1. LOS NOMBRES DE LOS INDIOS EN EL “MALÓN DE LA PAZ”
DE 1946. IDENTIDADES ESCRITAS Y NARRADAS.
Mario Vilca
UNJu
"¿Lograremos exterminar los indios? Por los salvajes de América
siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa
canalla no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría
colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios
piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso, su exterminio
es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin
ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al
hombre civilizado."
Domingo Faustino Sarmiento
“Estamos como nación empeñados en una contienda de razas en
que el indígena lleva sobre sí el tremendo anatema de su
desaparición, escrito en nombre de la civilización. Destruyamos,
pues, moralmente esa raza, aniquilemos sus resortes y organización
política, desaparezca su orden de tribus y si es necesario divídase la
familia. Esta raza quebrada y dispersa, acabará por abrazar la causa
de la civilización. Las colonias centrales, la Marina, las provincias
del norte y del litoral sirven de teatro para realizar este propósito".
Julio Argentino Roca (1843-1914
(Web, Genocidios, Luis Bruchstein)
Introducción
En ocasión de revisar los periódicos de la Provincia de Jujuy, con el
fin de conocer los pormenores de la nueva marcha recordatoria del
Malón de la Paz por parte de comunidades locales, en el mes de agosto
de 2006, he podido observar como había cambiado el vocabulario
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2. periodístico 60 años después del Primer Malón de la Paz que marchó a la
Capital Federal. En este había registrado una profusión de
denominaciones sobre los marchantes que se desplegaba en el aparato
periodístico que cubrió tal acontecimiento en la obra de Marcelo Valko
Los indios invisibles del malón de la Paz1.
El Primer Malón de La Paz, así autodenominado por sus
integrantes había partido desde Jujuy en el mes de mayo de 1946 y llegó a
Buenos Aires en agosto del mismo año, con el fin de reclamar la
devolución de las tierras que les habían sido arrebatadas por la oligarquía
local1.
La reflexión de este trabajo registrará los nombres de los indios1 en
el Primer Malón de la Paz asignados en los principales periódicos del
país, así como expresiones de algunos actores políticos. Nombres que
remiten al imaginario argentino de fines del siglo XIX. Posteriormente se
detendrá en los nombres asignados por los principales periódicos de la
provincia, en ocasión del denominado Segundo Malón de la Paz.
Finalmente indagará brevemente, la auto asignación de los nombres en el
contexto político y jurídico actual de la provincia de Jujuy.
Se trata de visualizar el proceso de asignación de identidades por
parte de otros no-indígenas (tanto en el Primer como en el Segundo
Malón); y en segundo lugar, la auto-asignación de identidad por parte de
los propios indios con objetivos estratégicos. ¿Cuál es, entonces, el
nombre del indio?
El Primer “Malón de la Paz”
El Malón1 de la Paz hacia Buenos Aires partió desde Abra Pampa,
Jujuy constituido por comunidades Kollas1 el 15 de mayo de 1946 hasta
arribar a la capital de la provincia el 24 de mayo. Su objetivo era reclamar
la devolución de las tierras que les habían sido usurpadas1. Comunidades
de Agua Caliente, Doncellas, Abralaite, Rachaite, Miraflores de la
Candelaria, Tinate, Quebraleña, Rinconadillas, Santa Ana, Tambillos,
Queta, entre otras. Se sumaron comunidades que venían de Orán e Iruya
de la provincia de Salta. En total sumaron 174 integrantes. Conducía al
Malón el teniente Mario Augusto Bertonasco. A Salta partieron el 26 de
109
3. Mayo, arribaron a Tucumán, el 9 de junio; el 22 de junio arribaron a
Córdoba. Pasaron por Luján en fines de Julio y llegaron a Buenos Aires el
3 de agosto. Fueron recibidos por el presidente de la Nación Juan
Domingo Perón.
