos y nuestras



                                                                                                                         13
acciones, y las obras que haremos manifestarán que                  están bien trabajadas y bien encajadas. Y pensemos
Dios es a nuestro lado. De ahí nuestra acción militan-              cómo muchas veces decimos que “las construccio-
te; de la importancia de tener un equipo de acción,                 nes modernas no son como las de antes”.
de ahí el presentar horizontes nuevos y de transfor-
mación...                                                           En tiempos de Jesús, la mayoría de las casas eran de
                                                                    adobe. Las construcciones públicas y de gente pu-
                                                                    diente eran más sólidas, eran de piedra sillar. Y en
                    EL CAMINO                                       esas casas se podía ver piedras angulares, es decir,
                                                                    piedras esquineras que, formando un ángulo recto,
       Aunque esté lleno de baches y piedras                        sostenían el peso de dos paredes. Para cumplir esta
            y tenga infinidad de curvas,                            función, se tallaban las piedras de mayor calidad, y
          aunque vaya por colinas y valles                          por eso eran las más valiosas.
         y sean frecuentes las pendientes,
         aunque sea estrecho y sin césped,                          JUZGAR: El domingo pasado Jesús se presenta-
  unas veces polvoriento, otras lleno de barrizales,                ba como el Pastor y la Puerta. Hoy en la 2ª lectura
                      voy por él                                    Pedro le llama «Piedra angular», esa piedra sobre la
      siguiendo tus huellas, soñando utopías,                       que se va construyendo el edificio de la Iglesia, for-
       buscando sombras, anhelando metas,                           mado por las piedras vivas que son cada uno de los
             disfrutando la experiencia.                            cristianos, sea cual sea su función en el mismo.

              Y Tú, que vas por delante,                            Jesús es quien sostiene este “nuevo templo” que es
           te me revelas y ofreces cada día                         la Iglesia, sólo si tenemos a Cristo por centro pode-
             como camino, verdad y vida.                            mos llamarnos y ser de verdad cristianos. Jesús Resu-
                                                                    citado es quien da consistencia y solidez a la estruc-
                             Fl. Ulibarri, Al viento del Espíritu   tura de las distintas comunidades cristianas, a nues-
                                                                    tra Comunidad Parroquial. En él debe apoyarse todo
                                                                    lo demás, todo lo externo.
                                                                    Y para que entendamos mejor la necesidad de apo-
                      VJA                                           yarnos sobre la Piedra angular que es Cristo, él mis-
                                                                    mo se nos ha presentado con otros tres nombres:
                                                                    «Camino», para que no andemos perdidos, sino que
                                                                    encontremos el sentido de la vida. «Verdad», porque
                                                                    en medio de tantas opiniones, él es la Verdad que
                                                                    ilumina el camino. «Vida», porque él mismo nos co-
                                                                    munica su propia vida.

                                                                    ACTUAR: Dios ha querido formar su Iglesia con
                                                                    piedras vivas. Cada uno de los bautizados somos una
                                                                    de esas piedras vivas. No podemos, no debemos
                                                                    eludir nuestra función en la edificación del Reino de
                                                                    Dios, porque cada cristiano que no vive su fe de
                                                                    modo comprometido es una piedra viva menos en el
                                                                    edificio, y cuando en un edificio faltan muchas pie-
                                                                    dras, se viene abajo.
                                                                    Dios ha querido contar con nosotros para edificar su
                                                                    Iglesia, para ir haciendo realidad su Reinado.
                                                                    Y él mismo viene a nosotros como arquitecto, como
                                                                    «Camino, Verdad y Vida», para que sepamos qué
VER: Hace unos años, nos sorprendía a todos el                      pasos hemos de ir dando, cómo hemos de avanzar
incendio del edificio Windsor, en Madrid. La magni-                 en la construcción. De ahí la necesidad de que nues-
tud de las llamas hacía temer que se derrumbase,                    tra fe sea activa, escuchando, orando y poniendo en
pero al final se mantuvo en pie gracias a su estructu-              práctica lo que Jesús nos dice.
ra interna de hormigón. Según decían los arquitec-                  Así es como tendremos la certeza de que lo que
tos, otros edificios más altos, más espectaculares, no              hagamos o dejemos de hacer tendrá a Jesús como
tienen esa estructura interna de hormigón y por eso                 base, como «Piedra angular». Apoyados en el, nuestra
son más vulnerables ante una catástrofe. En el caso                 Iglesia, nuestra Comunidad Parroquial, tendrá esa
del Windsor, aunque los elementos externos fueron                   estructura firme que la sostenga, independientemen-
pasto de las llamas, la estructura aguantó.                         te de las circunstancias históricas, independiente-
Pensemos en otros edificios y monumentos de la                      mente de las personas que la compongan y la presi-
antigüedad (puentes, acueductos...) que han llegado                 dan en un momento determinado.
hasta nosotros bien conservados y que siguen dando                  Dios mismo cuenta con nosotros para edificar su
servicio porque las piedras que forman su estructura                Iglesia, y a través de ella hacer realidad su Reinado.



                                                                                                                       14
Tenemos que ser piedras vivas, bien fundamentadas     personalmente y como Comunidad Parroquial, como
sobre la Piedra Angular que es Jesús. Acojámoslo en   Iglesia, para continuar evangelizando y que más per-
nuestro interior, como nuestro «Camino, Verdad y      sonas encuentren el «Camino, Verdad y Vida» que
Vida», y que él sea la estructura que nos sostiene,   están buscando.




                                                                                                       15
VI Domingo de Pascua - A  29 de mayo
                                                        Hch 8, 5-8. 14-17  “Les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo”
                                                                                       Sal 65  “Aclamad al Señor, tierra entera”
                      1P 3, 15-18  “Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida”
                                                          Jn 14, 15-21  “Yo le pediré al Padre que os dé otro defensor”




 Ruego por pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y estimar a Jesucristo y, así, poder
seguirlo mejor.
   Apunto algunos hechos vividos esta semana que ha acabado.
   Leo el texto. Después contemplo y subrayo.


«Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que
os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la ver-
dad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; voso-
tros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en voso-
tros. No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mun-
do no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo vivien-
do. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en
vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el
que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me mani-
festaré a él».
                                                                                       Jn 14, 15-21




 Ahora apunto aquello que descubro de JESÚS y de los otros personajes, la BUENA NOTICIA que escu-
cho... ¿Cuento con el Espíritu para que me ayude a descubrir a Dios en la vida...? ¿Qué hago para acogerlo,
para escucharlo personal y comunitariamente?
 Y vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi entorno... desde el evangelio... ¿veo?
Personas que son testigos de la fidelidad del amor que Dios nos tiene... ¿qué experiencias he hecho de
amar a Jesús, de “guardar” su Palabra?
   Llamadas que me hace -nos hace- el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso.
   Plegaria. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...


Notas sobre el texto, contexto y pretexto                                 “otro”, del mismo modo que no ha podido acoger
                                                                          Jesús (Jn 1, 10-11).
 Seguimos leyendo la despedida de Jesús tras la
                                                                           Es en cuanto que “mundo” significa esto que Juan
última cena. Es un dialogo con los discípulos en un
contexto de presión social. Creer y amar es indivisi-                     remarca -en otros lugares- que ni Jesús es del mundo
ble en Juan. El mandamiento de Jesús es el del amor.                              ni los discípulos tampoco (Jn 17, 14.16). Pero
                                                                          (Jn 8, 23)

Se destaca en este texto la necesidad de guardar los                      igualmente Juan dice bien fuerte que Dios estima el
mandatos y la promesa del Espíritu de la verdad.                          mundo y le envía su Hijo (Jn 3, 16), y también que los
                                                                          creyentes serán enviados al mundo (Jn 17, 18).
 La palabra “mundo”, sobre todo en los capítulos
13-17 de Juan, expresa la realidad de oposición radi-                     Para fijarnos en el Evangelio
cal a Jesús (Jn 14, 17.19.27; 15, 18.19; 16, 8.20; 17, 9.14.16.25). Por
esto “el mundo no puede acoger” el Espíritu, el                            “Si me amáis...” y guardar “sus mandatos” son una
                                                                          sola cosa para el pueblo. El pueblo es gritado-



