1. Universidad Popular de la Chontalpa
Maestría en Educación con Orientación en
Docencia
Materia: Filosofía de la Educación
Ensayo
Mi Reencuentro con la Filosofía
Rocío Soledad Rodríguez Álvarez
Catedrático
M. en Psp. Euler Ferrer Córdova
H. Cárdenas, Tab., 3 de Octubre de 2014
2. Mi Reencuentro con la Filosofía
Introducción
Recuerdo perfectamente tardes ha muchos años cuando miraba a mi padre
abstraerse en la lectura de un grueso libro verde, sabia el nombre de aquel a
fuerza de algunas ocasiones alcanzarlo hasta sus manos, Diálogos de Platón, era
un libro sin imágenes y de letra, a mi parecer, demasiado pequeña. Algún día
platico que se trataba de un libro de filosofía, y comento que a su vez él conoció
de estos diálogos porque su padre, mi abuelo, por las tardes al terminar todas las
labores tenía costumbre de sentarse rodeado de sus hijos a compartirles el
conocimiento adquirido en sus lecturas.
Hoy, al escribir estas letras, siento un cumulo de sentimientos encontrados,
nostalgia ante la ausencia de mi padre, pues ha partido a dormir el sueño eterno
hace casi dos años, y alegría aunada a una confortante paz al reencontrarme con
la filosofía en sus inicios, y recordar largas charlas junto a él, en las que confieso
había ocasiones que no quería escuchar.
La filosofía, tan grande, antigua y tan vigente. Si tan solo pudiéramos siendo niños
o adolescentes dedicarle un poquito más de atención, el panorama de nuestro
futuro se miraría con distinta óptica.
Desarrollo Temático
Cuando hablamos de filosofía, hablamos de amor, amor a la sabiduría que es lo
que etimológicamente significa. El encontrar la sabiduría y compartirla era labor
de los filósofos, quienes no se atiene a un único tópico del conocimiento, sino que
todo se convierte en objeto de reflexión. Por este motivo la filosofía no se puede
definir por su objeto de estudio, como las ciencias, sino que la comprendemos
como una actividad, como la actividad más específica del hombre porque consiste
en preguntarnos por el sentido, las causas y los fines de todo lo que lo rodea.
La necesidad de explicaciones se encuentra en los orígenes del hombre, como se
pone de manifiesto en los dibujos y grabados de las cuevas de la era paleolítica.
Al principio, para comprender los fenómenos de la naturaleza, apeló a fuerzas
trascendentes, como el dios del trueno o de la lluvia y luego, para interpretar el
misterio del mundo y de su origen, organizó historias fabulosas, como la Teogonía
relatada por Hesíodo, o leyendas mágicas como la justificación de las crecientes
3. periódicas del Nilo por el retorno del dios Osiris a su hogar. Estas explicaciones,
basadas en la imaginación, que suponían que los hombres estaban sujetos y
dependían de poderes desconocidos e inmanejables, se denominan conocimiento
mítico.
Como la filosofía persigue la verdad tiene ciertos requisitos: trata de ser un saber
sin supuestos, para lo cual debe fundamentar sus afirmaciones; busca construir
sistemas explicativos coherentes, por lo que se atiene a los principios lógicos de la
razón humana; e intenta acceder al conocimiento del sentido del mundo y del
hombre en función de lo cual trata de determinar el significado, causas y fines de
la realidad.
Platón y Aristóteles, filósofos del siglo IV a. de C. consideraron que el asombro
llevaba al conocimiento. Precisamente, el sorprenderse y no aceptar como natural
lo que acontece, es adquirir conciencia de la problemática, lo cual nos impulsa a
preguntar y a buscar explicaciones. El asombro, que es lo opuesto a la
indiferencia, nos induce al cuestionamiento que es el motor de cualquier
conocimiento.
En el siglo VI a. de C. aparecen en Grecia los primeros filósofos. Son
considerados como tales porque configuraron el primer intento de explicación
científica en tanto trataron de responder acerca de los cuestionamientos del
hombre a través de la razón humana. Estos filósofos, de los cuales se destacan
Tales, Anaximándro y Anaxímenes, se denominaron de la naturaleza o
cosmológicos porque se interrogaban sobre el origen y desarrollo del universo.
En general eran astrónomos, matemáticos y técnicos. Suponían que más allá de la
pluralidad, oposición y desorden del cosmos, tal como se presenta a los sentidos,
existe algo estable y regular que lo sostiene y que sus reglas pueden ser captadas
por la razón. No aceptaban que el mundo hubiera sido creado de la nada sino que
conjeturaban que había surgido y evolucionado a partir de un único principio
material denominado arjé; por lo tanto, sus cosmogonías buscaron un fundamento
ontológico que constituyera todas las cosas, al que consideraron como el principio
viviente que había generado la vida e iniciado y gobernado la evolución del
cosmos.
Las teorías parmenídeas acerca de la unidad del Ser plantearon a los pensadores
posteriores la necesidad de establecer un puente entre la realidad única y las
apariencias múltiples y cambiantes. De estos pensadores, llamados pluralistas, los
más importantes por la trascendencia de sus afirmaciones en los desarrollos
científicos ulteriores, fueron Empédocles de Agrigento, Anaxágoras de Clazomene
y Demócrito de Abdera. Los pluralistas no partieron de una cosmogonía como los
4. filósofos de la naturaleza sino que buscaron explicar las causas del movimiento en
elementos inmutables y eternos.
Entonces podemos decir que, en sentido general, el objeto principal del
conocimiento filosófico consiste en inquirir la razón y el fundamento de todo
aquello que se presenta como de índole esencial para la vida humana y la
naturaleza. Especialmente, implica cuestionar muchos conceptos que se dan por
sabidos, por supuestos y por verdaderos a partir de una percepción sensorial; en
una actitud que busca esclarecer si verdaderamente son como se presentan, y
cuál es el sentido de su propia existencia, en un intento de alcanzar a comprender
intelectualmente el significado más profundo de todas las cosas.
Conclusión
Aunque el tema da para pasar meses encontrando sentido a nuestras ideas al
convertirlas en pensamientos filosóficos, preguntándonos por los motivos y causas
que conllevan al ser humano a responder interrogantes acerca de la razón y el
fundamento primero y esencial del mundo en que vivimos.
La Filosofía como amor a la verdad es el camino para la salud del alma por eso el
filosofar nos conduce a la felicidad. La filosofía es la medicina que nos permite
gozar de los placeres puros para alcanzar la felicidad. La filosofía dicta que todo
hombre es mortal y en consecuencia la felicidad debe darse en esta vida. Para
Epicuro el principio de todo bien se encuentra en el placer. Pero el placer al que
refiere es el que se relaciona con lo equilibrado y tranquilo. La virtud es una
disposición interna y no un hábito. La naturaleza nos permite seguir lo bueno y huir
de lo contrario. Encontremos pues la forma de dar filosofía a nuestra existencia.
5. Bibliografía
Armstrong A.H., (1957) Introducción a la Filosofía Antigua, EUDEBA, Buenos
Aires, 1967
Da Silveira, P., (1997), Historias de filósofos, Alguafara, Buenos Aires, 1998
Vidal Naquet, Formas de pensamiento y formas de sociedad en el mundo griego.
El cazador negro.,Península, Barcelona,1983.
http://www.taringa.net/post/apuntes-y-monografias/10972734/La-filosofia-como-forma-
de-vida-ensayo-final.html
http://www.conevyt.org.mx/bachillerato/material_bachilleres/cb6/5sempdf/filosofia1
pdf/fil_fasc3.pdf