El documento resume los orígenes y desarrollo de la tragedia en la antigua Grecia. Explica que aunque se han debatido los orígenes del género desde la época de Aristóteles, es difícil definir las circunstancias exactas en que surgió. También describe los elementos estructurales de la tragedia como el coro, los episodios y el éxodo, así como aspectos de las representaciones teatrales como el teatro de Dioniso y el papel de los actores.
1. ORÍGENES DE LA TRAGEDIA
La cuestión de los orígenes de la tragedia ha sido debatida infinidad de veces
desde, al menos, la época de Aristóteles, quien trató del tema en su Poética.
Es oportuno recordar además que nos hallamos ante un problema que no atañe
sólo a la filología, pues las ramificaciones antropológicas o filosóficas del asunto
son múltiples.
Por una parte es relativamente sencillo identificar los géneros que han dejado su
impronta en la tragedia:
la épica y la lírica coral narrativa (p. ej., Estesícoro) le prestan sus temas
míticos;
la lírica coral dórica desempeña un papel fundamental en relación con las
partes confiadas al coro trágico;
el trímetro yámbico y el tetrámetro trocaico hacen también lo propio con los
parlamentos y las partes recitadas.
Ahora bien, la identificación de estas fuentes literarias no equivale a una
explicación del origen del género: es muy difícil definir cuáles fueron las
circunstancias reales en que surgió la tragedia.
Una primera pregunta que cabe plantearse es la del propio significado de su
nombre, pues “tragedia” es “canto del macho cabrío”, expresión que ha sido
aclarada de formas diversas:
¿se trata de un canto por el que se daba como premio un macho cabrío?
¿se trata del canto de un coro de sátiros disfrazados de machos cabríos?
(lo que esos sátiros entonarían sería un ditirambo: mira más adelante).
2. La segunda interpretación es la communisopinio, y sin
embargo tropieza con la dificultad de que, en origen, los sátiros se representaban
con forma equina, no caprina.
Sobre este asunto mira Burkert (1966).
De otro lado, es palmaria la relación de la tragedia con los rituales dedicados al
dios Dioniso, en cuyas fiestas se celebraban los certámenes dramáticos (como se
explicará en la sección siguiente de esta entrada).
Pero a la vez resulta llamativo que los argumentos dionisíacos sean mínimos (aquí
se han de mencionar las Bacantes de Eurípides); de hecho se convirtió en
expresión proverbial decir que la tragedia no tiene “nada que ver con Dioniso”
(mira la entrada 21. El drama satírico).
Aristóteles decía que la tragedia se desarrolló a partir del ditirambo, danza coral
celebrada en honor a Dioniso y entonada por los sátiros.
Sin embargo no resulta evidente cómo se pudo desarrollar la tragedia a partir del
ditirambo, pues este canto coral difícilmente puede dar cuenta de la parte recitada
de la tragedia. Mira Vara Donado (1996, 15):
¿Cómo la parte recitada de la tragedia, de carácter serio y cuya temática es épico-
heroica, puede derivar del ditirambo, entonces singularmente dionisíaco, condición
siempre conservada por él en mayor o menor medida?
Para complicar aún más las cosas se ha de tener en cuenta que algunos datos
fugaces apuntan a que la tragedia no nació en el Ática sino en el Peloponeso,
hipótesis de la que también se hace eco Aristóteles.
(Ello podría explicar también el carácter “dórico” de las partes corales)
Una hipótesis de mínimos sobre el origen de la tragedia puede ser la que suponga
que, en un momento determinado, un miembro del coro se separó de éste para
dramatizar los hechos cantados en lugar de narrarlos; este primer actor, que
dialogaba con el coro, se vio luego acompañado por un segundo actor, con lo que
se avanzó en el proceso de dramatización.
3. DESARROLLO DE LA TRAGEDIA
Aunque no podamos precisar cómo surgió el género, lo cierto es que poseemos
un corpus notable de tragedias que nos permiten formarnos una idea adecuada
del tipo literario.
Una de las cuestiones preliminares que han de aclararse en relación con la
tragedia de la Antigüedad es la de la propia organización de las representaciones
dramáticas.
Es decir: ¿dónde y cuándo se representaba teatro en Grecia?; ¿de qué manera se
desarrollaban esas representaciones?
Para ilustrar el aspecto estrictamente físico del teatro antiguo
conviene examinar este dibujo que representa la planta del teatro de Dioniso en
Atenas.
Como se puede ver, el teatro se componía de un auditorio semicircular destinado
al público.
En el caso del teatro de Dioniso en Atenas ese auditorio contenía ochenta filas de
asientos, construidas en pendiente aprovechando la ladera de la Acrópolis.
No se trataba de un espacio cubierto, pues todos los interesados en la
representación dramática (público, coro y actores) se hallaban al aire libre.
Para facilitar la colocación de los espectadores, el auditorio estaba cruzado por
corredores radiales y transversales; los asientos donde se sentaban los asistentes
a la representación no eran, ni de lejos, cómodos; en principio se trataba de
asientos de madera, que después fueron sustituidos por otros de piedra.
4. A pesar de la incomodidad, el pueblo llano de Atenas acudía
sin dudarlo al teatro, y las autoridades de la ciudad hicieron todo lo posible por
facilitar el acceso a estas representaciones que se convirtieron en la fiesta
principal de la democracia.
En un principio se cobraba una entrada mínima; en época de Pericles una muestra
más de la política populista del momento fue eliminar incluso el precio de esa
entrada.
Las condiciones acústicas del teatro antiguo eran muy buenas. En cambio, las
condiciones visuales dejaban mucho que desear.
