1. Opiniones desde el escritorio
Todo el mundo sabe que combate es…bacán?
José Lobatón G.
Haciendo una evocación a la magnífica obra “Conversación en la Catedral”, del Premio Nobel de
Literatura Mario Vargas Llosa, me acordé de esa célebre frase utilizada por Zavalita: “en qué
momento se jodió el Perú” y tal vez sin tener una respuesta precisa, di un alcance a ello, creo que se
jodió desde hace mucho tiempo, creo que desde la “reforma” educativa y las “innovaciones” que
actualmente veo nos vamos a seguir jodiendo mucho más.
Pertenezco a la generación de los 80´, donde no se disfrutó del internet, de las tecnologías de punta,
ni del celular táctil; es más ni siquiera del teléfono a disco, ya que era un lujo tener uno en casa en
aquellos tiempos y solo nos conformábamos con el histórico y necesario Rin, que si tenías suerte y
el teléfono público estaba malogrado, éste duraba ilimitadamente y podías conversar horas de horas,
mientras había una cola de 6 o 7 usuarios acordándose de tu progenitora y esperando a que termines
de hablar, pero esto no lo saben las generaciones actuales y tampoco creo que les interese saberlo,
dado que actualmente aquí uno está más preocupado en la juerga, en la diversión, en qué pasará con
el personaje de la televisión de moda y tantos devaneos más que seguirán subsumiéndonos en la
más espantosa ignorancia. Y es que mientras un país sea más inculto, es mucho más fácil de
gobernar, véndeles incultura y no se darán cuenta de lo que sucede en la realidad, incúlcales
resignación a una derrota y seguiremos perdiendo siempre; ahora no todos estamos
lamentablemente perdidos, como se dice hay una esperanza, pero esa esperanza es poca, son pocas
las personas entre adultos y jóvenes que están en contra de la incultura, los aplaudo y hay que
apoyar esa causa, porque estas personas son quienes ponen resistencia a tanto elemento negativo
que circunda día a día, jodiendo más al país.
Y es que se extraña, esa máxima que decía “la letra con sangre entra”, donde don Ricardo Palma en
sus Tradiciones Peruanas, describe a un Bonifacio, temerario y con las mejores intenciones de
formar a sus educandos a punta de palmetazos, “más cardenales hace el chicote que el papa”, solía
decir, pero si se dan cuenta nuestros padres fueron educados de esa forma y el suscrito también
alcanzó esa etapa, aunque en sus últimos momentos ya, aún recuerdo que la palmeta me la
reemplazaron por correa y vaya que uno así tenía mucho más ganas de estudiar; pero me pongo a
pensar, que sucedería si don Bonifacio estuviera en ésta época, estoy más que seguro que estaría
purgando condena en el penal de Puno, y es que ahora si el alumno no aprende es culpa del
educador, si el alumno llega tarde, es responsabilidad del educador, si el alumno falta al respeto al
maestro también es culpa del educador por llamarle la atención cuando está plagiando en un
examen o conversando en plena clase, habrase visto semejante situación; ahora profesor que
desaprueba a un alumno es expulsado y le ponen a éste uno que se adapte a sus exigencias y
caprichos, como si al salir de la escuela o de la universidad, el trabajo que vaya a conseguir (si es
que tiene suerte de conseguirlo), se fuera a adaptar a ellos, definitivamente no, si no trabajas, si no
eres competente o si haces de la tardanza una religión, simplemente estás fuera. Y que harás con
2. Opiniones desde el escritorio
aquel docente que te concedía tus caprichos y nunca te hizo ver tus errores, tenemos una moraleja
provenida de una fábula de Esopo, donde la madre consentía en todo a su hijo ladrón cuando niño y
al crecer éste, le recriminó cuando lo encerraron en la cárcel y mordiéndole el lóbulo de la oreja,
luego le dijo, si me hubieras corregido a tiempo, no estaría pasando por esto; y créanme que yo no
muerdo lóbulos de oreja, pero cuando veo por la calle a mis profesores relajados, ociosos y
demasiado tolerantes, simplemente cruzo la otra vereda y evito saludarlos, es mejor así.
Ahora me causa gran impresión, que a mi edad hasta ahora recuerdo cuando se descubrió América,
cuando se proclamó la independencia, cuando se celebra la Batalla de Ayacucho y algunas otras
fechas célebres que por cultura general debemos saber los peruanos, como peruanos que somos;
imagínense con toda la tecnología de punta en sus manos deberían ser súper sabios, pero bueno si
fuera muy bien utilizada otra cosa sería, pero ahora interesa más la página social que
discoverychannel.com; vaya como agradezco a mi maestra Emma por los correazos, en aquella
primaria ochentera; creo que donde te encuentres, estarás orgullosa de mi; pero además de esa
impresión, siento mucha pena y amargura, ver en la televisión que hacen encuestas en las
universidades peruanas y los alumnos confunden a Andrés Avelino Cáceres con Francisco
Bolognesi, ver como se quedan pensando cuando les preguntan qué significa SUNAT respondiendo
cualquier barrabasada; pero pregúntale quien es la pareja de moda en los programas de
competencia, pregúntenle cual es el último chisme de la farándula limeña o quizá si algún deportista
fue sorprendido con alguna bailarina; es realmente penoso, es muy penoso saber que el libro de un
improvisado personaje de la televisión tiene más acogida que un best seller, es triste ver que en el
Perú tiene más importancia saber si una vedette fue prostituta antes de entrar a la televisión, que
saber que los volcanes de Indonesia están en plena erupción; tiene más valor ver a un personaje del
medio día con sus atrocidades lingüísticas, que ver a Norma Martinez en “Sucedió en el Perú”; y es
cierto, lo chabacano tiene acogida, eso vende y la gente se alimenta y engorda más de ello y como
verán, la gordura con el tiempo…mata.
Tengo ganas de ver televisión ahora y no encuentro nada, solo tres programas de “competencia” y
justo los tres a la misma hora, pero no veo competencias, veo besos, peleas, insultos y todo, menos
competencia…como te extraño Telematch.