El 27 de agosto, la Policía Federal llega al Hotel de Inmigrantes
arrojando gases lacrimógenos, obligando a los kollas a embarcarse en un
tren por orden del gobierno. Los indígenas resisten al grito de "¡Perón,
Perón!" Rompen las ventanillas del tren, pidiendo la presencia del
teniente Bertonasco. Teobaldo Flores y Exaltación Flores, líderes de los
kollas de Orán se arrojan del tren. También se arrojan del tren Ciriaco
Condorí y otros. Días después logran encontrarse con Bertonasco y
Viviano Dionisio, diputado jujeño y se proponen presentar un Habeas
Corpus. El tren va sellado herméticamente y vigilado por gendarmería a
fin de que no escapen los comunarios. Llegan a Abra Pampa donde los
reciben los principales del pueblo y reciben burlas de los poderosos del
lugar en la estación.
El gobierno ordena “investigar hasta las últimas consecuencias” el
caso nombrando una Comisión, pero no se realiza la investigación.
El 30 de agosto, la Corte Suprema de la Nación rechaza el recurso
de habeas corpus presentado por Dionisio Viviano, por "no corresponder
originariamente al la Corte intervenir en el mismo"1
El indio visto con ojos urbanos: “Esa ‘extraña caravana’… ”
“El pueblo indio es el mismo del aborigen”, expresa un diputado
en sesiones de la Cámara de Diputados que intentaban aclarar cuál era el
objetivo y las consecuencias de refrendar desde el poder político,
centrado en Buenos Aires esta marcha que era demasiado visible a en
toda la República Argentina. Agrega este diputado: “Tenemos una
enorme población constituida por aborígenes a los cuales no se les puede
llamar “indios” y que tiene el mismo problema (…) y que son ciudadanos
argentinos”1 Es patente la dificultad de nombrar al indio, en primer lugar
el pueblo “indio” es el mismo “aborigen”, pero no se les puede llamar
“indios”, pues el nombre tiene una connotación despectiva. Entonces se
apela a la identidad nacional: “son ciudadanos argentinos” En la misma
110
4. sesión, un diputado señala que “la Argentina se encuentra en una
oportunidad histórica para cumplir con su deber civilizatorio”1 Es decir
que trastocar la identidad del indio, civilizarlo, es percibida como un
como una acción moralmente buena.
El diputado Guillot hace referencia a una “extraña caravana” que
viene “marchando” al son de una “extraña música” (sones de quenas, y
sicuris) dirigida por un “extraño muchacho” (Mario Bertonasco)1 En este
caso la alteridad es radical: el indio es lo “exótico”, lo “otro”
irreconocible.
El diputado radical Reynaldo Pastor, con el fin de neutralizar la
adhesión a la marcha del malón, que es apoyada por gran parte de los
medios y por el propio presidente de la Nación, eleva un proyecto de Ley
para la Promoción de Expedicionarios al Desierto de la Campaña de Roca
de 1879.
El diputado por Jujuy Manuel Sarmiento se indigna: “Trate de no
usar la palabra ‘indios’. Los del norte no son indios: son aborígenes.”
Finalmente, indignado de tanto desconocimiento y desprecio hacia
sus paisanos, el diputado Teodoro Saravia de Jujuy, exclama:
“en Jujuy no existen indios ni collas! ¡Todos son argentinos! Se los puede
llamar sí autóctonos o aborígenes, pero jamás collas o indios”1
En estas breves escenas de la Cámara de Diputados, los diputados
hacen gala de una profusión de nombres, alguno usan el termino indio,
otros lo denostan; otros proponen la identidad aborígenes, o mejor
todavía, ciudadanos argentinos.
En el imaginario urbano los indios no saben leer ni escribir. Un
“indio que lee” es sospechado de no ser un auténtico indio: “¡Los coyas
leen y toman apuntes de viaje!”, señala con asombro el periódico porteño
Ahora (25/07/1946:12). Por su parte el periódico Qué Sucedió (08/08/1946)
titula: “Asombran al camino porque saben leer y escribir”.