                                                                                                                                 16
llamado a hacer y vivir la Alianza que Dios le ofrece          de la Revisión de Vida y descubrir la presencia de
(Dt 7, 9). En este amor se destaca siempre la iniciativa       Dios.
de Dios, y también su permanencia, su fidelidad (1Co
                                                                Podríamos decir que el Espíritu es el verdadero
1, 9). Por lo tanto, “guardar los mandatos” no es una
condición sin la cual Dios no ama a su pueblo, sino la         autor del Evangelio: es por Él que podamos recordar
manera concreta que el pueblo tiene de amar a Dios.            lo que Jesús hizo y dijo, y comprender el significado
Jesús, amó a los suyos hasta el extremo y, en prueba           para cada comunidad y para cada persona (actualiza-
de su gran amor, dio la vida por los amigos. Es lógico         ción). De ahí, viene la expresión “el Espíritu de la
que nos pida correspondencia de calidad, y que ésta            verdad”.
se cifre en hacer su voluntad y guardar sus manda-              La separación de Jesús, por su muerte cercana, la
mientos.                                                       vivirán los discípulos como una amputación de su
 La expresión “mis mandatos” equivale a mi “pala-
                                                               propio ser. ¿Cómo mitigar el desgarro de esa ausen-
bra”. Cuando Jesús lo dice se refiere a la revelación          cia? Con la garantía de una nueva presencia: “os vol-
de su persona, de su misión. Guardar esta palabra es           veré a visitar y os llenaréis de alegría”. La pascua con-
creer en Él. Ya en el Antiguo Testamento la Ley es,            suela y supera la orfandad de los discípulos. En Jn 14,
antes de que nada -hasta que los preceptos y las               21-23, será la presencia del Padre, del Hijo y del Espíri-
prescripciones legales lo estropearon-, la revelación          tu, que plantarán su tienda en el corazón de los cre-
de Dios que conduce a la vida (Salmo 119). La novedad          yentes: “vendremos a él y viviremos en él” (Jn 14, 23).
con respecto del AT es que el amor del discípulo                “Aquel día” es una expresión conocida en la tradi-
recae sobre Jesús. La adhesión a su Palabra de vida es         ción bíblica (Mc 13, 32). Aquí se refiere a la vida de los
el que lleva al cumplimiento de la Alianza. Guardar            discípulos tras la resurrección de Jesús: por la acción
sus mandatos, pues, no es someterse a unos precep-             del Espíritu, continuarán unidos a Jesús como Él lo
tos legales; es el amor a la persona de Jesús, la Pala-        está con el Padre. La presencia ininterrumpida de
bra que se ha hecho hombre (Jn 1, 14). La fe es esto.          Jesús por medio del Espíritu-Paráclito sustituye a la
 Jesús promete otro “Defensor”. En este evangelio,            representación tradicional-apocalíptica de la vuelta-
el Espíritu Santo tiene una importancia excepcional            parusía de Cristo al fin de los tiempos. El retorno del
(aquí tenemos el primer anuncio del Paráclito). Sólo           Hijo, del enviado, al Padre y su vuelta-venida a los
en él es llamado “paráclito” con el significado amplí-         suyos en el Espíritu-Paráclito significa la superación de
simo de “ayudante, asistente, sustentador, protector,          las fronteras históricas. El siempre se halla presente.
abogado, procurador” y, sobre todo, con el de “ani-             La partida de Jesús significa su ocultamiento, tanto
mador e iluminador” en el proceso interno de la fe.            para los discípulos como para el mundo (Jn 14, 22-24). Pero
El término “paráclito” sólo aparece fuera del evange-          dicho ocultamiento tiene un sentido muy distinto para
lio de Juan (Jn 2, 1), donde es aplicado al Resucitado         los unos y para el otro. El mundo no volverá a verle. El
que, en el cielo, cumple una misión de intercesión.            evangelista excluye una venida ostentosa del Hijo del
En sentido estricto el Paráclito actúa en la tierra, en la     hombre sobre las nubes del cielo, que sea visible para
comunidad cristiana. En este pasaje tiene una fun-             todos (Mc 13, 24ssy par.; 1 Tes4, 16-17). El mundo no volverá a
ción mucho concreta: que “se quede con vosotros                verle, porque Jesús está hablando ahora de la visión de
por siempre jamás”.                                            la fe. y esta visión únicamente es perceptible por los
                                                               creyentes. Ellos le verán, es decir, participarán en la
 Habla Jesús de “otro Defensor”. “Otro” porque Él
                                                               visión del Resucitado (1 Cor 9, 1). Esto, a su vez, significa la
mismo es quien ha estado hasta ahora con ellos, a su
                                                               unión o comunión de los creyentes con el Hijo y con el
lado (Jn 14, 9).
                                                               Padre: una venida (habitar), un encuentro mutuos, que
El primer defensor ha sido Jesús: ha defendido a los           implica y exige la conducta adecuada de los discípulos,
suyos, cuando los acusan por no ayunar (Mc 2, 18-20), o        que se ajustan a lo que ellos han mandado, cumpliendo
por comer espigas en sábado (Mc 2, 23-27), o porque            su voluntad. Es la forma concreta de manifestar el amor
toman los alimentos sin lavarse las manos (Mc 7, 1-8);         al Padre y al Hijo.
los defiende si se ven al borde del naufragio amena-
zados por las tormentas del lago (Mc 4, 37-41); ha de-
fendido a la mujer pecadora, blanco de sospecha                              NO NOS DEJES HUERFANOS
para un fariseo que le ha invitado a comer (Lc 7, 36-50),
y a María, que en Betania ungió su cuerpo con nardo                           Yo quiero amarte, Señor,
precioso, al ver que su gesto de generosidad fue                               pero amarte de verdad;
tachado de derroche por algunos (Mc 14, 3-9); defiende                        que muchos con falsedad
a los niños que gritan “¡Hosanna!” el día de su en-                             te prometen su amor
trada en Jerusalén (Mt 21, 15-16).                                          -promesa que queda en flor-
                                                                               y luego van por la vida
Tras Jesús el “otro” que estará con los creyentes es el                       abriendo hondas heridas,
Espíritu Santo. El Espíritu, enviado por el Padre, es el                   negándoles el amor a la gente,
gran don de Jesús en su Pascua (Jn 19, 30; 20, 22). Así, los              pisoteando siempre los derechos
discípulos no deben olvidar lo que oyeron a Jesús ni                      que dan al débil salida-horizonte.
lo que recibieron de él. Más bien, deben volver cons-
tantemente sobre ello, profundizando, desentrañan-                            Danos un buen defensor,
do, actualizando la misma revelación. El paráclito                                Espíritu de verdad,
debe ser para ellos lo que había sido Jesús: “su ayu-                        que acabe con las falsedades
dador”, maestro y pedagogo. De ahí la importancia



                                                                                                                            17
que crecen en el corazón                              nos hemos dejado transformar por el encuentro con
           y también a nuestro alrededor.                           el Resucitado... o si seguimos igual.
               Aumenta nuestro saber:
               que todos podamos ver                                Para llevar a cabo esta reflexión, pensemos qué signi-
              las cosas con la inocencia                            fica “amar de verdad” a una persona. El amor se
                 y con la inteligencia                              muestra, principalmente, con la presencia, con la
              que da el justo aprender.                             atención, compartiendo proyectos, aficiones, viven-
                                                                    cias... el amor se muestra haciendo lo que al otro le
                   No nos olvides,                                  agrada o le va a hacer feliz, aunque implique esfuer-
            huérfanos de pan y amistad,                             zo o renuncia... Dice un refrán que “Obras son amo-
         huérfanos de aliento, en añoranza;                         res, y no buenas razones”.
             ven enseguida, ven amigo,                              Difícilmente puedo decir que amo a alguien si mi
           que en esta tierra de tristeza                           amor sólo es de palabra, de labios hacia fuera, pero
             solo rumiamos esperanzas                               sin hechos; difícilmente puedo decir que amo a al-
                sin lugar para danzar;                              guien si voy a la mía sin contar con él para nada; difí-
             danos la cierta experiencia                            cilmente puedo decir que amo a alguien si no quiero
                de tu onda presencia                                pasar tiempo con él y mi relación se limita a dos o
          que a los más apagados levanta.                           tres encuentros esporádicos a lo largo del año.
                 Viviremos en tu vida,                              Desde ahí he de pensar: ¿Cómo amo a Jesús Resuci-
               seremos gente despierta,                             tado?
           para la lucha de la vida atenta;
                le ganaremos la partida                             JUZGAR: El Evangelio comenzaba con estas
              a quien nos la da perdida;
                                                                    palabras de Jesús: «Si me amáis, guardaréis mis man-
             las cosa en nuestras manos
                                                                    damientos».
           tendrán hechura de hermano;
                 se llenarán de colores                             Nos dice que le ama de verdad no cualquiera que
              todos los nuestros ocasos,                            diga amarle y que le diga mucho «Señor, Señor», sino
                y los ya muertos vivirán                            el que cumple sus mandamientos.
             Traducción libre de M.Regal, Un caxato para o camiño   Y los mandamientos no son sólo las normas y dispo-
                                                                    siciones que son necesarias para la organización y
                                                                    funcionamiento de la Iglesia. El mandamiento que
                                                                    subyace a todo eso es que vivamos como él, que nos
                        VJA                                         comprometamos como él a hacer realidad el Reinado
                                                                    de Dios. Y ese trabajo, hecho a su modo, procurando
                                                                    tener sus actitudes, cumplirá todos los mandamien-
                                                                    tos.
                                                                    No sirve de nada decir que somos seguidores de
                                                                    Jesús, o que amamos profundamente a Jesús, sin no
                                                                    queremos hacer su voluntad y seguir su ejemplo,
                                                                    viviendo una fe descomprometida, sin aportar nada a
                                                                    la construcción del Reino, porque todo lo que nos ha
                                                                    dicho Jesús, todo lo que hemos estado celebrando
                                                                    desde que empezó la Cuaresma, es para ser practi-
                                                                    cado y vivido en nuestra vida.
                                                                    La fe no es sólo cuestión de ritos y de moral: la fe es
                                                                    amar a Jesús y entender la vida como él.

                                                                    ACTUAR: La pasividad de muchos cristianos ha
                                                                    convertido la fe en algo insulso, espiritualoide, des-
                                                                    encarnado de la realidad, para niños y gente de poca
                                                                    cultura.
                                                                    Pero desde Jesús, ser creyente es luchar por trans-
VER: Estamos entrando en la recta final de la Pas-                  formar el mundo según el plan querido por Dios, y
cua. La semana que viene celebraremos la fiesta de la               eso lo haremos, como Jesús, cumpliendo sus man-
Ascensión, y a la siguiente, Pentecostés, que pone fin              damientos. Y si no, es que no le amamos.
a este tiempo tan especial, este tiempo en que cele-
                                                                    ¿Cómo empezar a vivir como Jesús espera de los que
bramos el gran amor de Dios hacia nosotros, que le
                                                                    decimos que le amamos?
llevó a morir y resucitar.
                                                                    Nos lo contestaba san Pedro en la 2ª lectura: «Estad
Por eso, es “justo y necesario” pararnos y reflexionar
                                                                    siempre prontos para dar razón de vuestra esperan-
qué ha supuesto para nosotros este tiempo, cómo
                                                                    za». Ante un mundo tan contrario a creer de verdad,
                                                                    tenemos que saber justificar nuestra fe y nuestra


                                                                                                                         18
esperanza. Necesitamos formarnos, necesitamos            nuestra fe, a cuidar y alimentar nuestra fe, a vivir
creernos de verdad lo que celebramos y después           nuestra fe, porque entonces estaremos mostrando
que se nos note llevándolo a la práctica, al estilo de   con hechos cuánto amamos a Jesús, estaremos dan-
Jesús, para ser testigos creíbles.                       do razones fundamentadas de nuestra esperanza, y
                                                         tendremos la certeza de que él sigue viviendo, cami-
“Obras son amores”. Jesús nos amó hasta el extremo,      nando y trabajando a nuestro lado, haciendo realidad
y nos dejó la prueba de su amor en la Eucaristía. De-    poco a poco el Reinado de Dios.
jémonos de medias tintas, de espiritualidades bara-
tas, de beaterías, y empecemos a tomar en serio




                                                                                                          19
VII Domingo de Pascua - A
                                     Solemnidad de la Ascensión  5 de junio
                                                                                 Hch 1, 1-11  “Lo vieron levantarse”
                                       Salmo 46  “Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas”
                                                                    Ef 1, 17-23  “Lo sentó a su derecha, en el cielo”
                                                Mt 28, 16-20  “Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra”




 Ruego por pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y estimar a Jesucristo y, así, poder
seguirlo mejor.
   Apunto algunos hechos vividos esta semana que ha acabado.
   Leo el texto. Después contemplo y subrayo.




Los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indi-
cado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron. Acercándose a
ellos, Jesús les dijo:
«Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced
discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he
mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final
de los tiempos».
                                                                        Mc 28, 16-20




 Ahora apunto aquello que descubro de JESÚS y de los otros personajes, la BUENA NOTICIA que escu-
cho... ¿Quiénes son, para mí, las personas a quien Jesús me envía para hacerlas sus discípulos? ¿Cómo lo
hago? ¿Cómo lo haré?
 Y vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi entorno... desde el Evangelio. En mi
“Galilea” ¿qué experiencia he tenido de encuentro con Jesús Resucitado? ¿En qué he descubierto que es
Aquel que tiene “Autoridad” sobre mí, a quien “adoro”?
   Llamadas que me hace -nos hace- el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso.
   Plegaria. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo...


