La sociedad romana estaba estratificada, con patricios, plebeyos, clientes, libertos, extranjeros y esclavos. Las instituciones políticas incluían asambleas de ciudadanos, un Senado formado por exmagistrados y una serie de magistraturas como cónsules, pretores y ediles. Los romanos pasaban por un cursus honorum para acceder a cargos más altos. Bajo el Imperio, el emperador concentraba todos los poderes aunque se mantuvieron algunas magistraturas republicanas.