“Campesinos” y “camaradas indios” son identidades que la izquierda
asigna: “No es extraño que los campesinos de estas tierras, hayan
puesto también sus esperanzas en esta delegación (del Partido
Comunista)” La revista de la izquierda insta a sus afiliados y
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5. simpatizantes a preparar una gran bienvenida a los camaradas indios
(La Hora: 17/07/1946:9)
Para La Gaceta (20/07/1946): “un contingente de nativos…los
indígenas son recibidos,…los aborígenes bailan…”
El periódico La Idea de origen radical de Areco (20/07/1946)
anuncia en sus titulares que está próxima a arribar a la ciudad “una tribu
de indios”.
Aquí Está, periódico porteño, refiriéndose a los preparativos del
Malón los denomina “Los viejos de la tribu”.
El periódico Aquí Está muestra en primer plano mujeres con
sombrero coya, portan un estandarte de la virgen María, sus polleras les
llegan hasta el tobillo, sus “quepis” a la espalda, y titula “¡En nombre de
Dios, libérennos de la esclavitud!” (Aquí Está, 08/07/1946)
Por su parte el periódico El Líder (periódico peronista) señala en su
portada “Ya Pisan los Umbrales de la capital. Los esclavos norteños de la
oligarquía” Uniendo, como comenta Valko, a Perón con el Pueblo, los
esclavos como producto de la oligarquía norteña. Perón es el defensor y
libertador de los esclavos. El diario El Laborista muestra un dibujo con
hombres y mujeres de sombrero y poncho con las manos clamando hacia
lo alto, titula:”La Patria los reivindicará! Los coyas de la Puna y el
Altiplano bajan a nuestra ciudad para recuperar sus tierras” (27/07/1946).
También El Líder del 24/07/1946 titula otra portada: “Justicia Social
para el indio” En ocasión del recibimiento de Perón, El Laborista titula: “En
procura de Justicia Social, Llegó Ayer la Caravana de los Indios Coyas”
(04/08/1946)
Después de su expulsión en vagones cerrados herméticamente
hacia la puna de Jujuy el periodismo cambió sus invectivas de Justicia
Social, de Liberación, Reivindicación, de Recuperación de las tierras y
recibieron los apodos de “simulacro”, puesto que había visto a algunos
indios leer y masticar chicle, tomar notas y apuntes de viaje, también
sospecharon de infiltrados que vivirían en las urbes. Luego se
generalizaron las críticas sobre todo de la oposición, dejando caer
112
6. sospechas sobre los conductores del Malón, sobre sus objetivos políticos
y sobre la autenticidad del reclamo y de los maloneros.
El Segundo Malón de la Paz. La identidad escrita.
A 50 años del histórico reclamo en Capital Federal sólo se
entregaron 7 títulos de tierras, aunque fueron reconocidos los reclamos
por las tierras en la Constitución Nacional sancionada en 1994.
En el año 2003 la Comisión de Participación Indígena (CPI)
promovió una acción de amparo que obtuvo sentencia favorable el 02 de
mayo del 2006. Esta sentencia exige la entrega de los títulos de propiedad
comunitaria de tierras en un plazo de 15 meses. Pero el poder Ejecutivo
apela, lo cual causa un profundo malestar en las comunidades.
A partir del mes de mayo del 2006 dos de los diarios de tirada
masiva como son El Tribuno de Jujuy, y el Diario Pregón, cubren con notas
y fotografías los preparativos de la protesta de los pobladores jujeños, en
lo que han dado en llamar El Segundo Malón de la Paz.
El Tribuno de Jujuy (02/08/06) titula: “Segundo Malón de la Paz.
