2. EL EFECTO INVERNADERO
La temperatura de nuestro planeta es perfecta para la vida. Ni demasiada
fría, como Venus, ni demasiada caliente, como Marte. Gracias a estas
condiciones, la vida se extiende por todos sitios.
La Tierra recibe el calor del Sol. Algunos gases de la atmósfera la retienen y
evitan que parte de este calor se escape de retorno al espacio.
Hoy día esta situación de equilibrio delicado está en peligro a causa de la
contaminación de la atmósfera, que provoca que los gases retengan mucho
calor cerca de la superficie.