Piénsese que aquellos teatros tenían unas dimensiones inmensas, por lo que el
espectador se hallaba muy alejado de los actores. Se ha calculado que un actor
alto, de 1.80 m., sería visto por el público de primera fila como una figura de 9 cm.;
los de la última fila sólo verían una miniatura de 2 cm. de altura.
En las plantas de los teatros se aprecia la existencia de un espacio autónomo
entre el auditorio y la escena, la orquestra, palabra que en griego significa “lugar
donde se baila”.
Efectivamente la orquestra era el lugar donde evolucionaba el coro y, en
determinadas circunstancias, podía llegar a bailar.
Interesa indicar que en medio de la orquestra había un altar, lo cual nos recuerda
el carácter religioso que poseían en la Antigüedad las representaciones
dramáticas: las representaciones trágicas formaban parte del rito en honor al dios
Dioniso, y por ello posee pleno sentido la presencia de su altar en medio del
teatro.
De la orquestra pasamos a la escena. Si el auditorio era el espacio del público y la
orquestra el del coro, la escena es, obviamente, el lugar propio de los actores.
Éstos, que eran siempre hombres, aparecían ante los espectadores ataviados con
las máscaras trágicas, de rasgos muy marcados, al objeto de facilitar que el
público reconociese de qué personaje se trataba en cada caso: no olvidemos que
el público veía malamente a los actores.
El hecho de representar con la cara cubierta por la máscara permitía además que
5. una misma persona desempeñase varios papeles.
Y es que debemos pensar que, a diferencia de lo que
sucede hoy en día, en Atenas el número de actores por obra era muy reducido:
como ya hemos dicho antes, primero era uno solo que dialogaba con el coro,
después dos y, por fin, tres; en el Edipo Rey de Sófocles intervienen ocho
personajes, y sin embargo tres actores bastan para la representación de la
tragedia.
El hecho de que el drama formase parte del ritual de Dioniso tenía también
implicaciones desde el punto de vista de los momentos óptimos para las
representaciones, pues en la Antigüedad no eran sagrados por igual todos los
tiempos.
Había representaciones dramáticas en las fiestas más importantes del dios
Dioniso, que en Atenas eran las Leneas y las Grandes Dionisias; las primeras
caían a finales de enero y estaban dedicadas fundamentalmente a la comedia; las
segundas tenían lugar en la última semana de marzo y en ellas se celebraba el
concurso trágico más importante.
En la Atenas democrática, la organización del festival trágico (atestiguado desde el
534 a. C.) era una empresa pública. No obstante, para su realización se
comisionaba a tres particulares adinerados (los coregos). Cada uno de ellos debía
sufragar los gastos de representación de las obras de un autor, pues el número de
los poetas que eran escogidos para participar en el concurso se reducía a tres.
En tres días sucesivos, cada uno de los trágicos
presentaba ante el público ateniense las obras con las que competía: tres
tragedias (más un drama satírico) por concursante.
Cuatro obras al día, tres días seguidos, puede parecernos demasiado para
6. nuestra paciencia como espectadores; es cierto que los atenienses pasaban un
buen número de horas en el teatro mientras duraba el festival, pero no tantas
como nos podríamos imaginar: debe tenerse en cuenta que la extensión media de
una tragedia griega es bastante inferior a la de las obras con las que nosotros
estamos familiarizados.
Tragedia antigua y moderna
En la tragedia griega el personaje difícilmente podrá librarse de su muerte o
sufrimiento debido a que es un castigo divino por algún fallo suyo, a pesar de
que lucha contra las adversidades defendiendo o desafiando los valores
establecidos, todo lo que haga lo encaminará al desastre.
En la tragedia moderna, el desenlace estará siempre causado por la
irresponsabilidad del personaje, aquí el desastre ya no es obra del
destino.Presenta una acción con resultados fatales
ELEMENTOS DE LA TRAGEDIA
ESTRUCTURA EXTERNA
En su estructura externa podemos dividir la tragedia en un prólogo, episodio,
éxodo y el canto del coro que a su vez de divide en “párodos” y “stásimon”. El
prólogo es lo que precede a la entrada del coro. En él puede aparecer un
personaje que presenta la situación en lo inmediato.
Luego entra el coro con el párodos y allí se ubica al espectador en hechos muy
posteriores que permiten comprender cómo se ha llegado a ella. El coro es la
representación del pueblo, y es lo que de ritual queda en la tragedia. Por eso,
como dice Hauser, es gracias al coro que se puede unir la política (“polis”, ciudad)
con lo ritual. Las siguientes apariciones del coro son los stásimos, que se hayan
entre episodio y episodio y cuestionan y comentan la acción de los episodios. El
coro será algo así como la “doxa”, la opinión pública. El coro también puede
participar de los episodios dialogando, interrogando, cuestionando a alguno de los
personajes, y su papel es el de guía del público en los conflictos morales que
presenta la obra.
7. Los episodios son donde se desarrolla la acción con los personajes. Y el éxodo es
el final de la obra, es decir su resolución.
ESTRUCTURA INTERNA
La estructura interna tiene como primera instancia un marco en el que se presenta
la situación, un nudo en el que se desarrollan los hechos y un desenlace, en el
que se resuelven los mismos. Este desenlace está precedido por dos hechos
fundamentales: la peripecia y la anagnórisis.
La peripecia es la caída en desgracia del protagonista. Es ese suceso que
precipita el desenlace. Es cambio de situación que define a la tragedia. Y la
anagnórisis es cuando el personaje, por medio de la acción reflexiva, comprende
que ha caído en desgracia.
8. COLEGIO DE BACHILLERES PLANTEL 22
ALUMNA:
MARIA GUADALUPE GUZMAN GARCIA
MAESTRA:
MARIA LUISA ALVAREZ CHABLE
MATERIA:
LITERATURA
GRADO:”4”GRUPO: B
TURNO:
MATUTINO.