Aborígenes marcharán por entrega de tierras. Rechazan apelación del
gobierno a un fallo judicial que lo emplazó a entregarlas en 15 meses” En
el mismo artículo se refiere a lo pobladores de la Puna y Quebrada como
“comunidades indígenas”. Señala que las mismas marcharán por la ruta 9
mientras que las comunidades del oeste de la provincia lo harán por la
ruta 34 hacia el cruce de Purmamarca. En la edición de 05/08/06, utiliza
los términos: dirigentes “aborígenes”, asamblea de comunidades
“indígenas”,”Pueblos indígenas”, entre otras denominaciones. En
subsiguientes fechas agrega “ancestrales derechos de los pueblos
originarios”. En fecha 09/08/06, a través de este periódico, expresa su voz
Julián Calisaya, de Suripugio: “somos las comunidades aborígenes
porque no tenemos el título todavía en la villa San José. Necesitamos que
el gobierno ya no nos tenga con engaños”; Agustín Mamaní, de
Casabindo, expresa: “”Queremos los títulos de propiedad de las tierras
comunitarias…hay empresas lavando oro y dejan las aguas
contaminadas, los pastos, el aire y han muerto las llamas…No queremos
igualdad, queremos el lugar que se nos ha quitado”. Marcelo Vargas de
113
7. Humahuaca: “La nación qolla1 está colonizada por la nación argentina”;
Nicolás Vilca de la Comisión de Participación Indígena: “desde hace 10
años sólo se entregaron 7 escrituras”; Flora Cruz, del Pueblo Guaraní del
Ramal, dice que sus hermanos se sienten “condenados a vivir en zonas
urbanas”.
Por parte del oficialismo se expresa a través de la secretaria de
Derechos Humanos, que entre otras expresiones alega: “los indígenas
pretenden avanzar sobre derechos que les pertenecen…algo
irracional...Ahora también piden plena participación en los pedimentos
mineros y en los recursos naturales…que son del Estado…exigen tener
parte de las gestiones del Patrimonio Cultural de la
Humanidad…pretendiendo cogobernar” Finalmente expresa “no sé
porqué es el reclamo”.
Vemos cómo se trata de mostrar que los “maloneros” son
pretensiosos y abusivos, son irracionales, señala como un atrevimiento el
que soliciten participar de las decisiones que les afectan directamente tal
como la explotación de minas y los recursos naturales de los que viven.
El gobernador de la provincia Eduardo Fellner se refiere a las
comunidades con el nombre de “aborígenes”: “se va avanzar en el
reconocimiento de los Derechos de los aborígenes…”. El Acta Acuerdo
entre el gobierno y las comunidades aborígenes se firma ese día y
consiste en una entrega de 29 títulos hasta el 31 de diciembre del mismo
año.
Por su parte el Diario Pregón titula (05/08/06): “Un Segundo Malón
de la paz en defensa de los territorios indígenas”. En el desarrollo del
artículo utiliza expresiones tales como “Pueblos indígenas de Jujuy”,
“pueblos originarios”, “comunidades indígenas”, “pueblos originarios”,
“comunidades aborígenes”.
A diferencia de la cobertura del Primer Malón, lo indios ya no
constituyen una “espectáculo” exótico, un objeto al que se le asignan
denominaciones o nombres relacionados con el salvajismo o la barbarie.
En las voces del Segundo Malón los indios representan a sí mismos como
sujetos de derecho y críticos de la historia y la cultura que los
estigmatiza.
114
8. LA MIRADA EN EL ESPEJO
¿Cómo queremos que nos vean?
Una fotografía muestra un cartel bien visible al costado de la
carreta mayor expresa en letras blancas con fondo azul: “Malón de la Paz
por las rutas de la Patria. Desde el Norte Argentino hasta la Capital Federal”
“Malón de la Paz”, o sea que no es el “malón” que combatió contra
Alsina y Roca, según sus partes de guerra, que asolaba poblaciones, que
raptaba mujeres y niños, que dejaba carnicerías de soldados, de los cuales
los sureños tendrían imágenes negativas. Imágenes que D.F. Sarmiento,
Lucio V. Mansilla, J. A. Roca ponían un nombre y un sonido: “salvajes”.
