El vínculo entre maestros y alumnos se basa en características sociales e institucionales y debe trascender del aula para transformar al individuo e integrarlo a la sociedad con tolerancia y un ambiente agradable que evite ser demasiado conservador. Un vínculo efectivo depende de cómo el maestro enseñe de forma que genere actitudes rompiendo esquemas tradicionales a través de la libertad, creatividad y liderazgo auténtico para ser un educador genuino.