Notas sobre el texto, contexto y pretexto                      al Padre para sentarse a su derecha (Ef 1, 17-23). Es parte
                                                               de nuestro Credo.
 Se interrumpe la lectura de Juan, los discursos de
                                                                Vamos a leer los últimos cinco versículos del evan-
despedida... antes la fiesta de la Ascensión se cele-
braba en Jueves y este domingo era el 7º de pascua y           gelio de Mateo: sobrios, densos. El relato se refiere a
se leía a Juan 17, 1-11. Cuando se cambia prevalece la         un encuentro de los discípulos con Jesús. El que sea
fiesta de la Ascensión con sus propias lecturas.               en Galilea y en el monte expresa la identidad entre el
                                                               Resucitado y el Jesús histórico.
 La Ascensión forma parte del misterio pascual de
                                                                En Galilea, Jesús había concretado la mayor parte
Cristo. Culminada su misión, Jesús se elevó al cielo
ante la mirada de sus apóstoles (Hch 1, 1-11) y se volvió      de su ministerio (Mt 4, 12-17). Y cuando, Resucita, se
                                                               aparece a las mujeres que lo buscan, el mensaje que



                                                                                                                       20
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  • 1. Pascua 2011 « Camino, Verdad y Vida» Acción Católica General Alfonso XI, 4 5º 28014 Madrid www.accioncatolicageneral.es acg@accioncatolicageneral.es 1
  • 2. II Domingo de Pascua - A  1 de mayo  Hch 2, 42-47  “Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común”  Sal 117  “Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia”  1P 1, 3-9  “Por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva”  Jn 20, 19-31  “A los ocho días, llegó Jesús”  Ruego por pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y estimar a Jesucristo y, así, poder seguirlo mejor.  Apunto algunos hechos vividos esta semana que ha acabado.  Leo el texto. Después contemplo y subrayo. Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto en- tró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros». Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Reci- bid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan per- donados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos». Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor». Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo». A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz a vosotros». Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis ma- nos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyen- te». Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!». Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto». Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nom- bre. Jn 20, 19-31  Ahora apunto aquello que descubro de JESÚS y de los otros personajes, la BUENA NOTICIA que escu- cho... veo. Repaso la vida de nuestra parroquia o movimiento para intentar descubrir que lo que el Resuci- tado da a los discípulos reunidos también nos lo ha dado a nosotros  Y vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi entorno... desde el Evangelio. Me fijo como, pese a los cierres que pueda haber, Cristo Resucitado se hace hoy presente  Llamadas que me hace -nos hace- el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso.  Plegaria. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo... Para situar este evangelio  Juan concibe la obra de Jesús como la creación de una nueva humanidad y un mundo nuevo. Pero hay  En el segundo domingo de pascua se lee siempre como dos tentaciones: este evangelio. De ahí su importancia y significativi- dad. - Mirar a tras y vivir del recuerdo, donde nos que- daríamos con el sepulcro vacío, no hay nada. 2
  • 3. - O quedarnos refugiados en nuestra interior, en  En esta iniciativa, Jesús da “la paz”, su paz, la que el espiritualidades que se auto-realimentan sin salir, mundo no da, tal y como lo había anunciado. Una sin experimentar la necesidad de salir, ser testigo paz que es cumplimiento de la promesa de la cena: porque el resucitado lo encontraremos en lo co- “la paz os dejo...” (Jn 14, 27; cf Is 52, 7; 60, 57; 66, 12). Tenían tidiano, en la vida. ¿Nos suena esto a los militan- motivos para sentirse atenazados por el miedo (Jn 15, tes con cierto recorrido o cristianos que estamos 18-20: “si el mundo os odia”); pero no deben acobar- de vuelta? darse (Jn16, 33: “tener valor, yo he venido al mundo”). El miedo se evapora con el saludo de la paz pascual  Nueva creación, el primer día de la semana... la (Jn 20, 20: “se llenaron de alegría”). Las dudas sobre el resurrección y la eucaristía están unidas. En la “cena resucitado se desvanecen con la identificación cor- del Señor” se nos muestra como el don gratuito del poral: “les enseñó las manos y el costado”. Señor Resucitado que nos sale al encuentro -Emaús- nos invita a su mesa, nos despierta el entendimiento,  Mostrar “las manos y el costado”, que son los luga- nos abre los ojos del corazón y nos invita a su comu- res con las marcas de la muerte en cruz, es una ma- nión. La eucaristía es una forma permanente de la nera de incidir en que el Resucitado es el mismo que aparición pascual. fue Crucificado.  El domingo, el primer día de la semana, los cristia-  La expresión “como el Padre” o, en otros lugares, nos nos reunimos... “se encuentran y son encontra- “tal y como yo os lo he hecho” (Jn 13, 15) indica como dos”. Según los relatos, no es Jesús quien reúne a tiene que ser la vida del discípulo: dejarse modelar sus discípulos sino que la aparición del Señor se según Jesús, como Él se ha dejado modelar por el produce estando ellos reunidos previamente. Por Padre. miedo o por fidelidad a las experiencias de comida comunitarias tenidas con Jesús aquellos primeros  Aquello que define Jesús es la misión, el ser “en- discípulos se reunían. Se convierte así en signo de la viado”. También sus discípulos, y la Iglesia como tal, nueva presencia del resucitado. serán definidos por la misión que Él les da: “Tal y como tú me has enviado al mundo, yo también se los Para fijarnos en el Evangelio he enviado” (Jn 17, 18).  La Iglesia reunida, la paz, la misión... todo arranca  Los discípulos están reunidos en un mismo lugar. de la Pascua. Será el don del Espíritu quien lo active. Una manera de decir que son comunidad eclesial. El soplo de Jesús sobre los discípulos expresa que su También el “domingo” es expresión del mismo -las resurrección abre el paso a una creación nueva: “En- dos apariciones se producen en domingo-: es el día tonces el Señor-Dios modeló al hombre con barro de en qué nos reunimos como Iglesia para celebrar que la tierra. Le infundió el aliento de vida, y el hombre se el Resucitado esta en medio de nosotros. convirtió en un ser vivo” (Gn 2, 7). Jesús había rogado  En el evangelista Juan encontramos, otras veces, el Padre que diera “un Defensor a los discípulos” (Jn que los seguidores de Jesús tenían “miedo de los 14, 16), es decir, quien pueda ser invocado para auxi- judíos”: en el relato del ciego de nacimiento (Jn 9, 22). liar, acompañar y ayudar, pero también para aconse- Miedo, cuando los discípulos ven a Jesús caminar jar y consolar, y para interceder. Es el Espíritu Santo. sobre el mar de Galilea; cuando se busca a Jesús, Con él llegan el recuerdo y el conocimiento (Jn 14, 26) nadie hablaba de él en público por miedo a los judí- que marcan el comienzo de la fe (Jn 7, 39). os; José de Arimatea es discípulo de Jesús aunque  El Espíritu es, en Juan, un maestro que ilumina. Y es oculto por miedo a los judíos. Los discípulos también quien da al creyendo su identidad propia de testigo andaban con miedo (trataban de disuadir a Jesús de de Jesús (Jn 15, 26-27). Podríamos decir que el Espíritu no ir a Betania-Judea), aunque Tomás estaba resuelto es el verdadero autor del Evangelio, porque de él a correr el mismo riesgo (“vamos también nosotros y viene el recuerdo de aquello que Jesús hizo y dijo, y muramos con él” -Jn 11, 8.16). Ahora Jesús ha muerto y la comprensión de este recuerdo. los suyos tienen miedo, algunos se ponen a salvo, huyeron a Galilea, otros se refugian en casa.  Las palabras de Jesús sobre el perdón nos recuer- dan las que recoge Mateo dirigidas a Pedro (Mt 16, 19) y  Hace falta tener bien presente que en el evangelio a toda la comunidad (Mt 18, 18). Palabras en las que de Juan la expresión “los judíos” no tiene un sentido “atar y desatar” significa excluir o admitir en la co- étnico, no designa el pueblo de Israel como tal, sino munidad. El Resucitado deja este don precioso y tan que toma un sentido religioso y se refiere concreta- delicado en manos de la propia comunidad de los mente a los dirigentes religiosos del pueblo. En el discípulos, portadora para el mundo de la vida nue- momento que estamos viviendo, conviene ser delica- va. Una grande responsabilidad. dos con denominaciones como esta. También va bien saber que la comunidad a la que va destinado el evan-  Tomás, era del grupo de los doce, Jesús se somete gelio de Juan había vivido la dura experiencia que, a a lo exigido por Tomás. Su “Señor mío y Dios mío” partir del año 70 DC, el judaísmo fue dominado por ha quedado en la tradición cristiana como profesión los fariseos, que provocaron una ruptura total con los de fe emblemática; es el reconocimiento de Jesús cristianos: habían acordado expulsar de la sinagoga como Hijo de Dios. Y como colofón, la última biena- todo el mundo quien confesara que Jesús era el Mesí- venturanza: “dichosos los que crean sin haber visto” as (Jn 9, 22). Pese al “cierre”, el Resucitado toma la inicia- (Jn 20, 29). Así, en la figura de Tomás encontramos el tiva y se hace presente en medio de los discípulos. retrato de todo discípulo de Jesús que debe hacer su propio proceso antes de poder decir “he visto el 3