No, ellos eran un “malón”, pero de la Paz. Eran indios pacíficos, venían a
reclamar por tierras pero no de forma violenta sino, “civilizada”, es decir
en el marco de las leyes del país. La Paz es un valor importante en un
contexto histórico que la pedía a gritos, que lamentaba la violencia y la
agresividad de las guerras mundiales. En este momento constituye un
signo positivo. No reclama “lucha”, ni “revolución”, sino “Paz”.
Este Malón de la Paz y de la civilización no se desplaza por los
espacios indomables, agrestes o peligrosos; no aparecían como fantasmas
en la noche o en los recodos de un camino. Se deslizaban por un espacio
construido por la modernidad civilizada: La Ruta. Esas Rutas eran de la
Patria, es decir de la Nación, el camino de la modernidad, la rapidez y el
Progreso.
“Desde el Norte Argentino”, hace referencia a un lugar específico,
al Norte con mayúscula, lo cual dice no cualquier norte, sino al Norte de
la Patria. Además ese Norte no es boliviano o peruano, o incluso
norteamericano, o chileno, es argentino.
Además de la identidad enunciada en la palabra escrita, lo
comunarios apelaban a otro nivel de la comunicación, los íconos de
imágenes y emblemas (la bandera argentina, las letras azul y blanca, la
virgen María, la imagen de Perón); vestimenta (poncho jujeño color
marrón ocre o celeste y blanco, ponchos calamacos y guardamontes en
115
9. los indios salteños, sombreros, ojotas, mantas); instrumentos musicales
(charangos, quenas, anatas, sicuris, erkes, erkenchos) y ejecutaban música
(carnavalitos, bailecitos, zambas, huaynos) que los identificaba como
indios del Norte. Deseaban que los vieran con una conducta intachable:
Es decir ni indios sucios, ladrones, y borrachos como estaba implantado
en el imaginario de las elites “civilizadas”; también leales al presidente de
la República, algunos portaban la imagen de Perón junto a la bandera
argentina. De aquí que algunos de los periódicos los hayan bautizado con
el apelativo de “indios peronistas”. Asimismo este aspecto tendrá que ver
con mostrar estar asimilados al orden de la República, actitud que
contrastaría con los otros indios del territorio que habían rechazado el
orden estatal, tal como lo atestiguaban las luchas contra Alsina y Roca.
Fidelidad al Estado en cuya determinación estaría la mano del militar
retirado Bertonasco, pero también la clara señal que desde el Estado la
hacia el propio presidente. Asimismo necesitaban que los medios de
prensa los percibieran como “argentinos”, es decir como ciudadanos
argentinos, o “indios argentinos”. Portaban estandartes religiosas
católicas, cruces; llegaron a Luján a homenajear a la Virgen de Luján;
asimismo era cara visible un cura de origen alemán de apellido von
Kemmer; también mostraban que eran nacionalistas y no comunistas, que
su movimiento no se identificaba con la “lucha” propia del comunismo,
con la toma del poder sangriento, sino con la sumisión al orden nacional
representado por la bandera argentina; esta intención la hacen visible no
solo a través de los íconos que portaban y las canciones que entonaban,
como el Himno Nacional Argentino y los cánticos religiosos católicos,
sino en la participación de 25 de mayo en Jujuy, el 20 de junio Día de la
bandera en Rosario y el Convento de San Lorenzo.
¿Cómo nos vemos a nosotros mismos?
Actualmente en el país se registran oficialmente 31 Pueblos
Indígenas y 870 Comunidades Indígenas con personería jurídica. El
Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) incluye dentro de la
nómina de Pueblos (en reemplazo de etnias) a las comunidades con
personería jurídica registrada o en trámite de solicitud de inscripción. Los
Pueblos albergan diferentes comunidades de allí la cifra mayor de
116
10. comunidades. Se auto-reconocen 402.921 personas como indígenas o bien
se reconocen descendientes en primera generación1. Esta cifra
corresponde a la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas
relevada en 2004 y 2005 por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
(INDEC), representando el 1% de la población total del país1.
Según el CENOC, Centro Nacional de Organizaciones de la
Comunidad, en Jujuy1 hay registradas aproximadamente 38
organizaciones comunitarias. Todas ellas se autonombran “indígenas” o
“aborígenes” y nombran la localidad o el pueblo al cuál pertenecen, otras,
en menor cantidad se autonombran “inka” y otras “guaraní”.
Sabemos por conocimiento personal que hay muchas más que no
están registradas, así como las hay vinculadas a agrupaciones
carnavalescas, de diversas vírgenes y santos, de residentes de fútbol de
Quebrada, de Puna, de asociaciones bolivianas, de agrupaciones
artísticas, de radios comunitarias, de agrupaciones universitarias, entre
muchas que no figuran en los censos de la provincia ni en censos de la
nación.
Nemecio Cruz, dirigente Kolla, al preguntarle el porqué de la
aceptación de estos nombres por parte de las comunidades dice:
“Es una decisión política, pero al interior de las comunidades cada
una lleva su propio nombre”1
Al preguntarle cuantas organizaciones indígenas conoce, expresa:
“…Bueno en realidad, como organizaciones indígenas reconocidas
con personería jurídica conozco a ORINPUKO, organización
indianista del pueblo kolla y al COAJ, consejo de organizaciones
aborígenes de Jujuy. Por supuesto que hay varias organizaciones
culturales, sociales. Ahora si hablamos de comunidades aborígenes
hay mas de 200 comunidades organizadas con personería jurídica.
Pero realmente no conozco una página donde este el registro de las
organizaciones, Se que el I.N.A.I tiene una pagina web”1
La Constitución de la Provincia de Jujuy, sancionada en 1986, en su
Art. 50 enuncia:” La provincia deberá proteger a los aborígenes por medio
117
11. de una legislación adecuada que conduzca a su integración y progreso
económico y social.” La misma denominación se encuentra en la Ley 4616
Convenio entre el Gobierno de la Provincia Consejo Federal de
Inversiones (CFI) de 1992. La Ley 5030 de Aprobación del convenio de
regularización y adjudicación de tierras a la población aborigen de Jujuy, de
1997 conserva el mismo nombre. La Ley 5122 Dirección de Asistencia
Social, legisla sobre la protección de artesanías aborígenes1
La Ley de Educación Nacional 26.206 propone la Educación
Intercultural Bilingüe (EIB) como modalidad del sistema educativo de los
niveles de Educación Inicial, Primaria y Secundaria. Garantiza el derecho
constitucional de los pueblos indígenas, conforme al art. 75 inc. 17 de la
Constitución Nacional, a recibir una educación que contribuya a
preservar y fortalecer las pautas culturales, lengua, cosmovisión e
identidad étnica. También enuncia que los pueblos indígenas tienen
derecho a desempeñarse activamente en un mundo multicultural y a
mejorar su calidad de vida.
Los modos de auto reconocimiento que se proponen aquí son
políticos y jurídicos. Mientras que al interior de los pueblos priman otras
modalidades.
Recuerdo que en una de las conversaciones casuales con un
residente de Puesto de Marqués, puna jujeña (FP) expresaba:
“El (refiriéndose a un residente que había dado un discurso en el pueblo de
PM, arengando a todos el orgullo de ser “indígenas”) dice que somos9
“indígenas” pero a mi abuelita yo no le voy a decir indígena, y ella no se
llama a sí misma indígena. Ella será puesteña o del lugar de donde ha
nacido. Pero eso (la denominación “indígena”) no es de aquí” 1
En las coplas de carnavales para entrar en el ruedo de copleros, la
persona se presenta por el lugar de donde ha nacido. Cantando expresa:
Desde Puesto he venido
diciendo me voy a alegrar
Aquí no canto ni bailo
me vo’a mandar a mudar”
118
12. O también:
Muchacha abrampampeña,
yo no vua decir que no,
De esas peñas que aparecen
Dentre medio vivo yo
Vemos que un criterio identitario acá es el del lugar de donde se ha
nacido.