  • 4. Señor”, como dicen ya los otros compañeros suyos, déjate tocar por él, o como dirá él mismo más adelante: “¡Señor mío y para que puedas luego Dios mío!”. Tomás, no se resiste a creer sino que tocar y poner vida hace preguntas, pide ayuda, necesita signos, como donde la vida tiene ahogo. aquel hombre que era ciego (Jn 9, 35-48). Jesús cuenta conmigo, amigo.  La bienaventuranza dirigida por el Resucitado a los creyentes que no hemos conocido Jesús histórico, da Traduciendo a M.Regal; Un caxato para o camiño sentido al evangelio y al hecho de evangelizar: “dar testigo a quienes no han visto a Jesús para que pue- dan abrirse a la fe”. Quienes reciben el evangelio - buena noticia- son “felices” porque la fe les permite VJA “ver” lo que antes nunca habían visto. Este es “el ver- juzgar” de la Revisión de Vida, que lleva al “Actuar”, es decir, a la Vida Nueva. La finalidad de la evangeli- zación es que quienes no conocen Jesús sean “feli- ces” conociéndolo, sean “felices” con la fe. Los sig- nos no son la fe, sino son para gloria de Dios e influ- yen en la génesis de la fe (Jn 2, 11: “creció la fe de sus discípulos”; Jn 4, 63: “creyó el padre y su familia”; Jn 9, 38: “el ciego cree”; Jn 11, 45: “muchos creyeron”). Juan elige siete milagros... pero los signos no gene- ran la fe siempre, ya que otros testigos de los mila- gros quieren hacer a Jesús rey o que es un pecador, y hasta deciden darle muerte  Los vv. 30-31 expresan, precisamente, que la finali- dad del evangelio escrito es esta: “para que creáis en Jesús y tengáis vida en Él”. ¿Qué es entonces la fe? Arriesgándonos, podemos decir que la fe es un acto abierto, plural... donde hay anuncio del mensaje, testimonio de otros creyentes, gracia de Dios y libre decisión personal. Lo que cuenta no es ver, sino creer; de la fe nace la nueva vida. JESÚS CUENTA CONTIGO VER: En estos tiempos, la Iglesia como institución, y de rebote los que la formamos, ha perdido gran Jesús cuenta contigo, amigo; parte de su protagonismo social y de su prestigio. Las espera que tu seas instituciones religiosas no aparecen ya entre las que un testigo de su resurrección. ofrecen mayor confianza a los ciudadanos. Nadie puede ser testigo Los templos cada vez están más vacíos, decrece el de lo que no vio, número no sólo de los que se declaran católicos de lo que no palpó, practicantes, sino también de los que se declaran de lo que no sintió. simplemente católicos. La mayoría de la gente sólo acude a las parroquias Nadie puede ser testigo para “pedir un servicio”, una ceremonia puramente de Jesús resucitado, ornamental con motivo de nacimientos o bodas. Las si no ha sentido su paz invitaciones a colaborar en la parroquia, o a formar custodiando todos sus trabajos. parte de grupos de formación, o a asistir a cursillos, charlas... no encuentran respuesta. Nadie puede ser testigo de la vida nueva de Dios, Aunque hay muchos elementos de tipo externo que si no deja que la alegría contribuyen a que se produzca esta situación, es envuelva sus horas tristes-muertas. justo y necesario hacer una autocrítica, de modo constructivo, porque esto hace avanzar. Nadie puede ser testigo del mundo nuevo que nace, Es necesario descubrir dónde está fallando nuestro si no se llena del Espíritu, testimonio. si no se hace sanador y se hace solidaridad JUZGAR: La predicación de Jesús va acompaña- con los que se debaten la vida da de sus acciones; la predicación de los apóstoles, en la cruz de su orfandad. como hemos escuchado en la 1ª lectura, va acompa- ñada de signos y prodigios. ¿Qué signos ofrece nues- Jesús cuenta conmigo, amigo; 4
  • 5. tra Iglesia en la actualidad para acompañar su predi- Nuestro estilo de vida, ¿es capaz de cuestionar a cación? alguien, de “causar impresión”? Estamos celebrando la resurrección de Jesús, que da ¿Nuestra vida diaria sigue los valores del Evangelio, o sentido a nuestra fe, a nuestra vida, a nuestra labor. en la práctica seguimos los valores de hoy? Para los primeros discípulos, el encuentro con Jesús Resucitado, recibir el Espíritu Santo, comprender ¿Consideramos nuestra fe como parte integrante de desde esta nueva luz todo lo que habían vivido, hizo nuestra vida, y procuramos cuidarla y alimentarla, o de ellos hombres y mujeres nuevos, transformó su sólo queremos “venir a misa” a cumplir el precepto, estilo de vida, como hemos escuchado en la 1ª lectu- sin complicarnos más? ra: «Eran constantes en escuchar la enseñanza de los ¿Nos interesamos por la Comunidad Parroquial, apóstoles, en la vida en común, en la fracción del pan ofrecemos nuestro tiempo y nuestro servicio en la y en las oraciones». misma, o nos desentendemos porque no queremos Este modo de vivir causaba impresión entre sus con- compromisos? temporáneos, «eran bien vistos de todo el pueblo, y En definitiva: ¿hay coherencia entre lo que decimos día tras día el Señor iba agregando al grupo a los que que creemos y lo que luego hacemos? Es algo que se iban salvando». tenemos que pensar y meditar. Evidentemente, había también problemas entre ellos, La experiencia de Jesús Resucitado hizo nacer y cre- tenían dudas, pero los iban resolviendo unidos, co- cer la Iglesia a partir de gente sencilla y no instruida. mo comunidad creyente, a partir del encuentro con A nosotros, que somos “dichosos por creer sin haber Jesús Resucitado. visto”, que contamos con más experiencia y medios, aún nos tendría que transformar más la fe en el Se- ACTUAR: La imagen que la sociedad tiene de la ñor Resucitado, que se hace presente en cada Euca- Iglesia es la de obispos, presbíteros y personas con- ristía. Aprendamos a reconocerlo aquí (como vere- sagradas. Nosotros sabemos que la Iglesia es mucho mos el domingo próximo), y dejémonos transformar más, pero tenemos que preguntarnos si eso “más” lo como Tomás en el evangelio de hoy. Entonces nues- mostramos: tro estilo de vida causará impresión, y haremos creí- ble y visible el mensaje de Jesús. 5
  • 6. III Domingo de Pascua - A  8 de mayo  Hch 2, 14. 22-33  “No era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio”  Sal 15  “Señor, me enseñarás el sendero de la vida”  1P 1, 17-21  “Os rescataron a precio de la sangre de Cristo, el Cordero sin defecto”  Lc 24, 13-35  “Lo reconocieron al partir el pan”  Ruego por pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y estimar a Jesucristo y, así, poder seguirlo mejor.  Apunto algunos hechos vividos esta semana que ha acabado.  Leo el texto. Después contemplo y subrayo. Aquel mismo día, dos de ellos iban caminando a una aldea llamada Ema- ús, distante de Jerusalén unos sesenta estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. El les dijo: «¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?». Ellos se detuvieron con aire entris- tecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió: «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos dí- as?». Él les dijo: «¿Qué?». Ellos le contestaron: «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo encontra- do su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron tam- bién al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron». Entonces él les dijo: «¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías pade- ciera esto y entrara así en su gloria?». Y, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras. Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él simuló que iba a seguir caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída». Y entró para quedar- se con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista. Y se dijeron el uno al otro: «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?». Y, levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón». Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan Lc 24, 13-35  Ahora apunto aquello que descubro de JESÚS y de los otros personajes, la BUENA NOTICIA que escu- cho... veo ¿Cuál es la experiencia que tengo de escuchar la Palabra de Dios y de celebrar la Eucaristía como experiencia de fe? ¿Me llevan a la acción, a la acogida del otro? ¿Me llevan más a la Iglesia?  Y vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi entorno... desde el Evangelio. ¿Descu- bro el acompañamiento de Cristo? En los hechos vividos esta Semana Santa, ¿cómo he descubierto el acompañamiento de Cristo? ¿Quiénes me han ayudado a reconocerlo?  Llamadas que me hace -nos hace- el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso 6
  • 7. Plegaria. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo... Notas sobre el texto, contexto y pretexto les “ilumina” la mente; y la idea de un Mesías triun- fante (nacional y político) queda sustituida por la del  Un relato de aparición de Cristo resucitado, esta Mesías sufriente, siervo de Yahvé anunciado por vez dos discípulos que caminan de Jerusalén a Emaús Isaías (Is 53, 3ss). (Emaús a 12 km de Jerusalén; y a igual que Nazaret,  Las referencias del texto a la celebración eclesial de Betania, Jerusalén, evoca un mensaje espiritual). Relato bonito literariamente, donde nos narra un la cena del Señor indican que la Eucaristía es lugar estudio psicológico de los protagonistas (pasan del privilegiado de encuentro con Cristo Resucitado. Es desencanto mesiánico a una fe entusiasta en Jesús en la Eucaristía -cuando, reunidos en comunidad, resucitado (del que no podían esperar nada, está hemos tenido en frente los gestos de Jesús en la vivo). Pero también hay un hilo litúrgico que va en- último cena y se nos ha repartido su pan- dónde nos hebrando todo los elementos esenciales de la cele- damos cuenta que Él nos acompaña en el camino de bración eucarística: a) formación de la comunidad; b) la vida. liturgia de la palabra; c) y misión evangelizadora.  Esta escena, que el evangelista sitúa en el domingo  El evangelista Lucas tiene interés en decir que en de la Resurrección -”aquel mismo día” se refiere al Jesús se han cumplido las Escrituras. Esta escena es domingo- expresa el proceso que puede hacer un una muestra de como los cristianos releemos las joven trabajador, que puede hacer toda persona y antiguas Escrituras. Ya las primeras comunidades, la que, de hecho, muchos lo hemos hecho o lo estamos de Lucas concretamente, pusieron en relación Jesu- haciendo: el proceso que me lleva a descubrir que el cristo y el Antiguo Testamento: dos realidades que se Resucitado esta presente en su/mi vida; a descubrir iluminan mutuamente, portadoras las dos de la reve- que, de hecho, ya era antes, cuando no lo reconocía- lación de Dios. Escuchar la Palabra de Dios es princi- mos. Es el proceso de la fe. Un proceso que se hace a pal en la vida cristiana. La Escritura es la primera cla- través de alguien que acompaña en el camino, a través ve o vía que Jesús les ofrece para acceder a la fe en de la escucha de la Palabra que ilumina la vida com- su persona. partida, a través de los gestos-acciones-sacramentos, y a través del testigo compartido en la reunión de quie-  Los gestos de Jesús son los mismos que había nes ya habían hecho esta experiencia. hecho durante la última cena con sus discípulos (Lc 22,  Este proceso descrito en la escena de Emaús es el 19). El texto deja entrever que en la celebración euca- rística, que también es principal en la vida de los que hará la persona que no conoce Cristo y a la cual cristianos, Jesús resucitado se hace presente y puede alguien se le acerca en su camino, para hacer camino ser reconocido. juntos. Los militantes de un movimiento evangeliza- dor son gritados a acercarse a compañeras y compa- Notas para fijarnos en el Evangelio ñeros del propio ambiente (trabajo, estudio, barrio...) para ser estos acompañantes.  Estos dos discípulos pertenecen al circulo descrito  Pero también es el proceso de quienes, habiéndolo en 24, 9.11 (no a los doce); a diferencia de lo que pasa ya conocido, necesitamos de re-descubrirlo conti- en otros relatos de apariciones, no reconocen a Jesús nuamente. Esto lo hacemos en la Revisión de Vida y enseguida. Esto es una indicación de que para el en la Eucaristía dominical: acompañados por otros, encuentro con el Resucitado, no es suficiente con la escuchando juntos la Palabra, actuando y celebrando experiencia sensible. “Los” ojos de la fe “abiertos”, el sacramento, reuniéndonos en Iglesia - con la Igle- que miran aquello que se ha experimentado, son del sia. De hecho, el evangelista presenta una síntesis de todo necesarios. su-nuestra fe en Jesús.  La decepción: Los dos se dirigen a Emaús, cuando ya  La misión: la experiencia del encuentro con Jesús ha resucitado el Maestro. Ellos algo han oído, pero no los lanza de nuevo al camino. No importa la oscuri- se lo creen. Su situación anímica es de decepción, dad de la noche. Se ha desvanecido el pesimismo de tristeza, abatimiento... habían puesto su esperanza en antes. Han releído “lo de Jesús” con las claves del Jesús como liberador de Israel, peor la muerte en cruz Antiguo Testamento. Les urge contar a los demás la los ha desconcertado. Huyen de la ciudad, quizás experiencia que han vivido. Tienen que volver a la temerosos de que les alcance la tragedia del Golgota... COMUNIDAD y decirles a todos que el Señor ha y de repente se les agrega un viajero. Se cumple lo resucitado. dicho en Mt 18, 20: “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos”.  No caminan en silencio... trazan una historia de la EMAUS vida del Maestro con énfasis en la pasión y muerte. Terminado este informe, Jesús les explica las escritu- Emaús, Cruz sin luz. ras (la historia del pueblo elegido, los salmos, los Caminantes derrotados, amargados, profetas), ofreciéndoles así la clave de todo lo acae- por todas la flores aplastadas antes de nacer. cido en estos días: “era necesario que el Mesías pa- deciera esto para entrar en su gloria”. Esta explicación Emaús encuentro inesperado, exegética de la escritura les “enciende” el corazón y conversación, cuando todo muere, y la fe también. 7
  • 8. mentos de duda de desilusión (decían «nosotros Emaús, una comida común, de caminantes, esperábamos...»), de incredulidad (ellos no creyeron una mesa redonda, y un pan. a las mujeres que decían que había resucitado), de Unas manos que lo parten, y lo reparten, ceguera espiritual (ellos no reconocieron al Señor en al estilo de Jesús, aquél que iba andando a su lado). dando la propia vida en el mismo pan. También nosotros podemos abandonar la comuni- Emaús, cruz con luz, resurrección, dad de discípulos, como ellos, para ir a la nuestra. corazones calientes, y pies ligeros, anuncio y alegría. Pero ellos, a pesar de su desilusión, tuvieron un deta- Emaús, Jesús, Jesús vivo. lle de amistad con aquél caminante que encontraron, le invitaron a quedarse con ellos, le escucharon con Traducción Un caxato para o camiño, de M.Regal, atención. Y sobre todo, ellos lo reconocieron en la fracción del pan, en el gesto de Jesús en su última cena. VJA Eso fue lo que les movió a volver a la comunidad de discípulos y celebrarlo y vivirlo juntos. ACTUAR: Nunca ha sido fácil ser cristiano cohe- rente, y menos hoy en día. Nos gustaría que Jesús actuase de otro modo, que fuese más evidente su presencia, para dar testimonio de él en el mundo de hoy. Para ir superando la desilusión y la duda, para que nuestra fe “diga algo” a nuestra vida, necesitamos aprender a descubrir a Jesús Resucitado a nuestro lado, “encontrarnos” con él. Y a él nos lo encontraremos en los gestos de amistad, de cariño, de servicio, de entrega. A Jesús lo encontraremos en la escucha y meditación de su Palabra, en la formación que nos ayuda a co- nocerle mejor para iluminar nuestra vida con la luz de la fe. VER: Estamos en el tercer domingo de Pascua. Hace quince días estuvimos celebrando la Resurrec- A Jesús lo encontraremos, desde luego, en la Eucaris- ción de Jesús. Pero nos podemos preguntar: “¿Y qué? tía, pero que no sea “venir a misa a cumplir el pre- ¿Qué ha cambiado? Todo sigue igual”. cepto”, sino que sea una Eucaristía vivida, participa- da, sabiendo que vamos a estar con él. Nos damos cuenta de que realmente no acabamos de “notar” la resurrección de Jesús, que durante los Y a Jesús lo encontraremos en la Comunidad Parro- días de Semana Santa hemos oído hablar mucho de quial, junto con los otros discípulos. «Donde dos o Jesús, de su resurrección, de vida nueva, de esperan- tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo», nos dice za... pero nuestra vida sigue igual. Jesús. La fe en Jesús Resucitado es una fe comunita- ria, necesita de la Comunidad, precisamente para La rutina, la “resignación”, la duda acerca de la Resu- apoyarnos y acompañarnos a la hora de hacer vida rrección, van haciendo mella en nosotros, y de un nuestra fe en la familia, estudios, trabajo, ocio... modo más o menos consciente vamos haciendo una separación entre fe y vida, entre lo que celebramos y San Pedro nos decía en la 2ª lectura que tomemos en lo que hacemos, porque no notamos que Jesús ha serio nuestro proceder como cristiano. No sigamos resucitado, porque parece que la fe no influye para con una fe individualista y de puro cumplimiento, nada en las cosas de nuestra vida, que en realidad aprovechemos la Comunidad Parroquial para apren- “no nos sirve de nada”. der a descubrir y celebrar a Jesús Resucitado en la Eucaristía, en el compromiso por evangelizar, en la Si esa separación se va agrandando, la celebración de formación, y que eso transforme realmente nuestro nuestra fe va disminuyendo, hasta limitarse en a oca- estilo de vida, porque la sociedad en que vivimos siones puntuales, o hasta desaparecer por completo, necesita, más que teorías y discursos, ejemplos de porque la persona está desengañada. personas que vivan su vida cotidiana de forma cohe- rente con su fe. JUZGAR: Nos puede pasar, por tanto, como a los dos discípulos de Emaús. También tenemos mo- 8
  • 9. IV Domingo de Pascua - A  15 de mayo  Hch 2, 14a. 36-41  “Dios lo ha constituido Señor y Mesías”  Sal 22  “El Señor es mi pastor, nada me falta”  1P 2, 20b-25  “Habéis vuelto al pastor de vuestras vidas”  Jn 10, 1-10  “Yo soy la puerta de las ovejas”  Ruego por pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y estimar a Jesucristo y, así, poder seguirlo mejor.  Apunto algunos hechos vividos esta semana que ha acabado.  Leo el texto. Después contemplo y subrayo. En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños». Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: «En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que ten- gan vida y la tengan abundante. Jn 10, 1-10  Ahora apunto aquello que descubro de JESÚS y de los otros personajes, la BUENA NOTICIA que escu- cho... veo. El me llama por mi nombre... ¿En qué hechos me doy cuenta de que sigo a Jesús y no unas ideas? ¿Cómo experimento que Jesús me da libertad y vida en abundancia?  Y vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi entorno... desde el Evangelio... Veo otras personas llamadas por su nombre... ¿Qué experiencias ha hecho de ser llamado “por mi nombre”? ¿Y yo he reconocido a los demás como personas y los he tratado como tales?  Llamadas que me hace -nos hace- el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso.  Plegaria. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo... Notas para fijarnos en Jesús y el evangelio ¿Por qué este evangelio en Pascua? Es una imagen -  La página de este domingo está situada en el con- Buen Pastor- que ha calado profundamente en la texto del enfrentamiento de Jesús con los fariseos comunidad cristiana. Imagen de Dios, donde Jesús (que más que guías religiosos del pueblo son ladro- empieza a autodefinirse como la puerta de las ovejas. nes y bandidos). Es parte de la discusión que tienen a El es la puerta que conduce a la vida y a la inmortali- propósito de la curación del ciego de nacimiento y dad, abriéndonos la puerta cerrada del paraíso per- de su expulsión de la sinagoga. dido y franqueándonos el acceso al Padre y a su pro- yecto-reino.  La imagen del Buen Pastor que se aplica Jesús para hablar de él mismo (Jn 10, 11.14) está inspirada en el Notas para fijarnos en el Evangelio profeta Ezequiel (Ez 34), donde Dios habla como el pastor que cuida de su pueblo (esquilmado por los  Jesús empieza describiendo dos prácticas encon- malos pastores) y pide cuentas a los dirigentes, pas- tradas: la de un ladrón de ovejas que “no entra por la tores que sólo se han preocupados por ellos mismos. puerta” y la de un pastor -el propio del rebaño- que 9
  • 10. hace su trabajo bien hecho por la mañana, entrando suscita en el corazón de los jóvenes “por la puerta”, gritando a cada una de las “suyas” el anhelo de ser en el mundo de hoy “por su nombre” y llevándolas a los pastos. Son dos testigo del poder de tu amor. formas de acercarse al pueblo: abiertamente y con Llénalos con tu Espíritu de fortaleza y de prudencia sinceridad; el disimulo o la ocultación delatan al para que adentrándose en lo profundo explotador (cf Jn12, 6: Judas) y violento (Jn 18, 40: Barrabás). del misterio humano A los ladrones y bandidos se opone el pastor, figura lleguen a descubrir su auténtico ser mesiánica (Ez 34, 11-15) que Jesús se aplica. El pastor y su verdadera vocación. propone un mensaje de liberación -la voz- y saca al pueblo de la institución judía (éxodo, cf 2, 16), librándo- Salvador de los hombres y mujeres, lo de la muerte. enviado por el Padre para el amor misericordioso, concede a tu iglesia el regalo  El “nombre” es la persona, reconocida como tal. Las de jóvenes dispuestos a remar mar a dentro, “suyas” quiere decir las que se han adherido a Jesús siendo entre sus hermanos por la fe. El ciego de nacimiento no es el ejemplo (Jn 9, manifestación de tu presencia que renueva y salva. 38). Siguiendo a Jesús, que “anda delante de ellos”, los creyentes tendrán vida. La fe no es seguir unas ideas, Virgen María, Madre del Redentor, ni unos valores, sino una persona concreta: Jesús, “la guía segura en el camino hacia Dios y el prójimo, Palabra” que “se ha hecho hombre y ha habitado entre que guardaste sus palabras nosotros” (Jn 1, 14), el nos conoce (conocimiento y rela- en lo profundo de tu corazón, ción personal con cada uno). La voz de los dirigentes - protege con tu maternal intercesión los extraños- anuncia explotación y violencia. a las familias y a las comunidades cristianas,  Después Jesús habla de él mismo como “puerta de para que ayuden a los adolescentes y a los jóvenes las ovejas”. Una “puerta” para acceder a Dios, a la a responder generosamente a la llamada del Señor. salvación. Una “puerta” por la que se puede “entrar y Amén. salir libremente”: el discípulo es una persona libre, Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones 2005 disfruta de la libertad. Su adhesión a Jesucristo no le saca libertad sino que le da. Solo asumiendo su acti- tud -la de Jesús- se puede acercar uno legítimamente al pueblo. Hasta ahora, sus líderes han usado siem- pre el dominio y la violencia para explotarlo. El pue- VJA blo esta sometido por miedo.  La otra puerta, “otro lugar”, la que no permite ac- ceder a Dios, es el templo de Jerusalén, es el entorno en el que están discutiendo Jesús y los fariseos (Jn 7, 10.14.28; 8, 2-3.20; 8, 59). El templo había sido una buena referencia, pero los dirigentes -”ladrones y bandole- ros”- la han malogrado buscando sus propios inter- eses (Jn 2, 13-17). A la última de esta dura crítica de Jesús, hay que sumar las no menos duras de los pro- fetas, críticas que Israel ya conocía: Hijo de hombre, profetiza contra los pastores (Ez 34, 2ss); “Ay” de los pastores que maltratan y dispersan las ovejas de mi rebaño (Jr 23, 1-2). Jeremías, por cierto, en el capítulo citado anuncia el Mesías y su acción salvadora (Jr 23, 3ss).  Tras repetir la denuncia -violencia y dureza de los dirigentes que explotan al pueblo sin medir los es- tragos que causan y sin respeto alguno a la vida- Jesús se presenta como quien da la vida y la da en abundancia. Resuenan aquí otras páginas del evange- lio de Juan (Jn 1, 4; 5, 21; 11, 25; 14, 6). Esto nos hace caer en la cuenta que esta es una de las afirmaciones centra- VER: Todos sabemos lo que es una puerta: según les del Evangelio. Y que la fe en Jesús (Jn 9, 38), es de- el diccionario, es una abertura de forma regular que cir, la adhesión a la persona de Jesús por seguirlo, se hace en una pared, valla... desde el suelo hasta conduce a participar de esta vida (Jn 20, 31; 3, 15) una altura conveniente para entrar y salir por ella. Las puertas pueden ser de muchas formas y de mu- chos materiales. Y además, utilizamos la palabra JESÚS, HIJO DE DIOS “puerta” para expresar otras cosas: podemos estar “a En quien habita la plenitud de la divinidad, las puertas” de un acontecimiento; hay reuniones “a que llamas a todos los bautizados puerta cerrada”; otras veces parece que “se nos cie- a “remar mar adentro”, rran todas las puertas”, pero también podemos sentir recorriendo el camino de la santidad, que “nos han abierto una puerta”; también “coge- mos la puerta” y nos largamos, o damos a alguien 10