Cuando regresé a mi pueblo de Puesto del Marqués, ya en mi
juventud, las abuelas me preguntaban “cuyo hijo sos”. Mi tía me decía
que había que contestar nombrando los apellidos de mis padres, y de mis
abuelos. Es decir que otro de los criterios para dar o darse identidad es el
linaje familiar.
Una copla canta así:
Desde lejos hey venido
hey salido de la mar
Soy hija de sirena
sobrina del carnaval
Se relaciona al universo de imágenes y personajes poderosos de las
lagunas, “ojos de agua” y ríos de la Puna (la “mar”). Uno de estos, las
“sirenas”1, tienen poderes de seducción, de erotismo y pueden quitar la
vida de los habitantes varones. También se hace referencia que fue
concebida en el tiempo de carnaval, tiempo festivo e importante porque
hace referencia a la cosecha de los frutos maduros.
No he relevado expresiones que tengan que ver con
identificaciones de regiones lingüísticas, tal vez porque las lenguas locales
en su mayor parte han sido desaparecidas o invisibilizadas, y cuyos
indicios son las estructuras gramaticales que de modo diferente al
castellano, y por supuesto a las pautas culturales compartidas por estos
pueblos.
119
13. Conclusión: ¿Identidades escritas o narradas?
Hemos visto como las denominaciones del “indio” han ido
transformándose desde nominaciones relacionadas con lo “salvaje” y lo
“bárbaro” hasta una concepción de reconocimiento y auto
reconocimiento como “indígenas” o “aborígenes” o “pueblos
originarios”. Nominativos que se utilizan en relación con la
jurisprudencia, relacionado esto con la necesidad de un reconocimiento
normativo. Es decir una identidad que ha ido tomando sustancia jurídica,
propia de la lógica estatal. Pero ha perdido su marca cultural y simbólica,
esa identidad narrada y vuelta a narrar que retoma su juego de larga
persistencia.
Actividades sugeridas, en relación con la tarea áulica
1) Qué valores se pueden visualizar en las frases de Domingo F.
Sarmiento y Julio A. Roca?
2) Indaga los modos de asignación de identidad que conoces en tu
barrio, escuela, iglesia y demás instituciones. ¿Cómo se asigna
identidad en los medios de comunicación?
3) Realiza entrevistas a personas de pertenencia indígena. Una de la
preguntas puede señalar qué opina de los “nombres” (asignados y
auto asignados) presentes en el texto.
4) Identifica en la Constitución Nacional y Provincial la
representación que se tiene de los pueblos originarios.
5) Pregunta a tus mayores el origen de tu nombre y de tu apellido, si
tienes uno o varios apodos, quienes los asignaron. Puedes armar tu
árbol genealógico e historiar la procedencia de tus mayores.
Redacta un ensayo: “Mi nombre asignado. Cómo me gustaría
llamarme.”
120
14. Bibliografía
Cusicanqui, S; “La noción de ‘derecho’ o las paradojas de la modernidad
poscolonial: indígenas y mujeres en Bolivia”, Temas Sociales, Nº 19, pags. 27-51, La
Paz.
Mamani R., P; (2004) El rugir de las multitudes: la fuerza de los levantamientos
indígenas en Bolivia, La Paz, Ed.Yachaywasi
Valko, M; (2007) Los indios invisibles del Malón de la Paz. De la apoteosis al
confinamiento, secuestro y destierro. Bs. As. Ed. Madres de Plaza de Mayo
Apuntes de Seminario: S. Rivera Cusicanqui, “Seminario Movimientos Sociales y
Derechos Humanos”, UNSa, Salta, Argentina, 23 marzo de 2008.
121