  • 11. “con la puerta en las narices”; a veces vamos “de en la Casa del Padre y así tener vida, y vida abundan- puerta en puerta” sin encontrar ayuda, pero también te. hay quien sale “por la puerta grande”. En nuestra vida necesitamos y utilizamos las puertas. ACTUAR: Utilizando esta imagen de la puerta, Y en una casa hay muchas puertas, pero hay una podemos decir que Jesús nos descubre que el Reino “especial” que es LA puerta, la de entrada, la que nos de Dios está “a las puertas” de nuestra vida; que introduce en el edificio; luego, una vez dentro, en- cuando sólo encontramos puertas cerradas, él per- contramos más puertas que nos conducen a las dis- manece abierto, por si queremos entrar; que Dios, a tintas estancias, pero lo primero que debemos hacer pesar de nuestras infidelidades y pecados, no nos da es entrar por LA puerta. Y para abrir LA puerta, nece- con la puerta en las narices, sino que en Jesús nos sitamos tener LA llave. abre la puerta de la esperanza; que ya no tenemos que ir “de puerta en puerta” buscando el sentido de nuestra vida, a riesgo de caer en manos de ladrones y JUZGAR: Nuestra vida de fe también tiene y bandidos, sino que con él entramos en la vida de necesita puertas, pero igual que en una casa, para Dios “por la puerta grande”. poder vivir nuestra fe primero tenemos que entrar por LA PUERTA. Y hoy Jesús nos ha dicho que él es Pero decíamos que toda puerta necesita una llave. Y esa puerta, como complemento a la imagen del Buen la llave que necesitamos para entrar por la puerta Pastor que leemos otros años este domingo. que es Jesús es “conocer su voz”. Necesitamos escu- char a Jesús para conocer su voz, para no dejarnos Jesús ha repetido hoy en varias ocasiones: «Yo soy la engañar por otras voces y equivocarnos de puerta. puerta». Jesús es LA puerta primera, la que nos per- mite acceder a Dios, la que posibilita que lleguemos La voz de Jesús la escuchamos en la formación, en la a la vida de Dios. Sólo entrando por él podemos oración, en la Eucaristía. Y la voz de Jesús la escu- conocer cómo es Dios, y podremos acceder a las chamos en la Comunidad Parroquial, porque aquí es distintas estancias de su Reino. el lugar donde Jesús nos llama con amor a todos y cada uno: nos llama a todos, como comunidad que Jesús nos previene que hay quien nos ofrece otras somos, como pequeño rebaño, pero a la vez cono- puertas, aparentemente más accesibles, más cómo- ciéndonos a cada uno por nuestro nombre, para que, das... pero no nos van a llevar a Dios, sino a nuestra reconociendo su voz, alimentados con el pasto que perdición. es su Cuerpo y su Sangre, entremos por LA puerta Por eso nos pide que no escuchemos esas otras vo- que es él mismo y así lleguemos hasta el Padre y ces, sino que escuchemos la suya, para entrar por él podamos tener vida, y la tengamos abundante. 11
  • 12. V Domingo de Pascua - A  22 de mayo  Hch 6, 1-7  “Escogieron a siete hombres llenos de espíritu”  Sal 32  “Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti”  1P 2, 4-9  “Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real”  Jn 14, 1-12  “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”  Ruego por pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y estimar a Jesucristo y, así, poder seguirlo mejor.  Apunto algunos hechos vividos esta semana que ha acabado.  Leo el texto. Después contemplo y subrayo. «No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino». Tomás le dice: «Señor, no sabemos adonde vas, ¿cómo podemos saber el camino?». Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto». Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta». Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Mués- tranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre». Jn 14, 1-12  Ahora apunto aquello que descubro de JESÚS y de los otros personajes, la BUENA NOTICIA que escu- cho... veo. ¿Qué dificultades encuentro para “creer”, para ponerme confiadamente a seguir a Jesús con la esperanza puesta en que él nos lleva a la vida plena?  Y vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi entorno... desde el Evangelio... ¿Qué experiencias he hecho de estar siguiendo el camino de Jesús? Y ¿qué testimonios he recibido de otras per- sonas que le siguen, que hacen sus obras?  Llamadas que me hace -nos hace- el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso.  Plegaria. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo... Notas sobre el texto, contexto y pretexto es vuestro Padre, a mi Dios, que es vuestro Dios” (Jn 20, 17). El mismo origen de la fe en Dios-Pare lo encon-  La experiencia del resucitado fue fundamental para tramos en Rm 8, 15-17: “Porque vosotros no habéis hablar y entender la iglesia. La Iglesia -comunidad- es recibido un espíritu de esclavos que os haga volver a el nuevo templo de Dios donde hay muchas mansio- caer en el temor, sino el Espíritu que nos ha hecho nes y diversos ministerios y cuya piedra angular hijos y nos hace gritar: ¡Abba! ¡Padre!. Así el Espíritu siempre es Cristo. mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos tam-  La experiencia de la resurrección que Juan quiere bién somos herederos de Dios y herederos con Cris- transmitir, la expresa cuando pone en boca de Jesús to, puesto que, sufriendo con él, seremos también estas palabras: Jesús dice a Maria Magdalena: “Deja glorificados con él”. me ir, que todavía no he subido al Padre. Ve a encon- trarte con mis hermanos y diles: Subo a mi Padre, que 12
  • 13.  Este diálogo de Jesús con los discípulos está situa- diversidad, una sola cosa, todo y ser diferentes, sin do en el contexto de la última cena. Justo antes, en el anular la diferencia: nuestra humanidad. capítulo 13, el evangelista nos ha narrado la escena  Hemos llegado al núcleo de nuestra contempla- en la que Jesús lava los pies de ellos y les ofrece de seguirlo en su estilo de vivir y de actuar con aquella ción de Jesús: “Quien me ha visto a mí ha visto el frase: os he dado ejemplo porque, tal y como yo os Padre”. Creemos que Jesús está en el Padre y el Pa- lo he hecho, lo hagáis también vosotros (Jn 13, 15). dre en Él. La fe -en Jesús resucitado- es clave para Seguirlo, pues, pasa por el abajamiento, por el servi- poderlo captar, atisbar o entrever. Jesús sacia nuestra cio, por dar la vida del todo, si hace falta, a sabiendas búsqueda de Dios, nuestra sed de Dios. Si buscamos de que la muerte no es un final definitivo. a Dios, miramos a Jesús. La búsqueda de Dios es la búsqueda de todo creyente: “tiene sed de Dios, del Para fijarnos en el Evangelio Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?” (Sal 42, 3). Ahora sabemos que ver Jesús es ver Dios  En el cap. 13, tras la entrada en Jerusalén, los discí- frente a frente. pulos están aplanados. Los acontecimientos que les  Los discípulos -aquí Tomás y Felipe- tienen dudas, ha ocurrido no es para menos (traición de Judas, las no acaban de entender lo que Jesús les propone para negaciones de Pedro, el odio de los jefes judíos...). vivir: ¿cómo podrán seguirlo, vivir con Él, cuando Él no Jesús, experto en mirar a los que sufren, lee en el sea del mismo modo que es ahora? ¿Cómo sabrán que rostro de los suyos sus angustias paralizantes. Para andan tras el Padre? Nos representan a nosotros. Y a infundirles sosiego, les dirige estas palabras: “No toda comunidad que, como la de Juan, reflexiona perdáis la calma”. Y, Jesús, nos invita a hacer-servir- sobre el seguimiento de Cristo cuando ha conocido estimar como él (Jn 13, 15.34-35) su Pascua. O que da vueltas a si seguir o no un camino ¿Cómo liberarse del miedo y remediar tan profunda que pasa por el compromiso, por el servicio... por la angustia? Tras la última cena, después de haber lava- cruz. Todo buen discípulo duda y pregunta al Maes- do los pies a los discípulos, Jesús anuncia que se va a tro. ¡Dejémonos llevar por las respuestas de Jesús! la casa del Padre. Juan, empieza y acaba con una  Jesús, delante de las dudas de quienes buscamos invitación de Jesús a creer. Superar al angustia- Dios, afirma que lo podemos encontrar en Él. Él y el miedo, con fe (Sal 26, 14: “espera en el Señor”); el que cree Padre son uno (Jn 10, 30): “quién me ha visto a mí ha en Dios pone sus pies en roca firme. visto el Padre”. Jesús es el Hijo que se queda por  Seguir Jesús, incluso estar dispuesto a dar la vida; siempre jamás a la casa “del Padre” -expresión no de pero ¿dónde se va/vuelve? Si ahora los discípulos no un espacio físico, sino una relación personal íntima-. pueden seguir Jesús, tienen que continuar soste- Dios no le tenemos que buscar fuera de este mundo. niéndose en su persona, tal y como el creyente se Lo encontramos en el hombre Jesús de Nazaret (Jn 19, sostiene y espera en Dios. Es una invitación a andar: 5), quien aparece sometido a la injusticia, quien ha “Envíame la luz y la verdad; que ellas me guíen, que asumido esta condición de los hombres y las mujeres me lleven a la montaña santa, al lugar dónde resides” haciendo la gran opción del amor sin medida y se ha (Sal 43, 3). hecho carne (Jn 1, 14).  Jesús vuelve a la casa del Padre para prepararnos  La tarea de conocerlo es de nunca acabar: “hace un lugar. Jesús nos hace un lugar junto al Padre. Aho- tanto... ¿y no me conoces Felipe?”. Ante esta tarea ra se nos invita a fijarnos en el camino que trae. El incansable, lo que denominamos Estudio del Evange- camino es una opción: “Seguir el camino que ha lio, hecho de manera habitual, es un medio ideal. señalado el Señor, vuestro Dios: así seréis felices y Ver, mirar, escuchar, contemplar, seguir... amar a tendréis una larga vida en el país que ahora posee- Jesús en sus palabras, en sus gestos, en sus actitudes, réis” (Dt 5, 33). “Hoy te propongo escoger entre la vida en su atención a las personas, en su paso por los y la muerte, entre la felicidad y la desgracia” (Dt 30, 15- márgenes, en su dulzura y en su clamor a favor de lso 19). Jesús nos propone que optamos por Él. Si cree- pobres, en su comunión con el Padre.... mos que Él es la Verdad y la Vida, ciertamente que  Esta fe en Jesús, el verdadero “camino” que lleva a la encontraremos en Él el camino que trae de cabeza al vida en Dios ahora-aquí y después, da capacidad para Padre, el camino de vida y felicidad verdaderas. Jesús “hacer las obras que Él hace... e incluso mayores”. Los se nos presenta como el Camino lleva al Padre. discípulos son aquellos que dudan y tiene dificultades Hemos visto en el Sal 43, 3 que la luz y la verdad nos para entender y para vivir con coherencia -nosotros, atraerán al lugar dónde Dios reside. “Jesús es la luz” como Tomás y Felipe- es también quien pone fe en (Jn 6, 12; 9, 5) “y la verdad” (Jn 8, 32; 18, 37-38) que atrae. Jesús, quien se pone en manos del Padre. Y, de esta  Jesús se nos presenta tan Dios como el Padre. A manera, vive la misma vida de Jesús, aquel que tam- veces, los cristianos hemos pensado, sospechado bién fue débil, pequeño, condenado... servidor de que Jesús y el Padre son dos, o que Jesús sólo es el todos. O, dicho de otra manera, acepta que el Resuci- intermediario entre el Padre y nosotros. Pues ¡no! tado viva en él y lo traiga, pasando por el servicio hasta Jesús es Dios hecho hombre, su humanidad es el darlo todo, a vivir plenamente con el Padre. camino al Padre, a la vida de Dios. Sólo podemos ser  Las obras de Jesús (Jn 14, 11) tienen el valor de signo; como Dios si nos unimos a Jesús, Dios hecho hom- es decir, el que Jesús ha hecho y dado, su amor, reve- bre, porque nosotros nos unimos al Padre, aconte- lan su identidad de Dios hecho hombre. Si creemos ciendo una comunión; es decir, una unidad en la en la persona de Jesús, lo que ha dicho y hecho será fundamental para nuestros pensamientos y nuestras 13
  • 14. acciones, y las obras que haremos manifestarán que están bien trabajadas y bien encajadas. Y pensemos Dios es a nuestro lado. De ahí nuestra acción militan- cómo muchas veces decimos que “las construccio- te; de la importancia de tener un equipo de acción, nes modernas no son como las de antes”. de ahí el presentar horizontes nuevos y de transfor- mación... En tiempos de Jesús, la mayoría de las casas eran de adobe. Las construcciones públicas y de gente pu- diente eran más sólidas, eran de piedra sillar. Y en EL CAMINO esas casas se podía ver piedras angulares, es decir, piedras esquineras que, formando un ángulo recto, Aunque esté lleno de baches y piedras sostenían el peso de dos paredes. Para cumplir esta y tenga infinidad de curvas, función, se tallaban las piedras de mayor calidad, y aunque vaya por colinas y valles por eso eran las más valiosas. y sean frecuentes las pendientes, aunque sea estrecho y sin césped, JUZGAR: El domingo pasado Jesús se presenta- unas veces polvoriento, otras lleno de barrizales, ba como el Pastor y la Puerta. Hoy en la 2ª lectura voy por él Pedro le llama «Piedra angular», esa piedra sobre la siguiendo tus huellas, soñando utopías, que se va construyendo el edificio de la Iglesia, for- buscando sombras, anhelando metas, mado por las piedras vivas que son cada uno de los disfrutando la experiencia. cristianos, sea cual sea su función en el mismo. Y Tú, que vas por delante, Jesús es quien sostiene este “nuevo templo” que es te me revelas y ofreces cada día la Iglesia, sólo si tenemos a Cristo por centro pode- como camino, verdad y vida. mos llamarnos y ser de verdad cristianos. Jesús Resu- citado es quien da consistencia y solidez a la estruc- Fl. Ulibarri, Al viento del Espíritu tura de las distintas comunidades cristianas, a nues- tra Comunidad Parroquial. En él debe apoyarse todo lo demás, todo lo externo. Y para que entendamos mejor la necesidad de apo- VJA yarnos sobre la Piedra angular que es Cristo, él mis- mo se nos ha presentado con otros tres nombres: «Camino», para que no andemos perdidos, sino que encontremos el sentido de la vida. «Verdad», porque en medio de tantas opiniones, él es la Verdad que ilumina el camino. «Vida», porque él mismo nos co- munica su propia vida. ACTUAR: Dios ha querido formar su Iglesia con piedras vivas. Cada uno de los bautizados somos una de esas piedras vivas. No podemos, no debemos eludir nuestra función en la edificación del Reino de Dios, porque cada cristiano que no vive su fe de modo comprometido es una piedra viva menos en el edificio, y cuando en un edificio faltan muchas pie- dras, se viene abajo. Dios ha querido contar con nosotros para edificar su Iglesia, para ir haciendo realidad su Reinado. Y él mismo viene a nosotros como arquitecto, como «Camino, Verdad y Vida», para que sepamos qué VER: Hace unos años, nos sorprendía a todos el pasos hemos de ir dando, cómo hemos de avanzar incendio del edificio Windsor, en Madrid. La magni- en la construcción. De ahí la necesidad de que nues- tud de las llamas hacía temer que se derrumbase, tra fe sea activa, escuchando, orando y poniendo en pero al final se mantuvo en pie gracias a su estructu- práctica lo que Jesús nos dice. ra interna de hormigón. Según decían los arquitec- Así es como tendremos la certeza de que lo que tos, otros edificios más altos, más espectaculares, no hagamos o dejemos de hacer tendrá a Jesús como tienen esa estructura interna de hormigón y por eso base, como «Piedra angular». Apoyados en el, nuestra son más vulnerables ante una catástrofe. En el caso Iglesia, nuestra Comunidad Parroquial, tendrá esa del Windsor, aunque los elementos externos fueron estructura firme que la sostenga, independientemen- pasto de las llamas, la estructura aguantó. te de las circunstancias históricas, independiente- Pensemos en otros edificios y monumentos de la mente de las personas que la compongan y la presi- antigüedad (puentes, acueductos...) que han llegado dan en un momento determinado. hasta nosotros bien conservados y que siguen dando Dios mismo cuenta con nosotros para edificar su servicio porque las piedras que forman su estructura Iglesia, y a través de ella hacer realidad su Reinado. 14
  • 15. Tenemos que ser piedras vivas, bien fundamentadas personalmente y como Comunidad Parroquial, como sobre la Piedra Angular que es Jesús. Acojámoslo en Iglesia, para continuar evangelizando y que más per- nuestro interior, como nuestro «Camino, Verdad y sonas encuentren el «Camino, Verdad y Vida» que Vida», y que él sea la estructura que nos sostiene, están buscando. 15
  • 16. VI Domingo de Pascua - A  29 de mayo  Hch 8, 5-8. 14-17  “Les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo”  Sal 65  “Aclamad al Señor, tierra entera”  1P 3, 15-18  “Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida”  Jn 14, 15-21  “Yo le pediré al Padre que os dé otro defensor”  Ruego por pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y estimar a Jesucristo y, así, poder seguirlo mejor.  Apunto algunos hechos vividos esta semana que ha acabado.  Leo el texto. Después contemplo y subrayo. «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la ver- dad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; voso- tros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en voso- tros. No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mun- do no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo vivien- do. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me mani- festaré a él». Jn 14, 15-21  Ahora apunto aquello que descubro de JESÚS y de los otros personajes, la BUENA NOTICIA que escu- cho... ¿Cuento con el Espíritu para que me ayude a descubrir a Dios en la vida...? ¿Qué hago para acogerlo, para escucharlo personal y comunitariamente?  Y vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi entorno... desde el evangelio... ¿veo? Personas que son testigos de la fidelidad del amor que Dios nos tiene... ¿qué experiencias he hecho de amar a Jesús, de “guardar” su Palabra?  Llamadas que me hace -nos hace- el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso.  Plegaria. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo... Notas sobre el texto, contexto y pretexto “otro”, del mismo modo que no ha podido acoger Jesús (Jn 1, 10-11).  Seguimos leyendo la despedida de Jesús tras la  Es en cuanto que “mundo” significa esto que Juan última cena. Es un dialogo con los discípulos en un contexto de presión social. Creer y amar es indivisi- remarca -en otros lugares- que ni Jesús es del mundo ble en Juan. El mandamiento de Jesús es el del amor. ni los discípulos tampoco (Jn 17, 14.16). Pero (Jn 8, 23) Se destaca en este texto la necesidad de guardar los igualmente Juan dice bien fuerte que Dios estima el mandatos y la promesa del Espíritu de la verdad. mundo y le envía su Hijo (Jn 3, 16), y también que los creyentes serán enviados al mundo (Jn 17, 18).  La palabra “mundo”, sobre todo en los capítulos 13-17 de Juan, expresa la realidad de oposición radi- Para fijarnos en el Evangelio cal a Jesús (Jn 14, 17.19.27; 15, 18.19; 16, 8.20; 17, 9.14.16.25). Por esto “el mundo no puede acoger” el Espíritu, el  “Si me amáis...” y guardar “sus mandatos” son una sola cosa para el pueblo. El pueblo es gritado- 16
  • 17. llamado a hacer y vivir la Alianza que Dios le ofrece de la Revisión de Vida y descubrir la presencia de (Dt 7, 9). En este amor se destaca siempre la iniciativa Dios. de Dios, y también su permanencia, su fidelidad (1Co  Podríamos decir que el Espíritu es el verdadero 1, 9). Por lo tanto, “guardar los mandatos” no es una condición sin la cual Dios no ama a su pueblo, sino la autor del Evangelio: es por Él que podamos recordar manera concreta que el pueblo tiene de amar a Dios. lo que Jesús hizo y dijo, y comprender el significado Jesús, amó a los suyos hasta el extremo y, en prueba para cada comunidad y para cada persona (actualiza- de su gran amor, dio la vida por los amigos. Es lógico ción). De ahí, viene la expresión “el Espíritu de la que nos pida correspondencia de calidad, y que ésta verdad”. se cifre en hacer su voluntad y guardar sus manda-  La separación de Jesús, por su muerte cercana, la mientos. vivirán los discípulos como una amputación de su  La expresión “mis mandatos” equivale a mi “pala- propio ser. ¿Cómo mitigar el desgarro de esa ausen- bra”. Cuando Jesús lo dice se refiere a la revelación cia? Con la garantía de una nueva presencia: “os vol- de su persona, de su misión. Guardar esta palabra es veré a visitar y os llenaréis de alegría”. La pascua con- creer en Él. Ya en el Antiguo Testamento la Ley es, suela y supera la orfandad de los discípulos. En Jn 14, antes de que nada -hasta que los preceptos y las 21-23, será la presencia del Padre, del Hijo y del Espíri- prescripciones legales lo estropearon-, la revelación tu, que plantarán su tienda en el corazón de los cre- de Dios que conduce a la vida (Salmo 119). La novedad yentes: “vendremos a él y viviremos en él” (Jn 14, 23). con respecto del AT es que el amor del discípulo  “Aquel día” es una expresión conocida en la tradi- recae sobre Jesús. La adhesión a su Palabra de vida es ción bíblica (Mc 13, 32). Aquí se refiere a la vida de los el que lleva al cumplimiento de la Alianza. Guardar discípulos tras la resurrección de Jesús: por la acción sus mandatos, pues, no es someterse a unos precep- del Espíritu, continuarán unidos a Jesús como Él lo tos legales; es el amor a la persona de Jesús, la Pala- está con el Padre. La presencia ininterrumpida de bra que se ha hecho hombre (Jn 1, 14). La fe es esto. Jesús por medio del Espíritu-Paráclito sustituye a la  Jesús promete otro “Defensor”. En este evangelio, representación tradicional-apocalíptica de la vuelta- el Espíritu Santo tiene una importancia excepcional parusía de Cristo al fin de los tiempos. El retorno del (aquí tenemos el primer anuncio del Paráclito). Sólo Hijo, del enviado, al Padre y su vuelta-venida a los en él es llamado “paráclito” con el significado amplí- suyos en el Espíritu-Paráclito significa la superación de simo de “ayudante, asistente, sustentador, protector, las fronteras históricas. El siempre se halla presente. abogado, procurador” y, sobre todo, con el de “ani-  La partida de Jesús significa su ocultamiento, tanto mador e iluminador” en el proceso interno de la fe. para los discípulos como para el mundo (Jn 14, 22-24). Pero El término “paráclito” sólo aparece fuera del evange- dicho ocultamiento tiene un sentido muy distinto para lio de Juan (Jn 2, 1), donde es aplicado al Resucitado los unos y para el otro. El mundo no volverá a verle. El que, en el cielo, cumple una misión de intercesión. evangelista excluye una venida ostentosa del Hijo del En sentido estricto el Paráclito actúa en la tierra, en la hombre sobre las nubes del cielo, que sea visible para comunidad cristiana. En este pasaje tiene una fun- todos (Mc 13, 24ssy par.; 1 Tes4, 16-17). El mundo no volverá a ción mucho concreta: que “se quede con vosotros verle, porque Jesús está hablando ahora de la visión de por siempre jamás”. la fe. y esta visión únicamente es perceptible por los creyentes. Ellos le verán, es decir, participarán en la  Habla Jesús de “otro Defensor”. “Otro” porque Él visión del Resucitado (1 Cor 9, 1). Esto, a su vez, significa la mismo es quien ha estado hasta ahora con ellos, a su unión o comunión de los creyentes con el Hijo y con el lado (Jn 14, 9). Padre: una venida (habitar), un encuentro mutuos, que El primer defensor ha sido Jesús: ha defendido a los implica y exige la conducta adecuada de los discípulos, suyos, cuando los acusan por no ayunar (Mc 2, 18-20), o que se ajustan a lo que ellos han mandado, cumpliendo por comer espigas en sábado (Mc 2, 23-27), o porque su voluntad. Es la forma concreta de manifestar el amor toman los alimentos sin lavarse las manos (Mc 7, 1-8); al Padre y al Hijo. los defiende si se ven al borde del naufragio amena- zados por las tormentas del lago (Mc 4, 37-41); ha de- fendido a la mujer pecadora, blanco de sospecha NO NOS DEJES HUERFANOS para un fariseo que le ha invitado a comer (Lc 7, 36-50), y a María, que en Betania ungió su cuerpo con nardo Yo quiero amarte, Señor, precioso, al ver que su gesto de generosidad fue pero amarte de verdad; tachado de derroche por algunos (Mc 14, 3-9); defiende que muchos con falsedad a los niños que gritan “¡Hosanna!” el día de su en- te prometen su amor trada en Jerusalén (Mt 21, 15-16). -promesa que queda en flor- y luego van por la vida Tras Jesús el “otro” que estará con los creyentes es el abriendo hondas heridas, Espíritu Santo. El Espíritu, enviado por el Padre, es el negándoles el amor a la gente, gran don de Jesús en su Pascua (Jn 19, 30; 20, 22). Así, los pisoteando siempre los derechos discípulos no deben olvidar lo que oyeron a Jesús ni que dan al débil salida-horizonte. lo que recibieron de él. Más bien, deben volver cons- tantemente sobre ello, profundizando, desentrañan- Danos un buen defensor, do, actualizando la misma revelación. El paráclito Espíritu de verdad, debe ser para ellos lo que había sido Jesús: “su ayu- que acabe con las falsedades dador”, maestro y pedagogo. De ahí la importancia 17
  • 18. que crecen en el corazón nos hemos dejado transformar por el encuentro con y también a nuestro alrededor. el Resucitado... o si seguimos igual. Aumenta nuestro saber: que todos podamos ver Para llevar a cabo esta reflexión, pensemos qué signi- las cosas con la inocencia fica “amar de verdad” a una persona. El amor se y con la inteligencia muestra, principalmente, con la presencia, con la que da el justo aprender. atención, compartiendo proyectos, aficiones, viven- cias... el amor se muestra haciendo lo que al otro le No nos olvides, agrada o le va a hacer feliz, aunque implique esfuer- huérfanos de pan y amistad, zo o renuncia... Dice un refrán que “Obras son amo- huérfanos de aliento, en añoranza; res, y no buenas razones”. ven enseguida, ven amigo, Difícilmente puedo decir que amo a alguien si mi que en esta tierra de tristeza amor sólo es de palabra, de labios hacia fuera, pero solo rumiamos esperanzas sin hechos; difícilmente puedo decir que amo a al- sin lugar para danzar; guien si voy a la mía sin contar con él para nada; difí- danos la cierta experiencia cilmente puedo decir que amo a alguien si no quiero de tu onda presencia pasar tiempo con él y mi relación se limita a dos o que a los más apagados levanta. tres encuentros esporádicos a lo largo del año. Viviremos en tu vida, Desde ahí he de pensar: ¿Cómo amo a Jesús Resuci- seremos gente despierta, tado? para la lucha de la vida atenta; le ganaremos la partida JUZGAR: El Evangelio comenzaba con estas a quien nos la da perdida; palabras de Jesús: «Si me amáis, guardaréis mis man- las cosa en nuestras manos damientos». tendrán hechura de hermano; se llenarán de colores Nos dice que le ama de verdad no cualquiera que todos los nuestros ocasos, diga amarle y que le diga mucho «Señor, Señor», sino y los ya muertos vivirán el que cumple sus mandamientos. Traducción libre de M.Regal, Un caxato para o camiño Y los mandamientos no son sólo las normas y dispo- siciones que son necesarias para la organización y funcionamiento de la Iglesia. El mandamiento que subyace a todo eso es que vivamos como él, que nos VJA comprometamos como él a hacer realidad el Reinado de Dios. Y ese trabajo, hecho a su modo, procurando tener sus actitudes, cumplirá todos los mandamien- tos. No sirve de nada decir que somos seguidores de Jesús, o que amamos profundamente a Jesús, sin no queremos hacer su voluntad y seguir su ejemplo, viviendo una fe descomprometida, sin aportar nada a la construcción del Reino, porque todo lo que nos ha dicho Jesús, todo lo que hemos estado celebrando desde que empezó la Cuaresma, es para ser practi- cado y vivido en nuestra vida. La fe no es sólo cuestión de ritos y de moral: la fe es amar a Jesús y entender la vida como él. ACTUAR: La pasividad de muchos cristianos ha convertido la fe en algo insulso, espiritualoide, des- encarnado de la realidad, para niños y gente de poca cultura. Pero desde Jesús, ser creyente es luchar por trans- VER: Estamos entrando en la recta final de la Pas- formar el mundo según el plan querido por Dios, y cua. La semana que viene celebraremos la fiesta de la eso lo haremos, como Jesús, cumpliendo sus man- Ascensión, y a la siguiente, Pentecostés, que pone fin damientos. Y si no, es que no le amamos. a este tiempo tan especial, este tiempo en que cele- ¿Cómo empezar a vivir como Jesús espera de los que bramos el gran amor de Dios hacia nosotros, que le decimos que le amamos? llevó a morir y resucitar. Nos lo contestaba san Pedro en la 2ª lectura: «Estad Por eso, es “justo y necesario” pararnos y reflexionar siempre prontos para dar razón de vuestra esperan- qué ha supuesto para nosotros este tiempo, cómo za». Ante un mundo tan contrario a creer de verdad, tenemos que saber justificar nuestra fe y nuestra 18
  • 19. esperanza. Necesitamos formarnos, necesitamos nuestra fe, a cuidar y alimentar nuestra fe, a vivir creernos de verdad lo que celebramos y después nuestra fe, porque entonces estaremos mostrando que se nos note llevándolo a la práctica, al estilo de con hechos cuánto amamos a Jesús, estaremos dan- Jesús, para ser testigos creíbles. do razones fundamentadas de nuestra esperanza, y tendremos la certeza de que él sigue viviendo, cami- “Obras son amores”. Jesús nos amó hasta el extremo, nando y trabajando a nuestro lado, haciendo realidad y nos dejó la prueba de su amor en la Eucaristía. De- poco a poco el Reinado de Dios. jémonos de medias tintas, de espiritualidades bara- tas, de beaterías, y empecemos a tomar en serio 19
  • 20. VII Domingo de Pascua - A Solemnidad de la Ascensión  5 de junio  Hch 1, 1-11  “Lo vieron levantarse”  Salmo 46  “Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas”  Ef 1, 17-23  “Lo sentó a su derecha, en el cielo”  Mt 28, 16-20  “Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra”  Ruego por pedir el don de comprender el Evangelio y poder conocer y estimar a Jesucristo y, así, poder seguirlo mejor.  Apunto algunos hechos vividos esta semana que ha acabado.  Leo el texto. Después contemplo y subrayo. Los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indi- cado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos». Mc 28, 16-20  Ahora apunto aquello que descubro de JESÚS y de los otros personajes, la BUENA NOTICIA que escu- cho... ¿Quiénes son, para mí, las personas a quien Jesús me envía para hacerlas sus discípulos? ¿Cómo lo hago? ¿Cómo lo haré?  Y vuelvo a mirar la vida, los HECHOS vividos, las PERSONAS de mi entorno... desde el Evangelio. En mi “Galilea” ¿qué experiencia he tenido de encuentro con Jesús Resucitado? ¿En qué he descubierto que es Aquel que tiene “Autoridad” sobre mí, a quien “adoro”?  Llamadas que me hace -nos hace- el Padre hoy a través de este Evangelio y compromiso.  Plegaria. Diálogo con Jesús dando gracias, pidiendo... Notas sobre el texto, contexto y pretexto al Padre para sentarse a su derecha (Ef 1, 17-23). Es parte de nuestro Credo.  Se interrumpe la lectura de Juan, los discursos de  Vamos a leer los últimos cinco versículos del evan- despedida... antes la fiesta de la Ascensión se cele- braba en Jueves y este domingo era el 7º de pascua y gelio de Mateo: sobrios, densos. El relato se refiere a se leía a Juan 17, 1-11. Cuando se cambia prevalece la un encuentro de los discípulos con Jesús. El que sea fiesta de la Ascensión con sus propias lecturas. en Galilea y en el monte expresa la identidad entre el Resucitado y el Jesús histórico.  La Ascensión forma parte del misterio pascual de  En Galilea, Jesús había concretado la mayor parte Cristo. Culminada su misión, Jesús se elevó al cielo ante la mirada de sus apóstoles (Hch 1, 1-11) y se volvió de su ministerio (Mt 4, 12-17). Y cuando, Resucita, se aparece a las mujeres que lo buscan, el mensaje que 20